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Carta abierta a la Comisionada Granera

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Por: Luciana Chamorro Elizondo

Estimada Primera Comisionada Aminta Granera:

Le escribe Luciana Chamorro Elizondo. Yo soy ex alumna del Colegio Centroamérica. Me eduqué en su Pastoral, y creo profundamente en los valores de entrega y servicio a los demás. Desde pequeña he intentado lograr mayor coherencia en mi vida: entre lo que creo, lo que pienso y lo que hago. Eso me ha llevado a trabajar de voluntaria en barrios y asentamientos, a enfocar mi vida profesional como antropóloga hacia el estudio de la desigualdad, y a apoyar las causas que considero buscan la justicia social.

Le escribo en carácter personal porque me rehúso a creer que una mujer como usted, que ha demostrado tener los intereses de su pueblo como prioridad, no se ha pronunciado al respecto de la violencia que vivió un grupo de ciudadanos Nicaragüenses el 22 de Junio. Imagino que su silencio se debe a que no se habrá enterado bien de lo que pasó. Mi hermano y yo estábamos ahí junto con otros 52 jóvenes y 35 ancianos. Si a eso le sumamos los vecinos que nos dieron refugio y los trabajadores de la gasolinera, se hacen cientos de testigos que también vieron y vivieron el terror de esa noche. A continuación le relato los hechos:

El lunes 17 de Junio me comprometí a apoyar a los adultos mayores en la restitución de su derecho a una pensión reducida. Llegué al INSS con víveres recolectados entre amigos, respondiendo al llamado que hizo la UNAM, que pedía que el pueblo se solidarizara con su lucha.

Foto: Un grupo de personas ayuda a un anciano lesionado durante la agresión contra #OcupaINSS. Foto: Eddy Melendez Lacayo/Cortesía. - See more at: http://www.confidencial.com.ni/articulo/12784/carta-abierta-a-la-comisionada-granera#sthash.oMd16hNR.dpuf

El martes 18 me enteré que la Policía ya no dejaba pasar más los alimentos y el agua. El argumento de los policías: que estaban resguardando el edificio del INSS. Comprendo la importancia de resguardar un edificio público. Sin embargo, pedíamos que la policía misma les pasara los víveres a los ancianos. Se negaron.

El miércoles 19 decidimos hacer una vigilia hasta el amanecer. Estuvimos concentrados en el costado sur por razones de seguridad: si un joven se encontraba caminando en los alrededores del INSS, era capturado, golpeado y llevado preso. Ese día la Policía Nacional se llevó presos a siete jóvenes.

A las 3 a.m. nos enteramos que los ancianos que acompañábamos habían sido desalojados por otra entrada y llevados contra su voluntad a sus casas. Ellos regresaron indignados en la mañana, y juntos, nos mantuvimos en el costado sur. Esa tarde fueron detenidos otros ocho jóvenes que pasaron 67 horas en la cárcel (hasta las 5:30 a.m. del sábado) sin un cargo que justificara su detención.

El plantón se mantuvo. Se construyó un puesto médico, comisiones para organizar los víveres, y contratar a un sonidista. La espontaneidad se comenzaba a organizar en un apoyo sostenido. El viernes 21 se sumaron artistas nacionales. Llegó Perrozompopo, Momotombo, la Cuneta son Machin, Danilo Norori, y otros músicos, a dedicarle canciones a “los abuelitos”.

Yo presencié cuando alrededor de la 1 a.m. al terminar el concierto los policías de tránsito que llevaban 5 días en las entradas de la calle se fueron. Presencié cómo el cordón policial se hizo más fino. Presencié la llegada de un
Comisionado Mayor que dio órdenes a los policías que permanecían. Contó a los manifestantes.

A las 4:10 a.m yo estaba sentada a dos metros del cordón policial. Una amiga tenía una guitarra y cantábamos una canción de Manu Chao. De repente vino un chavalo corriendo y gritó: ¡Tírense al suelo!

Detrás de él venían cientos de encapuchados con camisetas blancas. Yo, que ya estaba sentada en el suelo, gateé hacia los policías. Mi instinto fue pedirles auxilio, o que me dejaran pasar detrás de ellos. Los policías fortalecieron el cordón. Uno me pateó en el estómago. Yo levanté la cara y le intenté preguntar que si no iba a hacer nada. Me dijo que mantuviera la mirada en el piso. Ahí permanecí. Escuchaba los gritos de horror de las personas que una por una, eran levantadas del piso, golpeadas y amenazadas. Un tipo pasó a mi lado y dijo, “a ésta la voy a violar”. Se rió. Permanecí inmóvil hasta que llegó un encapuchado y me jaló del brazo. Tenía la cara tapada con una camiseta amarrada, pero podía verle parte del rostro. Llevaba una camisa del gobierno volteada al revés; se notaba el diseño con sus colores característicos. Me volteé y me dí cuenta que no quedaba nadie más en el piso, sólo un mar de manchas blancas corriendo descontroladas, golpes y gritos.

Mi agresor me hizo caminar con él hacia donde estaban parqueados dos camiones de la Alcaldía de Managua. Nos faltaba una cuadra para llegar cuando llegó otro tipo y le dio órdenes de que me quitaran todo. El tipo me bolseó, y yo le dije que se calmara que yo le iba a entregar todo. Le di mi bolso en el que tenía mi celular, billetera, identificaciones, y una agenda personal. Agarró mis cosas y salió corriendo en dirección opuesta. En eso reconocí un muchacho que me agarró de la mano y me jaló a una casa donde me escondí. Ahí estábamos 7 jóvenes y 1 adulto mayor.

¿Cómo describir el terror? Los llantos incontrolables de una chavala que estaba al lado mío, la sangre que corría por la cara del chavalo que me había salvado, y la cara de horror de la dueña de la pulpería que nos resguardó.

Andaban afuera todavía. Amenazaban y se reían. Celebraban. Apagamos las luces. Nos escondimos detrás de un sofá. Caí en cuenta de que mi hermano no estaba ahí. No lo había visto. Entré en pánico y pregunté por él. Me decían que la última vez que lo habían visto lo tenían entre cuatro y lo golpeaban y lo desnudaban. Se lo llevaron para el otro lado. ¿Y mi mejor amiga Laura?. Llevada al cementerio. Escuchamos cuatro balazos. Tres primero, y un cuarto cerca de la casa.

Llamé a mi papá con el teléfono de la dueña de la casa. No me imagino el dolor de un padre de recibir semejante llamada de su hija. “Papá vinieron y nos golpearon, no sé donde estoy, no sé donde está mi hermano. Se lo llevaron.” Esa madrugada decenas de padres de familia recibieron esa misma clase de mensajes desesperados.

Media hora después logramos salir y llegar hasta la gasolinera Puma de la rotonda Plaza Inter. Ahí a las 4:45 a.m. ví llegar a mi hermano vapuleado, sin zapatos, sin camisa. A él y otros muchachos los persiguieron hasta la Asamblea Nacional.

Los testimonios que le pueden contar cada uno de nosotros completan la historia. A mi amiga Laura la tiraron contra el suelo luego de lanzarla contra un muro. Le decían “tenés 10 segundos para correr o te matamos”. A otros los golpearon con palos y martillos. Los estudiantes de medicina le pueden contar cómo golpearon a los ancianitos, cómo le echaron gasolina al puesto médico. Los vecinos le pueden contar de qué sector vinieron los agresores, cómo se ejecutó el operativo, y de qué manera se retiraron del lugar.

Desaparecieron siete vehículos, cuatro motocicletas, veintisiete celulares, veinticinco billeteras, nueve cámaras digitales, tres computadoras, tres relojes, dos guitarras y un cajón peruano.

Tenemos diez horas de filmación desde distintos puntos de vista de la gasolinera Puma que recoge: la llegada en camiones de la alcaldía de los encapuchados, la llegada de jóvenes siendo perseguidos por los encapuchados que portaban bates y otras armas, los jóvenes sangrando y vomitando sangre dentro de la gasolinera, entre otros eventos.

También tenemos cuatro videos grabados por un vecino donde se muestran los carros siendo desmantelados y empujados hacia el parqueo del INSS. En ese video se muestra la presencia policial en el lugar mientras esto ocurría.

Si le interesa le puedo hacer llegar estos videos y las fotografías de los golpeados, nuestras copias de los dictámenes de medicina legal, y toda la evidencia que tenemos que respalda los testimonios de los jóvenes que han puesto una denuncia al Ministerio Público. También la puedo llevar personalmente a la vivienda donde yo estuve para que hable directamente con los vecinos que le pueden contar cómo los encapuchados repartieron el botín, y se volvieron a montar en camiones de la alcaldía que los llevaron a los planteles de esa institución.

Pero volviendo al grano, ¿por qué le escribo Comisionada  Granera? Por dos razones. La primera es preguntarle, ¿que pasó con el actuar de la policía esa noche? Los oficiales vieron el robo masivo y la violencia contra de 52 chavalos y 35 ancianos y no hicieron nada. Yo personalmente recibí golpes de parte de un oficial. Tengo una fotografía de la cadena de policías 10 minutos antes del atraco, y puedo identificar al que me agredió.

La segunda pregunta es, ¿por qué la policía, y usted, como Primera Comisionada no se ha pronunciado ante este acto de terror? El único comunicado público al respecto dice que las fotografías son extranjeras, y que las denuncias responden a intereses oscuros para desprestigiar a la Policía. Nosotros somos jóvenes nicaragüenses, y ese comunicado es indignante. Todos nuestros testimonios y nuestros nombres son públicos. No tenemos por qué escondernos, porque no somos delincuentes. En lo personal pienso que lo sucedido es tan grave, que ya nada puede justificar su silencio. No se puede proteger a nadie callando estos delitos.

Yo me enorgullecía de la Policía Nacional; una policía que supo ser coherente con los valores sandinistas bajo los cuales fue fundada y se puso al servicio de toda la población al momento de la transición en los 90. Sin embargo, lo que viví el 22 de Junio me convence que la policía que está a su mando únicamente se encuentra al servicio de una cúpula partidaria.

Miles de nicaragüenses, entre ellos mi abuelo Pedro Joaquín Chamorro, dieron su vida para que en nuestra Nicaragua no se volviera a vivir represión por ejercer el derecho ciudadano a la libre expresión y la manifestación. Yo apelo a la memoria de nuestro pasado colectivo, y a su conciencia, para que me demuestre con hechos que mi análisis es errado.

Hay tiempo para que reivindique la confianza que tantos hemos depositado en la policía. Yo espero que usted sea capaz de ponerse al frente de su institución, y asumir la responsabilidad que tiene frente a los hechos del 22 de Junio. Si usted no se cree capaz de esto, si la presión es demasiado grande, entonces es hora de presentar una renuncia moral. Comisionada Granera, llegó la hora de dejar de lavarle el rostro al régimen represivo bajo el cuál vivimos, y darle el ejemplo a miles de otros que siguen órdenes por temor a desafiar el poder, aunque sus convicciones morales les llamen a hacer lo contrario.

Con mi respeto,

Luciana Fernanda Chamorro Elizondo

Managua, 11 de julio 2013

- >Vea el artículo en: www.confidencial.com.ni

 


Fernando Castillo Velasco: El ojo crítico y autocrítico del hombre que marcó su huella en la arquitectura chilena

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Pocas veces un arquitecto logra desenvolverse con éxito en tantas facetas distintas de la profesión, y es aun menos usual que lo haga ganándose el respeto y admiración transversal. Pero en sus 94 años de vida (1918-2013) Fernando Castillo Velasco demostró que esto no era algo imposible: socio de la oficina Bresciani Valdés Castillo Huidobro entre 1947 y 1966 (autores de obras como la Unidad Vecinal Portales o las Torres de Tajamar); alcalde de la comuna de La Reina en tres períodos (1966-1967, 1992-1993 y 1996-2004); rector democráticamente elegido de la Universidad Católica entre 1967 y 1973 (primer rector laico en la historia de la Universidad); activo opositor a la Dictadura Militar, tanto desde el exilio (1974-1978) como luego de su retorno a Chile; Intendente de la Región Metropolitana (1994) y fundador de la Universidad ARCIS.

En esta trayectoria, que contradice la sobrevalorada especialización profesional, hay quizás solo una cosa que Castillo Velasco nunca dejó de ser: un referente moral, no solo para sus colegas arquitectos—que lo galardonaron con el Premio Nacional de Arquitectura en 1983—sino también para sus pares académicos y políticos.

La presente entrevista, realizada el Jueves 15 de Julio del 2010 por Francisco Díaz y Hugo Bertolotto en su casa a un costado de la Quinta Michita en La Reina, atraviesa la carrera de Castillo Velasco desde los años 40 en adelante, puntualizando no solo su multifacética trayectoria, sino también el carácter innovador de muchas de sus propuestas. Aquí también se revelan aspectos poco conocidos, como su autocrítica respecto de algunos de sus primeros trabajos, o su casi nombramiento como Ministro de Vivienda en el Gobierno de Allende, meses antes del Golpe Militar.

Agradecemos a CIPER por el interés en publicar por primera vez esta entrevista a Fernando Castillo Velasco. Tal vez, volver a leer sus ideas y anécdotas sea el mejor homenaje póstumo para quién probablemente sea recordado como el arquitecto chileno mas importante de la historia.

-Usted se tituló de arquitecto en 1947. ¿Tuvo algún contacto con los inicios de la reforma de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica? ¿Cómo fue aquel período?
Mi generación no notó una reforma que hubiese cambiado un poco las aspiraciones que teníamos como gente joven de esa época. Ya se desarrollaban un poco las inquietudes sobre ciertos sometimientos culturales de Chile, así que durante mis estudios fui bastante rebelde en lo que se nos enseñaba. Eso terminó con una verdadera revolución que hubo ahí en la escuela, sobre todo para cambiar su método de enseñanza y su filosofía de la Arquitectura. Pusimos a Sergio Larraín García Moreno como decano.

-En la casa que usted hizo en Algarrobo en 1960, se evidencian temas que posteriormente se verían en la Ciudad Abierta de Ritoque, como el componente artesanal, el trabajo con la madera, las estructuras trianguladas y los techos livianos. ¿Qué influencias tuvo esa obra?
La Arquitectura tiene mucho de inspiración y de instinto. Yo a mis alumnos les envío un mensaje de que no se sometan a las corrientes, que no se sometan a los grandes hitos de la Arquitectura. El arquitecto tiene que ser un intérprete de las condiciones que le impone la obra, de sus clientes, de la geografía, del clima; pero no puede estar encausado, a pesar de que yo viví encausado mucho tiempo. Hay que liberarse. Yo hice esa casa no sabiendo nada de arquitectura, bueno ahí sabía un poquito ya… Te voy a contar una anécdota. Cuando entré a estudiar Arquitectura, mi padre me vio dibujando y haciendo cosas -él era abogado, su padre abogado, mis hermanos abogados, así que nada que ver con Arquitectura- y me dijo: “Mire, para ser buen arquitecto hay que hacer Arquitectura, así que usted me va a hacer una casa aquí”. Esto era una quinta, donde está ahora el Cine Hoyts (La Reina). Ahí hice dos casas que él me mandó a hacer cuando estaba en segundo año de Arquitectura.

-¿En ese momento, año 1960, usted ya era parte de la oficina BVCH (Bresciani, Valdés, Castillo, Huidobro)?
Sin Carlos Bresciani todavía, en el año 60 todavía no entraba él.

-El PRIS (Plan Regulador Intercomunal de Santiago) de 1960, de Juan Honold y Pastor Correa, trabajaba con la idea de “ciudad-sistema”, planteando el crecimiento urbano en base a núcleos autónomos y autosustentables. Esas ideas coinciden perfecto con muchos de los temas que se plantean en la Villa Portales. ¿Ustedes tenían conocimiento de estas ideas? ¿O esos temas estaban en el aire?
No. nosotros teníamos una gran influencia de Le Corbusier en esa época. Con respecto a la trama, yo hoy en día voy mucho a la Unidad Vecinal Portales, porque están transformándola y me doy cuenta que no la hubiera hecho hoy como ahora pienso. Pero en ese entonces, nosotros nos planteamos una cuestión absolutamente subjetiva en un sentido, pero bien objetivo en otro. Pensamos que debíamos respetar la trama urbana, pero respetarla de una manera en que cumpliéramos con nuestras consignas de nuestra arquitectura y urbanismo. Entonces, la cuadra se manifiesta en la longitud del edificio y la separación del edificio se manifiesta también en la cuadra. O sea, nosotros pensábamos que la gente debiera sentir que al ir de un edificio al otro iba a una cuadra y que la longitud del edificio era otra cuadra. Entonces, eso era como la trama urbana de Santiago, que nosotros decíamos “la respetamos”. Ahora, los dos edificios que son más altos, es porque en ese entonces, uno parado ahí miraba la cordillera de una forma impresionante. Entonces, pensamos que Santiago tenía su límite poniente ahí y por tanto había que atajar el espacio con obras de Arquitectura.

-¿O sea ustedes siempre pensaron esta obra dentro de Santiago, no dentro de este nuevo esquema de núcleo autónomo?
Dentro del Santiago urbano. Y pensamos otra cosa: que la Arquitectura teníamos que darla en función de la vegetación que había ahí, porque había unas avenidas de encinas. Los edificios de cinco pisos son las encinas, las casas que están en primer y segundo piso son los árboles frutales que había ahí. Y estos eran de gran contención espacial del gran valle de Santiago. Esos eran nuestros planteamientos, subjetivos, pero que nos obligaban a hacer una obra de una determinada manera y creo que eso es muy importante en la Arquitectura a propósito de la otra casa (Algarrobo). Como había una pendiente ahí y estaba el mar al frente, la visualice como una especie de torre de control del mar y la hice en madera porque encontré madera ahí y compré más en el bosque. Fui el único, esto nunca nadie lo ha hecho: está trabajado a tracción, están amarrados, forjados y no tiene ningún pilar la casa en su interior, y el techo funciona como una lona.

-Según ha comentado en entrevistas anteriores, la oficina BVCH rechazó muchos proyectos por seguir la arquitectura moderna. Pero en una entrevista de 1971, también comenta que sus primeras obras fueron mucho más deshumanizadas debido a la preocupación formal y estilística. Como protagonista de una de las oficinas más activas en los años de la implantación de la Arquitectura Moderna en Chile, ¿cómo evalúa las preocupaciones arquitectónicas de esa época?
Yo creo que me refería a la Unidad Vecinal Portales. Era tanto el afán de ser moderno, como un principio, no como un estilo. Porque no lo mirábamos como un estilo, sino que como algo que era propio del arquitecto y lo demás era una traición en un sentido moral: era ilícito pensar en hacer una casa estilo francés o georgian. Así que, cuando nosotros rechazábamos clientes, no fue en BVCH, donde ya teníamos un nivel en el cual no teníamos que rechazar, sino en la primera época cuando parientes, amigos nos decían “hagan una casa estilo francés”.

-Olvidándonos por un momento de la forma, y enfocando el tema desde ese punto de vista ético y humano al que hace referencia, ¿hay alguna autocrítica que usted haga de su obra?
Creo que en la Unidad Vecinal Portales (UVP) no tomamos conciencia de la escala de lo que estábamos haciendo. Era imposible meter a doce mil personas en una comunidad de la misma forma que cuando viven diez familias en un proyecto. Entonces, perdimos totalmente esa escala. Lo que soñábamos -y que nunca se confirmó- era que todo el sistema peatonal que pasara por las terrazas -los techos de las casas y la gran plaza- iba a ser el lugar humanizado de la convivencia. Pero la convivencia no se da a esos niveles de cantidad de gente, siempre se pierde. Nunca me he planteado qué hubiésemos hecho hoy día en la UVP, pero creo que yo no hubiese pensado un proyecto como ese.

UN EXPERIMENTO EN ARGEL CON ALUMNOS DE CAMBRIDGE

-Tras su alejamiento de la oficina BVCH, usted entra en política como alcalde de La Reina pero mantiene su labor docente en la Universidad Católica. Allí pone en marcha un sistema de taller de desarrollo de obras concretas, que luego se cristaliza en el Departamento de Prácticas Profesionales. ¿Qué diferencias tenía la práctica que realizaban en la oficina, versus la que realizaba en la escuela de la UC?
Bueno era bien distinto. Yo la hice con los alumnos de quinto año, donde llevaba a uno de mis clientes. Una de las casas famosas que se hicieron fue de una cuñada que me pidió que le diseñara una casa y yo le dije: vamos a hacerla con alumnos de Arquitectura. Ella iba a la escuela y discutía con los alumnos. El procedimiento que usamos fue un concurso entre los 30 alumnos, discutir el concurso con la propietaria, conmigo y con los todos alumnos hasta llegar a elegir uno de los esquemas iniciales. Sobre ese esquema trabajaron los 30 alumnos, así que el “alto” de planos era gigante, porque está hecho el diseño completo.

Luego, cuando fui profesor visitante en Cambridge, justo al poco tiempo que había llegado, me llama el embajador de Argelia en Inglaterra, me invita a almorzar y me dice que el gobierno le ha pedido que hable conmigo para que yo vaya a trabajar en un plan de desarrollo de un sector de la ciudad de Argel. Le dije que era imposible que me fuera a Argelia, que estaba ahí por un año o dos, pero ahí en la conversación con el embajador se me ocurrió una idea y le dije: “Bueno, ¿y por qué no hace la Universidad de Cambridge un proyecto?”. Él se fascinó con la idea y yo le fui a plantear al decano esto del curso (que eran cursos de título, de unos 30 alumnos), y me dijo: “Usted aquí viene a hacer lo que quiera, esa es la invitación, a hacer lo que quiera”. A los dos días el embajador me llama por teléfono y me dice: “Por favor venga para que hagamos un contrato”. El Gobierno de Argelia encontró que ligarse a la Universidad de Cambridge era importante políticamente, así que nos pusieron avión, hoteles, un balneario fantástico, a donde iba con los 30 alumnos durante más de un año. Hice la misma metodología en todo el curso: un esquema, concursos con el Ministerio de Planificación de Argelia viendo los planos, elegimos y cada uno de los alumnos tomó entonces un proyecto, el terminal de buses, las pagodas y así sucesivamente cada uno de los distintos proyectos. Esto causó una expectación tremenda en Inglaterra, porque al principio, en la escuela un alumno no tenía nada que ver con otro, cada uno solito con su trabajo y nada que ver con la realidad. Toda una cosa muy teórica. Así que fue una verdadera revolución en la escuela y el producto fue realmente interesante, porque la comisión que llegaba a evaluar los títulos -estaba llena la escuela, las veredas, por todas partes- quedó abismada. Finalmente, no se hizo nada porque hubo un cambio de gobierno en Argelia.

-Del período en Inglaterra usted ha comentado sobre el proyecto en Argel y del “redescubrimiento” del ladrillo. En ese momento estaban pasando cosas sumamente interesantes en Inglaterra, como el declive de Archigram (grupo arquitectónico de vanguardia en los 60), el Concurso del Centro Georges Pompidou en Paris, la obra de James Stirling (que por ejemplo, Cristian Boza reconoce como marcadora), la reforma de la Architectural Association en 1971 y la incorporación de Leon Krier como profesor, por citar algunos ejemplos. ¿Tuvo usted contactos con lo que pasaba en el ambiente inglés de esa época? ¿Tenían desde Cambridge alguna conexión con lo que pasaba afuera? ¿Qué otras cosas rescata de aquel período?
Tuvimos conexiones después que terminamos Argel. Hicimos un estudio del Támesis en relación al Sena y nos juntamos con los estudiantes de Arquitectura de Francia, de París. Nos intercambiamos para ver las condiciones. Y cosas que se han hecho ahora en Inglaterra, como el aprovechamiento de las dársenas, vinieron de ahí me imagino, no sé si la solución, pero si el tema de cómo rehabilitar y darle sentido a eso que estaba botado. Entonces, en ese tiempo tuvimos relaciones con el gobierno y el ministerio en Inglaterra y con funcionarios  franceses. En el ambiente arquitectónico, había mucha armonía con lo que se hacia, estaba este gran arquitecto, decano que yo tuve, esta eminencia: Leslie Martin. Él influyó mucho en mí, en los ingleses y en los estudiantes por esa visión que tenía. También estuvo el sueco, Ralph Erskine.

-A propósito de eso. En su exilio usted vivió en “Clare Hall”, Cambridge, que es un  proyecto de Ralph Erskine de 1968, quién venía desde la década del 40′ haciendo agrupaciones de viviendas con un gran énfasis en la interacción de individuos, comunidades. ¿Esto influyó en sus proyectos de comunidades cuando volvió a Chile?
Si, yo creo que Inglaterra influyó mucho en mí, mucho. Me sentía muy fascinado con lo que hacían, su manera tan sencilla, tan humilde de entrar a concebir una obra. Recuerdo una estudiante, que obtuvo una nota máxima con su gran proyecto, donde climatizaba un edificio en Argel a través de las corrientes de aire y pasaba por agua. Cuando llegó al examen final, ella partió diciendo: “A mÍ me pareció que caminando por la vereda, tenía que de alguna manera mostrar en mi caminar que estaba esta obra que yo iba a hacer, así que tenía una grada”. Esa forma de pensar: partió por el detalle más mínimo que la había hecho inspirarse para muchas cosas. Yo valoré mucho eso y lo subjetivo que uno se plantea y crea una obra de Arquitectura.

VILLA LA REINA: “AQUÍ SE HACE LO QUE LOS POBLADORES QUIEREN”

-A mediados de los años 60 en el mundo aparecen corrientes participacionistas en el Arte, que luego se traspasan a la Arquitectura a comienzos de los años 70. En ese sentido, la Villa La Reina, iniciada en el año 66, sería pionera en este tipo de participacionismo en Arquitectura. ¿Estaba usted informado de esas tendencias artísticas o se trata efectivamente de un anticipo?
Fíjate que también lo hice instintivamente, porque cuando llegué de alcalde me encontré que había un decreto de expulsión de los pobladores que estaban viviendo en sitios eriazos. Estaba ese decreto sobre la mesa y llamé a las organizaciones sociales de los pobladores -que desde la elección presidencial del ‘64 estaban politizadas- y les dije: “Yo voy a romper este decreto delante de ustedes, ustedes son vecinos de La Reina igual que cualquier otro, y me comprometo a que busquemos formas de lograr que tengan su casa propia como vecinos de La Reina”. Entonces, cuando estaba de profesor de la Escuela de Arquitectura, hice estudiar un proyecto para ellos en el Fundo La Reina. Y llevo a las directivas de los pobladores a la escuela a ver los proyectos, y a ellos no les gustan las casas. Entonces, me adelanté y les dije a los estudiantes: “Perdónenme, pero aquí se hace lo que ellos quieren, porque ellos van a construir sus casas, así que por favor saquemos estos planos”. Y los pobladores se hicieron parte. Fue una cosa muy imprevista. Por ejemplo, en la Villa Portales nosotros debimos haber pedido hablar con los futuros clientes, que eran imponentes de la Caja de Empleados Particulares. Pero no se nos ocurrió. Y en La Reina sí se nos ocurrió, tal vez por la desavenencia que había habido con el proyecto presentado por los alumnos de la escuela.

-En una entrevista de 1971 (de Adriana Valdés), usted comenta que es posible adaptar al presente modelos de la arquitectura chilena tradicional, poniendo como ejemplo la Villa Santa Adela, en Cerrillos. Considerando que la recuperación de la tradición local era un tema tabú en la arquitectura moderna, ¿de dónde surgían esas nuevas problemáticas de adaptación de lo tradicional?
Lo que pasa es que (esa entrevista) se refiere a una cuestión de plástica arquitectónica, muy distinta a cómo se vive la Arquitectura, o sea, pueden convivir ambos puntos. Es decir, yo quiero aceptarme en el pasado y hacer arquitectura moderna, ser intransigente en lo moderno, porque todo evoluciona en la vida. Se pueden implantar ciertas cosas que no son valores en si, como el techo de teja o los palillos en las ventanas, cosas que le dan características a un estilo. Pero en esa entrevista no me refería a eso, sino mas bien al sentido de cómo se vive.

-Entonces, se podría pensar que la Arquitectura Moderna tenía consigo una forma de vida también, no era solo una plástica…
Es que era una plástica…, creo que no pensábamos para nada en qué pasaba con la gente, sufríamos sí, porque cuando hacíamos nuestras propias casas, sufríamos el sol.

-En su período como rector de la UC usted instaura el sistema de “departamentos”, que consiste en comunidades académicas relativamente autorreguladas que producen conocimiento de forma autónoma. ¿De dónde surge esta idea? ¿Qué relación tiene esta idea de “comunidad académica” con lo que sucedía en el Instituto de Arquitectura en Valparaíso? ¿Podemos considerar esta idea como una “visión de mundo” que luego se traslada a la arquitectura por medio de las “comunidades”?
La departamentalización no era un invento nuestro, lo usan muchas universidades en Estados Unidos. La idea era la intercomunicación, porque en la universidad se crearon las facultades que salvan los nichos de mayor o menor potencia, conviviendo internamente y no tienen ninguna permeabilidad hacia otras ciencias o actividades humanas. Entonces, la departamentalización era una trama de distintos departamentos en que el alumno se hacía su propia historia cultural, diciendo quiero estudiar esto, esto y esto, con un tutor. Eso lo pusimos en práctica cuando todavía no existía el computador, así que armarlo fue un tremendo caos. Yo creo que lo de Valparaíso es bien distinto a lo que postulaba la universidad. La universidad postulaba a su plena y total participación en la cultura del pueblo chileno y su objetivo era mejorar esas virtudes y esa calidad a través de la investigación científica y del quehacer. La idea era formar un profesional que no fuera con anteojeras, sino que con un gran abanico de posibilidades. No importaba tanto alcanzar un título, sino capacitar a una persona esencialmente culta, pero con la cultura propia. Fui muy intransigente acerca de “qué” iban a estudiar afuera los estudiantes que mandábamos; tenían que estudiar cómo sacarle partido a los que ellos hacían allá, pero no para traerlo para acá. En otras palabras, formarse personalmente, pero no para traer las formas de actuar de allá.

-Resulta interesante la idea de “ciudad sistema” que rondaba en el aire con el PRIS de 1960 y lo que había pasado con los departamentos en la Universidad Católica, esta idea de interconexión entre las distintas partes, que era muy similar a lo que se había pensado en el Plan Regulador de Santiago para una ciudad, trasladado a una Universidad. Se percibe una relación entre ellas. ¿Estaban ustedes conscientes de eso?
No, no. Pero si el mundo estaba yendo para eso. Es curioso cómo ha sufrido un retroceso tan grande. Porque en esos años había desde luego una voluntad colectiva. Chile era un paraíso, ustedes no habían nacido. Bueno, era una euforia colectiva, un optimismo, una esperanza y creo que el Presidente Frei hizo los esfuerzos para que esta cosa resultara, pero no le resultó.

-En realidad lo que le pasó a Frei fue que las aspiraciones que incentivó en la gente sobrepasaron lo que era capaz de hacer. La gente tuvo tantas expectativas que fueron muchas más de las que efectivamente se podían cumplir…
Claro, pasó con los estudiantes de mi época, los dirigentes estudiantiles que sobrepasaron a Frei y se fueron, no se conformaron. Al término de su gobierno, un año antes, Frei tuvo que nombrar a un ministro de Vivienda, porque Juan Hamilton se fue al Senado, entonces me invitó, me tomó del brazo y nos paseamos por los corredores de La Moneda y me dijo: “¿Como soportas tú esta cosa de los jóvenes?, vente aquí al ministerio y hagamos construcciones”. Mi respuesta fue: “Fíjese Presidente, que lo que me ofrece, para mí… me satisfago más íntimamente siendo ministro de Vivienda que siendo rector de la Universidad”, cuestión que era equivocada también. Pero llegué a la universidad y me encontré que estaba el patio lleno de gente, todos gritando que yo no me podía ir. ¿Cómo se supo? Se corrió antes que yo llegara de vuelta. Pero yo le advertí a Frei que tenía que arreglar la cosa con la universidad. Me fascinó mucho la idea de ser ministro de Vivienda, aunque le quedaba poco tiempo. Yo había ayudado bastante a Hamilton -y por eso creo que Hamilton le habló de mí a Frei- en un plan de ahorro y de construcción, que ni me acuerdo en que consistía esencialmente, pero era una casa crecedora y una transferencia de la familia según sus etapas, pero quedó en nada ese plan. Bueno, y después me ofreció lo mismo Allende. Yo le acepté también, él me dijo: “Oiga, yo quiero un buen arquitecto de ministro de la Vivienda”. Y yo le dije: “Si, Presidente, yo le acepto ser ministro de Vivienda, pero creo que no vamos a hacer ninguna casa”. Estábamos a dos meses del Golpe… Allende me dijo: “Sí, está bien fregada la situación”. Y le respondí: “Esta es una cuestión política, si yo le acepto y me voy al ministerio y mi partido me echa, usted queda con bultos y no sabrá qué hacer conmigo, así que tiene que ser con permiso del partido, tiene que hablar con Patricio Aylwin”. “Eso lo consigo, yo hablo por teléfono con Aylwin”, me dijo. “No, no es por teléfono la cosa, tiene que ser mas de fondo la conversación”, le dije yo. Al día siguiente me llama y me dice: “Mire, me está yendo muy bien, así que usted que anda sin corbata, póngase corbata”. Al final, se perdió en la votación del consejo en el PDC por seis votos contra ocho, algo así. Ahí Allende me encontró razón, que si no llevaba los consentimientos del partido hubiese sido sin respaldo.

“QUINTA MICHITA”: PRIMERA COMUNIDAD CON EL SELLO CASTILLO VELASCO

-Tras finalizar su período en BVCH, usted comienza una carrera en solitario cuyo punto de inicio puede fijarse en la “Quinta Michita”, la primera comunidad, pero a la vez evidencia otra sensibilidad arquitectónica, que dista bastante de las obras que realizó junto a su ex oficina. Respecto de esto, ¿qué cambios en su manera de proyectar trajo consigo el trabajo en solitario? ¿Cómo se explica esta nueva sensibilidad formal? ¿Cuáles son las principales diferencias que usted encuentra entre ambas etapas?
Nosotros en la oficina ya habíamos hecho algunos intentos, habíamos hecho ese conjunto habitacional en Vitacura, la Villa Brasilia. Eso ya era un primer paso en espacios comunes de uso comunitario e integración de las casas en espacios privados de la comunidad. Pero a mi me surgió esto de hacer aquí en una propiedad que era esencialmente mía, para convivir con la gente con que estaba trabajando. No tuve otra intención, así que no pensé en el lucro, ni pensé en otra cosa que fuera cómo podíamos convivir mejor. Entonces, teníamos que tener lugares de reunión, donde desarrollar deporte, cultura, distracción. Proyectamos eso con todo el grupo que iba a venir a vivir aquí en las salas del consejo de la universidad y teníamos reuniones de la Quinta Michita.

-En términos plásticos, por ejemplo, la Quinta Michita es relativamente distinta a lo que se hacia en BVCH, cuyas construcciones eran de líneas largas, gestos grandes. La Quinta Michita es algo mucho más de escala humana…
Todo eso fue influenciado por lo que había en la Quinta Michita. Mi padre había hecho un espacio muy idílico. Primero lo compró para veranear, después se vino a vivir por la Avenida Ossa. Pero la estructura de la quinta, con las grandes avenidas de cerezos, los naranjales, estos nogales que hay aquí, todo eso lo mantuve y entremedio fui poniendo las casas.

-Cuando usted regresa a Chile en 1978,  ¿estaba al tanto de lo que sucedía en la escena nacional, con las exposiciones del CEDLA (Centro de Estudios de la Arquitectura), por ejemplo? ¿En qué pie estaba la arquitectura chilena?
Bueno tuve contactos… Aquí mismo donde estamos ahora (su estudio/hogar), hicimos un proyecto estando yo allá, con Pablo Labbé aquí, y por carta hicimos el proyecto de cuatro casas (le vendimos una casa a Humberto Eliash).  Así que estaba Humberto, estaba yo, estaba Pablo y estaba mi hijo Cristián en las cuatro casas que son este edificio. Nosotros mismos hicimos este edificio. En este sitio yo hice primero -en el año 44 ó 45- cuatro casas con elementos prefabricados que habíamos botado de una fábrica de casas prefabricadas que tuvimos en la oficina. Más tarde las saqué y pusimos estas cuatro casas, de los cuatro amigos, y después hicimos este edificio. Así que es una demostración clara de que la Arquitectura vive menos que las personas que la hacen. A nosotros nos han demolido cuarenta o cincuenta casas, y te digo que es poco.

-Considerando que usted fue un firme opositor al régimen militar, expresando sus opiniones en la revista Análisis por ejemplo. ¿Cómo entiende el hecho de que sus pares lo hayan reconocido con el Premio Nacional de Arquitectura en 1983?
Yo pienso que los miembros de directorio del Colegio de Arquitectos también eran opositores. Creo que habrá influido en ellos, más que la calidad del postulante, la cuestión también política de dar una señal de que estábamos vivos.

-¿Qué rol jugaba la política en la Arquitectura de los años 80?
Fue el tiempo en que más trabajo tuve, porque todas las comunidades surgieron de la demanda que tenia yo de gente que vivía en el extranjero, que nos pedía poder tener una casa en Chile tras su regreso, y nos mandaban sus ahorros. Cuando me vine de Inglaterra, me vine lleno de dólares para hacer proyectos. Ahí se me ocurrió partir con la Comunidad Jesús, que está en La Reina: compré un sitio y compré los fondos de patios a todos los propietarios de la manzana, así junté ahí como seis o siete mil metros cuadrados creo, a precio regalado, porque llegaba a ofrecerle un regalo a la gente y ellos sólo corrían la pandereta. Ellos gozaban con la plata que recibían y yo iba acumulando un suelo importante.

UN PRECURSOR EN PROYECTOS DE VIVIENDA SOCIAL DINÁMICA

-En las comunidades que usted proyectó y construyó entre los años 70 y 80, hay tres cosas que es posible ver en casi todos los proyectos y que marcan un sello: la idea misma de comunidad (con todas las operaciones programáticas que eso implica), un permanente juego con los zig-zag en planta (visible incluso en la Quinta Michita), y un lenguaje formal basado en el ladrillo, elementos como arcos, ventanas en rombo, y techos en punta, que se acerca bastante a las ideas del posmodernismo en Arquitectura. ¿Qué puede decirnos respecto a este “lenguaje” que caracterizó su arquitectura en este período?
A mí los profesores me saludaban y me hacían así (y mueve su brazo en diagonal), como diciendo “todo lo haces en diagonal”. Fíjate que si yo tuviera una característica, es que yo inventé muchas cosas que se usan normalmente en los marcos de las puertas, incorporado el marco a la parte fija y que el ventanal corra, todas esas cosas las inventé yo. Entonces, me iba amarrando a mí mismo a las cosas que iba repitiendo y con el ladrillo me pasó eso: fue un proceso de enriquecimiento mío junto con los obreros, para que pudieran hacer las cosas que queríamos hacer. Así se creo una especie de cultura nuestra de “cómo hacer”, que implicó estar todo el tiempo inventando nuevas formas de poner los ladrillos, todo como un juego nomás, no le vi la trascendencia que le doy ahora cuando las miro, las veo y digo: “mira qué curioso, ¿por qué hice esto así? ¿Por qué me preocupé tanto del detalle?, ¿Por qué teníamos que dibujar cada muro, en elevación el ladrillo estaba en vertical, en horizontal, después estaba en diagonal…?”. Por eso siempre he ido acumulando la idea de que la Arquitectura es propia de todo ser humano, que es un constructor por esencia, pero en el arquitecto se hace más evidente el afán de descubrir, de inventar más que tener tantos conocimientos. Cuando teníamos proyectos, cerrábamos todos los libros, había que tener la mente limpia para enfrentar el problema que teníamos y no como otras oficinas que yo los veo que llegan con proyectos y están llenos de revistas con todos los ejemplos.

-En la Comunidad Andalucía usted llevó a cabo un proyecto de radicación para 200 familias en pleno centro de Santiago. Ese proyecto fundía la idea de comunidad y participación, a una escala mayor, que incluso anticipa en 15 años lo que después haría Elemental en Iquique. ¿Por qué cree que ese proyecto no tuvo la repercusión que tiene la Quinta Monroy en Iquique, siendo que hace exactamente lo mismo, 15 años antes?
Fíjate que lo encuentro lo más injusto que hay. Desde luego es un ejemplo, pero en la obra Andalucía vinieron arquitectos españoles que estuvieron conmigo varios meses, trabajó la oficina de Eduardo San Martín y Pedro Gastón Pascal, así que yo nunca he hecho las cosas solo. Creo que la casa en Algarrobo puede ser la única cosa que he hecho solo. Así que no hables de mí como el único protagonista. En general, creo que las obras que hicimos en la oficina nos repartíamos la dirección según quien había ganado el concurso, lo que era relativo también porque los cuatro nos metíamos en todo a fondo. En el caso de la Comunidad Andalucía, fue realmente un invento no más (la forma de crecimiento), lo hice por primera vez ahí. Después, aquí en La Reina como alcalde, hice unos círculos que son mucho más perfectos: es un círculo con un patio central de unos ocho metros, un anillo donde quedan diez casas con una entrada a este patio central, con una cámara de alcantarillado que sirve a diez casas. Si tú extiendes las casas en una calle, ocuparían cien metros y aquí ocupan veinticinco metros. La gracia es la misma que inventamos en Andalucía, una estructura vacía de treinta metros cuadrados, pero de tres pisos de alto, sin pisos, poniendo las instalaciones abajo, baño y cocina, una pieza. Ahí se fueron los pobladores que trabajaron con nosotros permanentemente y que vivían en ese lugar y volvieron a su lugar después. Esa fue la gracia. Yo pensé que dos o tres años después volvería y habría con suerte una casa hecha, pero a los seis meses estaba todo terminado. Habían hecho ellos sus ampliaciones, multiplicado por tres la superficie de la casa, con una inversión por cierto que mucho menor que la que había hecho el Estado. Pero la gracia es la participación, el aporte, el conocimiento, el orgullo. El otro día, después del terremoto fui a ver qué pasaba y estaban todos aplaudiéndome cuando supieron que yo estaba. Y empiezo a mirar y había fallas en varias partes, y les digo: “Señor, ¿por qué me aplaude el trabajo?”. Y uno de ellos me dice: “Acá no ha pasado nada comparado con otras partes”. Una actitud de orgullo evidente.

“MUCHOS ARQUITECTOS SON ESCLAVOS DEL INTERÉS ECONOMICO”

-¿Cómo ve el estado de la Arquitectura chilena hoy en día?
Lo que te decía: o muy mala o muy buena. Pero no hay un estándar bueno, favorable, medianamente bueno digamos. Creo que lo que uno ve en la calle es desastroso, aunque también hay ejemplos de cosas estupendas.

-¿Cómo evalúa el nivel de autocrítica que existe actualmente entre los arquitectos?
No se sabe, porque ahora hay anonimato. Hay tres o cuatro arquitectos de los que se sabe qué obras hacen, por su calidad, por su expresión; pero el resto de los arquitectos están por debajo de las inmobiliarias y de los intereses económicos, así que yo no sabría qué arquitecto dirigió el 99% de lo que se construye hoy día. No sabría de qué tendencia es, qué piensa ni quién es. Pienso que hemos perdido totalmente la ética, porque en un porcentaje muy grande los arquitectos son verdaderos esclavos del interés económico y de gente tremendamente inculta, que lo que obliga a hacer a los arquitectos es algo totalmente equivocado: sacarle el máximo rendimiento a un terreno y sobrepasar las normas con tal de construir un metro cuadrado más. Es el peor de los negocios que se puede hacer, monetariamente hablando, aparte de urbanísticamente o socialmente.

-¿Es distinta esa figura del arquitecto actual versus la del tiempo en que a usted le tocó ejercer?
Sí. Yo creo que aunque los arquitectos de ahora figuran un poco más, en el pasado éramos una profesión mucho mas considerada. Es que hoy día hay grupos de grandes arquitectos (en cada país hay un grupito de grandes arquitectos que le dan el nivel de conocimiento del hecho de la arquitectura), pero la gran masa de arquitectos es totalmente desconocida, sin nada que mostrar, sin nada que decir. Entonces, yo diría que la profesión misma, en promedio, ha bajado sus niveles de participación en la sociedad en distintos ámbitos. Los arquitectos también están muy sometidos a gente que les indica lo que deben hacer.

-Finalmente, en su labor docente, ¿qué es lo que le interesa que los alumnos aprendan de usted?
Trato de inculcarles una visión más amplia del mundo, no restringido a que un arquitecto es un diseñador de edificios, sino que un arquitecto es una institución importante en la sociedad. Creo que un arquitecto en cualquier directorio, en cualquier actividad humana, tiene un punto de vista para mirar las cosas, que une, que relaciona, que vincula, y aunque no sepa nada de las especialidades requeridas, está ahí como un punto de comunicación. Yo he sentido eso muy fuertemente como rector de la Universidad, como intendente, uno no sabe lo que está pasando, pero sí el contexto, la comunión de intereses que debe haber y tiende a unir todo eso en un haz de una voluntad fuerte. Creo que a los arquitectos, su formación, les exige ese sentido de la actividad humana, pero no lo usan mucho porque están aplastados, no pueden despegarse. Claro que uno ve arquitectos, como Enrique Browne o Borja Huidobro, que hacen una obra que se nota que es entera de ellos, un acto de creación de ellos. Muchos discutirán de quién es más la obra, pero yo creo que es de los dos.

 

Robo en la casa del senador Espina y asesinato de carabinero en Macul desnudan fallas en el combate al delito

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Vea además: Senador Alberto Espina después del robo a su casa: “Yo no he pedido ningún trato especial”

A pesar de tener un carabinero que lo acompaña todo el día y adonde sea que vaya desde hace más de 13 años, el senador Alberto Espina no pudo evitar ser víctima de la creciente ola de delitos que afectan al sector oriente de la capital. En sólo un mes, dos veces un grupo de delincuentes intentó entrar a su casa en Lo Barnechea. En una de esas oportunidades, la primera, los sujetos tuvieron éxito y se llevaron la caja fuerte del parlamentario. La segunda vez alcanzaron a entrar al patio de servicio, pero fueron sorprendidos y huyeron.

Según la última encuesta sobre victimización realizada por Paz Ciudadana y Adimark Gfk, la comuna donde vive Espina forma parte de un cordón de municipios (compuesto además por Providencia, Ñuñoa, La Reina, Vitacura y Las Condes) donde la victimización en delitos de robo o intentos de robo es de un 36,3%. Y aunque el alza de 3,2 puntos porcentuales respecto del año pasado no es significativa estadísticamente, sí da cuenta de que la sensación de inseguridad en ese sector de Santiago ha aumentado, como también lo han hecho las cifras de denuncias.

Aunque a nivel nacional los datos del Ministerio Público indican que el robo en lugar habitado ha disminuido un 1,4% en el último año, en el sector oriente de la capital han aumentado en un 21,6%. Los registros policiales del primer semestre de 2013 (hasta el 30 de junio) indican que la 53ª Comisaría de Lo Barnechea recibió 363 denuncias por robo en lugar habitado. La primera semana de julio, cuando la casa del senador Espina fue vulnerada, en el sector se registraron otros 21 asaltos. La semana siguiente, el registro fue el mismo: 22 irrupciones de morada; mientras que en la tercera semana de julio, la cifra se alzó hasta los 31 delitos del mismo tipo. Fue en ese último período que el parlamentario estuvo a punto de ser nuevamente asaltado. Sólo entonces Carabineros reforzó la seguridad del sector, lo que tuvo impacto directo en las cifras que disminuyeron considerablemente durante la última semana de julio.

El todo caso, las estadísticas oficiales demuestran que lejos de desaparecer, los delitos de mayor connotación social se han mantenido o incluso aumentado en toda la Región Metropolitana. La gravedad  de lo sucedido en Macul la mañana del jueves 1 de agosto, es una muestra clara de ello.

LOS ASESINOS DEL CARABINERO QUE DEBÍAN ESTAR PRESOS

A las 9:30 de ese jueves, tres delincuentes entraron armados a una sucursal de la Caja de Compensación Los Héroes. Amenazaron a los funcionarios y a los clientes y se llevaron $13 millones. Era un robo con violencia: un delito que según los datos de la 46ª Comisaría de Macul, durante el primer semestre de este año ha aumentado en esa comuna en un 48% en relación al mismo período de 2012. Ese delito también tuvo un impacto directo en las estadísticas, específicamente, en las de homicidio.

Tras el asalto, tres carabineros repelieron a balazos la huída de los delincuentes. Uno de ellos, el subteniente Daniel Silva Rodríguez, ni siquiera alcanzó a bajar del vehículo policial: recibió una bala en la cabeza a quemarropa. Horas después falleció. Tenía 27 años.

El asesinato del carabinero vuelve a dejar al descubierto otro gran vacío que afecta directamente a la seguridad de la población: la llamada “puerta giratoria”.

De acuerdo a la encuesta nacional que realizó el Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales (ICSO) en el primer semestre de 2013, el Poder Judicial es una de las cinco instituciones –de un total de 13– que generan mayor desconfianza en la población, junto a los partidos políticos, la Cámara de Diputados, el Senado y los ministros (ver encuesta). Y una de las razones de esa falta de confianza radica precisamente en la facilidad con que algunos delincuentes violentos con extensos prontuarios vuelven a las calles tras cometer un delito.

Tanto José Miguel Muñoz Parada como Jaime Erixson Jorquera Ibarra –los dos hombres detenidos por su participación en el robo con homicidio en Macul– deberían haber estado presos ese día. Muñoz cumplía una condena de 15 años por robo con violencia y homicidio en el penal Colina I, pero su “buena conducta” le significó el beneficio de la salida diaria desde diciembre de 2012, aunque su sentencia recién acababa en 2015. En marzo dejó de pernoctar en la cárcel y desde entonces estaba prófugo. Por otro lado, Jorquera iba a salir en libertad en enero de 2014, pero obtuvo la reducción de su sentencia, por lo que ya se encontraba libre. Ambos sujetos se suman a los 3.674 reclusos que han recibido indultos por parte el gobierno desde junio del año pasado, en su intento por descongestionar el sistema penitenciario en Chile, uno de los más sobrecargados de la región.

Lamentablemente, el caso del carabinero muerto se suma a otros de alto impacto público donde los protagonistas debían haber estado en prisión cumpliendo condenas. Basta recordar el asesinato del joven Daniel Zamudio a manos de un grupo de neonazis, el del violador de Ñuñoa o el del femicida que mató a su esposa e hijo en Lo Barnechea (ver reportaje), la misma comuna donde reside el senador Alberto Espina y que ha visto crecer sus cifras de delitos violentos.

LA PROTECCIÓN DEL SENADOR

El pasado jueves 4 de julio, un grupo de delincuentes ingresó a la casa del senador Alberto Espina en Camino La Colina, una pequeña calle en Lo Barnechea donde, junto a la del parlamentario, conviven otras 33 familias. Él no estaba, ya que se encontraba en la peluquería junto al carabinero que lo acompaña como guardaespaldas desde hace 13 años, pero en el inmueble sí estaban su esposa, su hija y otras dos personas que trabajan en el hogar. Aunque ninguno vio a los sujetos, las investigaciones sugieren que cogieron una escalera, entraron a una pieza del segundo piso y se llevaron una caja fuerte que el parlamentario guardaba en el clóset de su habitación. Ahí tenía recuerdos familiares, además de una colección de relojes, las medallas que ha recibido en el Congreso y varias joyas. Se estima que no tardaron más de 10 minutos en salir con el botín. Sólo se dieron cuenta del robo cuando la esposa del senador subió a su pieza y encontró el desorden. Llamaron a Carabineros. En cinco minutos la calle Camino La Colina se transformó en el centro de un operativo que, según los vecinos, parecía sacado de una película, uno que a pesar de las decenas de veces que han denunciado delitos, nunca habían visto: cerca de veinte vehículos policiales, entre autos y motos, acudieron a la llamada. Aún así, de los delincuentes todavía no se ha sabido nada.

Ese fue el primero de los encuentros directos con la delincuencia que han tenido en el último mes el senador Espina y su familia. El segundo ocurrió la noche del martes 16 de julio, cuando dos personas intentaron nuevamente entrar a su casa. Pero esta vez no lo lograron. El cuidador de la calle –a quien el parlamentario se refiere como “el jardinero”– los sorprendió, los ahuyentó e incluso los persiguió en su auto. De todas formas, lograron escapar. Y de nuevo el lugar se llenó en pocos minutos de carabineros en un ostentoso operativo que lideró en persona el jefe de la Zona Metropolitana Este, general Víctor Herrera Pintor.

El despliegue policial en la casa del senador Espina contrasta con la casi nula respuesta que han recibido sus vecinos cada vez que han sido víctimas de un atraco. Una mujer que vive a pocas casas del parlamentario ha sufrido tres asaltos en lo que va del año, todos antes que él. Según cuenta, hasta el perro le robaron. Y agrega: “Nunca me han dado resultados. Ni  Carabineros ni la fiscalía. Al contrario, te desaniman a seguir los procesos judiciales diciendo que, como yo poco menos no les estoy entregando la identidad de los ladrones, no tienen cómo obtener resultados. Ahora estoy más confiada de que esto se va  poner más seguro. Y lo siento por el resto de mis vecinos que no tienen la suerte de vivir al lado de un senador”.

Muchos de los vecinos consultados por CIPER “agradecen” que el último asalto haya sido en la casa del senador. Y no es porque les caiga mal, sino porque sólo después de ese robo, Carabineros reforzó la seguridad en una zona donde los delitos cada vez son más frecuentes.

Cuando CIPER visitó el barrio el martes 30 de julio, se encontró con un retén móvil de Carabineros estacionado frente a la casa del senador, haciendo punto fijo las 24 horas del día. La guardia la hacen dos policías que se dividen en dos extenuantes turnos de 12 horas cada uno. Según reconoció Espina en entrevista con CIPER, fue el mismo general Herrera Pintor quien dispuso que el vehículo policial se quedara allí por 15 días, sin que él lo pidiera (ver entrevista).

-Carabineros no pregunta, el general dice: yo voy a dejar un retén aquí. Exactamente lo que dice es: “Nosotros hemos resuelto dejar en su casa una vigilancia especial, que va a ser un móvil con un carabinero del Plan Cuadrante, por un plazo de 15 días, porque esta es una zona que tiene alta vulnerabilidad” (…) Pero quiero dejar bien claro: ¡yo no lo pedí! ¡Ni lo solicite! Ni he pedido un trato especial. Las veces que me comuniqué con Carabineros ha sido con los funcionarios del 0S-9 que me asignaron para este caso, para entregarle información que permita esclarecer los hechos –asegura el senador.

Al retén frente a su casa se suman los 30 nuevos efectivos que llegaron a la 53ª Comisaría de Lo Barnechea; el apoyo extra durante los fines de semana de unidades motorizadas, del OS-9 y de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP); y la implementación de un intenso control policial que se ha concentrado en el barrio del parlamentario. Sin embargo, los datos de la policía indican que ese sector está lejos de ser el más peligroso en la comuna de Lo Barnechea.

Entre abril y junio de 2013, Carabineros registró 17 robos en lugar habitado en el Cuadrante Nº 113, donde está la casa del senador. Pero el foco de la delincuencia no está ahí, sino que en el cuadrante contiguo, el Nº 114, donde la cifra de asaltos en viviendas fue de 47 en el mismo período; es decir, casi el triple (ver mapas). Y mientras en el último mes se denunciaron en ese mismo cuadrante 57 robos en casas, en el cuadrante donde habita el parlamentario sólo se contabilizaron 16.

CIPER conversó con el senador Alberto Espina sobre cómo le ha afectado el robo a su casa, el por qué cuenta con un policía que lo resguarda desde hace 13 años y las medidas que ha tomado Carabineros para brindarle seguridad (ver entrevista). Una protección que sus vecinos agradecen, pero que consideran que sólo llegó porque ahora le tocó a él ser víctima de la delincuencia que lleva años combatiendo.

 

Senador Alberto Espina después del robo a su casa: “Yo no he pedido ningún trato especial”

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Vea además: Robo en la casa del senador Espina y asesinato de carabinero en Macul desnudan fallas en el combate al delito

“¡ES EVIDENTE QUE SOY UN ENEMIGO DE LOS TRAFICANTES!”

-Senador Espina, ¿cuántas veces han entrado a robar a su casa?
Dos veces. Bueno, dos veces entraron y en una robaron. Tres veces, en realidad…O sea, en total, han entrado a mi casa cuatro veces. La primera, hace unos cinco años: los tipos fueron sorprendidos por el jardinero de la casa cuando ya habían sacado todas las cosas que había en una bodega. Mi casa tenía una reja alta y la saltaron. La segunda vez fue este verano, en febrero, cuando mi hija Francisca, que es periodista, estaba trabajando y sintió ruidos categóricos de que había alguien caminando. Tocó el botón de pánico, no sonó; llamó al Plan Cuadrante y ahí todo indica que los tipos se fueron. La tercera vez, fue el jueves 4 de julio: los tipos escalaron por un costado de la puerta principal, se metieron, trataron de abrir la ventana de una de las piezas del primer piso, entraron, subieron al segundo piso y se fueron directo al dormitorio. Es difícil saber cómo tenían tan identificado dónde estaba el dormitorio. Se metieron directo al closet y sacaron de cuajo una caja fuerte que yo tenía allí. El último fue el martes 16 de julio: los tipos entraron, estaban camino al patio de servicio, y gracias a Dios los perros ladraron, el jardinero salió, los tipos se fueron. El jardinero vio el auto en que arrancaron y salió persiguiéndolos, pero no los encontró y se fue a Carabineros.

-Usted ha ocupado una importante tribuna para combatir la delincuencia, ¿qué siente cuando su propia casa ha sido violada?
La sensación es muy fuerte, porque uno se da cuenta lo vulnerable que es, y sobre todo, el alto riesgo de que puedan golpear e incluso abusar sexualmente a la gente que está dentro de la casa, lo que ocurre mucho en estos delitos. De hecho, en el primer robo, cuando mi señora me llama -y paralelamente la nana llamaba a Carabineros- y me dice que están las puertas cerradas, yo le dije: ¡cuidado, pueden estar adentro! Yo estaba en una peluquería cortándome el pelo, entonces ahí el carabinero que anda conmigo llama al 133 y no conseguía comunicarse porque estaba la señal ocupada…

-Usted dice que no sabe cómo los tipos que entraron directo a su dormitorio conocían la ubicación exacta. ¿Cree que estaban dateados?
Creo que hay dos posibilidades que están investigándose: el modus operandi habitual es ir al dormitorio principal y meterse al closet, donde todos torpemente guardamos las cosas de más valor; la segunda, es que ellos tuvieran la información de alguien que estuvo en mi casa durante los últimos seis meses. Lamentablemente, a mi casa entró mucha gente en estos seis meses, porque hubo que reparar los ventanales, reforzar los sistemas de alarma, pintar los marcos de madera, porque hacia mucho tiempo que no se arreglaban. Todos esos antecedentes, uno a uno, yo se los entregué al OS-9, con los datos y nombres para que los investigaran.

-¿Qué le han dicho en la fiscalía que está a cargo de la investigación?
La fiscalía lleva la investigación a través de Carabineros y me va informando básicamente a través de ellos del avance de las diligencias. Yo colaboro activamente tratando de entregar la mayor cantidad de antecedentes. Por ejemplo, los nombres de todas las personas que estuvieron en mi casa, para que los llamen, los localicen y vean si hay algún dato. O las características del auto que en el segundo robo fue visto y que, curiosamente, a pesar de haber un auto de seguridad ciudadana a 40 metros, no lo vio pasar. Y después, antecedentes de personas que conocían a quienes habían estado en mi casa. Porque una de las personas que estuvo en mi casa tenía un auto de similares características. Todo eso lo está investigando la policía.

- Senador, usted acaba de decir que un carabinero estaba con usted para el primer robo. ¿Por qué tiene a un carabinero en permanencia junto a usted? ¿A causa de los robos que lo han afectado?
No, yo tengo un carabinero desde hace bastante tiempo porque fui director de FICED, la oficina de fiscalización contra el delito que funcionó entre 2000 y 2010. Fue un convenio entre cinco municipalidades inicialmente, que llegó a tener a casi 15 municipios y que recibía llamadas de vecinos a un número 800, información que derivábamos a Carabineros, Investigaciones o al Poder Judicial. Sabiendo que podía venir esta pregunta, aquí tengo este documento (
y lee). En todos estos años a mí me correspondió, bajo mi firma, entregar a los tribunales y a las policías los datos de 3.755 sujetos que supuestamente vendían droga; son 266 bandas, 409 familias que se dedican al tráfico de droga y 2.400 puntos específicos de venta de droga en todo el país. Esto está en la cuenta que hizo FICED el 27 de abril de 2009. ¡Es evidente que yo soy un enemigo de los traficantes!

-¿Por qué ellos lo identifican como su “enemigo”?
Muchas de estas causas significaron que los metieran presos, y si bien otros no cayeron presos, quedaron en la mira. Lamentablemente, siempre se filtró que era yo el que hacia la denuncia. Como yo protegía la identidad del denunciante, yo señalaba que me había llegado una información de un vecino cuyo nombre mantengo en reserva para evitar represalias. Eso significó, particularmente en ese periodo, que tanto los gobiernos anteriores como éste dispusieran un carabinero para que me acompañe. Son mínimas medidas de resguardo, no por ser parlamentario, sino porque en todos los tribunales hay denuncias mías. Sinceramente, creo que no ha habido ninguna persona natural -que no sea policía ni juez- que haya denunciado tanto a traficantes de droga y que haya estado más a mano de alguno de ellos. Y por eso tengo al carabinero desde un poquito antes de 2000… Comencé en esto cuando hice la denuncia del cité de la droga en el programa Contacto (Canal 13), con Emilio Sutherland.

-Pero el periodista Emilio Sutherland no estaba en esa época en el programa Contacto.
Entonces no era Contacto, era Informe Especial (TVN). Ahí me tocó denunciar el cité de la droga, en calle Santo Domingo, donde había un alto nivel de tráfico.

“UN CARABINERO A CARGO DE MI SEGURIDAD”

-¿Recibió usted amenazas concretas?
Tuvimos en esa época amenazas concretas. Algunas de ellas fueron cursadas a los tribunales y otras a las policías. De hecho, mi hija mayor estuvo con resguardo policial por un periodo breve de tiempo.

-Uno de sus vecinos me dijo que usted le contó que su hija había sido secuestrada. ¿Eso es verdad?
No, jamás, lo que tuvo ella fueron amenazas, lo que motivó a que la policía considerara por prudencia ponerle resguardo policial durante un periodo breve en 2002.

-Respecto a las amenazas que usted recibió y que llevó a tribunales, ¿se supo quién las hacía?, ¿se descubrió algo?
Me acuerdo que en una de las amenazas hubo un hombre… Mire, estas amenazas, la verdad es que no me acuerdo…, pero provenían básicamente de la cárcel. Recuerdo haber recibido una directamente por teléfono, de una persona que me advertía de estas amenazas. Las amenazas se hicieron, las entregué a la policía y no me correspondía a mí…

-¿Cuándo fue la ultima vez que recibió una amenaza?
¡Gracias a Dios los últimos tres o cuatro años no he recibido amenazas! Pero tengo siempre latente y presente que soy un enemigo público de los traficantes de droga, muchos de los cuales entran y salen de la cárcel, y por lo tanto, las autoridades, tanto el gobierno de la Concertación como el actual, me mantienen un carabinero que está a cargo de mi seguridad.

-¿Hay otros parlamentarios que tengan este mismo tipo de seguridad?
Entiendo que hay otros parlamentarios que la tienen: Lily Pérez, por ejemplo, y otros que han vivido realidades así. Pero es una situación que entiendo, porque la vulnerabilidad que yo tengo cada vez que los traficantes de droga que yo denuncié… Yo sé que soy un punto importante del combate contra ellos, porque cayeron muchos presos. Y bueno, son las reglas del juego. Y tengo el policía porque las autoridades pertinentes han estimado que lo tenga.

SEGURIDAD CIUDADANA EN EL BANQUILLO

-Senador, han aumentado y mucho los delitos de robo a casas. ¿Ha fracasado la política antidelincuencia de este gobierno?
Siento que en materia de robos las políticas que nosotros adoptamos han demorado en dar resultados.

-¿No es un fracaso?
Diría que es menos de lo que la gente esperaba. No hay duda que la seguridad ciudadana está entre uno de los talones de Aquiles de la gestión del gobierno, porque los delitos que a la gente más le impactan son los robos y asaltos a las casas. Es demasiado el daño que se produce y creo que se pudo y se puede avanzar mucho más.

-¿Cuál cree que es la razón por la que no se ha podido avanzar?
La verdad, porque primero nos demoramos mucho en sacar el STAD (Sistema Táctico de Análisis Delictual), que es el mecanismo más eficiente porque es la coordinación de la comunidad, de las policías, analizando barrio a barrio. En segundo lugar, porque “Alerta Hogar”, que es tener a los vecinos vinculados por una línea telefónica, también se ha demorado mucho. El acelerador se pudo poner mucho más a fondo. Pero también creo que no percibimos la magnitud de la gravedad del problema, y sobretodo, las dificultades de adoptar políticas públicas que fueran eficientes en el corto plazo.

-¿Cuáles son las fallas del sistema vigente para la lucha contra la delincuencia?
A mi juicio, las policías no cuentan con todas las facultades para realizar las primeras diligencias, para obtener pruebas y detener a los delincuentes en las 24 horas siguientes al robo y que son decisivas. En todas partes del mundo las policías tienen más facultades que aquí en Chile. Aquí, si la policía quiere interrogar a alguien y no se trata de un delito flagrante, la persona se puede negar. Otra cosa: no existe la posibilidad de que las policías, salvo si hay indicios de que la persona está cometiendo un delito, pueda requerirle la entrega de su identidad inmediata. Porque en muchos casos los jueces declaran que esa acción de pedir la identificación es ilegal, porque no hay indicios de que la persona estaba cometiendo un delito o lo fuera a cometer. Ese es un reclamo de las policías que me vienen haciendo, y tengo iniciativas presentadas en proyectos de ley. Usted los puede revisar en el Senado. Hay un déficit muy importante en la labor de coordinación entre fiscales y policías. Los jueces piden estándares probatorios muy altos que la propia policía no puede cumplir. Tenemos jueces de garantía que actúan con un nivel de exigencia que las policías no pueden alcanzar, lo que hace que muchos delincuentes no queden presos. Y por último, la política que se aplica en nuestro país para los menores que cometen delitos, es un fracaso. So pretexto de que los menores no pueden ser detenidos, se transforman en un circuito delictual.

LAS ÓRDENES DEL GENERAL VÍCTOR HERRERA PINTOR

-Yo hablé con varios vecinos suyos, muchos de los cuales también han sido asaltados, y algunos más de una vez, y me dicen que el trato que recibieron de Carabineros no es el mismo que se le ha dado a usted. Incluso reclaman que Carabineros ni siquiera ha llegado a sus casas. ¿A qué se debe esa diferencia en la preocupación de Carabineros por su robo? ¿A que usted es senador?
A ver, no debiera existir ningún trato discriminatorio, y si es así, es muy malo porque todos son vecinos. No hay ninguna razón para que cuando un vecino es víctima de un delito, tenga un trato de menor importancia que cuando afecta a un senador. Eso lo encuentro muy malo, no me gusta. Me parece negativo desde todo punto de vista. Y respecto a mi caso, cuando se produce el primer robo en mi casa el día 4, llegó una cantidad de vehículos policiales bastante grande. En parte, porque el aviso era que los ladrones podían estar aún adentro y por una razón muy simple: porque los tipos salieron y cerraron las ventanas, y cuando le pregunté a mi señora por dónde salieron, ella revisó los vidrios y estaban cerrados. Bastante curioso porque era bien difícil hacerlo después de haber sacado una caja fuerte. Cuando mi señora me dijo que estaba todo cerrado, la verdad es que yo sentí un tremendo susto porque dije: deben estar adentro. Imagino que esa es la información que se entregó a Carabineros, porque yo llegué y me encontré con una cantidad importante de policías. Creo que deberían llegar así para todos los casos igual. Nunca en mi vida he aceptado beneficios ni privilegios porque considero que eso es lo que más puede irritar -y legítimamente- a la ciudadanía. Y mi casa no tuvo vigilancia policial, salvo la que tiene de los policías que circulaban en el Plan Cuadrante. Cuando se produce el segundo robo…

-Perdón, ¿entonces la segunda vez también robaron?
No, en realidad fue un intento de robo. Tengo la impresión que iban en busca de los autos ya que aparentemente se robaron una llave de repuesto de uno de los autos de la casa. Y ahí, en ese segundo intento, llegaron nuevamente los policías. Pero entre el primer y segundo robo, había ocurrido un hecho extraordinariamente imprudente, y es que Canal 7 hizo una nota sobre el robo de mi casa en donde el periodista escala el muro, la reja, señalando cómo se podía entrar a mi casa. Yo no recuerdo haber visto antes que hagan clases de cómo entrar a robar a la casa de un ciudadano.

-Lo vimos a usted en un programa el martes 30, contando la historia de su robo y donde el periodista, junto a un delincuente rehabilitado, iba mostrando las facilidades de entrar a algunas casas del sector oriente.
Ya, pero era mi casa. Me llamó mucho la atención lo que hizo este periodista. Lo conversé después con él -lo conozco mucho- y le dije que no me parecía lo que había hecho porque era como decir qué fácil es acceder a mi casa. Y después de ese programa se produce el segundo robo. Y entonces la policía me dice: “mire, este sector está teniendo muchos robos, su casa la han robado dos veces y nosotros hemos ¡dispuesto! (y lo repite) que vamos a dejar un vehículo policial con un funcionario del Plan Cuadrante de este sector”. Eso me lo dice un general de Carabineros que estaba haciendo fiscalización esa noche. Ese general llega a mi casa y me dice que han dispuesto dejar un vehículo aquí por un plazo de 15 días.

-¿Qué general de Carabineros dispuso esa orden?
Me lo dijo el general Víctor Herrera Pintor. A mí me dispuso Carabineros un retén por un plazo que ellos decidieron, y me dieron tres argumentos. Uno, que consideraban que era tremendamente grave que se haya mostrado en televisión lo fácil que era entrar a mi casa…

-¿Eso quién se lo dice?
El general Herrera, pues. Carabineros no pregunta, el general dice: yo voy a dejar un retén aquí. Exactamente lo que dice es: “Nosotros hemos resuelto dejar en su casa una vigilancia especial, que va a ser un móvil con un carabinero del Plan Cuadrante, por un plazo de 15 días, porque esta es una zona que tiene alta vulnerabilidad”. Toda la parte de atrás de nuestras casas da a una quebrada, donde no hay prácticamente barreras y es muy fácil entrar.

-¿Usted se entrevistó con el general director de Carabineros Gustavo González Jure por su robo?
El día que se produjo el robo yo efectivamente lo llamé, porque el primer número que tenía era el del general director. Pero a esas alturas ya estaba comunicado el 133, así que la verdad es que le dije que ya tenía el llamado… Yo llamé al 133, yo llamé al Plan Cuadrante, al mismo número que había llamado mi nana y me sonaba ocupado. Y como el primer número que tengo es el del general director, lo llamé también, pero ya habían llamado al 133 así que ya no tenía ningún sentido.

-Después de ese llamado, ¿volvió a contactar al general González Jure por su tema personal del robo?
He conversado con él, porque yo hablo varias cosas con él…

-¿Le preguntó con respecto al robo a su casa?
Respecto del robo a mi casa, creo haber conversado una o dos veces más con él. Pero no me recuerdo de qué. Pero no fue para solicitarle una cosa especial en el tratamiento de mi casa. No tengo conversaciones distintas que me recuerde…

“NUNCA HE ACEPTADO LAS DISCRIMINACIONES”

-¿De dónde viene esa relación tan cercana de usted con Carabineros?
Yo no le he pedido nada a Carabineros respecto de este caso. Y lo digo clara y enfáticamente: ningún trato privilegiado ni preferente. Y si hay alguien que diga lo contrario, que lo diga con nombre y apellido. Efectivamente, el comisario de Lo Barnechea, Pablo Muñoz, fue alumno mío y tengo muy buenos recuerdos de él, pero no le pedí expresamente a Carabineros, bajo ninguna circunstancia, un trato especial.

Número de robos en lugar habitado denunciados durante julio en la 53° Comisaría de Lo Barnechea

-Pero se lo han dado. No a todos los ciudadanos les ponen un retén móvil en la puerta de su casa cuando los asaltan una vez y lo intentan una segunda.
Efectivamente, lo pusieron por decisión de ellos, un retén, un radiopatrulla, una especie de retén chico. Y el argumento fue la vulnerabilidad que yo tenía, entre otras cosas, producto de haber aparecido en televisión mi casa, por la facilidad con que se había mostrado que se podía robar. Por eso el carabinero me dijo que lo iban a poner. Yo le pregunté a Carabineros si eso se había hecho en otros lugares y ellos me respondieron que sí, que se había puesto en otros lugares. Pero quiero dejar bien claro: ¡yo no lo pedí! ¡Ni lo solicite! Ni he pedido un trato especial. Las veces que me comuniqué con Carabineros ha sido con los funcionarios del 0S-9 que me asignaron para este caso, para entregarles información que permita esclarecer los hechos.

-Senador, yo fui tocando el timbre de varios de sus vecinos, y el comentario general es que se “alegran” de que haya sido usted el asaltado, porque a varios les han robado más de dos veces y Carabineros llegó solo el día de la denuncia. Ahora dicen que al fin sienten que podrán tener protección.
Yo considero -y quiero ser claro y bien franco- que los vecinos tienen el justo derecho a sentirse molestos, aunque no los siento molestos conmigo, ya que las reuniones que se han hecho sobre el tema han sido en mi casa. Pero no me gustan las discriminaciones: derechamente nunca me han gustado y nunca las he aceptado. Separo sí el tema de tener un carabinero que me cuide, porque no cualquier ciudadano denuncia. No es habitual que un ciudadano denuncie a tres mil y tantos narcotraficantes. No se trata de que me tengan a un carabinero porque yo sea senador. No lo tienen todos, es sólo que yo denuncié a muchos narcotraficantes, delincuentes, pandillas y bandas y es evidente que eso significa un riesgo latente porque alguno de ellos puede vengarse.

-Quién hace periodismo de investigación también hace estas denuncias y de manera más pública. Por ejemplo, el periodista de Contacto (Canal 13) Emilio Sutherland, a quién en una ocasión le mataron hasta los perros de su casa, que yo sepa no le pusieron a ningún carabinero para que lo protegiera.
Está bien, pero esa es una decisión de Carabineros. Yo nunca he pedido un carabinero a ninguna institución: no hay ni un papel, ningún documento mío que diga eso. En los gobiernos anteriores, el ministro del Interior, a raíz de que yo hacía mucha denuncia y tenía mucha polémica pública, me dijo: mire, usted está expuesto, y consideramos razonable, tal como las autoridades que están en los medios, que denuncian, que van a los foros… Además, yo era demasiado arriesgado, porque daba los nombres, señalaba el nombre de los traficantes. Pero le repito: ¡yo no lo pedí!

-Supongo que ese trabajo de denuncia de traficantes y bandas y pandillas, no lo hacía solo. Las personas que trabajaban con usted, ¿recibieron alguna amenaza?, ¿también tenían seguridad especial?
Es que ellas nunca daban la cara. En la oficina de FICED, efectivamente se pueden haber recibido algunas amenazas, pero esas personas la verdad es que no eran las que daban el rostro. Yo me preocupé de que ellas no tuvieran un rol público, que no pudieran ser identificadas. Ahora, igual siempre tomaba el resguardo de pedirle a Carabineros de Ñuñoa (donde quedaba la oficina de FICED) que por favor pasaran por ahí, hicieran ronda, para no exponerlas, porque eran jóvenes profesionales y de hecho ninguno dio una entrevista.

“ESTA ES LA VERDAD: NO SIEMPRE SE TRATA A LA GENTE IGUAL”

-¿Hasta cuándo estará el retén en su casa?
El retén se estaría retirando hoy (miércoles 31 de julio), porque eran 15 días.

-¿No retiran el retén porque estuvieron periodistas de CIPER aquí en su barrio indagando por qué lo habían instalado frente a su casa, hablando con los vecinos y con los carabineros de la 53ª Comisaría de Lo Barnechea?
¡No!, ¡no! Quiero ser súper franco y transparente: Carabineros me dijo que eran 15 días, del 16 de julio a hoy son quince días. Y lo retiraron, y si no lo hubieran retirado, yo hubiera dicho: “sabe que más, retírenlo”. Pero la verdad es que no lo pedí, no me gusta ni nunca he pretendido ninguna ventaja especial. Cuando hice clases en Carabineros justamente les decía que la gente más frágil, más débil, es la que debe ser más protegida. Tengo además con los carabineros una buena relación, a todos los trato con la mayor deferencia. Solo al OS-9  he llamado, pero por mi derecho ciudadano. Los ciudadanos tenemos derecho a colaborar con la investigación.

-¿Cuántas veces ha llamado usted al 0S-9 pidiendo resultados de su investigación?
No, resultados nunca. Llamo entregando antecedentes, y para eso los he llamado cada vez que tengo un antecedente nuevo. Cada vez que descubro algo, como por ejemplo, que el vehículo color burdeo que vieron huyendo se parecía a un vehículo de alguien que un tiempo atrás había pasado por mi casa. Ahora, ellos me llaman a mí mucho, permanentemente me informan.

-Un vecino nos dijo que usted es un poco paranoico con la seguridad, que incluso antes de que entraran a robar a su casa, cuando vio que unos maestros bajaban materiales para trabajos frente a su domicilio, usted llamó a Carabineros para que vinieran a fiscalizarlos. ¿Es efectivo?
La historia es completamente diferente. Esa versión es enteramente de mala fe.

La cosa es así: yo salgo una mañana de mi casa, y al frente había una construcción donde veo bastante movimiento de vehículos. Lo que hice fue lo que debería hacer todo ciudadano: llamé al Plan Cuadrante. No llamé a ninguna autoridad. Les dije: miren, por qué no se dan una vuelta en el sector de su Plan Cuadrante, porque hay un entrar y salir de gente. Eso es lo que deben hacer todos los ciudadanos. Y fue lo que hice.

-Lo que usted narra no es totalmente opuesto a lo que dice su vecino. Además, otro de sus vecinos dijo a CIPER que después que le entraron a robar a su casa, a él mismo ya le han venido a golpear carabineros tres veces para preguntar los nombres de las personas que están trabajando allí.
No tengo ni idea de eso, y déjeme decirle que como ciudadano yo tengo pleno derecho a pedir que se colabore en el esclarecimiento de una banda que ha robado varias casas de mi cuadra. Incluso, presté mi casa para que se juntaran los vecinos. Llamar a la policía para aportar antecedentes es lo que debiéramos hacer todos. Y usted me dirá, claro, pero no les contestan a todo el mundo. ¡Muy mal! Carabineros debería contestarles a todos. Siento que esta es la verdad: no siempre se trata a la gente igual. Y eso es muy malo por parte de Carabineros.

-Volviendo al tema de tener un retén móvil frente a su casa por 15 días sin que lo haya solicitado, vimos en directo cómo un carabinero pasó 12 horas sin tregua en ese retén, bajo el intenso frío que hizo el martes 30 de julio. Siendo un senador entregado al servicio público, ¿no lo ve como un abuso? ¿No tuvo el impulso de decirles a los jefes de Carabineros: yo no necesito esto?
A ver, Carabineros dispuso ese retén por un plazo de 15 días, que era el plazo y el tiempo, según la policía, para que ellos pudieran tener información ante la eventualidad que pudieran volver atacar mi casa o el sector. Al carabinero yo lo saludaba, lo veía, y en mi casa lo trataron de la mejor manera posible. Cada vez que él necesitaba pasar al baño, lo dejaban pasar. ¿Dónde está mi abuso? Si yo no he pedido nada especial…

-El martes 30 de julio, cuando estábamos reporteando frente a su casa, llegó además un vehículo del OS-9 de Carabineros, que tengo entendido ya han venido más de 10 veces a su casa. ¿Cuál es la razón para esas diez visitas?
El martes el OS-9 fue a pedirle al personal que trabaja en mi casa el chequeo de fotos de sujetos sospechosos para descubrir la banda que nos robó. Fueron específicamente a hablar con el jardinero de mi casa. A mostrarle unas fotos. ¡A eso!

-Ahora, lo que sigo sin entender es que hay vecinos de la misma cuadra donde está ubicada su casa, a los que les han robado tres veces -y hablo de robos, no de intentos- y nunca Carabineros les puso un retén móvil frente a sus domicilios.
Si están molestos, les encuentro toda la razón. Ahora, a mi nadie me lo dijo. Y eso que  yo he prestado mi casa para todas las reuniones. Mire, yo le voy a decir una cosa: ¡les encuentro toda la razón! ¡Toda la razón del mundo! Porque no debe existir discriminación en la forma cómo la policía trata a una autoridad y a un particular. Pero a mi favor juega el que yo no he pedido ningún tratamiento especial. Yo jamás he dicho: “oiga, pónganme por favor un carabinero, hagan esto”. ¡Jamás! Y lo que he hecho es colaborar con los investigadores, porque creo que cuando uno colabora las cosas funcionan mejor.

-Es muy serio que usted afirme que le dispusieron un retén móvil frente a su casa y que el OS-9 ha venido diez veces para diligencias a su hogar sin que lo solicitara. Porque entonces, Carabineros deberá dar una respuesta por este comportamiento ante la ciudadanía. Lo que usted dice es muy negativo para Carabineros.
Es evidente que no debe existir ninguna discriminación. A mí lo que me preocupa es que yo no he pedido ningún trato diferente. Y nadie puede decir lo contrario. Tampoco mis vecinos a los que he ayudado y se han reunido en mi casa para que juntos veamos cómo nos organizarnos en algo así como el programa “Alerta Hogar”.

 

CENSO 2012: Comisión de expertos ratificó errores y recomendó rehacerlo el 2015

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Vea también:
- El director del INE habría manipulado las cifras del Censo 2012
- Mariana Alcérreca: “En el Censo 2012 sí ha habido manipulación”

Luego de tres meses de trabajo y de un exhaustivo análisis de las bases de datos y de la metodología utilizada para el Censo 2012, los cinco expertos de la comisión revisora externa recomendaron por unanimidad repetirlo “abreviadamente” en 2015 y advirtieron que sus resultados no deben ser usados en la elaboración de políticas públicas.  El grupo de expertos concluyó que el último Censo adolece de serios problemas en aspectos que son esenciales, como el porcentaje de omisión, que en 70 comunas alcanzó un 20%.

La evaluación fue entregada este miércoles 7 de agosto por una comisión de expertos que fue mandatada por el propio Instituto Nacional de Estadísticas (INE) luego de que estallara el escándalo por los cuestionamientos a los resultados del Censo 2012 (ver resumen ejecutivo e informe final). La comisión estuvo integrada por David Bravo, director Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; Osvaldo Larrañaga, oficial del Programa de Reducción de la Pobreza y de la Desigualdad del PNUD; Isabel Millán, jefa de la división Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social; Magda Ruiz, coordinadora Área Demografía e Información sobre Población, Celade y Felipe Zamorano, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

El informe unánime de los expertos ratificó la investigación de CIPER (publicada en abril de 2013), que reveló que en el proceso del Censo hubo una manipulación de cifras, puntualmente referida al número total de chilenos efectivamente censados. (Ver Reportaje: El director del INE habría manipulado las cifras del Censo 2012)

Uno de los aspectos que más preocupó a la comisión fue la tasa de omisión de la población, que a nivel nacional asciende, “conservadoramente”, a un 9,3%. Este porcentaje triplica lo obtenido en Censos recientes en otros países de Latinoamérica. Para la comisión, el Censo 2012 “no logró la cobertura suficiente para contabilizar y caracterizar la población”.

El porcentaje de omisión es significativamente más elevado en los hombres entre 40 y 59 años, así como entre hombres y mujeres de 25 a 29 años. Esto afecta la caracterización demográfica y socioeconómica que se puede realizar a partir de los datos censales, puesto que se sesgan los resultados de escolaridad, ocupación, religión y demás variables relacionadas con el sexo y edad de las personas.

Fue el propio Presidente Sebastián Piñera quien junto al entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, entregó las cifras en una ceremonia en el Cerro Santa Lucía en abril pasado. La difusión pública de resultados del Censo entregó información sobre totales de población y de vivienda a nivel nacional y subnacional, sin informar que estos totales incluían tanto población efectivamente censada como población estimada.

Uno de los procedimientos utilizados fue imputar un número de moradores a las viviendas deshabitadas o erróneamente calificadas como desocupadas. Según la comisión, este mecanismo no fue consensuado dentro del INE y si bien se ha aplicado en otros países, se ha hecho con cerca del 1% de moradores ausentes, mientras que en Chile se hizo con el 3,5%.

Lo más cuestionado fue, sin embargo, la forma en que se estimaron las viviendas no censadas, es decir, aquellas que simplemente no fueron contabilizadas por los encuestadores. Primero se hizo una proyección del número de viviendas y luego se las “pobló” al imputárseles información de viviendas efectivamente censadas. La conclusión de la comisión es lapidaria:

“Este procedimiento fue de iniciativa del entonces director del INE (Francisco Labbé) y no corresponde a ninguna práctica establecida en los procesos censales; entre otras razones porque los censistas tienen la instrucción de incluir cualquier nueva construcción que aparezca en los recorridos censales y porque en el pre-censo se identifican las obras en construcción. La comisión considera que la imputación de estas viviendas no es admisible”.

La comisión determinó que la entrega oficial de datos del INE omite información esencial y “no cumple con los estándares de transparencia que requiere la función pública”. Pero además, la comisión estableció que la dirección del INE desatendió las opiniones de profesionales de la institución, como lo reveló Mariana Alcérreca a CIPER. De hecho, el informe de la comisión deja constancia que en la primera entrega de resultados hay una referencia que pasa inadvertida respecto a que la información entregada es sólo una estimación de la población, calificación que los expertos atribuyen explícitamente a Alcérreca.

Una vez conocido el informe de los expertos, el actual director del INE, Juan Eduardo Coeymans, lo calificó como “un tsunami”. Y afirmó que someterá sus recomendaciones a la evaluación de una comisión internacional, antes de decidir si se realiza o no un nuevo Censo. Lo mismo hizo horas más -y luego de una sesión extraordinaria del Comité Político en La Moneda-, el ministro de Economía, Felix de Vicente.  Sin aceptar preguntas, leyó un comunicado de prensa en el que informó que esperaran los informes ya solicitados a la Comisión Estadística de la Unión Europea y el Banco Mundial.

NUEVO CENSO

David Bravo, economista y director de Microdatos de la Universidad de Chile e integrante de la comisión, fue enfático cuando se le consultó si el Censo 2012, que tuvo un costo total de $30 mil millones, sirve de algo: “El Censo debe repetirse, pues los problemas descritos comprometen seriamente el logro de sus principales objetivos, que son contar y caracterizar a la población y viviendas a nivel de país, regiones, provincias, comunas y zonas urbana y rural”. (Ver entrevista en recuadro ).

La recomendación de la comisión revisora es realizar un Censo abreviado de población y vivienda en 2015, donde se recolecte información mínima. Esto implica que el instrumento deberá tener una un menor número de preguntas que las incluidas en el cuestionario de 2012.

La sugerencia es que el Censo abreviado sea “de hecho” (se encuesta a las personas donde pasaron la noche anterior) y en un día declarado feriado, metodología que se había usado hasta el Censo 2002 y que fue modificada para el Censo 2012.

Entre los problemas detectados por la comisión destaca el muy escaso tiempo de preparación -ocho meses-, que se contó después del cambio de metodología desde un censo “de hecho” a un censo “de derecho”. Esta decisión, determinó la comisión, fue adoptada por el director del INE, Francisco Labbé, y su entorno más cercano. Dicha falta de tiempo derivó en la no realización de una prueba piloto general del Censo, que habría evitado los problemas que se constataron y habría permitido una oportuna resolución.

Según el informe, los funcionarios del INE relataron que una de las razones para cambiar la forma en que se realizaba el Censo fueron las protestas estudiantiles: “La razón subyacente de parte del director del INE para cambiar la metodología censal fue la inconveniencia de depositar la realización del censo en la voluntad de los estudiantes, habida cuenta de las masivas paralizaciones y marchas que ocurrían durante el año 2011. Realizar un censo de hecho tenía el riesgo de entregar a los estudiantes una eventual capacidad de veto del proceso”.

Además, los expertos advirtieron que el INE contó con insuficiente financiamiento, lo que habría incidido en falta de  recursos materiales y humanos para la normal operación del Censo.

La razón principal de la falta de recursos fue la subestimación de los mayores gastos asociados a un Censo prolongado “de derecho” y que se extendió a cuatro meses y la reticencia de la dirección del INE a solicitar recursos adicionales. Esto, pese a que desde un comienzo la Dirección de Presupuesto (Ministerio de Hacienda) asignó un monto menor al que el propio INE creía necesario para llevar a cabo la nueva modalidad del Censo, recortando desde $6.800 millones a $6.000 millones el suplemento solicitado.

El mal clima organizacional en el INE fue otro de los factores detectados por la comisión de expertos como una de las causas de los problemas del Censo 2012. Fuertes divisiones internas y un estilo de conducción vertical habrían impactado negativamente en la planificación y realización del proceso.

El informe reconstruye los conflictos al interior de la institución. Si bien estos se arrastraban desde la administración anterior, el mayor quiebre entre el ex director Francisco Labbé y los equipos del INE se produjo en junio de 2012, cuando éstos cuestionaron el proceso de levantamiento de datos y la alta tasa de moradores ausentes que estaban registrando. El resultado fue la marginación de los funcionarios de la siguiente etapa, el que Labbé realizó con su núcleo más cercano.  El reporte no se refiere a este grupo, el que según detectó CIPER en su primera investigación, incluía a Maximiliano Raide, como el principal asesor de Labbé, quien no se tituló de abogado y recibía su sueldo a través de terceros.

Los relatos recopilados por la comisión de expertos agregan que en el círculo íntimo de Labbé se produjeron fuertes discusiones respecto a si había que distinguir a la población efectivamente censada de la población estimada. Hubo varias explicaciones para haber optado por lo primero, entre ellas la crisis provocada sobre la confiabilidad de los datos de la encuesta Casen que se vivía en esos días. El resultado fue extender la crisis de confiabilidad a uno de los organismos más respetados de Chile, el INE.

La labor de los funcionarios del INE es destacada por el informe de los expertos como un factor clave que evitó un “desastre”: “La confluencia de los factores citados resultaron en un proceso censal plagado de problemas y dificultades, que a juicio de distintos entrevistados pudieron haber originado un “desastre” en el Censo. Que en este contexto se haya llegado a una cobertura poblacional cercana al 90% se puede explicar por el trabajo y dedicación de muchos funcionarios del INE, sin cuyo aporte los resultados habrían sido definitivamente inferiores”.

POLÍTICAS PÚBLICAS EN PELIGRO

Los expertos recomendaron que para fines del uso de datos oficiales y de política pública, no se utilicen los datos del proceso 2012 y se espere a tener los resultados del Censo abreviado propuesto. En el intertanto, propusieron seguir utilizando las proyecciones de población disponibles y se recomienda su actualización para el total de la población nacional en el curso del presente año con apoyo técnico del Centro Latinoamericano de Demografía de la Cepal (Celade).

Por razones de transparencia y fe pública, los expertos recomendaron disponer el acceso de investigadores y público interesado a las bases de datos de la población efectivamente censada en 2012. Para ello, el INE debe asegurar la consistencia de estos datos y proveer la documentación requerida.

Además, los expertos sugieren no volver a publicar en la página web del INE las estadísticas de totales poblacionales que incluyan las estimaciones por población en viviendas no censadas y con moradores ausentes resultantes del proceso censal 2012.

Paras evitar problema como los detectados, los expertos recomendaron que se inicien pronto los preparativos del Censo 2022.

David Bravo: “El Censo 2012 fue un proceso fallido”

-¿Cómo puede influir para el diseño de políticas públicas el uso de los datos que arroja el Censo 2012?
Estamos recomendando que para las preguntas relacionadas con pueblos originarios, población discapacitada o migración, no se utilice el Censo 2012, puesto que no son confiables los datos para extraer conclusiones, porque las tasas de omisión son muy altas y heterogéneas en algunas comunas. Por lo tanto, ciertos fenómenos que se pueden estar estudiando para el diseño de políticas públicas, como religión, discapacidad, parejas del mismo sexo, que pueden estar más manifiestamente visibles en algunas comunas, si en ellas hubo muy baja cobertura, obviamente los datos no son confiables.

Por la urgencia de ese tipo de preguntas es que recomendamos hacer un censo lo más abreviado posible y lo antes posible, siempre que se haga bien.

-Los $30 mil millones utilizados en este proceso censal, ¿se fueron al tarro de la basura?
Fue un proceso fallido. Y será el gobierno o la administración próxima la que tomará la determinación que mejor le parezca. Nosotros llegamos hasta acá. Trabajamos intensamente tres meses durante tres días a la semana, invertimos mucho tiempo y tuvimos mucha información. Y es por eso que presentaremos un conjunto de anexos para que la opinión pública pueda por sí misma hacer su propia evaluación.

-¿En esta comisión participó el actual director del INE o ustedes sesionaron solos?
Los cinco miembros de la comisión aceptamos integrarla en la medida que fuera autónoma del INE y del gobierno. Para la etapa de audiencias, el director del INE manifestó el interés de estar en algunas. Por ejemplo, cuando acudió Francisco Labbé o las personas que acusaron al director. Y establecimos un procedimiento en el que a los invitados le preguntábamos si para ellos era molesto que estuviera el director y algunos invitados dijeron que todo lo contario, que les encantaría que estuviera.

-¿Cuál fue la recepción que tuvo Juan Eduardo Coeymans del trabajo que ustedes desarrollaron en estos tres meses y de las conclusiones a las que iban llegando en ese periodo?
Nosotros no hicimos discusión delante del director del INE o de Osvaldo Ferreiro, el nuevo jefe del Censo y quien nos facilitó mucho el trabajo. Y todas las deliberaciones la comisión las hizo por su cuenta. Ese fue e el procedimiento usado para mantener la autonomía de la comisión.

-Juan Eduardo Coeymans  se reunió el martes 6 de agosto con los funcionarios del INE en la Universidad Central y adelantó sus aprensiones por el trabajo de la comisión.
Esperamos que lea el informe y nos gustaría escuchar su opinión en un ámbito más formal.

-¿Cuál es el número de preguntas mínimas que debiera contemplar el nuevo Censo?
Probablemente se deberán acortar las preguntas, pero no entramos en ese tipo de detalles de número. Eso tiene que quedar a la discusión de los funcionarios del INE y a la institucionalidad que existe al interior de ese organismo para desarrollar este Censo, una vez que definan que esta es la manera de proceder, si es que eso resuelven.

-Hasta ahora no sabemos cuántos somos los chilenos. Entonces, ¿qué se hace en la planificación de políticas públicas hasta llegar a un nuevo Censo?
Para políticas públicas se deberían usar –si se requieren datos censales- los datos del Censo 2002 proyectados, por eso es fundamental que Celade pueda actualizar sus estimaciones ojalá dentro de este año.

-¿Hasta cuándo están actualizadas las estimaciones de Celade?
Hay proyecciones de población para 2012 y 2013, pero necesitamos que Celade con el INE trabajen para incorporar todos los datos sobre migraciones y estadísticas vitales disponibles a la fecha, de manera tal que las proyecciones se hagan sobre la base más certera posible hoy día y no se espera hasta cinco años más. En lo que se refiere a otros aspectos, que requieran caracterizar a la población, tendremos que trabajar con las encuestas que estén disponibles, pero los datos 2012 no son confiables para el diseño de políticas públicas.

-El Censo es la base para todas las estadísticas que se realizan en el país. ¿Qué ocurrirá con las demás estudios que deben basarse en este último Censo 2012?
Pienso que como marco muestral de información se pueden rescatar los datos. Hay algunas fórmulas de solución planteadas en el informe, pero es vital tener un censo bien realizado y eso explica nuestra recomendación.

-¿Cómo afectará para el cálculo del IPC el fallido Censo 2012?
El IPC se calcula a partir de una encuesta de presupuesto familiar. La encuesta de presupuesto familiar se diseña a partir de una muestra representativa, cuyos marcos muestrales son los datos censales. Por lo tanto, la próxima medición, la próxima canasta, se debía basar en los datos censales correctos. De manera que, el nuevo censo debe ser realizado de manera urgente y no esperar hasta el año 2022, fecha en que correspondía realizar el siguiente censo. Realizar un censo va a significar actualizar el marco muestral del cual se hacen las principales encuestas en Chile.

 

Las cartas que obispos y sacerdotes leales a Karadima enviaron al Vaticano para exculparlo

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En estos días el cura Fernando Karadima deberá volver a enfrentar un interrogatorio judicial debido a la demanda que mantienen sus acusadores James Hamilton, José Andrés Murillo y Juan Carlos Cruz. En ella se sostiene que la Iglesia Católica chilena es responsable por no haber investigado las denuncias contra el sacerdote que oportunamente se le hicieron llegar a sus autoridades. Más aún, los denunciantes acusan que los obispos formados por Karadima (Andrés Arteaga, Tomislav Koljatic, Horacio Valenzuela y Juan Barros) supieron por años de los abusos sexuales y sicológicos que cometía su mentor y los encubrieron. Y que el entonces arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz actuó indolentemente ante las denuncias y testimonios que recibió.

“Pese a recibir nuestras denuncias y el informe del padre Eliseo Escudero (primer investigador eclesiástico del caso), el arzobispado de Santiago no adoptó medida alguna tendiente a evitar que los hechos denunciados se siguieran cometiendo o bien tomar medidas disciplinarias en contra del párroco en cuestión, el cual siguió ejerciendo el sacerdocio a lo menos cinco años después de efectuada la denuncia. Esto refleja la desprolijidad y falta de importancia con que fue tratado el tema, pese a su gravedad”, sostuvo el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representó a las víctimas en el juicio penal donde se estableció que las acusaciones de abuso sexual contra Karadima eran ciertas, pero estaban prescritas.

Una serie de documentos a los que accedió CIPER muestran en detalle a qué nivel llegó el respaldo que obispos y sacerdotes formados por Karadima le dieron a su guía. En una veintena de cartas enviadas al Arzobispado de Santiago y al Vaticano, se describe a Karadima como un hombre recto y bondadoso; “un hombre que ha centrado su vida en la Eucaristía, celebrada y adorada, con fervor”, según escribió el sacerdote Juan Ignacio Ovalle Barros. Un hombre que “atrae hacia las cosas de Dios”, según afirmó el sacerdote Francisco Javier Manterola Covarrubias.

Estos testimonios tenían un objetivo claro: anular las acusaciones de las víctimas, que se han demostrado verdaderas tanto en el juicio eclesiástico como civil; y que había recopilado el procurador eclesiástico Fermín Donoso en su demoledor informe de junio de 2010 (Ver Informe del procurador Fermín Donoso).

La investigación de Donoso, que tampoco se conocía hasta ahora, incluye además de los relatos ya conocidos de laicos y sacerdotes, dos testimonios que no habían visto la luz: el de un hombre que accedió a tener sexo con Karadima hace 30 años; y el de un sacerdote que acusa a Karadima de haberlo abusado sexualmente desde los 16 años.

Respecto del primer caso, el sacerdote Donoso escribe: “Una persona casada relata un incidente ocurrido hace 30 años en que el padre Karadima le propuso una relación homosexual. Muchas veces se ha preguntado cómo pudo aceptar lo anterior. Sin negar su propia responsabilidad, dice que el padre era muy carismático y tenía una gran autoridad sobre sus fieles”.

Respecto del sacerdote abusado por Karadima, Donoso puntualiza que el testimonio fue recibido por el Cardenal Errázuriz. “Un sacerdote ante el cardenal arzobispo afirmó haber sido abusado con tocaciones, besos con lengua desde los 16 años y por ocho años. Estos actos ocurrían incluso en actos de confesión. Además, el padre Karadima le impuso restricciones en su ministerio, sobre todo vocacional, pero también parroquial, y lo indispuso con otros sacerdotes de El Bosque”. (Ver Informe Promotor Fermín Donoso)

Tras dar cuenta de varios testimonios de laicos y sacerdotes que confirman las tocaciones que prodigaba Karadima a los jóvenes y el control sicológico que ejercía sobre sus seguidores, Fermín Donoso ratifica lo que ya en 2006 había constatado el sacerdote Eliseo Escudero: las acusaciones de James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo son consistentes y creíbles. Hay que recordar que la investigación de Escudero fue suspendida por el cardenal Errázuriz.

El presbítero Donoso concluyó también que Karadima cometió abuso sexual contra dos menores: Fernando Batlle y el sacerdote cuyo nombre no se menciona. Y recomendó al cardenal Errázuriz impedir que Karadima “ejerza dirección espiritual o pastoral con menores ni con seminaristas o sacerdotes”. Francisco Javier Errázuriz, sin embargo, no hizo nada por aislarlo del círculo en el que ya, sin espacio para dudas, Karadima causaba un daño terrible. Más aún, la clara prevención del informe contrasta con la respetuosa carta que le envió el arzobispo de Santiago al mismo Karadima, comunicándole que, a raíz de lo descubierto por el sacerdote Fermín Donoso, había enviado la investigación al Vaticano.

En la misiva el cardenal Errázuriz parece especialmente preocupado de dejarle en claro a Karadima que todo lo que está haciendo lo hace porque se ve obligado. El trato –deferente y respetuoso- es especialmente cuestionable tomando en cuenta la acumulación de pruebas que acusan a Karadima de abusos y también que Errázuriz nunca recibió a los denunciantes ni les informó de los pasos que la justicia eclesiástica estaba siguiendo.

En su misiva el cardenal Errázuriz no le impone su autoridad a Karadima: “Considero prudente la medida que usted tomó de renunciar, durante este tiempo, al ejercicio público del ministerio y si usted acepta por escrito la invitación que le hago como obispo de esta arquidiócesis de no ejercer públicamente el ministerio sacerdotal mientras este juicio no concluya, puedo prescindir de mandárselo como medida cautelar”. (Ver carta del cardenal Errázuriz a Karadima, 18 de junio 2010)

KARADIMA: ALEGRE Y PURO

La respuesta de Karadima y su círculo al informe del procurador Fermín Donoso, fue un documento de 109 páginas desmintiendo las acusaciones reunidas. Paralelamente, el abogado eclesiástico de Karadima, Juan Pablo Bulnes, pidió a los sacerdotes que se mantenían fieles a su mentor (para entonces 10 presbíteros habían tomado distancia de Karadima), que cada uno hicieran una carta contando su experiencia con el ex párroco de El Bosque. Fue una estrategia coordinada y dirigida. Todas las misivas están fechadas entre el 5 y el 10 de agosto de 2010. Y responden punto por punto a las acusaciones usando más o menos los mismos términos e incluso la misma estructura: se parte con alabanzas a Karadima, se cierra con críticas a los denunciantes.

Mientras el texto de la defensa atacaba los problemas técnicos del fallo eclesiástico, las cartas tenían por objeto que los sacerdotes usaran su credibilidad personal para ponerla al servicio de obtener la inocencia del ex párroco de El Bosque. La validez de las opiniones de estos sacerdotes radicaba en que muchos de ellos habían pasado décadas compartiendo con Karadima en la intimidad. Lo habían tenido de confesor y de director espiritual; habían hecho numerosos viajes con él, algunos al extranjero, como el obispo Tomislav Koljatic. Karadima los había ayudado a definir si tenían vocación sacerdotal y una vez investidos como curas, se habían integrado a la Unión Sacerdotal que se reunía sin falta todos los lunes en la Parroquia El Bosque para escuchar a Karadima y darle las gracias por iluminarlos con sus palabras.

Asegurando no haber visto otra cosa que un hombre piadoso, estos sacerdotes ponían en duda los testimonios de los laicos y curas que habían pasado ese mismo periodo siendo testigos de abusos, vejaciones y sintiéndose tiranizados sicológicamente.

Los sacerdotes que defendieron a Karadima ante el Vaticano fueron:

Jaime Tocornal, párroco de la Iglesia San Ramón (Providencia); José Miguel Fernández, párroco de Nuestra Señora de la Paz (Ñuñoa); Julio Söchting vicario en Santa María Del Sur (Pudahuel); Rodrigo Magaña, párroco de Santa Teresita de Los Andes (Puente Alto); Rodrigo Polanco, académico de la Facultad de Teología de la UC; Pablo Guzmán Anrique, vicario de San Vicente de Paul (La Florida); Antonio Fuenzalida Besa, párroco de Jesús de Nazareth (Estación Central); José Tomás Salinas Errázuriz, párroco de Inmaculada Concepción (Colina); Nicolás Achondo, párroco en San Martín de Porres (Pedro Aguirre Cerda); Jorge Merino Reed, vicario en Nuestra Señora del Carmen (Lampa);  Francisco Javier Manterola, párroco en San Vicente de Paul (La Florida); Cristián Hodge Cornejo, académico de la Facultad de Teología de la UC; Francisco Herrera Maturana, párroco en Santa María Del Sur (Pudahuel); Francisco Cruz Amenábar, párroco en Santa Cruz de Mayo (La Florida);  Samuel Fernández vicario en Santa Cruz de Mayo;  Juan Ignacio Ovalle vicario en Jesús Carpintero (Renca); Javier Vergara Nadal, párroco en Cristo nuestro Redentor (Peñalolén); Gonzalo Guzmán Karadima, vicario de Nuestra Señora del Carmen (Quilicura); Pablo Arteaga Echeverría, vicario en San Luis Beltrán (Pudahuel). (Vea la carta respectiva en cada nombre de sacerdote. La información de las parroquias se obtuvo de la web www.iglesia.cl)

Tras el fallo condenatorio emitido por el Vaticano, 16 de estos 19 curas firmaron una carta respaldando a las víctimas y se alejaron de Karadima. Afirmaron entonces que, “inicialmente nos resultaba muy difícil creer, y ahora queremos escuchar, acoger y acompañar a quienes tanto han sufrido. Hemos requerido de mucho tiempo para recorrer este largo y difícil camino a la luz de la investigación y la realidad de los hechos. Hoy quisiéramos dar señales claras de nuestro dolor. Hacemos nuestro el dolor de las víctimas y queremos acompañarlas con respeto y solidaridad”.

Los tres presbíteros que no se arrepintieron oficialmente de haber apoyado a Karadima fueron: Julio Söchting, Francisco Herrera Maturana y José Miguel Fernández.  A ellos se deben sumar el ex párroco de El Bosque Juan Esteban Morales y el sacerdote Diego Ossa. Si bien ambos no escribieron al Vaticano, constituían el núcleo más íntimo de Karadima y tanto en las investigaciones civiles como eclesiásticas negaron todas las acusaciones contra él. También contribuyeron activamente a descalificar a las víctimas.

Julio Söchting basó su testimonio en la larga relación que tenía con Karadima: “20 años desde que soy su dirigido espiritual, lo que considero una gracia de Dios”. En ese tiempo, afirmó, “nunca he observado, ni he sabido por otros, conductas ajenas a la dignidad sacerdotal”.

Contradiciendo las acusaciones de abuso sicológico ejercido por Karadima, Söchting sostuvo: “La experiencia de libertad evangélica, de delicadeza pastoral y comunión fraterna, de dirección espiritual sobrenatural y firme que he tenido todos estos años, me obligan como hombre de conciencia y sacerdote a comunicar estas experiencias”. (Ver carta de Julio Söchting)

El sacerdote Francisco Herrera también contradijo la imagen de tirano y dominador de conciencias que describieron sus acusadores. “Siempre he visto en él una delicadeza en el trato con las personas, actuando con discreción, mesura y cuidado en las manifestaciones de confianza y afecto”.  Y aseguró haber experimentado en muchas ocasiones que sus consejos eran “una luz esclarecedora para descubrir la Voluntad de Dios en mi vida personal y pastoral”.

Herrera atacó a los acusadores duramente. Respecto de James Hamilton sostuvo que el motivo de su denuncia no era otro que “un problema matrimonial público y el descuido de su vida cristiana y de oración”. Sobre el sacerdote Hans Kast, quien entregó uno de los más duros relatos sobre Karadima, Herrera sostuvo: “Mi impresión personal es que el descontento y alejamiento del presbítero Hans Kast se debieron más por anhelos de estudio no satisfechos y frustración como profesor en el Seminario Pontificio, del cual salió muy mal evaluado”. (Ver carta de Francisco Herrera).

El sacerdote José Miguel Fernández describió en su carta su larga relación con Karadima como una experiencia alegre y luminosa: “Desde un principio me llamó la atención la alegría, la acogida y la plena libertad con que se vivía la fe en la comunidad juvenil de la parroquia. Nunca me sentí controlado ni obligado a participar”. El estilo de Karadima lograba llenar la iglesia de felicidad: “Basta asistir a una reunión cualquiera del día miércoles para constatar el ambiente de sobrenatural alegría en que los jóvenes de la parroquia siguen a Cristo (…) Es admirable el hecho de que el P. Fernando jamás ha dejado pasar una oportunidad para hablarnos de Dios”.

Respecto de los acusadores, Fernández fue breve y duro: “Las razones por las cuales los acusadores que me ha tocado conocer (James Hamilton, Fernando Battle, Andrés Murillo, P. Hans Kast, P. Andrés Ferrada) se alejaron de la parroquia fue por problemas familiares, resentimientos, deseos de venganza, búsqueda de dignidades eclesiásticas, etc.” (Ver carta de Miguel Fernández).

Las cartas de los otros 16 sacerdotes seguían estos mismos principios, y si bien puede creerse que no vieron ni supieron de abusos -en el entendido de que Karadima liberaba sus instintos sólo con los más cercanos-, las cartas son claramente falsas al describir a un Karadima que defendía la libertad de pensamiento y las opciones individuales; falsas al describir una personalidad llana, luminosa y alegre. Los sacerdotes y laicos que lo tuvieron de confesor y director espiritual sabían que eso no era así, pues él controlaba cada detalle de la vida de sus formados y decidía qué podían hacer y qué no, incluso en el Seminario. En estas cartas hablaron de un sacerdote que nunca existió, un Karadima que era obra de una estrategia legal para salvar al otro Karadima: el real, al que todos temían.

LA DEFENSA DE KOLJATIC

Una vez emparejada la cancha del juicio eclesiástico a través de testimonios favorables, la defensa pudo plantear con mayor fuerza la idea de que los denunciantes mentían. Y pudo ofrecer razones de por qué estaban esgrimiendo sus acusaciones.

La mayoría de los sacerdotes que defendieron a Karadima se inclinó por acusar a Hamilton, Cruz, Murillo y Batlle de haber quedado resentidos porque Karadima les impidió ser sacerdotes.

Para muchos laicos puede resultar poco creíble que alguien se puede exponer públicamente como víctima de abusos sexuales para vengarse de no haber podido ser cura. Pero en el mundo creado por Karadima una idea así es perfectamente lógica. Ser sacerdote era lo máximo que le podía pasar a un joven pues mostraba que Dios lo había elegido. Un hombre casado era una persona de segundo nivel, que debía conformarse con una mujer por carecer de vocación. Por supuesto, Karadima era el único que podía ver la vocación y eso le daba un enorme poder sobre los jóvenes que por algún motivo de historia personal necesitaban sentirse especiales.

En sus cartas, los obispos Tomislav Koljatic y Horacio Valenzuela aventuraron otra explicación que esperaban hiciera mucho sentido en la cúpula vaticana: la acusación contra Karadima era parte de un complot destinado a desacreditar a la Iglesia en temas morales. Esa fue la línea argumental que utilizó el actual obispo de Linares Tomislav Kojatic en una extensa carta dirigida al sacerdote Luis Ladaría, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que habló de la “violenta persecución de la que era objeto Karadima”.

Sostuvo Koljatic: “En Chile vivimos con mucha fuerza ‘los Cristianos para el Socialismo’ en la década del ‘60 y luego la Teología de la Liberación en las décadas del ‘70 al ‘90. Muchos clérigos connotados eran partícipes de estas ideas y contrarios al Magisterio del Papa. Es una triste verdad que nos duele pero real. Por ello, la persona y la predicación del P. Karadima han sido desde siempre fustigados y rechazados por algunos eclesiásticos y laicos. Su testimonio de fidelidad a la Iglesia y al Papa ha sido para él motivo de persecuciones, críticas y ataques”.

Para el obispo Koljatic la fidelidad de Karadima “al Santo Padre y  al Concilio, al Rosario y a la celebración de la Eucaristía”, desató en la izquierda “una violenta persecución no sólo al Padre sino que a la Iglesia chilena. Basta ver las miles de páginas publicadas en los diarios, los minutos en los noticieros y las horas en las radios (…) En los medios no se ha respetado nunca  la presunción de inocencia (…) Tristemente en estas acusaciones han convergido enemigos declarados de la Iglesia (Masones y liberales) y más de algún eclesiástico que no comparte la línea del Padre Karadima”.

Koljatic advierte que la victima final del ataque no es solo Karadima: “Se ha buscado dañar la imagen pública de la Iglesia, preparando las leyes de aborto y de matrimonio homosexual, de manera de quitarle autoridad moral para hablar al país”. (Ver carta de Tomislav Koljatic)

La misma línea explotó el obispo Horacio Valenzuela afirmado que la prensa chilena está dominada ideológicamente por la izquierda:

No sería completa esta nota si omitiera lo que, a mi parecer, ha podido contribuir durante años a que en ciertos ambientes ideológicos, tanto en el mundo eclesial como en el civil, la persona del Padre Karadima no goce de ninguna o muy poca  estima. Son grupos en Chile muy poderosos, que dominan magistralmente la opinión pública, ligados a la izquierda política o a la masonería, que manejan gran parte de la prensa y han penetrado de modo significativo, entre otros, el Poder Judicial. Para ellos, el ataque a la persona y a la obra del Padre Fernando Karadima ha sido una oportunidad excepcional para desacreditar a la Iglesia y quitarle toda autoridad en materias de moral que han estado con fuerza en la discusión pública de nuestra patria”.

Esa campaña mediática -sostuvo el obispo de Talca- habría amedrentado a sacerdotes ligados a Karadima para declarar en su contra: “Hoy resulta evidente que, la parte acusadora en lo civil logró, a través de una presión mediática inédita y usada maliciosamente, instalar un clima de pánico ante la posibilidad de ser acusado de obstrucción a la justicia o complicidad. Si me permite, tengo la impresión de que, con  la amenaza y el miedo se logró gatillar una suerte de estampida que ha causado mucho daño, muchas reacciones irracionales y desmedidas. La necesaria actitud de conversión, colaboración y transparencia que nos ha pedido el Santo Padre, se ha confundido gravemente con acciones inconcebibles, como el hecho de que un sacerdote acuse a otro en materias no constitutivas de delito ni falta ante la justicia civil y sean publicadas ampliamente en la prensa sin posibilidad alguna de desmentir”. (Ver carta de Horacio Valenzuela)

Koljatic, Valenzuela y el obispo castrense Juan Barros -también salido de la cantera de Karadima- no sólo enviaron cartas al Vaticano sino que viajaron a Roma para alegar en los pasillos a favor de la inocencia de su mentor. Fue inútil. Los tiempos habían cambiado y el gran apoyo con que contaba el grupo de Karadima en el Vaticano, Ángelo Sodano (secretario de Estado del Vaticano 1991-2006), ya no tenía el mismo poder e influencia que ostentó por casi dos décadas.

Sodano asumió el segundo cargo de importancia en el Vaticano con el Papa Juan Pablo II inmediatamente después de abandonar la Nunciatura en Chile, en 1988. En sus diez años de misión en Chile, trabó amistad con Karadima y era un asiduo a la Parroquia El Bosque, al punto que uno de sus recintos más privados fue bautizado como “la Sala del Nuncio”. Sodano debió abandonar la secretaría de Estado del Vaticano en 2006 por decisión del Papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger), y ha sido señalado como uno de los principales responsables de encubrimiento en el propio Vaticano de los mayores escándalos de pederastia cometidos por sacerdotes, en especial la complicidad y apoyó con que contó Marcial Maciel, fundador de Los Legionarios de Cristo.

En 2010, Ángelo Sodano sólo seguía siendo el decano del Colegio Cardenalicio. Un título que ya no le permitía declarar inocente a ningún sacerdote abusador. Así, pese a las cartas, las alabanzas y los viajes, en enero de 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe condenó a Karadima, acogiendo plenamente lo planteado por el promotor de justicia Fermín Donoso.

El fallo Vaticano sostuvo: “No se puede olvidar que a favor de la inocencia del Rev. Karadima se manifestaron muchas personas, entre ellos obispos, sacerdotes y fieles laicos, sobre la base del hecho de no haber visto nunca nada de indecente en el comportamiento del imputado, manifestando también cierta perplejidad sobre los motivos últimos de los denunciantes. (…) La defensa, sin embargo, no logra disminuir la credibilidad y veracidad de las acusaciones”.

 

El Banco Mundial no participará en la evaluación del Censo 2012

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El Banco Mundial no participará en la evaluación del Censo 2012, pese al anuncio de que una comisión llegaría este lunes a asesorar al gobierno antes de tomar la decisión de repetir el proceso el 2015, tal como lo recomendó una comisión de expertos la semana pasada. Pese a que el propio gobierno encargó dicho informe, el ministro de Economía, Félix de Vicente, dijo que se requería una segunda opinión y que para ello había contactado al Banco Mundial y a la agencia europea Eurostat.

“Definitivamente no estaremos involucrados”, dijo a CIPER Sandra Arzubiaga, quien desde Lima es la encargada de comunicaciones del Banco Mundial para los cinco países de la región andina. “Sabemos del interés del gobierno y lo que vamos a hacer es dar algunas recomendaciones sobre posibles expertos internacionales que pueden ver el tema del censo”, agregó.

El anuncio contradice lo señalado el miércoles por el ministro de Economía, cuando anunció la llegada de los profesionales del organismo internacional. “Viene una misión del Banco Mundial que llega el próximo lunes, y en conjunto con ellos evaluaremos la opción de darle valor al censo realizado y a estos 15.700.000 chilenos censados”, sostuvo entonces el ministro.

Según afirmó Arzubiaga –confirmando lo señalado a CIPER por otros dos funcionarios del Banco Mundial– la misión que llega el lunes está programada hace bastante tiempo y es parte de la visita anual que hace el organismo y que se encarga de hacer una revisión general de temas relativos a Chile, principalmente su evolución económica y financiera.

Este viernes 16 de agosto El Mercurio publicó los nombres de los dos integrantes de la misión –Carlos Silva-Jáuregui y Rong Qian–, quienes efectivamente vendrán al país y posiblemente escucharán la preocupación del gobierno chileno por el censo, pero en ningún caso realizarán una asesoría en la materia.

PREOCUPACIÓN PRESIDENCIAL

La semana pasada, la comisión de expertos entregó un crítico informe que ahondaba en los graves problemas del censo que reveló CIPER en abril. Pese a que el informe había sido encargado por el propio director del INE, Juan Eduardo Coeymans, el gobierno no se esperaba una recomendación tan radical como la realización de un nuevo censo y antes de tomar una decisión anunció que consultaría al Banco Mundial y Eurostat.

Al día siguiente, el jueves 8 de agosto, sorpresivamente el Presidente Sebastián Piñera pidió perdón a la ciudadanía por los errores cometidos en el Censo 2012, un acto inédito en su administración. Ese mismo día, Piñera recibió a la comisión de expertos de la encuesta CASEN, de la que es parte el economista Osvaldo Larrañaga, quien también participó en la evaluación del censo. Aunque el tema del encuentro era la CASEN, Piñera dedicó un tiempo considerable a consultar a Larrañaga los detalles técnicos del informe del censo, dando cuenta de que lo había leído y conocía en detalle el problema.

Ante la negativa del Banco Mundial de asesorar al gobierno, se dilata aún más la solución a un problema que tiene consecuencias importantes para la toma de decisiones gubernamentales. De acuerdo a la comisión de expertos, la información del Censo 2012 no debe ser usada para la elaboración de políticas públicas, por lo que sólo se contaría con proyecciones hechas con los datos del Censo 2002.

Los militares y la élite, la alianza que ganó la guerra en Guatemala

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Hasta hace poco, esta alianza era un recuerdo nublado porque durante 30 años, entre 1983 y 2013, la élite y Ríos Montt se distanciaron. Por diferencias que empezaron con el aumento de impuestos durante el gobierno de facto y por el apoyo empresarial al sucesor de Ríos Montt; que siguieron con la prohibición constitucional cuando Ríos Montt intentó volver a ser candidato a la presidencia, y que reventaron en 2003 cuando Ríos Montt y su partido Frente Repuplicano Guatemalteco (FRG) le arrebataron a la élite el control del Estado, en el Congreso, en el Ejecutivo y en la Corte de Constitucionalidad. Fue tal la animadversión, que el 24 de julio de 2003 grupos de choque del FRG estuvieron a punto de allanar el edificio de oficinas de la familia Gutiérrez-Bosch y la colonia emblemática de la aristocracia en la zona 14, La Cañada.

El 19 de mayo de 2013, el Cacif en pleno se opuso a la sentencia de genocidio, que sería anulada por la CC un día después.

Una década más tarde, cuando el 19 de marzo de 2013 se inició el juicio por genocidio contra Ríos Montt y Mauricio Rodríguez Sánchez, la élite parecía no darle demasiada importancia. Los riosmonttistas y los hijos de militares pedían con insistencia el apoyo del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif). El 4 de abril, Alfred Kaltschmitt, empresario influyente durante el gobierno en 1982-1983, escribía en una columna en Prensa Libre: “Lo dejaron solo. ¿Dónde está la Patrulla Aérea Civil, que llevó a cabo miles de horas de vuelo en misiones cívico-militares en las regiones de conflicto? Callados están los agroindustriales que celebraron con tanta fanfarria el final de una larga noche bélica y el inicio de una era de paz ganada a pulso contra el terrorismo subversivo”. Más tarde, Zury Ríos, la hábil política e hija de Ríos Montt, consiguió lo que una década antes era imposible: una audiencia con el sector privado para azuzarlos e inquietarlos con que después de a su padre, la Fiscalía y las organizaciones de víctimas los enjuiciarían a ellos y demandarían una reforma agraria. El Cacif recibió, a mediados de abril, a Zury Ríos y a otros hijos de militares, según un empresario que participó de las reuniones y pidió no ser nombrado para este reportaje.

La élite, no obstante, terminó de convencerse cuando se lo advirtieron los suyos. Empresarios que veían en el juicio un parteaguas en la historia del país, pues representaba un caso en el que el sector privado estaba excluido de las decisiones. A politólogos asesores del Cacif, que hicieron dos análisis durante el juicio alertándolos de que si condenaban a Ríos Montt, las investigaciones seguirían la cadena de mando y podría enjuiciarse al Consejo de Estado de 1982 y 1983, del que eran parte seis grandes empresarios. Y leyeron a los 12 intelectuales y políticos de la élite, que publicaron un comunicado el 16 de abril, alertando sobre cómo una sentencia por genocidio sería el acabose para el Estado, para la paz política y para el prestigio de Guatemala. Entre los 12 estaban dos exvicepresidentes, seis exministros, dos exsecretarios, dos exguerrilleros y un diputado cercanos a los dos expresidentes de la élite en el actual período democrático: Álvaro Arzú (1996-2000) y Óscar Berger (2004-2008). Una de las signatarias del comunicado fue Raquel Zelaya, secretaria ejecutiva de la Asociación para la Investigación y Estudios Sociales (Asíes), ex ministra de Finanzas y signataria de los Acuerdos de Paz; Zelaya también fue una de las integrantes del Consejo de Estado de 1982-1983 y se le preguntó si eso tuvo que ver con su firma en el comunicado. “Para nada, tengo la más firme convicción personal al respecto, lo cual no significa que niegue los hechos, ni evidentes delitos de lesa humanidad que se cometieron, pero que no llegaron al tema” de genocidio, fue su respuesta.

Los análisis de los politólogos del Cacif se dividieron en dos documentos: “El primero, en marzo, fue que en Guatemala no hubo genocidio porque no está clara la voluntad expresa de destruir a un grupo étnico. Se cometieron actos constitutivos del delito de genocidio, pero no sucedió el elemento de la voluntad de destruir a un grupo. El segundo análisis, en la primera semana de mayo, incluyó todos los fallos del proceso legal por parte del tribunal”, explica Philip Chicola, uno de los analistas del Cacif.

¿Y también que se pudiera juzgar después a empresarios cercanos al gobierno de Ríos Montt? ―se le preguntó a Chicola.

―Se comparó con otros países con sentencias por genocidio. En Alemania o Ruanda se utilizó la acusación de genocidio contra personas que facilitaron, promovieron o fueron testigos de actos de genocidio. Se hizo un análisis de la cadena de mando, y si se llegaba al Presidente (Ríos Montt), el Consejo de Estado también podría haber sido enjuiciado. En el Consejo participaban líderes académicos, sociales y empresariales. En el caso de Argentina se demandó de manera civil a proveedores del ejército argentino. En Guatemala, cualquiera que hubiera tenido cualquier colaboración con el ejército podría haber sido susceptible de demandas civiles.

Cuatro factores. Primero, las advertencias de Zury Ríos y otros hijos de militares, como Ricardo Méndez-Ruiz, –según el empresario que participó en las reuniones entre ellos y miembros del Cacif–; segundo, las intuiciones de algunos empresarios; tercero, los análisis políticos; y cuarto, el comunicado de los intelectuales, dieron pie al boicot que lograría que la Corte de Constitucionalidad anulara la sentencia condenatoria el 20 de mayo.

Un boicot, decidido tras la sentencia del 10 de mayo, que no fue respaldado por toda la élite empresarial, según un empresario joven que participó de las deliberaciones. El 10 de mayo, cuando el Tribunal de Alto Riesgo, conformado por Yasmín Barrios, Pablo Xitumul y Patricia Bustamante, dictó la sentencia de 80 años de prisión contra Ríos Montt por los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad, algunos empresarios moderados, más jóvenes, intentaron hacer que se respetara el fallo para evitar quedar como retrógrados ante la opinión internacional. Pero al final pesó más el apoyo de los agremiados de las Cámara del Agro, de la Industria y de Comercio. Un boicot, según este empresario, que utilizó la estrategia de “populismo de derechas, del miedo, para movilizar no sólo a los agremiados, sino a toda la derecha”. Lograron unir de una manera sin precedentes en las últimas tres décadas a empresarios, militares, la academia de derechas, el Gobierno y los medios tradicionales, con la simpatía de la clase media urbana.

Las cuatro patas de la alianza en medio de una gran incertidumbre

En 1982 Guatemala era parecida y distinta a la Guatemala de 2013. Parecida en cuanto a la desigualdad, con aun más pobreza; y distinta en cuanto a los escasísimos espacios democráticos de aquella época. Cuatro guerrillas de izquierdas contaban con la simpatía de decenas de miles de guatemaltecos y de buena parte de la opinión pública estadounidense y europea, y estaban a las puertas de la Ciudad de Guatemala para intentar el asalto final del Estado. Estaban entusiasmadas por la victoria sandinista en Nicaragua en 1979 y el avance del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) salvadoreño. El ejército y Guatemala estaban aislados desde 1978 debido a las violaciones a los derechos humanos que la contrainsurgencia cometía contra civiles desarmados.

El general retirado, José Efraín Ríos Montt, durante el juicio por genocidio en su contra.

En 1982, la estrategia contrainsurgente que había empezado en 1978 todavía no había llegado a su plenitud. Tras cuatro años de desgaste del gobierno de Romeo Lucas García y un nuevo fraude electoral que no fue avalado por un sector del ejército ni por la élite empresarial, el 23 de marzo un grupo de oficiales jóvenes dio un golpe de Estado y llamó a Ríos Montt para que asumiera como jefe de Estado. Ríos Montt era un personaje que en 1974 había sido el candidato del Frente Nacional de Oposición, con el socialdemócrata Alberto Fuentes Mohr como compañero de fórmula. Ese 1974 le arrebataron el triunfo en otro fraude militar, aceptó un puesto diplomático en España y a su regreso en 1978 se convirtió en pastor neopentecostal de la iglesia El Verbo.

En 1982, tras 72 horas de incertidumbre para la élite “porque los capitanes rompieron con la jerarquía de la única institución que podía defendernos”, según un líder empresarial de entonces, empezó un nuevo capítulo de la añeja alianza entre militares y empresarios.

En esta alianza, si bien estuvo dotada de un elemento institucional y un consenso a nivel de clase, tuvo una participación personal en diferentes grados: La integraron desde demócratas cristianos que conformaron la parte desarrollista de la contrainsurgencia con puestos técnicos en el Estado, pasando por cabildeadores en Washington para romper el aislamiento al Estado y para sus exportaciones, empresarios y civiles que dieron apoyo político al formar parte del Gobierno, hasta quienes dieron contribuciones especiales o se enrolaron en la Reserva de la Fuerza Aérea y participaron en operaciones militares con sus propias avionetas.

Primera pata: Gabinete militar, evangélico y empresarial

En su primera semana en el poder, Ríos Montt envió emisarios a tocar la puerta del Cacif para pedir apoyo político. Y lo logró. Un tercio de su gabinete fue constituido por empresarios. Julio Matheu Duchez dejó la presidencia de la Cámara de Comercio y la vicepresidencia de la petrolera Basic Resources, hoy Perenco, para ser ministro de Economía; Otto Martínez Recinos, la Cámara del Agro para ser ministro de Agricultura; y Adolfo Castañeda Felice, presidente del Colegio de Médicos y hermano del líder empresarial agrícola Rodolfo Castañeda, asumió como ministro de Salud.

No fueron los únicos. El sector empresarial designó en el Consejo de Estado a otros seis empresarios de la élite. La Cámara de Industria nombró a Ramiro Castillo Love, de la Cervecería Centroamericana y a Víctor David Benchoam Perera, del Banco Industrial; la Cámara de Comercio nombró a Juan Carlos Simmons, exdirectivo de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), exgerente de Fabrigas y militante del Movimiento de Liberación Nacional (MLN, de extrema derecha); y a Roberto Carroll Ríos Sharp, cónsul honorario de Irlanda; y la Asociación de Bancos, a Julio Vielman Pineda, representante de los bancos ante el Banco de Guatemala en varias ocasiones, y a Rafael Viejo Rodríguez, uno de los principales azucareros, según informes de El Observador. El Consejo de Estado era un ente corporativista, que asesoraba y legitimaba al gobierno en sus decisiones. Uno de sus productos estelares fue la ley que después crearía el Tribunal Supremo Electoral y la de Comisiones de Postulación, para elegir magistrados y fiscal general.

Harris Whitbeck fue testigo de Ríos Montt en el juicio por genocidio.

“Ríos Montt vino a pedir la mejor gente que pudiera garantizar la inversión nacional, pues nadie estaba invirtiendo”, recuerda en una entrevista para este reportaje Marco García Noriega, presidente del Cacif en siete ocasiones, ahora presidente de la Asociación de Azucareros (Asazgua) y del Banco Reformador. En 1982 era uno de los líderes jóvenes del sector privado.

Los empresarios compartían influencia en el Gobierno con los dos grupos más cercanos a Ríos Montt: Los militares jóvenes golpistas y los evangélicos de la iglesia El Verbo. Entre los militares destacaban el capitán Rodolfo Muñoz Piloña, hoy directivo de la gremial de empresas de seguridad privada, y el subteniente Mauricio López Bonilla, hoy ministro de Gobernación. Ambos formaron parte de los ocho integrantes de la “Junta Asesora del Jefe de Estado”, recuerda Muñoz Piloña. Entre el círculo de influencia de los evangélicos estaban Jorge Serrano Elías, presidente del Consejo de Estado y luego Presidente de Guatemala, en 1992; Francisco Bianchi, secretario personal presidencial ―y suegro de Serrano-; Álvaro Contreras Valladares, hijo del fundador de Prensa Libre, Álvaro Contreras Vélez, y secretario de asuntos privados del jefe de Estado.

En el gabinete de facto había otras figuras públicas de la actualidad, como el arqueólogo Federico Fahsen en el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), el economista Miguel von Hoegen en la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) y el periodista Gonzalo Asturias Montenegro, quien pasó de la presidencia de la Asociación Guatemalteca de Periodistas a ser el vocero presidencial. Quienes completaban el círculo de influencia de Ríos Montt eran el periodista Alfred Kaltschmitt, que dirigía una de las fundaciones que buscaban desarrollar, en la visión contrainsurgente, el área ixil: la Fundación de Ayuda al Pueblo Indígena (Fundapi), relacionada con la Iglesia El Verbo. Y el empresario y político Harris Whitbeck Piñol, encargado de la relación con el cuerpo diplomático y la coordinación de la ayuda humanitaria. Kaltschmitt y Whitbeck fueron testigos de la defensa de Ríos Montt en el juicio.

Sobre el Consejo de Estado, Raquel Zelaya argumenta que “por la legislación que se derivó de ese Consejo de Estado, se puede juzgar su aporte a la democratización del país. La estabilidad que el TSE (Tribunal Supremo Electoral) ha dado a los resultados electorales y una de las mejores leyes de partidos, que luego ellos mismos modificaron velozmente. Por primera vez que se incorporó representación de la mujer y de los pueblos indígenas. Participé en la Comisión Económica y en la de Asuntos  Políticos. Coincidí allí con Óscar Clemente Marroquín, Amílcar Burgos, el doctor Soto, entre otros”.

Alfred Kaltschmitt brinda su declaración ante el tribunal.

Óscar Clemente Marroquín, actual director de La Hora, aporta otros matices al ser cuestionado sobre su participación en el Consejo. “El gobierno quiso utilizar al Consejo de Estado para legitimarse, sobre todo dando participación a los “grupos étnicos”. Mi papel fue promover la reforma política, dentro de la Comisión Política y junto Amílcar Burgos planteamos el diseño de autoridades propuestas por una Comisión de Postulación para arrebatar al sector político tradicional el control del propuesto Tribunal Supremo Electoral. Tuve algunos enfrentamientos con Jorge Serrano, presidente del Consejo, porque siempre fui crítico. No me he arrepentido nunca de haber participado. A lo mejor con información más completa de lo que ocurría, hubiera actuado de otra manera, pero de acuerdo a las circunstancias, creo que hice lo que tenía que hacer”.

La publicación de los 60 integrantes del Consejo está en las imágenes de este reportaje.

¿Una dictadura militar-empresarial?

El poder empresarial sobre los militares –como sucedió con prácticamente todos los gobiernos entre 1954 y 1985– era significativo. Tanto que tenían, incluso en los peores tiempos de la represión, derecho a la libre expresión, a no tener que hacer servicio militar, a poder tener grupos armados para defenderse de las guerrillas y a oponerse públicamente a las decisiones gubernamentales. Un ejemplo fue el 18 de noviembre de 1982, cuando, en un campo pagado en Prensa Libre, la Cámara de Industria le reclama al Gobierno por decisiones “inconsultas”, “incongruentes” y “preocupantes” para la economía nacional. Las críticas publicadas en los medios de la época, por cierto, nunca se refieren a la contrainsurgencia ni a la violencia contra civiles sino se centran en el estilo de gobernar de Ríos Montt, que se reflejaba en sus discursos sobre moral contra la explotación laboral o sus desplantes al papa Juan Pablo II.

El comunicado de los 12, el 16 de abril de 2013.

“Tenemos que recordar que el sector privado sufría ataques directos de la guerrilla. Desde que nos quemaban cosechas, secuestraban y asesinaban, como los casos de Luis Canella o Alberto Habbie. Algunos podrían considerar que teníamos libertades de participar o no participar (en el servicio militar), pero por otro lado estábamos metidos en el conflicto y teníamos que estarnos defendiendo de los ataques de la guerrilla. En una situación como esa no se podía tener todo”, contextualiza el empresario Marco García Noriega, quien desde hace 33 años empezó a formarse en el liderazgo del Cacif. El caso del industrial Canella aparece en el párrafo 3785 de la Comisión de Esclarecimiento Histórico.

De hecho, la primera operación militar del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en Quiché fue el asesinato del finquero José Luis Arenas, conocido como El Tigre del Ixcán, líder del Partido de Unificación Anticomunista (PUA) y dueño de más de 50 caballerías en el área ixil. Para el exguerillero César Montes, uno de los fundadores del EGP, se trató de “justicia popular contra un terrateniente feudal. Las guerrillas no atacaron a los empresarios primero, sino que los empresarios, desde los sesenta y setenta, financiaban escuadrones de la muerte contra sindicalistas, intelectuales, periodistas y revolucionarios. Empezaron los secuestros económicos (de empresarios) con (Leonel) Samayoa Brama, entregado a tiempo y con buen trato; y los finqueros cerraron filas contra las guerrillas”. García Noriega refuta el argumento: “Cuando usted se sienta una mesa de empresarios en la que el 80 por ciento tuvo familiares secuestrados o asesinados por parte de la guerrilla, es un tema muy sensible. Lo que no puede decirse es que cuando se mataba a un guerrillero era asesinato y cuando se mataba a un empresario era justicia social”.

Sobre la alianza militar, dos empresarios califican la alianza militar-empresarial como una asociación casi coyuntural. A decir de García Noriega “era una alianza de conveniencia para poder sacar el país adelante, con muchas divergencias también”. Según un empresario que era líder en los ochenta, que pidió no ser identificado, “los empresarios y los militares siempre han desconfiado uno del otro, pero se necesitaban. En un período en el que no había legitimidad de elecciones, (los militares) tenían que buscar a alguien coherente, con estructura, que generaba empleo, que tenía poder por lo que generaba. Y nosotros (los empresarios) porque los militares daban estabilidad, coherencia; con su estructura generaban tranquilidad, orden, paz, condiciones y certeza para trabajar”.

Desde el lado gubernamental, la relación se percibía de una manera distinta. Para el capitán Muñoz Piloña, “la relación era muy cordial porque los empresarios vieron que no nos estábamos corrompiendo”. Para Harris Whitbeck “la relación era buena porque los empresarios estaban agradecidos porque comprendieron que Efraín (Ríos Montt) estaba tratando de pacificar el país. En el Consejo de Estado, en el que había 30 titulares y 30 suplentes, había empresarios como Ricardo Asturias, Ernesto Viteri, Ramiro Castillo Love o Julio Vielman Pineda. También había 20 indígenas y hasta un comandante guerrillero de Todos Santos que se había colado, porque eran liderazgos escogidos por las comunidades. Mire, si Efraín (Ríos Montt) hubiera querido matar a todos, no los hubiera convocado al Consejo de Estado”.

El economista Miguel von Hoegen, quien fue secretario de Planificación (Segeplan), va un paso más allá al analizar la relación militar-empresarial: “Primero me gustaría decir que es un hecho que me molesta pero tengo que aceptar que me metí a la contrainsurgencia; a mí me interesaba aportar en la participación ciudadana y empecé en Segeplan desde 1973. Segundo, sobre la relación entre militares y empresarios, era muy amistosa y le puedo decir que toda la orientación de la política pública era para beneficiar al sector privado. Recordemos que era el período del enamoramiento de los gobiernos con el neoliberalismo por influencia de Ronald Reagan y Margaret Thatcher”.

Los acuerdos gubernativos que otorgan un reconocimiento militar a los empresarios que participaron de la Fuerza Aérea de Reserva.

“Era una alianza. Sabían que sólo juntos podían sacar adelante al país y ganar la guerra a la insurgencia. Tanto el sector empresarial como el militar querían aplastar a la insurgencia. Así como los esposos buscan la unidad para sacar adelante a la familia, esta alianza era para sacar adelante al país. Y ambos tenían fuerza: No es que el sector privado tuviera de títeres a los militares, ni viceversa”, continúa Von Hoegen. Cuando había puntos en los que divergían, como el tema de impuestos, ahí sí se impusieron los empresarios. “Bueno, tengo que conceder que esa batalla, la ganaron”, completa Von Hoegen, director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Rafael Landívar.

Desde otra esquina de la contrainsurgencia, otros testimonios que confirman la visión de Von Hoegen son las de expatrulleros civiles, que cobraron alrededor de Q3,400 entre 2003 y 2007 en resarcimiento por los servicios prestados desde 1981. En un reportaje de Plaza Pública, varios expatrulleros que vivían en áreas cercanas a la Ciudad de Guatemala cuentan que su labor durante la guerra era la de cuidar “a gente de pisto”. O más precisamente, presentan dos casos de vigilancia de fincas en Villa Canales para que los guerrilleros no quemaran cosechas ni atacaran a sus propietarios.

Enrique Godoy García-Granados, exvicealcalde de Ciudad de Guatemala entre 2000 y 2008, periodista de radio y televisión, y proveniente de una familia patricia, recuerda que el poder en Guatemala descansó en tres pilares durante el siglo pasado (1871-1996): los militares, los empresarios y la Iglesia católica. Una alianza que tuvo sus vaivenes con la Reforma Liberal y la Revolución y que se consolidó con la Liberación en 1954, con la alianza tradicional militares-empresarios-iglesia. Pero que con el auge de la Teología de la Liberación y las iglesias evangélicas en los setentas, regresa a la versión reducida del pacto, entre militares y empresarios, entre 1974 y 1992.

Esta alianza militar-empresarial resultó en una de las dictaduras más conservadores de América Latina, que llegaron a criminalizar cualquier atisbo de protesta por injusticias o de simpatías con cambios sociales. Esta contrainsurgencia, responsable de la mayoría de los 200 mil muertos, 50 mil desaparecidos y un millón de refugiados en un país, entonces, de siete millones de personas, ratificada como genocida por la Comisión de Esclarecimiento Histórico de la ONU en 1999 y la sentencia de un tribunal guatemalteco. Sentencia que fue anulada el 20 de mayo por la Corte de Constitucionalidad.

Segunda pata: el financiamiento adicional a la contrainsurgencia

La alianza tuvo un componente financiero, aunque no como la dirigencia del Estado hubiera querido. Según el Ministerio de Finanzas, el presupuesto nacional nunca superó el 7% del tamaño de la economía durante los años setenta y ochenta, y rompieron récord en 1984, cuando bajaron a un 5% del Producto Interno Bruto (PIB), de los más bajos del planeta. Estos ingresos reducidos y el aislamiento internacional colocaron en algún momento al gobierno de Ríos Montt contra las cuerdas.

Los delegados del sector privado ante el Consejo de Estado.

Para tener una idea de la asfixia en cooperación militar en la que se encontraba el ejército, es útil la comparación que hace Rachel McLeary en su libro Imponiendo la democracia. El Salvador llegó a recibir hasta US$196.6 millones en 1984 por parte de Estados Unidos, Guatemala sufrió un embargo militar desde 1980.

Por eso, el 11 de octubre de 1982, el Ministerio de Finanzas publicó un comunicado en el que se comprometía con el sector privado a no llevar a cabo una reforma agraria ni a estatizar la banca, y acordaba junto a “14 empresarios honorables” que todo el sector privado cumpliría con el pago de impuestos, con el retorno de capitales al país y con un “apoyo financiero específico para la erradicación de la subversión, por Q60 millones”, que eran entonces US$60 millones y que representaba el 70 por ciento del presupuesto militar aprobado para 1982. Q60 millones de 1982, equivaldrían en junio de 2013 a Q1.3 mil millones. El memorando tenía el cálculo de lo que debía pagar cada cámara: Q24 millones la Cámara de Comercio, Q15 millones la Cámara de Industria, Q9 millones la Cámara del Agro, y Q12 millones la Asociación de Bancos, lo que sumaba los Q60 millones, según la publicación de la revista Inforpress del 9 de diciembre de 1982. El comunicado fue transcrito por Fernando Valdez y Mayra Palencia en la página 56 del libro Los dominios del poder: la encrucijada tributaria, de 1998.

Entre estos 14 empresarios honorables se encontraban: Juan Francisco Reyes López, expresidente del Cacif y exvicepresidente durante el gobierno del FRG (2000-2004); Juan Miguel Torrebiarte, del Banco Industrial; Juan Maegli, de Cementos Progreso; Mario Granai, del Banco G&T Continental; Ernesto Rodríguez Briones, del Banco Industrial; José Toledo, del Ingenio Magdalena; y Carlos Springmühl, del Banco Industrial y presidente de la Cámara de Industria. Rodríguez fue fundador de Distelsa y del Centro de Estudios Económicos Sociales, en 1958 –del que luego surgiría la Universidad Francisco Marroquín-, y Springmühl fue uno de los fundadores de la Universidad Francisco Marroquín, en 1971.

Estos siete nombres aparecen en la página 159 del tomo III del proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi) de la Iglesia católica, publicado en 1998. La fuente que cita el Rehmi es el libro El recurso del miedo, de Carlos Figueroa Ibarra, publicado en Costa Rica en 1991. La revista Inforpress del 9 de diciembre también recuerda que grupo fue mencionado en un telenoticiero. No se encontró ninguna referencia escrita de los otros siete integrantes. El grupo de “los catorce” también se menciona en el libro de Valdez y Palencia, publicado en 1998. Se intentó conversar con los siete. Rodríguez ya falleció; Maegli y Springmühl no aceptaron por problemas de salud; y no se recibieron respuestas por parte de Torrebiarte, Granai y Toledo. Reyes López fue el único que respondió: “Yo me recuerdo que el general Ríos me pidió que hiciera una reunión con dirigentes empresariales en la Casa Presidencial y derivado de eso puede haberse suscrito ese memorando (de 1982), pero no me recuerdo más. En Casa Presidencial hablamos de que había que aumentar la carga tributaria para poder crear programas sociales que redujeran la pobreza y los problemas sociales. Me recuerdo que en la reunión hablaron Carlos Springmühl, Juan Maegli. Pero no me acuerdo si se dio toda la contribución, ni qué decía el documento que usted me menciona. Usted entenderá que con mis 75 años no me recuerdo de detalles”.

Consultado sobre los siete nombres, Enrique Godoy apunta el origen de este grupo de empresarios: “No era que vinieran por sectores, sino que eran empresarios caficultores, que su prosperidad vino originalmente del café y que luego migraron a la industria o a la banca. Y tenían sus fincas en las regiones en las que estaba la guerrilla con más fuerza: San Marcos, Huehuetenango, Quiché y Alta Verapaz. Ellos lograron convencer a los terratenientes de la Costa Sur de la amenaza guerrillera y de aportar a la contrainsurgencia. Este aporte extraordinario, por cierto, ha sido normal en toda América Latina. El último caso fue el de Colombia con Álvaro Uribe”.

Cuánto de los Q60 millones solicitados fueron entregados voluntariamente para la contrainsurgencia entre diciembre de 1982 y junio de 1983 es algo que no está claro.

En su libro Imponiendo la democracia: Las élites y el fin del conflicto armado, Rachel McLeary, afirma que el aporte ofrecido no se pagó. García Noriega respondió que no recuerda si hubo una contribución, pero considera que ésta no se dio porque la inversión de los empresarios se concentraba en la defensa de sus familias y sus propiedades. Dos líderes empresariales en 1982, consultados para este reportaje dijeron que recordaban que hubo un pago, pero que no sabía de cuánto. En cambio, según el Rehmi, los Q60 millones fueron entregados en su totalidad. El coronel Leonardo Figueroa Villate, ministro de Finanzas entre 1982 y 1983, respondió a Valdez y Palencia en 1998 que los empresarios sí habían contribuido, pero no especificó con cuánto: “Sí, siempre hay gente que quiere colaborar y otras que no, pero sí hubo en aquella época”. Von Hoegen, entonces en Segeplan, cree que sí se dio el aporte extraordinario: “Hay que recordar que en ese momento no se sabía que era la parte final de la guerra y se necesitaba dinero para financiar la guerra y obras para quitar las banderas de la guerrilla”.

El capitán Muñoz Piloña, probablemente el militar con más influencia en el gobierno de Ríos Montt y a cargo de la “supervisión” de los ministerios de Salud y Economía, resume la relación financiera con un ejemplo: “Cada vez que no había para pagar planilla de todo el Estado, el ministro de Finanzas llamaba al de Economía, el de Economía hacía un par de llamadas a sus amigos y de pronto, ya había dinero para pagar la planilla”. El ministro de Economía, Julio Matheu, expresidente de la Cámara de Comercio hasta antes del gobierno de Ríos Montt, era el delegado principal del Cacif en el Gabinete.

En los documentos oficiales del Ministerio de Finanzas, constan donaciones del sector privado al gobierno, entre 1982 y 1983, por únicamente Q10.6 millones (unos Q216 millones de junio de 2013). Se solicitó al Ministerio de Finanzas una copia del memorando citado por Valdez y Palencia, al que tuvieron acceso cuando hicieron el libro, pero del que no tienen una copia. Valdez no recuerda el nombre de los otros siete empresarios que firmaron el apoyo al comunicado.

De lo que sí hay constancia es de una diferencia millonaria para la época entre lo aprobado en el presupuesto y lo ejecutado por el Ministerio de la Defensa en 1982 y 1983. Para 1982 se habían aprobado Q86 millones y se gastaron Q164 millones; y en 1983 se aprobaron Q142 millones y se ejecutaron Q184 millones de entonces. Diferencias que suman Q100 millones y que pudieron provenir,principalmente, de transferencias desde otros ministerios o entes autónomos y,en menor medida, de donaciones de los pocos gobiernos amigos, como Israel o Taiwán; o, efectivamente, de aportes del sector privado.

Según los documentos de Finanzas, tanto las transferencias entre ministerios como las donaciones empresariales son recurrentes ―como las “regalías voluntarias” de las mineras que entran a las arcas del Estado como donación―. Aunque para fines contrainsurgentes sólo se han dado en 1982-83 y en 1954, según los testimonios empresariales.

Tercera pata: el cabildeo en Washington

En donde se puede probar que los empresarios pusieron fondos de sus bolsillos y buena parte de su capital político fue en los esfuerzos por acabar con el aislamiento internacional que lideró Estados Unidos durante el gobierno demócrata de Jimmy Carter. El embargo contra el ejército de Guatemala pronto se tradujo en un aislamiento comercial y político que empezaba a afectar al sector privado guatemalteco, que sufría trabas técnicas para dificultar el ingreso de los productos al mercado estadounidense e inversiones de empresarios de ese país en Guatemala.

Este trabajo fue canalizado por medio de la Asociación de Amigos del País, el equivalente político de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), fundada en 1984. Consistía básicamente en “romper el canal diplomático” entre la embajada de Estados Unidos en Guatemala y el Departamento de Estado por medio de cabildeos con tomadores de decisión en Washington: senadores, congresistas y la Casa Blanca. El empresario García Noriega, quien ha presidido en siete ocasiones el Cacif, lo explica:

¿Cómo fue el trabajo empresarial para romper el aislamiento?

–Fue empezar a tocar figuras claves rompiendo el esquema del Departamento de Estado, yendo a hablar directamente con los senadores, congresistas, gente influyente dentro de los partidos Republicano y Demócrata. Es decir, fue un esfuerzo bastante grande.

–Para tener una idea del tamaño, ¿qué números recuerda?

–Cuando a mí me tocó, íbamos a Washington y teníamos unas 25 reuniones en cuatro días. Senadores habían diez o quince (de 100 miembros del Senado). El Departamento de Estado nos recibía también. Había gente también del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca. También de la cámara de comercio americana-guatemalteca.

–¿Cómo un grupo de guatemaltecos logra que los reciba gente tan importante en Estados Unidos?

–Porque hay siempre conexiones. Alguien conoce a alguien. O son proveedores. O son empresas norteamericanas que son importantes donantes (en la política) en Estados Unidos y presentaban. O algunos que fueron compañeros de senadores cuando estudiaron en Estados Unidos. Y ese senador llevaba otros diez o doce de su grupo. Y luego fue más institucional el tema. Lo importante era romper los canales oficiales de que el embajador reportaba al Departamento de Estado. De esta manera, había una relación más fluida, las citas se hacían de otra manera. Y siempre hubo mucho interés, era increíble. (…) Una cosa puede ser la opinión de una embajada, pero no significa que sea la opinión oficial de un gobierno. Hay que distinguir. Cuando viene el Departamento de Estado o el presidente de Estados Unidos en Washington y dice algo, es una opinión oficial sobre Guatemala.

El campo pagado empresarial en noviembre de 1982 cuestionando al gobierno.

Muñoz Piloña recuerda uno de estos cabildeos: “Una vez en septiembre de 1982, Juan Maegli y los de la Asociación Amigos del País, que era algo como lo que ahora es Fundesa, me invitaron a ir con ellos a Miami a una reunión del Caricom (Comunidad de Estados del Caribe). Y el indito, yo, no sabía nada de esas cosas. Yo iba de patojo ignorante. Ahí pasaron dos cosas muy interesantes. Juan Maegli me presentó al Primer Ministro de Belice y estuve hablando con un senador demócrata que sólo había escuchado la visión de la guerrilla sobre el conflicto. Al senador le conté que eran inventos lo de las bayonetas de los fusiles galil o que la masacre de Dos Erres nunca existió, pues fueron a buscar las evidencias en ese momento alguien del gobierno y alguien de la embajada estadounidense y no encontraron nada, fue una masacre de escritorio. Y cambió su visión. (…) Mire, (los empresarios) me atendieron a cuerpo de rey. Yo no sabía de esos viajes, yo era un hombre de campo, de montaña, de trabajo, pero en esta oportunidad vimos que ellos realmente abren espacios a nivel internacional. Estaban bien coordinados, mis respetos”.

Whitbeck también recuerda este trabajo junto a la Asociación de Amigos del País, desde tiempos de Lucas. “No sé si ayudó (a romper el aislamiento), pero sí logramos que nos escucharan y que vinieran a ver la realidad de nuestro país”.

La estructura de cabildeo es algo que se mantiene hasta la actualidad y se activa con asuntos trascendentales por parte de diferentes sectores del empresariado. Van desde las negociaciones para aranceles al azúcar hasta descalificaciones al trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) con la contratación del exdiplomático Robert Gelbard. En los años ochenta, el cabildeo logró alivianar las trabas comerciales contra productos guatemaltecos y que se considerara al ejército como un interlocutor para el proceso de paz.

La última pata: avionetas y bombas para ganar la guerra

Pero el apoyo político en el gabinete y el Consejo de Estado, la contribución extraordinaria para la insurgencia, y el cabildeo internacional no fueron lo único que aseguró la victoria del ejército y de los empresarios sobre las guerrillas de izquierdas. Tres documentos: una recopilación de la historia moderna de la proempresarial Asociación de Amigos del País; un libro agotado de un militar retirado; y un documento secreto desclasificado, Órdenes Generales del Ejército, del National Security Archives, mencionan otro factor como determinante: la Fuerza Aérea de Reserva.

Antes de que nadie vaticinara que los procesos para llegar a un juicio por genocidio tendrían éxito, en 2008, el mayor de infantería Gustavo Díaz López escribió Guatemala en llamas, una visión político-militar del conflicto, un libro en el que se hace un balance sobre el conflicto armado. En la página 204, recuerda los factores que les hicieron ganar la guerra: “En este período (1982) se produjeron dos hechos muy importantes para inclinar el curso de la guerra a favor de las fuerzas gubernamentales. El primero consistió en la organización formal de la Reserva Aérea, constituida por pilotos civiles que aportaban su tiempo y sus aeronaves en apoyo de las operaciones militares. (…) El segundo fueron el retorno a filas de miles de reservistas”.

Díaz López es un representante institucional del ejército durante el último cuarto de siglo. Se graduó de la Escuela Politécnica en 1970, fue oficial en la dirección de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, director de la escuela de Inteligencia, jefe de la sección de Operaciones Psicológicas del Ejército, oficial del Estado Mayor de la Base Militar de Tropas Paracaidistas, cofundador de las Unidades de Asuntos Civiles del Ejército, miembro de la comisión redactora del capítulo sobre el ejército en la Constitución de 1984, delegado con rango de embajador ante la Asamblea General de la ONU en 1986 y representante militar ante el Grupo Contadora para la Paz en Centroamérica. También fue director general de Caminos y cuenta con varias condecoraciones militares. En 1989 fue uno de los militares que intentó derrocar a Vinicio Cerezo y en 1992 fue nombrado por Ramiro de León Carpio como gerente de Guatel. Tiene estudios de ciencias políticas en la UFM. En 2013, hizo una “consultoría militar” para la defensa sobre las “falaces acusaciones del MP en el juicio contra Ríos Montt y Rodríguez Sánchez”.

En 1996, la Asociación de Amigos del País, muy cercana a la élite empresarial, ya había afirmado en Historia General de Guatemala: “La Fuerza Aérea estaba prácticamente inutilizada por carecer de repuestos. Tal deficiencia se resolvió parcialmente con las reservas de la entidad civil del Aeroclub. En efecto, en 1983 operaban solamente seis helicópteros militares”, publicaron en la página 126 del tomo VI.

La misma Fuerza Aérea de Reserva que mencionaba Kaltschmitt en su columna de 2013. Kaltschmitt accedió a una entrevista por correo electrónico, pero no respondió a las preguntas.

En su libro, Díaz López se adentra en detalles de esta fuerza de aire de los empresarios. “Estos pilotos civiles ejecutaban misiones muy riesgosas transportando personal y abastecimientos, apoyando a la población civil en caso de desastres y participando también en peligrosas misiones de reconocimiento aéreo y en algunas de bombardeo y ataque de posiciones enemigas. Ante la carencia de material que sufría la Fuerza Aérea, los aviones de la Reserva Aérea eran acondicionados para el lanzamiento de improvisadas bombas consistentes en obsoletas minas alemanas antitanque, de la Segunda Guerra Mundial, a las que se les agregaba un mecanismo de detonación por tiempo, además desde la compuerta de lanzamiento se hacía fuego con armas automáticas. En 1982, la Reserva Aérea se concentró en la Base de Paracaidistas (en el Puerto de San José), aproximadamente treinta y cinco aviones de diferentes tamaños y capacidades, con los que transportó hacia la pista de aterrizaje de Nebaj, una unidad de fusileros paracaidistas con sus trenes de combate, para lanzar operaciones ofensivas contra el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en el Triángulo Ixil”.

La Comisión de Esclarecimiento Histórico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se refiere al lanzamiento de bombas en el área ixil. Puede diferenciarse entre las bombas de 500 libras, lanzadas desde aviones militares como los Pilatus, comprados a Suiza, y las bombas que podían ser lanzadas desde helicópteros.

Sin especificar de qué tipo de bombas se trataba, en su tercera conclusión, la CEH estableció que en el área ixil se bombardeó a la población que se desplazaba, huyendo de las masacres. Además, en el párrafo 3322, del capítulo 2, publicó que “la población perseguida era bombardeada durante el desplazamiento, como sucedió en Bicalamá, Sumal I, Xecotz, Tzalbal, Xexucap, y Acul, todas aldeas de Nebaj. De la misma manera en Chajul, durante 1982 y 1983 fueron bombardeadas las aldeas de Santa Rosa, Xajboj, Xeputul, Santa Clara, Cabá y Xaxmoxam”. “Hasta vienen helicópteros, aviones para venir a bombardear estos lugares aquí, pero la verdad como le digo pues que tal vez el ejército también ya no mira bien, ya no controla bien a quién es el que está bombardeando sino que está bombardeando ya a la población, a la pobre gente”, dice el testimonio colectivo de Bicalamá. El de Sumal I añade: “Si el bombardeo directamente o sea represión comenzó dura en esta comunidad fue en el 83 cuando los aviones bombardearon, quiere decir que el ejército esperaba la población así en los guatales, mientras que el avión bombardea en los guatales para que salga la población y el ejército los recibía y los mataba, aquí en Visumal murieron gentes carbonizadas por el ejército”.

En una entrevista para este reportaje, Díaz López aseguró que sólo se bombardeó a fuerzas guerrilleras y ahondó en la explicación sobre el papel de la Fuerza Aérea de Reserva.

–¿Cómo se da esta participación de la Fuerza Aérea de Reserva?

–El embargo de Estados Unidos durante Carter (desde 1978) fue haciendo crisis porque todas las aeronaves eran estadounidenses y no teníamos repuestos. El coronel René Morales y el civil Gustavo Anzueto Vielman invitaron a pilotos civiles a incorporarse al esfuerzo de guerra. En ciertos momentos incluso participaron en acciones de combate, en ataques a campamentos subversivos o bombardeos a los campamentos.

–Con el lanzamiento de bombas, como usted escribió en su libro.

–Claro, usando tecnología arcaica, pero al fin y al cabo efectiva. Utilizando minas antitanque de la Segunda Guerra Mundial. Ahí le habían adaptado algunos dispositivos de tiempo, una mecha, y se lanzaban desde el aire. Eran cosas muy rudimentarias, pero eran útiles. Pero yo diría que el mayor esfuerzo de los pilotos de la Reserva Aérea consistió en apoyar el aspecto moral.

–¿Cómo así moral?

–Incide en los combatientes ver morir a la gente sin apoyo médico, siempre golpea. Por eso es parte de la táctica guerrillera golpear e irse, porque logran un estado moral, anímico, duro en las tropas, porque saben que siempre están expuestos. Pero una cosa era estar expuesto y saber que lo iban a rescatar (aviones) y otra era sólo estar expuesto. También la parte logística, transportar abastecimientos, personal que tenía que llegar o salir de las áreas de operaciones.

–¿Por qué fue determinante?

–Porque cuando no teníamos aviones ni helicópteros, ellos estaban ahí. Ellos ponían la aeronave, a veces el combustible. Hay una serie de factores alrededor de eso. Ante todo saber que se tiene la capacidad de hacer algo que se necesita. Hubo una operación entre 1981 y 1982 cuando se recuperó la pista de aterrizaje de Nebaj. El EGP (Ejército Guerrillero de los Pobres) la había tomado y no permitía ningún aterrizaje. Y los paracaidistas necesitaban ser transportados y llegar. Y la Reserva Aérea utilizó más o menos 35 naves; no había ninguna del ejército. (…) Aunque eran ineficientes en el sentido de precisión, como el cálculo de la trayectoria, que no era técnico sino improvisado. Pero siempre hay un efecto. Definitivamente las explosiones afectan al adversario. Aunque no se tenga la certeza, siempre hay un efecto psicológico. (El plan Fortaleza 87 del ejército, citado por el CEH, recoge esta estrategia: “El empleo de bombardeo aéreo y/o artillería como operaciones psicológicas deberá planificarse y podrá solicitarse al Estado Mayor de la Defensa Nacional como acción psicológica por parte de los comandos de las zonas y bases militares”).

–En el 2013, se ha detectado que incluso los drones de EE.UU., aviones pilotados a control remoto, con imágenes nítidas de satélite, fallan y no matan siempre a militantes de Al Qaeda, sino que en un 25 por ciento son víctimas civiles. En 1982, el porcentaje de víctimas civiles no combatientes, con este tipo de ataques, debe haber sido mucho mayor.

–El tema de los bombardeos no era indiscriminado, sino sólo en casos en los que alguna unidad militar estaba empeñada en combate. Generalmente fuera de donde había población. Nunca vi un bombardeo sobre área poblada. Estuve en algunos en áreas montañosas. En donde alguna patrulla entablaba combate y pedía apoyo aéreo. No digo que no pudo haber pasado, puede ser, pero yo no, yo nunca lo vi. Sí lo vi muchas veces en áreas no de población civil, sino de puras fuerzas guerrilleras y ejército. La imprecisión de la Reserva… es que no era esa su misión principal. Lo que se hacía era abrir la compuerta de carga y llevar a un tirador para ametrallar, y a veces el uso de las minas. Pero aún en el apoyo de la Fuerza Aérea, las bases de combate eran de la Fuerza Aérea. Pero como llegamos a tener sólo dos aeronaves, por eso necesitábamos de la Fuerza Aérea de Reserva. Por eso es que posteriormente la Reserva Aérea recibió un reconocimiento. Les dieron grado militar a los pilotos.

Los Acuerdos Gubernativos 153-82 y 154-82, del 20 de julio de 1982, que forman parte de la Orden General del Ejército para Oficiales 19-82, dan cuenta de este reconocimiento militar firmado por el entonces Presidente de la República y Comandante General del Ejército, José Efraín Ríos Montt.

Entre los reconocidos están algunos miembros de la élite guatemalteca. Encabezan los tenientes de Reserva en el Arma de Aviación: Gustavo Anzueto Vielman, Francisco Octavio Aragón González y Héctor Morataya Morales. Anzueto Vielman, a quien su estado de salud no le permitió dar una entrevista para este reportaje, fue uno de los líderes de la extrema derecha durante los años ochenta. Fue candidato presidencial por la Central Aranista Nacional (CAN), con la que llevó a cabo la primera propuesta libertaria diseñada por Manuel Ayau y los líderes de la Universidad Francisco Marroquín, según recuerda Juan Carlos Simmons, desde el segundo 2.30 de este video.

En la lista de 103 integrantes de la Fuerza Aérea de Reserva había empresarios y pilotos de los empresarios, a quienes se les confirió el título de subteniente de Reserva en el Arma de Aviación. Entre los empresarios resaltan el cafetalero Max Quirin Schoder, quien ha fue representante del Cacif ante la Junta Monetaria del Banco de Guatemala durante varios períodos y ahora es su representante ante el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; Quirin no quiso responder para esta entrevista. O Raúl Minondo Herrera, uno de los arquitectos que diseñaron el Banco de Guatemala y el Crédito Hipotecario Nacional, el edificio central de la Universidad de San Carlos y el del hospital Herrera Llerandi. Minondo, quien ya falleció, militó en el Movimiento de Liberación Nacional.

También formaron parte Carmelo Torrebiarte, de Fundesa; y Rodrigo Sánchez Ayau, quienes declinaron dar declaraciones para este reportaje. Otros empresarios reconocidos por Ríos Montt fueron Adolfo Fumagalli Saravia, de la Hidroeléctrica Patulul; José Manuel Herrarte Orantes, administrador de la reserva privada Tapon Creek en Izabal, según el CONAP; René Morel Altenbach, dueño de un taller aeronáutico; William Stixrud Herrera, quien presidió la Asociación Nacional del Café en los años noventa; o Francisco Font Elías y el finquero Jorge Herman Fuxet, cuya familia tiene una planta procesadora de energía renovable en Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango. Font y Herman ya fallecieron.

Varios –en su mayoría pilotos de los empresarios– han sido candidatos a alcaldes, a concejales o a síndicos. Unos de los que militaron en partidos fueron Jorge Alberto Rosal Zea, del Partido Patriota, asesinado en 2002, o José Adán Regalado Salguero, ganadero y gobernador de Petén durante el gobierno del FRG. Otros han sido acusados de volar aeronaves ilegales, como el fallecido Antonio Arévalo, quien también era concejal en Cobán. Faustino Padilla Carrillo, también de Cobán, se dedicó a elaborar vinos de arándano. Rafael Arreaga Martínez es el actual presidente de la Cámara Guatemalteca de la Educación. Antonio Pozuelos Leal es el actual subdirector de Aeronáutica Civil.

García Noriega relativiza el tema de las bombas. “No sé, pero (si se dio) tuvo que haber sido muy precario porque la gran mayoría de los empresarios no tenía formación militar como para dirigir ataques aéreos. Era una fuerza rudimentaria de defensa. Si se tiraba una bomba no era aquel bombardeo que tiraba mil bombas. Aquí tal vez una bomba que tiraban de la puerta, viendo de no caerse de la avioneta, si había eso. No veo a ninguno de los que conozco que vuela que fuera un asunto de aviones artillados. No existía tal cosa. Tal vez la parte logística de transporte de personas era la parte más importante. La otra era insignificante”.

Harris Whitbeck recuerda una anécdota sobre el precario estado de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), que obligó al llamado a la Fuerza Aérea de Reserva. “En una ocasión la FAG nos prestó un helicóptero para llevar a un grupo de senadores y congresistas gringos al Altiplano. Y cuando íbamos a despegar de regreso, el helicóptero estuvo a punto de estrellarse. Tanto que nos tuvieron que dejar a los guatemaltecos y llevarse sólo a los estadounidenses, pues estábamos en una zona guerrillera. Cuando ya llegamos todos a la capital y nos fuimos a tomar unos tragos al Camino Real, le dije al congresista Jim Sensenbrenner (por Wisconsin) que era culpa de los Estados Unidos, que no nos vendía repuestos, que estuviera en tan mal estado la FAG”. Sobre las bombas lanzadas desde avionetas privadas, respondió: “No me consta. Él (mayor Díaz) sabría más que yo. Mi relación con la Fueza Aérea de Reserva fue la labor humanitaria, sacar heridos o darnos jalón para llegar a esas áreas en conflicto. Yo nunca oí sobre las bombas y no me consta”.

El periodista Óscar Clemente Marroquín, que formó parte del Consejo de Estado, secundó el testimonio del mayor Díaz López: Conozco alguna gente que formó parte de esa “reserva” y que comentaban sus acciones de combate. No pocos fanfarroneaban con su “heroísmo”.

Entre quienes pilotearon las aeronaves, Héctor Fernando Castillo Herrarte, empresario algodonero que participó también en la Cámara del Agro, accedió a conversar. La Cámara del Agro, cuyos agremiados se trasladaban en avionetas y helicópteros a sus fincas, tenían las visiones más conservadoras sobre el país y fueron el principal respaldo del ejército en esta batalla.

Castillo Herrarte niega haber visto a algún empresario haber lanzado bombas desde sus avionetas.

–El mayor Gustavo Díaz escribió que en 1982 la Fuerza Aérea de Reserva inclinó la balanza a favor del ejército. ¿Cómo surgió?

–Te cuento. La Reserva de la Fuerza Aérea es un comando especial que existía de la época de la Liberación, cuando se decidió que pilotos civiles volaran aviones militares. Fue así como algunos pilotos volaron aviones militares y nunca participaron en operaciones (en los cincuenta), pero recibieron los entrenamientos. Y el gobierno de Ríos Montt decidió hacer una excepción. Esto porque el gobierno de Estados Unidos durante el presidente Carter embargó la venta de repuestos militares. Y en una acción muy patriótica, diría yo, empezaron a apoyar a la Fuerza Aérea. El presidente Romeo Lucas dijo en una ocasión en una cadena de radio nacional que no necesitábamos de los Estados Unidos. Muchos lo acusaron de loco, pero realmente les demostramos que no necesitábamos. En aquel momento, Ríos Montt decidió darnos un grado militar de reserva porque nosotros desde la época de Kjell (Laugerud, 1974-1978) ya veníamos volando para el ejército, transportando medicinas, médicos, algunos oficiales, que los llevábamos a diferentes lugares y puntos, raciones del ejército que no tenían cómo transportarlas y la mayor parte de las obras estaban en operaciones fuera de las bases militares. Como Nebaj, que era un lugar sumamente caliente. Entonces nosotros ayudamos, desde antes que nos nombraran Reserva Aérea. Luego Ríos Montt, por medio del comandante de la Fuerza Aérea y algunos de nuestra gente, nos dio un grado militar.

–¿Algunos de su gente como Gustavo Anzueto Vielman?

–Como Gustavo Anzueto. Decidieron darnos un grado y uniformes militares porque volábamos en áreas de conflicto y si por alguna razón aterrizábamos, que los soldados supieran quiénes éramos porque si no, nos iban a matar si nos encontraban a media selva o en una pista. Para darnos esa seguridad nos nombraron subtenientes de reserva de la Fuerza Aérea. Nosotros éramos subtenientes pero a quienes venían volando desde los cincuenta los nombraron tenientes.

–¿Cuántos empresarios participaban?

–Yo diría que éramos como 70 aviones con empresarios volando. Algunos tenían pilotos porque ellos no volaban. Había gente que decía, yo no vuelo pero ahí está mi avión. Había muchos pilotos. Pero no era una Reserva Aérea identificada con el sector privado. Muchos agarraron sus cosas y se fueron a vivir a Miami, como lo hicieron muchos empresarios de El Salvador. En la Reserva Aérea vas a encontrar personas del sector privado que se preocuparon por la situación que estaba viviendo el país. Te voy a decir algo, yo, personalmente, apoyé al ejército porque sabía que el ejército estaba librando una lucha por nosotros, los guatemaltecos, y todos los guatemaltecos deberíamos haberlo apoyado. En una oportunidad hicimos un desfile de toda la aviación nacional, en tiempos de Lucas, dándole apoyo al ejército. Con avionetas del sector privado hicimos un círculo que salía del aeropuerto al parque central dando vueltas y nunca se rompía, avión con avión. Unos 80 aviones y 20 o 30 helicópteros, todos apoyando al gobierno y al ejército. Porque el ejército realmente libró una batalla contra todo.

–El mayor Díaz afirma en su libro que lanzaron bombas.

–Yo no ví a ningún empresario lanzarlas. Lo que te puedo decir con claridad es que si el sector privado apoyaba al ejército era porque el ejército estaba cumpliendo con un mandato constitucional. Querían tomar el poder (las guerrillas) y si uno ve las elecciones, simpatía hacia el izquierdismo no existe. Siento que nos fijamos demasiado en el pasado cuando estamos viviendo el presente. Hay un dicho que es que es para que no se vuelva a repetir, pero esto no se va a volver a repetir siempre y cuando no venga un grupo de aprovechados a querer aprovecharse del que ha trabajado y ha llevado una vida ordenada.

Capítulo para la historia, lejos de cualquier corte

El sector privado parece haber acertado en considerar este juicio como una batalla determinante. Y respira tranquilo tras haberla ganado. Para el empresario cuarentañero que estuvo en las deliberaciones tras el 10 de mayo, “la sentencia representaba un cambio de época, un momento en el que se sacaba al Cacif de la toma de decisiones trascendentales. Y eso se evitó con esta oposición”. Se evitó también escribir de nuevo la historia desde los tribunales, colocando a uno de los jefes de Estado que ganó la guerra en los ochenta, a costa de una estrategia genocida, entre los criminales de guerra. Eso sí, los empresarios reconocen que al presionar tan explícitamente a la Corte de Constitucionalidad en esta ocasión, dejaron una buena parte de su capital político y su imagen internacional en este pulso.

La alianza que ganó la guerra en los años ochenta tuvo en su centro a militares y empresarios. Empresarios que se involucraron en distintos niveles. Desde tecnócratas de centro, medios de comunicación, patrulleros de autodefensa civil, ciudadanos que delataban o se hacían de la vista gorda cuando miraban o escuchaban crímenes de lesa humanidad hasta empresarios que volaron sus propias avionetas y lanzaron bombas. Los militares repetían en sus documentos que no podrían ganar la guerra aislados de la sociedad y necesitaban de la participación de buena parte de la ciudadanía. Y los abogados que han juzgado genocidios en el mundo repitieron en el juicio que ese delito es imposible sin una complicidad de parte de la sociedad. La historiadora Marta Casaús lo considera la última escala del racismo.

La inversión de capital político de los empresarios fue suficiente para que este capítulo del pasado, de la alianza militar-empresarial, poco conocido entre la ciudadanía, no tenga consecuencias penales ni civiles tras el boicot a la sentencia. El Ministerio Público no quiso dar declaraciones sobre los temas tratados en este reportaje. Quizás algún día sea parte de un libro de texto.

 

Constancia de corrección: A pesar de que en el acuerdo gubernativo de la Reserva Aérea aparece el nombre de Francisco Font Elías, se había publicado con otro nombre en el texto de la nota. Fue corregido.

 

Vea aquí el artículo original en Plaza Pública

 


Los testimonios que desnudaron los errores del censo ante la comisión externa

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A partir de las declaraciones que recibió la comisión y del análisis de datos que hizo -antecedentes que fueron difundidos por el INE este viernes 30-, el grupo de especialistas concluyó que el porcentaje de omisión alcanzó un 9,3% y la forma en que se contabilizó la población fue errada, por lo que sus datos no pueden ser usados como herramienta para la elaboración de políticas públicas. La comisión estuvo integrada por David Bravo, director Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; Osvaldo Larrañaga, oficial del Programa de Reducción de la Pobreza y de la Desigualdad del PNUD; Isabel Millán, jefa de la división Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social; Magda Ruiz, coordinadora Área Demografía e Información sobre Población, Celade y Felipe Zamorano, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

En los anexos entregados por la comisión al actual director del INE, Juan Eduardo Coeymans, se aborda quiénes estuvieron detrás de esas decisiones, cómo se generó el quiebre del equipo técnico del censo y como se fraguó la entrega de la abultada cifra de personas censadas. Labbé no reconoce que hubo un intento de manipular los datos al presentar a los efectivamente censados mezclados con los “moradores ausentes” y solo lo atribuye a un “error comunicacional o de redacción”, pero Mariana Alcérreca detalla cómo se dio curso a esa operación.

A continuación CIPER reproduce textualmente los párrafos destacados de las declaraciones, tal como estas aparecen citadas en el informe de la comisión. En la pestaña “Documentos asociados” pueden descargarse las declaraciones completas.

1- El apresurado cambio de modalidad del censo

 

Francisco Labbé (ex director del INE)

Entre julio y agosto de 2011, Labbé dice que empezaron junto a Mariana Alcérrecaa meterse a Internet, a averiguar respecto del cuál podría ser una metodología menos artesanal que la de un censo de hecho. Fue entonces cuando habló por teléfono con un asesor internacional del INE, que fue Director de Statistics Canada, Jacob Ryten, quien le explicó que estaba la opción de un censo de derecho. Comenzaron a averiguar y se encontraron con que en A.Latina no más de 4 o 5 países seguían haciendo un censo de hecho; todos habían migrado hacia un censo más profesional. En ese momento Uruguay estaba optando por esta modalidad y venía Paraguay. Estaban quedando en la modalidad anterior Argentina, Bolivia, Guatemala, Panamá. México y Brasil hicieron un censo combinado (para caracterizar a la población utilizaron muestras con un formulario grande y uno más resumido para todo el país).En ese momento, entonces, tomando las virtudes y defectos de cada tipo de censo, él toma la decisión. (Ver declaración completa de Francisco Labbé )

Mariana Alcérreca (ex gerenta del INE)

Mariana Alcérreca indica que la presentación hecha al Ministro (de Economía, Pablo Longueira) la hizo ella, que no es experta técnica sino en gestión, incluyendo la lámina con la comparación del censo de hecho versus el de derecho. El punto habría sido que el director (Labbé) no quería que nadie supiera sobre esto porque temía que se fuera a malinterpretar políticamente si es que se cambiaba la modalidad del censo por el tema del conflicto estudiantil y por ello prefería que nadie supiera y que posteriormente solo se comunicara del cambio. De allí que esta situación solo habría sido manejada por los tres, Labbé, Eduardo Carrasco (jefe del proyecto Censo 2012) y Alcérreca.

La posición del Ministerio fue solicitar que se prepararan por parte del INE las minutas técnicas. Estas minutas fueron preparadas por Mariana Alcérreca leyendo desde Internet básicamente todos los documentos que encontró, incluyendo recomendaciones de CELADE. Leyó los documentos escritos por Juan Chackiel y con quien consiguieron una entrevista. De ese modo, indica Mariana Alcérreca, se fueron sintiendo más tranquilos de que podían hacer este cambio (a un censo de derecho). (Ver declaración completa de Mariana Alcérreca )

Marcela Cabezas (ex subdirectora técnica del INE)

Marcela Cabezas asegura que el primer roce surge porque la subdirección de operaciones y la subdirección técnica consideraron que los números de censistas estaban subestimados. El director ante estas críticas pensó que estábamos contrarios al cambio pero eso no fue así, de hecho no recuerda alguien que se haya opuesto una vez que se les comunicó. Ahora bien, sí consideró que fue muy “amateur” la forma en que se tomó la decisión. No se tomó con la gente adecuada, no se vieron las implicancias, si había que pedir más tiempo o más presupuesto; la estimación presupuestaria se hizo sin hablar con nadie que tuviera la experiencia dentro del INE. Su equipo había hecho pruebas en terreno del cuestionario porque estaban en una discusión con Paula Jara (jefa de operaciones del censo) puesto que ella consideraba que era muy largo. Y por ello estaban claros que los cálculos que tenían, número de personas y presupuesto, no daban. Tampoco nadie le consultó a Paula Jara sobre el presupuesto y número de personas. (Ver declaración completa de Marcela Cabezas)

Paula Jara (jefa de operaciones del Censo)

La jefa de operaciones del Censo, Paula Jara, señala que en septiembre del 2011 son informados “abruptamente” por parte de la dirección del INE del cambio de metodología de censo de hecho a censo de derecho. No hubo participación de profesionales calificados del INE en esta decisión.

A partir de esta fecha se empieza a trabajar en una modalidad de 14 horas diarias de trabajo para tratar de acometer todos los desafíos que supone el cambio de metodología en el corto tiempo que se dispone antes del inicio de levantamiento de datos. Hubo que reorganizar a los equipos de trabajo que venían trabajando en el proceso censal en la modalidad de hecho. Se organizan grupos de trabajo según funciones a realizar, incluyendo la revisión de la cartilla censal (cuestionario) para adaptarla el censo de derecho y la figura central del residente habitual de las viviendas.

Se da también inicio a un proceso “intensivo y desordenado” de recopilación de antecedentes sobre los censos de derechos, para los cuales no había experiencia ni conocimientos en el país

La estimación de requerimientos adicionales de recursos se hizo a puerta cerrada por parte de la dirección del INE, resultando un monto de 6500 millones de pesos de los cuales se obtuvieron 6.000 millones. Sin embargo, hay un déficit del orden 1800 millones y no hubo voluntad de la dirección para solicitar los fondos faltantes. La dirección del INE no quiso pedir mayores recursos al gobierno “por no reconocer el error en la estimación previa”. (Ver declaración completa de Paula Jara )

2- Los errores que según Labbe fueron sólo “comunicacionales”

Francisco Labbé

La comisión revisora le consulta a Labbé por los errores en la publicación de presentación de los resultados del Censo 2012 y le hace ver que en ella se refiere a población censada de manera incorrecta, pues fueron sumados los efectivamente censados junto a los moradores ausentes.

La respuesta es poco clara. Indica que los datos de la población del país que se usan no son los datos censados sino que los que posteriormente trabajan INE y CELADE. El censo sirve para, primero, caracterizar la población para hacer las políticas públicas y para preparar el gran marco muestral con que se hacen las encuestas posteriores. Los datos en 2002 fueron 15,1 millones y las cifras finales fueron las de CELADE, de 15,7 millones. Finalmente, atribuye a un “error comunicacional o de redacción” la publicación y versión oficial entregada por el mismo Presidente Sebastián Piñera.

Eduardo Carrasco (ex jefe del Censo)

Sobre la publicación de presentación de resultados, se le indica a Eduardo Carrasco que en ella se refiere a población censada de manera incorrecta. Consultado sobre si esa publicación no era responsabilidad del jefe del censo, dice que sí era responsabilidad del Director del INE y de él y que fue un error comunicacional, pero asume su responsabilidad. (Ver declaración completa de Eduardo Carrasco )

3.- La improvisación afectó la preparación de los censistas

Eduardo Carrasco

Preguntado si el aspecto crucial en el cambio de metodología influyó la paralización de estudiantes y las tomas de colegios, Carrasco responde afirmativamente pero, por sobre todo, porque se preveía no poder llegar a contar con los casi 650 mil voluntarios.

Francisco Labbé

Preguntado si con el cambio de metodología fue necesario realizar una prueba piloto, Labbé indica que no fue un tema relevante en la discusión que tuvieron. Frente al cambio de modalidad desechando los voluntarios, se llamó a licitación y se adjudicó a trabajando.com para contratar a los censistas. Su preocupación principal era no tener postulantes suficientes porque la tasa de cesantía era baja. Se decidió pagar una cifra de $300 mil mensuales para censistas y $330 mil mensuales para supervisores. La primera sorpresa es que, contrariamente a lo que se pensaba, se tiene un total de 312mil postulantes (para 12 o 13 mil censistas y 2 a 3 mil supervisores). Labbé indicó que cambió la planificación y también hubo cambios en la capacitación de los censistas.

Se tomó la decisión de comenzar el 9 o el 12 de abril. Y se planificó en conjunto con los directores regionales. El piensa que ahí se cometió un error al dividir Santiago en 4 zonas pensando que eran equivalentes a 4 regiones. Pero en el proceso se dieron cuenta que en las regiones los encargados tenían su “ejército”, sus propios funcionarios, y no así en el caso de los encargados en la Región Metropolitana. Y se comenzó a notar el problema básicamente en el Barrio Alto de Santiago, tanto por el problema de la planificación anterior, como por problemas con la persona encargada de esa zona. A los 20 días ya se detectó el problema y además de cambiar al encargado, se dividió la Región Metropolitana en 8 zonas y se puso a personal del INE.

No era lo mismo ir a censar a zonas de clase media o popular que en el barrio alto. Las personas más humildes abren la puerta con facilidad. En el Barrio Alto es distinto; hay temor, cuidado.

Mariana Alcérreca

Relata que fue inesperado el número de postulaciones que tuvieron. Pero, añade, considera que hicieron muy mala gestión y tuvieron muy poco tiempo para llamarlos a la capacitación. (…) Llamaban 50 personas y llegaban cinco. Y en ese momento comenzaron a asustarse porque estaban muy encima de la fecha del levantamiento y porque había que hacer las credenciales por una cuestión de seguridad y había que hacerles contrato. Se dieron cuenta, entonces, que si bien el proceso estaba bien diseñado conceptualmente, en la práctica no resultó; si bien no se iba a recibir a quienes no llegaran con los papeles requeridos el primer día, en la práctica no se les podía dejar fuera. Se recorrió a toda la lista de personas que cumplían los requisitos y habían postulado; luego se usó la base de datos de trabajando.com y luego se recurrió a las OMIL (Oficinas Municipales de Información Laboral); al final, se buscó a quien quisiera trabajar e incluso hacia el final del proceso se pidió apoyo a las Fuerzas Armadas.

Marcela Cabezas

Según Marcela Cabezas, no había estructura de gestión en el censo. En la mitad de este proceso se dieron cuenta que las zonas de la Región Metropolitana eran muy grandes y tuvieron que subdividirlas. Por otra parte, nunca llegaron a contar con la cantidad de personas para el trabajo en terreno que se había determinado como óptimo.

Ante los problemas detectados, se dio la orden hacia el final del proceso de levantar las primeras preguntas del cuestionario y olvidarse del resto. Además, las altas tasas de viviendas desocupadas hacen sospechar que se pueden estar incluyendo en esta categoría a viviendas ocupadas con moradores ausentes.

Paula Jara

De acuerdo a la entrevistada, el INE fue “desbordado” por el gran número de postulantes que se presenta al llamado para buscar censistas, supervisores y jefes de local. Ello da lugar a una discusión interna respecto de cómo realizar la selección de aquellos que debieran ser capacitados; entre las iniciativas consideradas está la aplicación de un test de capacidad lectora pero se desecha por falta de presupuesto.

Por otra parte, un conjunto de actividades que habían sido incluidas en la planificación del Censo tuvieron que ser descartadas por insuficiencia de recursos. Entre ellas se cuenta un programa de educación a la población, que es una práctica habitualmente seguida en los censos para facilitar la cooperación de la población en el levantamiento de datos. También se descarte un sistema de control en base a celulares.

Finalizada la capacitación y a pocos días del inicio del trabajo de terreno se recibe un correo electrónico que reduce en un 10% el presupuesto disponible para censistas y supervisores, lo que obliga a reducir su número y redefinir toda la organización que existía para acometer el trabajo de terreno. Todo lo planificado “se desarma”.

La entrevistada señala que hubo demasiado poco tiempo y escasez de recursos para preparar adecuadamente el censo de derecho. A pesar de ello, el censo se realizó y se pudo censar a 15, 7 millones de personas, lo que se considera un logro porque dada las circunstancias habidas el censo podría haber resultado en un “gran fracaso”.

4.-El censo piloto que no fue

Eduardo Carrasco

Preguntado sobre si se hizo algún piloto para el nuevo cuestionario, Carrasco indicó que se probó el concepto de hogar. El grupo a cargo de este trabajo (y que luego firmó la carta) nunca entregó un informe de esto y tampoco tenía experiencia en censos. Cree que las pruebas efectivamente fueron insuficientes para residencia habitual. Requerido por qué no se había hecho un censo piloto como es recomendado y realizado por otros países, para probar todos los aspectos logísticos, y así haber evitado los problemas posteriores, Carrasco indicó que no veía los problemas. Por ejemplo, no se probó el sistema pero se tuvo un número excesivo de postulantes, pero habría sido problema si se hubiera tenido un número inferior. Evidentemente, señala, hubo problemas en la II Región porque los censistas podían tener mejores remuneraciones en otros trabajos. Aquí se usó mucha gente del INE de terreno y se amplió el período de levantamiento hasta julio en la zona.

5.- Las fracturas internas

Marcela Cabezas

Jacob Ryten, el consultor internacional, en su visita, citó a Marcela Cabezas y habló aparte con ella un día sábado unas 4 horas; Cabezas señala que Ryten le dijo que veía negra la situación del censo. Y, además, Ryten le preguntó si creía si podía resultar el censo en caso que Eduardo Carrasco se fuera en ese momento y ella respondió afirmativamente.

Eduardo Carrasco

Preguntado por su autocrítica como encargado del censo, señala que volviendo a junio 2011 no habría hecho nada distinto. Sí cree que podría haber hecho más si es que se hubiera hecho cargo antes. Indica que aquí se perdió tiempo en el período inter-censal, con un equipo que hubiera permitido tener una unidad censal que recogiera la experiencia previa. Carrasco señala que heredó equipos que no tenían experiencia ni en el INE ni en censos. El único cambio que hizo fue el jefe de informática, y colocó a Alejandro Sabag con quien había trabajado previamente. Indica que “si se pone a una persona a manejar una micro y no sabe hacerlo, va a chocar y eso es lo que pasó aquí”.

Mariana Alcérreca

Mariana Alcérreca indica que Eduardo Carrasco siempre tuvo conflictos con el equipo técnico (el Departamento de Estudios Sociales); siempre trató de opacarlo y no quiso que éste tuviera control sobre el proceso, porque este grupo era el único que podía hacerle contrapeso. Esto, porque ellos ya habían alertado que no se iba a alcanzar a terminar con la cantidad de personas que se había decidido contratar y esto había sido comunicado a Labbé.

Eduardo Carrasco le da la instrucción a Mariana Alcérreca que el equipo técnico no tuviera claves de acceso al SPCP (el software con la información del censo). Alcérreca indica que desobedeció estas instrucciones y que le pasó sus claves a este equipo con el objeto que pudieran alertarla a diario a ella de sus análisis puesto que ella no tenía el conocimiento técnico.

El 9 de julio de 2012, el equipo técnico pide una reunión con FJL a la que asisten Marcela Cabezas, Julia Ortúzar y Andrés Bustamante, y llevan un documento el que después se lo envían por correo electrónico. Este documento alertaba del alto porcentaje de moradores ausentes y viviendas desocupadas a la fecha.

Un segundo punto de ese documento señalaba que a esa fecha, 9 de julio, según el SPCP se podía registrar una población de 15,1 millones, y señalaba que se podía proyectar, con las curvas de rendimiento, una población total censada de 15,78 millones. Con esto, estimaban que la población total de Chile ascendería a 16,3 millones (incluyendo estimación de moradores ausentes), muy lejana de las proyecciones de población de 17,4 millones. Adicionalmente, en esa minuta y correo, se le explicitan a Labbé las recomendaciones de las Naciones Unidas respecto a que debía reportarse de manera explícita la población censada.

Esta fue la primera vez que se pone sobre la mesa un cuestionamiento a la calidad del censo.A partir de esta reunión, señala Mariana Alcérreca, es cuando queda “literalmente la escoba” y es al día siguiente que Labbé le comenta, por primera vez, que va a echar a Marcela Cabezas. El entonces director piensa e interpreta este documento, como que este equipo está boicoteando el censo. Ella trata de calmar las aguas pero el equipo técnico sale completamente del censo luego de esta reunión.

6.- Algo anda mal con el mejor censo de la historia

Mariana Alcérreca

Se llega a más del 100% de cobertura según los informes del sistema (SPCP). La información se la provee Alejandro Sabag el día 2 de agosto, por correo electrónico. Mirando el cuadro con actualización de rezagados, se tenía un número de viviendas del pre-censo de 5.580.816 y viviendas levantadas 5.637.957, por lo que, ¿cómo se explica que hubiera una cobertura de 101,02%?

Indica que había dos explicaciones posibles: una, que el pre-censo no tuvo buena calidad, cuestión sobre la que había evidencia; y dos, que había habido crecimiento en las viviendas entre el pre-censo y el censo.

Cuando se hace la presentación del balance del levantamiento, efectivamente se apunta a la segunda explicación y para ello se hace una estimación del crecimiento de viviendas entre el pre-censo y el censo por comuna, que en promedio a nivel nacional dio 2,73%. Con este método se llega a un total de 5.733.172 viviendas estimadas con lo que las viviendas levantadas representan una proporción de 98,34%; con esta cobertura, se plantea entonces que es el mejor censo de la historia. La estimación fue realizada por Eduardo Carrasco y Alejandro Sabag.

Alcérreca indica que siempre cuestionó que se hablara del mejor censo de la historia porque de hecho no pudieron encontrar ningún país en el mundo que midiera la cobertura a nivel de viviendas (y de hecho, no todos los países hacen pre-censo).

Indica que no tenía problema en presentar los datos del modo en que se hizo. Su problema, más bien, era que se lanzaran frases sin respaldo: el argumento era “el mejor censo de la historia” y así se dijo.

Cuando se construye el documento de Resultados Preliminares, se produce una discusión relevante (alrededor del 15 de agosto de 2012). Se decide mostrar el 98,3% de cobertura de viviendas, para decir que se trataba del mejor censo de la historia. El problema es qué se mostraba como viviendas censadas. En este punto tienen una discusión en la sala de reuniones (estaban presentes Labbé, Carrasco, Raúl Sepúlveda, Sebastián Mathews -jefe de comunicaciones estratégicas del INE- y Alcérreca) donde tanto Carrasco como Alcérreca son partidarios de mostrar las viviendas efectivamente censadas mientras que el director quería mostrar el total de viviendas y considerar el total de población.

Labbé argumentaba que esas viviendas y esa población existían por lo que había que darlas a conocer; mientras que ella y Carrasco indicaban que no estaban censadas (no se sabía dónde estaban ni quiénes eran).

¿Por qué se negó Labbé a mostrar la información diferenciando censados y no censados? Según Alcérreca, el tema es que la polémica sobre la encuesta Casen había surgido hacía unos 15 días. Se había dicho que era el mejor censo de la historia por lo que Labbé quería acercarse lo más posible a los 17,4 millones porque si no “le iban a atacar su censo”.

7.- Imputaciones: Las diferencias de Labbé con su equipo

Francisco Labbé

Preguntado por la magnitud que alcanzaron las viviendas desocupadas, Labbé indicó que también fue objeto de su preocupación y que puede haber algún error ahí, pero también le pareció coherente con el caso de un país que se estaba desarrollando. Indica que hay un trabajo de Juan Chackiel, en el que indica que en muchos censos de América Latina se presenta como censada la población estimada. Preguntado nuevamente por qué no se dijo en la presentación de resultados esta vez de agosto de 2012, recién terminado el censo, que estas cifras incluían las imputaciones, Labbé señala que ha buscado en todos los censos de los países grandes de América Latina y en ninguno de ellos ha encontrado información sobre los moradores ausentes.

Eduardo Carrasco

Carrasco indica que el procedimiento sobre las imputaciones está escrito. Se puede discutir la metodología aplicada para la imputación de moradores ausentes, pero indica que lo que él nunca transó es que las bases de datos debían establecer claramente un código que permitiera su identificación.

Ahora bien, en relación con la imputación en las denominadas viviendas no logradas, señala que nunca estuvo de acuerdo. En su opinión, para él era importante que hubiera habido una discusión internacional, lo cual aquí no había ocurrido.

Mariana Alcérreca

La primera vez que tuvo información sobre un dato censal fue el 14 de marzo. El director Labbé  estaba en Arica y Carrasco se acerca a ella y le dice que con todo el proceso de imputación de moradores ausentes la población llegaba a 16,3 millones (sin las viviendas adicionales) y pregunta qué hacer. Le dice que estaba complicado porque está el tema de las viviendas adicionales y él no estaba de acuerdo. Alcérreca le dice que hay que informarlo de inmediato al director, lo que ocurre el día 15 de marzo de 2013 cuando ella lo hace de manera directa en su oficina.

Labbé le indica que “no puede ser” y le pide llamar a Carrasco. Alcérreca indica que estaba preocupada de cumplir la fecha del 28 de marzo porque si no se le caía el bono al personal del INE asociado al cumplimiento del PMG (Programa de Mejoramiento de Gestión).

Carrasco le da la explicación y Labbé indica que se debía agregar la población que faltaba a través de la estimación de viviendas no alcanzadas. Carrasco y Alcérreca le dicen que eso no se hace. El director les dice: “esta decisión queda entre los tres”.

Alcérreca dice que Carrasco acató, que no le cabe duda que esta decisión fue de Labbé, pero comenta que a esas alturas estaban detrás de las decisiones del director Sebastián Mathews y Maximiliano Raide (asesor no contratado por el INE), quienes lo tenían convencido “que después del censo le iban a hacer un monumento”, por lo que Labbé no quiso mostrar algo distinto.

8.-Jefe del censo reconoce alta omisión

Eduardo Carrasco

Carrasco afirma que se tendrá finalmente una omisión censal de alrededor del 8% (considerando una población total de 17,2 millones).

Preguntado respecto de que esta situación ya se habría sabido en julio de 2012, al momento de tener los resultados preliminares, y de si no fue una situación en dicho momento que se considerara un shock al interior del INE Eduardo Carrasco, indica que: i) es claro que en la omisión se incluye todo y que las bases de datos deben considerar solo los datos de los censados; ii) hablar de un 2% de omisión era absurdo porque se trataba de un censo de derecho; y esta distorsión comunicacional surgió de la lectura de la cobertura de viviendas. Por ello cree que ha habido mucha gente que ha opinado por ignorancia pero también al mismo tiempo por mala intención.

Carrasco indica que haber llegado al 92% es un logro y refleja un esfuerzo gigantesco.

Marcela Cabezas

A nadie dentro del INE se le transparenta que se estaba imputando población. La prueba de ello es la base de datos que se le pasa al consultor Arriaga, que no contiene las marcas que permitan diferenciar población imputada de la censada.

Marcela Cabezas indica que Arriaga le dijo al director que la omisión superaba el 4% aún sin tener los datos correctos, a partir de lo cual no se puede explicar cómo haya declarado que se trataba del mejor censo de la historia.

9.- Las alertas al gobierno

Mariana Alcérreca

Señala que logra entonces que se decide bajar al Presidente y al Ministro de la comunicación de resultados. Su postura era que el INE se debía hacer cargo del tema, considerando además que el INE no estaba transparentando la metodología respecto a cómo se llegaron a esos resultados. Lamentablemente a la semana siguiente los citan a una reunión de comunicaciones en el Ministerio de Economía y ahí tiene su primera pelea con Vicente Correa (jefe de gabinete del Ministro). Alcérreca reconoce que no fue capaz de decirle la verdad pero sí indicó que las autoridades no debían entregar los datos pues era un año de elecciones y porque las cifras eran lo que más se había usado para atacar al Gobierno. Vicente Correa contraargumenta diciendo que habíamos hecho el mejor censo de la historia y añade una frase “a no ser que haya alguna información que yo no tenga”.

De vuelta de dicha reunión, Alcérreca se encierra con Labbé en su oficina y le dice “ud. tiene que decir la verdad” porque Vicente Correa ya había dejado la advertencia. Labbé se niega y a esas alturas ella indica que estaba desesperada.

Ahí es cuando decide llamar a la fiscal del Ministerio de Economía, con quien había tenido interacción por los proyectos de ley del INE. No llamó a Vicente Correa porque no tenía buena relación con él y porque éste se había hecho amigo de Max Raide; de hecho, indica, a partir de entonces se acabó la comunicación entre Labbé y el Subsecretario de Economía, pues siempre operó a través de Max Raide. Por ello, indica, que el Subsecretario nunca estuvo enterado de toda esta situación.

Alcérreca habla con la fiscal desde el estacionamiento, le pide que la ayude a parar esto, que no era el mejor censo de la historia y que, al menos, había 200 mil hombres perdidos y 4,8% de omisión. Ella le dice que va a ver qué puede hacer. Alcérreca sube y directamente renuncia con Labbé en presencia de Marcela Martínez y Raúl Sotomayor. Labbé le dice que no puede renunciar en ese momento porque dejaría en evidencia que hay un problema y le pregunta qué requiere para no renunciar, ante lo que Alcérreca le exigió que dijera la verdad.

Alcérreca le pide a Labbé que llame al Ministro, quien recién había regresado de Nueva Zelandia; no lo encontró y le contesta Vicente Correa. Labbé le cuenta que hay un informe de un consultor que dice que al parecer el censo no estaba tan bueno como creía y que faltaban 200 mil hombres y es todo lo que cuenta. Según lo que Labbé le dice, Vicente Correa le indicó que el acto iba igual porque se estaba estimando una omisión pequeña.

Labbé le insiste a Alcérreca que ella no puede renunciar y finalmente señala que no logró cambiar la situación. Indica que del Ministerio de Economía llamaron al director Labbé y le dijeron que alguien había hablado y que esa persona había dicho que Alcérreca había renunciado y que “era una histérica porque le faltaban 200 mil hombres”. Y esa, indica Alcérreca, fue la respuesta con la que se quedó Labbé.

 

Corte de Apelaciones ratifica millonaria multa a dueño del diario Estrategia

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En 2004, Estrategia publicó una entrevista que remeció al mercado: provocó en un día un alza de 419% en el valor de las acciones de Schwager S.A. El dueño del diario, Víctor Ojeda, obtuvo una ganancia del 313% sobre su inversión por la venta de sus acciones de Schwager. Así comenzó una investigación de la SVS que terminó con Ojeda sancionado por difundir “información tendenciosa” y obtener ganancias con ello. La Corte de Apelaciones de Santiago está pronta a dirimir si es culpable o no. De serlo, se transformaría en el primer propietario de un medio condenado en Chile por publicar intencionadamente noticias que inducen a error al mercado para obtener ganancias.

“La valorización del papel de la compañía se sustenta en el potencial que ofrece el negocio de la venta de bonos de carbono y estimamos que a la acción le queda mucho por crecer, pues debería llegar por este concepto a $100. Estamos muy avanzados en proyectos que apuntan a la reducción de emisiones y la captación de agentes contaminantes.”

Sólo bastaron estas dos frases para que la crisis se desatara. Pocos meses antes de que las dijera al diario Estrategia el último día de septiembre de 2004, Carlos Flores Azzalini había dejado su puesto a cargo de la división forestal de Schwager S.A. para asumir la gerencia general. Desde esa nueva posición, Flores era la voz autorizada de la ex empresa carbonífera para hablar de los prometedores proyectos que la compañía había anunciado días atrás a la Superintendencia de Valores de Seguros (SVS): su ingreso al mercado de bonos de carbono.

Las declaraciones de Flores hicieron que las acciones de Schwager subieran desde $7,7 a $40 en un solo día. Poco después el ejecutivo desmintió la información. Pero ya se habían cerrado millonarios negocios que favorecieron a vendedores de las acciones. Uno de ellos fue el dueño y director de Estrategia, Víctor Ojeda Méndez, quien obtuvo más de $183 millones de ganancias. La SVS inició una investigación que culminó con Ojeda sancionado con una multa de 15.000 UF por difundir “información tendenciosa” que le reportó provecho.

Ojeda llevó el caso a la justicia en 2005 y en enero del año pasado –siete años después de la controversial publicación- un fallo de primera instancia ratificó la multa. El dueño de Estrategia apeló y hoy el proceso está en su recta final en la Corte de Apelaciones de Santiago. El resultado del juicio tiene en ascuas al mercado de medios de comunicación en Chile. De ser encontrado culpable, Ojeda se convertiría en el primer dueño de un medio nacional condenado por publicar intencionadamente noticias que inducen a error en el mercado para su propio beneficio. El fallo puede ser lapidario para los negocios de Ojeda, cuya delicada situación financiera ya le significó perder uno de sus principales activos: el edificio de cinco pisos donde opera el diario en Vitacura. (ver recuadro “El edificio que Ojeda perdió”).

Aunque no se sabe cuál será la decisión del tribunal, lo que sí está claro es que para Ojeda, independiente de que la publicación de la entrevista a Flores haya o no tenido alguna intencionalidad, el negocio de 2004 resultó redondo.

LA ENTREVISTA DE LOS $100

La operación que investigó la SVS comenzó a gestarse el 19 de septiembre de 2004. Ese día Schwager S.A. comunicó a la SVS, a través de un “hecho esencial”, que el directorio de la empresa había acordado contratar a la consultora Poch Ambiental S.A. para evaluar tres proyectos que le permitirían entrar al emergente mercado de los bonos de carbono: la forestación de grandes extensiones de tierra desértica y semidesértica, el desarrollo de un aditivo para combustibles que reduciría su efecto contaminante y el tratamiento de residuos líquidos para las diversas pesqueras que operaban en el Golfo de Arauco.

El anuncio hecho por Schwager a la SVS acerca de la apertura de su nueva área de negocios, sumado al aumento de capital acordado el mes anterior (con el cual la compañía totalizó $3.375 millones), significó que el valor de sus acciones se dispararan. Entre el aviso a la SVS y el último día de septiembre de 2004, el papel registró un alza de 328%, pasando de poco más de $2 a $7,7 por cada título. Un aumento que, en todo caso, resultaría marginal al que se produjo tras las declaraciones de Flores.

Desde hacía unos 15 días que el periodista del diario Estrategia, Ítalo Cornejo, perseguía a Flores. Quería preguntarle sobre la proyección del negocio, un tema que había surgido en las reuniones de pauta del medio y que, al menos dos veces a la semana, eran encabezadas por su dueño y director, Víctor Ojeda Méndez. Cornejo llamaba a Flores a su oficina y le dejaba mensajes con su secretaria, pero no obtenía respuesta. Más adelante, el gerente general de Schwager S.A. declararía ante la SVS que lo evadía porque no se “sentía capacitado para responder los temas técnicos a tratarse”. Pero ese día, el jueves 30 de septiembre de 2004, Cornejo llamó a Flores a su celular y ya no pudo evitar responder. Lo que Flores le habría dicho –que las acciones llegarían a $100– se publicó al día siguiente en Estrategia.

Si se considera que la jornada previa el valor del papel había cerrado en $7,70, la información era una bomba.

El mercado se remeció con la noticia y varias personas se abocaron a transar los papeles de la compañía influenciados por lo publicado en Estrategia. Ese mismo primero de octubre, en sólo 13 minutos, las acciones de Schwager S.A. se alzaron a los $40. La SVS se vio obligada a suspender su transacción.

En los días siguientes, el mismo diario publicó otro artículo sobre empresas chilenas interesadas en ingresar al negocio de los bonos de carbono. La nota resaltaba que Schwager S.A. contaba con una posición preferente porque tenía la ventaja de haberse adelantado a la competencia. También difundió uno sobre la carrera que se desataría en ese mercado a nivel regional. Pero la bomba tardó poco en estallar. Flores envió una carta a Estrategia para desmentir la información. Como Cornejo, según declaró ante la SVS, había grabado sobre la cinta que contenía la entrevista y no había forma de probar lo que realmente había dicho Flores, su misiva se publicó en el diario el 5 de octubre de 2004 y en ella aseguraba que “no hizo mención o referencia alguna al valor a que podría llegar la acción de la empresa (…) como tampoco señaló un precio específico como el que aparece en dicha publicación”.

Flores diría después que probablemente habría mencionado un aumento del 100%, pero que jamás dijo que el precio llegaría a $100. Luego se comprobaría que los proyectos anunciados por Schwager al mercado no estaban tan avanzados como se había hecho creer. Pero para entonces ya daba lo mismo: con la noticia, el valor de las acciones de Schwager S.A. aumentó como nunca y uno de los principales beneficiados fue el dueño de Estrategia. Por eso, la SVS lo investigó y concluyó que el diario que preside y dirige “fue utilizado como medio para llevar adelante una estrategia comunicacional destinada a favorecer el incremento del precio de la acción de Schwager y sus volúmenes transados”. A través de un documento emitido en diciembre de 2005, la SVS lo multó con el monto máximo que establece la Ley Nº 18.045: 15.000 UF (unos $322 millones). Los cargos: difundir en el mercado de valores información tendenciosa y obtener ganancias para él o para terceros.

LA FAMILIA ESTRATEGIA

La actividad empresarial de Ojeda partió en los años 70. A fines de esa década formó la sociedad que dio origen al diario Estrategia. Las empresas y sociedades que ha constituido son familiares y giran en torno el negocio editorial, salvo una. Esta última es Francorp (Chile) S.A., precisamente la que lo vincula con los controladores de Schwager.

En 1976 Ojeda se asoció con Jorge Claro Mimica y Ernesto Silva Bafalluy para crear la sociedad Editorial CEDE Ltda. Según el extracto de la escritura publicado el 19 de abril de 1976 en el Diario Oficial, la nueva sociedad tenía por objeto la “explotación de una empresa periodística para edición, publicación y comercialización de toda clase de impresos, folletos y revistas de carácter técnico y de asesoría y estudio”. Para eso, contaban con un capital inicial de sólo $9.000. Un año después, Claro y Silva se retiraron para dejar como únicos socios a Ojeda y su esposa, Patricia González Palacios.

Lo siguiente que hizo la pareja fue cambiar la razón social de la sociedad y transformarla en la matriz de su naciente grupo de empresas. Desde entonces que el conglomerado de Ojeda y su familia funciona bajo el nombre de Editorial Gestión Ltda. Sociedad que desde octubre de 1978 publica Estrategia, que apareció en los kioscos como el primer periódico especializado en negocios del país.

En los años siguientes, además de hacerse del control total de otras dos empresas que Ojeda había constituido a mediados de los ’70 con distintos socios (CEDE Ltda. y Testmerc Mercado y Opinión Pública Ltda.), el matrimonio Ojeda-González creó una nueva sociedad editorial (Editorial Desarrollo Ltda.), una empresa de transportes (que ahora se llama Transportes TIR Ltda.) y una sociedad anónima cerrada en la que ellos dos eran los únicos socios. A esta última, con un capital de $1.000.000, la convirtieron en la base de todos sus negocios. Su nombre: Gestión S.A.

En 1984, un año después de haber sido creada, Gestión S.A. dejó de ser una sociedad anónima y se transformó en una empresa de responsabilidad limitada llamada Inversiones Gestión Ltda. Para llegar a ese punto, Ojeda y González hicieron una serie de modificaciones en la propiedad de sus sociedades. Así, los únicos socios de Editorial Gestión Ltda. pasaron a ser Inversiones Gestión Ltda. y CEDE Ltda. En esta última, la modificación consistió en que el 100% de la participación se repartió entre la sociedad de inversiones de los Ojeda-González y Editorial Gestión Ltda. Sus otras sociedades también sufrieron cambios en la misma línea y en todas aparecería como factor común la presencia de Inversiones Gestión Ltda. Aunque todos esos cambios parecen complicados y enredados, al final dan lo mismo: Ojeda y su esposa continuaron siendo los únicos dueños de las empresas ligadas al diario Estrategia, pero ya no como personas naturales, sino a través de sus sociedades.

La única sociedad donde participa el matrimonio Ojeda-González y que no pertenece al grupo del diario fue creada en 1995 bajo el nombre de Francorp (Chile) S.A. Es una compañía dedicada a la asesoría de empresas para el desarrollo de sistemas de franquicias donde la pareja controla el 50% a través de Inversiones Gestión Ltda. El resto de la propiedad se repartió en dos sociedades ligadas a la familia Urenda: Trass Inmobiliaria S.A. y María Elena de Inversiones S.A. La participación de los dueños de Estrategia en esta empresa –o más bien, la relación con sus socios– sería irrelevante si no fuera porque casi una década después de su creación se transformó en uno de los dos hechos clave que podrían jugar en contra de Víctor Ojeda en la decisión que deberá tomar la Corte de Apelaciones en los próximos meses.

En la memoria anual que Schwager S.A. publicó en 2004, María Elena de Inversiones S.A. figura como uno de sus principales accionistas, con el 8,57% de la propiedad. También tenía un representante en el directorio: su vicepresidente, Gabriel Urenda Salamanca. Además, hasta mediados de ese año, Edmundo Crespo Pisano, director ejecutivo de Francorp (Chile) S.A., había sido representante de los accionistas minoritarios en el directorio de la ex carbonífera. Por lo tanto, cuando ese año el diario de Ojeda publicó la entrevista que en un solo día provocó un alza de 419% en el valor de las acciones de Schwager, no sólo difundía información contingente que interesaba al mercado y a los posibles accionistas, sino que también provocaba un efecto que valorizó las acciones que sus socios en Francorp (Chile) S.A. tenían en esa empresa.

Si el tribunal considera que las publicaciones de Estrategia tenían la intencionalidad de provocar la volatilidad de las acciones de Schwager S.A., ese nexo directo de Ojeda con la familia Urenda –que hasta ahora no ha sido considerado ni en la sanción que le impuso la SVS ni en el fallo de primera instancia del Primer Juzgado Civil de Santiago– podría ser interpretado como agravante. Sobretodo porque desde entonces esa familia ha ampliado su participación en Schwager para convertirse hoy en su grupo controlador. En todo caso, mayor relevancia tiene el otro hecho clave que, a fin de cuentas, fue el que le significó la acusación desde un principio: con el alza en el precio de los papeles que provocó la entrevista, Ojeda también aumentó su patrimonio.

LAS INVERSIONES DE OJEDA

Antes de que Estrategia publicara el 1 de octubre de 2004 la entrevista al gerente general de la ex carbonífera, Inversiones Gestión Ltda. adquirió un paquete de más de $58,6 millones en acciones de Schwager S.A. En total, entre el 6 y el 24 de septiembre de ese año, la sociedad compró casi 19.258.000 títulos por los que pagó un valor unitario que osciló entre $2,3 y $5,7. Después vino la publicación de las declaraciones de Carlos Flores y el impresionante alza en su valor. El paso siguiente que dio la empresa fue vender esas acciones. Ese proceso de compra y venta fue el que encendió las alarmas en la SVS: el responsable editorial de la publicación que generó el incremento, Víctor Ojeda, era el principal socio de Inversiones Gestión Ltda.

El 5 de octubre, el mismo día en que su diario publicó el desmentido de Schwager S.A., Inversiones Gestión Ltda. vendió casi 4,7 millones de acciones en $23 cada una. Sólo ese día, con la venta del 24,4% de títulos adquiridos los días previos, la sociedad del matrimonio Ojeda-González percibió ingresos que prácticamente duplicaron su inversión total inicial. En los días siguientes, y hasta el 30 de noviembre de 2004, la sociedad vendió los demás papeles a un precio promedio de $12. Las transacciones, que comenzaron justo después de que la información publicada en el diario de su propiedad generara la valorización de esos papeles, les generaron utilidades por $183.392.000, lo que equivale a un retorno del 313% sobre la inversión.

Para la SVS, encabezada entonces por el actual presidente del Consejo para la Transparencia, Alejandro Ferreiro, parecía claro que la volatilidad que sufrió el precio de la acción de Schwager S.A. se debió al impacto en el mercado que tuvieron las publicaciones del diario de Ojeda. Por eso inició una investigación administrativa que se extendió por más de un año. Durante ese proceso, desfilaron ante la SVS para prestar declaración más de una decena de personas. Entre ellas, además de trabajadores del diario y directores de Schwager S.A., había accionistas que compraron títulos esos días y que aseguraron que de no haber sido por la entrevista a Carlos Flores y las demás publicaciones de Estrategia, jamás lo habrían hecho.

En un reportaje que publicó la periodista Lorena Medel en revista Capital en abril de 2006, una fuente anónima de la SVS aseguraba: “Todas nuestras investigaciones nos hacían estimar que entre los siete directores de Schwager, la administración de la compañía y el director del diario Estrategia se infló la burbuja para hacer caer a los accionistas incautos”. Ojeda odió el reportaje. Días después se querelló contra Medel por injurias graves, pero en poco tiempo la denuncia fue desestimada porque ni las pruebas ni el contexto del artículo permitían configurar la existencia de delito. A pesar de que la revista del Grupo Claro fue amonestada por el Consejo de Ética de la Asociación Nacional de Prensa (ANP), el texto de Medel resultó finalista en el Premio Periodismo de Excelencia que en 2006 entregó la Universidad Alberto Hurtado.

Aunque la SVS emitió un comunicado desmintiendo que alguno de sus funcionarios haya conversado con la periodista, lo cierto es que precisamente esos fueron los resultados que arrojó su investigación y que le permitieron formular cargos contra Ojeda a mediados de 2005 por difundir noticias falsas o tendenciosas para inducir a error en el mercado y así obtener beneficios para sí o para terceros. Así fue que se desató la pelea judicial que, después de ocho años, está pronta a cerrarse en la Corte de Apelaciones de Santiago.

CARGOS Y DESCARGOS

El 24 de junio de 2005, la SVS le hizo llegar a Víctor Ojeda un documento que en su encabezado dice “Reservado Nº 142”. Para entonces, la entidad fiscalizadora del mercado de valores ya contaba con declaraciones del periodista que realizó la entrevista, del entrevistado, de su editor, de los directores de Schwager S.A., de ejecutivos de corredoras de bolsa, de sus clientes y hasta del mismo Ojeda. En la carpeta que incluía esos archivos había también copia de todas las publicaciones que difundió Estrategia en el segundo semestre de 2004 sobre el ingreso de Schwager S.A. al negocio de bonos de carbono. A eso se sumaban informes detallados de los movimientos accionarios de la ex carbonífera durante todo ese período, todos los hechos esenciales presentados por la empresa ese año y los análisis que Poch Ambiental S.A. había realizado sobre la viabilidad de sus proyectos. Estos últimos reportes aseguraban que recién estaban en etapa de prefactibilidad y que aún debían cumplirse varios requisitos para poder desarrollarlos como Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), lo que quiere decir que todavía faltaba mucho para materializar estos negocios.

Con todos esos datos sobre la mesa, la SVS determinó que la información publicada no era veraz y que además era tendenciosa, porque presentaba como proyectos concretos negocios que “eran sólo meras iniciativas carentes de respaldo técnico”. También cuestionó que ninguno de los artículos publicados por Estrategia analizaba técnicamente los proyectos anunciados por Schwager S.A., “desestimando fuentes objetivas y disponibles en el mercado nacional (a la cual hacen referencia otros medios) para referirse certeramente sobre este tema”. El oficio concluye:

“Abona esta conclusión preliminar la circunstancia de que usted (Ojeda) ejerce un papel absolutamente activo en la definición de la línea de contenidos del diario, presidiendo las reuniones de pauta para las ediciones de los días lunes y viernes, días que coinciden con las principales publicaciones hechas por ese medio en relación a Schwager y al tema de los bonos de carbono”.

Después de recibir el documento, Ojeda tenía 10 días hábiles para responder. Y cuando lo hizo, el 11 de julio de 2005, fue a través de un texto de casi 70 páginas donde en cuatro capítulos cuestionaba las atribuciones que tenía la SVS para fiscalizarlo y la acusaba de actuar “sobre la extraña lógica de una censura”. Ojeda argumentó que, por tratarse de un medio de comunicación, el marco legal que lo rige es la Ley de Prensa y no la Ley de Mercado de Valores, por lo que la sanción de la SVS era ilegal e inconstitucional.

En sus descargos, Ojeda arguyó que el precio y el volumen de transacción de la acción de Schwager S.A. venían al alza al menos desde el 23 de agosto de 2004 y no desde septiembre, como lo estipulaba la SVS. También que esos movimientos bursátiles habrían comenzado al menos tres semanas antes de que Schwager S.A. informara su decisión de ingresar al mercado de bonos de carbono, por lo que no podían ser producto de –como la SVS calificó las publicaciones del diario– “una serie de rumores que circularon en el mercado”. Y que como los anuncios de la empresa se hicieron a través de hechos esenciales que la SVS nunca objetó, era imposible que las noticias divulgadas por su diario no hayan sido veraces. En ese sentido, Ojeda aseguraba que si la información disponible en el mercado era falsa y aun así se permitió la transacción de las acciones, la responsabilidad era exclusivamente de la SVS.

Sobre el cuestionamiento que hizo la Superintendencia a las publicaciones, especialmente a la entrevista al gerente general de Schwager S.A. donde se anuncia que la valorización de los títulos de la compañía podía llegar a $100, el dueño y director de Estrategia señaló que éstas se realizaron dentro de los márgenes legales y éticos y que cuando se solicitó una rectificación, ésta se publicó. Por lo tanto, a su juicio el ejercicio periodístico habría cumplido con obligaciones legales sobre las cuales la SVS nada tenía que opinar. Y que si en los artículos no se profundizaba en aspectos técnicos del negocio de los bonos de carbono, la decisión de hasta dónde llegar en la especialización de los temas que publica es responsabilidad exclusiva de su diario. A juicio de Ojeda, el sólo hecho de que la entidad lo haya cuestionado es “un desborde legal de autoridad (…) inaceptable e injustificable”.

El documento continúa refutando cada uno de los párrafos contenidos en la acusación de la SVS. Que no es efectivo que Inversiones Gestión Ltda. sea de su propiedad, porque pertenece a distintas personas. Que a través de esa sociedad poseía acciones de Schwager S.A. desde 1995 y que aumentó su inversión histórica y luego vendió por recomendación de Banchile Corredores de Bolsa. Que si alguien recibió utilidades, fue la persona jurídica y no él. Que no existe prohibición para que el dueño de un medio participe en el mercado de valores. Que jamás hubo una estrategia comunicacional y que acusarlo de aquello es “una injuria de una gravedad sin límite”.

Al final del texto, Ojeda solicita formalmente la inadmisibilidad jurídica de la investigación y que se declare nula por carecer la SVS de atribuciones para sancionarlo. Además, pide más tiempo para hacer llegar nuevos antecedentes que lo respalden. La SVS le exigió especificar qué pruebas presentaría, cómo lo haría y en qué plazos. El detalle de las pruebas que utilizarían, las personas que llevarían a testificar y las preguntas que les harían, fue presentado por los abogados de Ojeda el 1 de agosto de 2005. El documento consta de 166 páginas y enumera, entre otros elementos probatorios, una serie de publicaciones de otros medios sobre el tema, documentos oficiales y cuestionarios a realizar a una veintena de testigos.

Durante los cuatro meses siguientes se presentaron las pruebas y todos los que ya habían declarado antes lo hicieron de nuevo. Incluso la defensa de Ojeda trató de suspender la investigación cuando se abrió una nueva arista que salpicó a tres directores de Schwager S.A. por omitir información al mercado y hacer uso de información privilegiada (ver recuadro “La arista de los directores”). Pero no fue suficiente. El 5 de diciembre de 2005, la SVS ratificó los cargos y multó a Ojeda con 15.000 UF. Recién entonces, el Caso Schwager-Estrategia pasó a ser materia judicial.

A LA CORTE DE APELACIONES

Ojeda llegó el 16 de diciembre de 2005 hasta el Primer Juzgado Civil de Santiago con un extenso documento y un fin claro: interponer un recurso de reclamación que dejara sin efecto la sanción que le había impuesto la SVS once días antes.

Por otro lado, entre la multa y la judicialización del caso, a Ojeda se le había abierto otro flanco. En los días que siguieron a la notificación de la sanción, el entonces presidente de la Asociación Nacional de Prensa (ANP), Juan Luis Sommers, anunció que todos los antecedentes serían revisados por el Consejo de Ética de Medios de Comunicación Social. Pero esa vía no le acarreó mayor problema al dueño de Estrategia: los consejeros resolvieron no sancionar ni a Ojeda ni a su diario. En cambio, emitieron en junio de 2006 un dictamen general sobre la cobertura de noticias económicas que en ninguna parte hace mención a la sanción de la SVS contra Ojeda. Si el caso se extendía, sería por la vía legal.

En el texto que presentó ante el tribunal, el dueño y director de Estrategia aseguraba que la resolución de la SVS no era clara en cuanto a si la sanción era por sus actos personales o los del diario que dirige. Pero eso le daba lo mismo. Si la sanción era contra él, no era válida porque la SVS no tendría atribuciones para sancionarlo por no ser una persona objeto de su fiscalización. Si era contra el diario, la multa debería ser para la sociedad que lo controla (Editorial Gestión Ltda.) y no para él. A juicio de Ojeda, el documento completo de la SVS era “contrario a derecho”.

También dijo que toda la información que publicó su medio era la que venía de Schwager S.A., así que si alguien difundía información falsa o tendenciosa, eran ellos. Sobre las transacciones que realizó Inversiones Gestión Ltda., dijo que nada tenían que ver con la información que publicó Estrategia. Y además, que él no había tenido ninguna injerencia en las publicaciones y que ni siquiera estuvo en la reunión de pauta del día previo a la publicación de la entrevista al gerente general de Schwager S.A. Que sobre eso último tenía testigos: dos de sus empleados. Tanto el periodista que realizó la entrevista como su editor declararon que Ojeda no había intervenido en la decisión de difundir las noticias sobre Schwager.

-Mi calidad de presidente y director del diario Estrategia no me transforma en personalmente responsable de todo cuanto aparezca publicado en dicho diario –declaró Ojeda.

Para la SVS, todos sus argumentos eran falsos. En su presentación ante el tribunal, la Superintendencia indicó que Ojeda debía ser objeto de su fiscalización “desde que realiza actos que la ley le encomienda (a la SVS) vigilar y tutelar”. Agregó que él mismo antes había declarado que dentro de sus labores en el diario estaba la participación activa en las pautas y que aunque no estuvo en la reunión previa a la publicación de la entrevista, sí estuvo cuando su realización se puso en agenda.

La etapa probatoria del juicio se extendió hasta julio de 2008. Durante ese período, a las personas que antes habían desfilado ante la SVS y que nuevamente prestaron declaración judicial, se sumaron antiguos trabajadores de Estrategia que corroboraron la injerencia de Ojeda en la definición de los temas que se publican. Ellos aseguraron que, a veces, incluso hacía cambios de última hora. También se recolectaron otras pruebas, como el informe que envió Banchile Corredores de Bolsa indicando que jamás recomendó a sus clientes –entre ellos Ojeda e Inversiones Gestión- comprar acciones de Schwager. Además, se adjuntaron escrituras, cartolas de inversiones y otros documentos de las sociedades del matrimonio Ojeda-González, aunque sus balances, a pesar de haber sido solicitados en dos oportunidades, nunca fueron entregados al tribunal.

Durante cinco años la defensa de Ojeda se esmeró en probar que la SVS había intentado instrumentalizar a su representado para generar debate, que todo el proceso había sido una persecución en su contra y que la sanción era un acto arbitrario basado en conjeturas. Pero de poco le sirvió. El 29 de diciembre de 2010 el tribunal rechazó la acción de reclamación de Ojeda y lo sentenció a pagar la multa de 15.000 UF, más reajustes e intereses.

Ojeda se negó a pagar. Días después, el dueño de Estrategia cambió sus abogados por tercera vez desde que se desató el escándalo en 2004. Desde entonces es representado por el estudio Bofill Mir & Álvarez Jana, del que fue socio el actual ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Con ellos a cargo de su defensa, y con la convicción de que “el fallo adolece de errores”, el 11 de enero de 2011 interpuso en la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de casación en la forma que fue admitido el 26 del mismo mes.

El juicio sigue abierto y la justicia se apronta a dirimir si Víctor Ojeda es culpable o inocente. Antes de él, nunca un dueño de un medio de comunicación en Chile había sido sancionado por sacar provecho indebido con sus publicaciones. Si el fallo le resulta adverso, se transformaría en el primero y dejaría la puerta abierta para que otros puedan ser cuestionados y sancionados si incurren en faltas similares. Pero pase lo que pase, al final ya se cumplió lo que en diciembre de 2005 declaró a la prensa el entonces superintendente de Valores y Seguros, Alejandro Ferreiro: “Lo más importante de todo esto, mucho más que el resultado judicial (que seguramente demore), es que se genere un debate conducente al mejor tratamiento de la información económica especializada”.

EL EDIFICIO QUE OJEDA PERDIÓ

Al principio, el diario de Ojeda corrió solo. Primero con una frecuencia quincenal y luego, una vez por semana, durante diez años fue el único medio chileno especializado en economía y negocios. Así se mantuvo hasta que en 1988 apareció El Diario (hoy Diario Financiero) para hacerle competencia. Ese fue tal vez uno de los factores que influyó para que en 1990 se convirtiera en una publicación diaria. Pero aún así, al menos hasta mediados de esa década se mantuvo como el periódico favorito y más influyente entre accionistas y empresarios. Para 1998, los $9.000 con los que partió la empresa se habían transformado en $1.000 millones.

Junto con el aumento de capital, ese mismo año Editorial Gestión Ltda., la sociedad matriz de Estrategia, se mudó a un edificio ubicado en Avenida Luis Carrera Nº 1289, esquina La Hualtatas, en medio de una de las zonas más caras y demandadas de Vitacura. El edificio tiene 2.496 m² construidos, cinco pisos, dos subterráneos y un vistoso letrero con el nombre del diario en su fachada. La adquisición del inmueble era la muestra clara del éxito que gozaban Ojeda y sus empresas. Hoy, no es más que la ratificación palpable de su debacle financiera.

Cuando la empresa de Ojeda compró el edificio en febrero de 1998 a Constructora UDM Ltda., las 152.748 UF que costaba fueron financiadas por el Banco Crédito e Inversiones (BCI). Por lo mismo, la matriz de Estrategia se obligaba a no enajenar, gravar ni arrendar el edificio por períodos superiores a un año sin el consentimiento del banco.

A fines de mayo de 2005 –en plena investigación de la SVS– se inscribió en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago una orden de embargo contra el edificio de la empresa de Ojeda. La orden había sido decretada en enero de ese año y, según dice la escritura, fue “a solicitud del Servicio de Tesorería, Departamento de Cobranza, en juicio por cobro de pesos, más reajustes, intereses y multas, en autos caratulados «Fisco con Deudores Morosos»”. En 2009, el juez sustanciador tesorero regional metropolitano volvería a emitir un embargo contra el edificio, de nuevo por el mismo motivo.

Para ese año, la crisis ya estaba desatada en Estrategia. El 8 de octubre, dos de las empresas ligadas al diario y que funcionaban en el edificio, fueron clausuradas por el no pago de patentes. Una era Inversiones Tres Valles Ltda., una sociedad que creó la esposa de Ojeda, Patricia González, junto a sus tres hijos en 2007 y que desde ese mismo año es socia en Inversiones Gestión Ltda. La otra fue Inversiones Sebastián Ojeda González E.I.R.L., de uno de los hijos del matrimonio Ojeda-González.

El alza de la inscripción del primer embargo se realizó recién el 7 de enero de 2010. El segundo acabó el día 22 de ese mismo mes, cuando BCI adquirió “por dación en pago” de Editorial Gestión Ltda. el edificio avaluado en 110.000 UF.

Después de tener publicado un anuncio de venta por casi un año y medio en el sitio web del banco, la Sociedad Ranco 1 S.A., donde participan, entre otros, el presidente de Sonapesca, Rodrigo Sarquis, lo compró en 108.000 UF. El diario Estrategia, sus empresas asociadas e incluso algunas sociedades que los hijos de Ojeda crearon con sus cónyuges, aún funcionan allí.

LA ARISTA DE LOS DIRECTORES

A mediados de 2005, cuando la SVS se aprestaba a decidir si Víctor Ojeda sería o no sancionado, el entonces superintendente, Alejandro Ferreiro, anunció en una entrevista que la entidad estaba investigando a Schwager S.A. Al leerlo en la prensa, la defensa de Ojeda le solicitó todos los antecedentes a Ferreiro y, días después, le pidió además suspender la investigación en su contra basada en que, si se comprobaba que era la ex carbonífera la que había falseado u omitido información, el dueño de Estrategia podía quedar libre de los cargos.

Pero las indagaciones de la SVS iban por otra línea.

Cuando en septiembre de 2004 Schwager S.A. informó a la SVS su decisión de ingresar al mercado de bonos de carbono, también anunció tres proyectos que serían evaluados por Poch Ambiental S.A. Uno de ellos era el estudio de un aditivo para combustibles que reduciría su efecto contaminante. El nombre de ese aditivo era CHISS (Chilean Super Staff).

Siete meses después, la compañía emitió un comunicado reservado a la SVS en el que anunciaba conversaciones con ENAP para estudiar la viabilidad del CHISS. Esas conversaciones se transformaron en un Memorandum de Acuerdo (MDA) que ambas empresas firmaron para “desarrollar actividades conjuntas con el objetivo de estudiar el comportamiento del aditivo CHISS como también convenir un plan de negocios conjuntos, de aplicación nacional e internacional”. Como el MDA fue considerado por Schwager S.A. como un acto relevante que debería estar en conocimiento de sus inversionistas, fue informado como corresponde al mercado a través de un “hecho esencial” a fines de junio de 2005. La información volvió a valorizar las acciones de la ex carbonífera. Pero el acuerdo no duró mucho.

Para entonces, Carlos Flores había dejado la compañía y en su lugar había asumido la gerencia general Jacobo Kravetz Miranda, quien presidía el directorio cuando un año antes estalló el conflicto con Estrategia. Él era titular de los derechos del CHISS a través de su sociedad K S.A., que a su vez era una de las mayores accionistas de Schwager S.A. Un mes y medio después de haber firmado el MDA, Kravetz le puso fin de forma unilateral. Ni siquiera avisó a los principales accionistas. ENAP aceptó el término el 26 de agosto de 2005, pero el mercado no se enteraría hasta casi tres meses después.

Entre el fin del MDA y su información a la SVS, la sociedad de Kravetz vendió casi 38 millones de acciones en un precio promedio de $18,2 cada una, obteniendo una recaudación cercana a los $692 millones. Lo mismo hicieron otros dos directores de la compañía: Enrique Fuentes Durán vendió títulos por un valor de $75.869.609 y Gabriel Urenda Salamanca obtuvo ingresos por $241.054.012.

Kravetz, Fuentes Durán y Urenda Salamanca fueron sancionados por la SVS por hacer uso de información privilegiada. Además, la SVS multó a los demás directores (Francisco Zegers, Enrique Fuentes Santis y Eduardo Sanhueza) y a la misma empresa Schwager S.A. por ocultar información a los accionistas y por no verificar el procedimiento legal de autorización para la celebración de los contratos por los cuales la sociedad K S.A., de Kravetz, cedió a Schwager S.A. los derechos sobre la solicitud de patente de invención y de la marca comercial del aditivo CHISS. Las multas variaron entre las 4.000 UF y las 15.000 UF.

Kravetz, Fuentes Durán y Fuentes Santis apelaron y llevaron su caso hasta la justicia. En primera instancia, los tres perdieron. En la Corte de Apelaciones ocurrió lo mismo. Luego, la Corte Suprema ratificó las multas.


Vea aquí la respuesta de los abogados de Víctor Ojeda

El rol de Agustín Edwards antes y después del 11 de septiembre de 1973

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Lo dijo el poderoso ex secretario de Estado Henry Kissinger: una visita de Agustín Edwards a Washington gatilló la decisión de Richard Nixon de apoyar un Golpe de Estado en Chile. Lo escribió Kissinger en su biografía y lo rescató el director del National Security Archive, Peter Kornbluh, en su libro The Pinochet File (2003). El volumen reconstruye la historia secreta del golpe a partir de archivos de la CIA. Una historia en la que el dueño de El Mercurio juega un rol importante.

Ahora que se cumplen 40 años del Golpe de Estado, el Presidente Sebastián Piñera arrastró a los medios a la discusión sobre los cómplices pasivos de la dictadura y sobre quiénes deben pedir perdón. Insistió sobre ello en el discurso con que conmemoró el aniversario del golpe en La Moneda: “La responsabilidad también alcanza a algunos medios de comunicación, que con frecuencia se limitaron a entregar la versión oficial del gobierno y no siempre investigaron e informaron con la objetividad y veracidad que los graves atropellos a los derechos humanos exigían”.

Y este domingo 8, el abogado Carlos Peña –rector de la Universidad Diego Portales y vicepresidente del directorio de CIPER– usó las páginas del propio El Mercurio para apuntar hacia las responsabilidades del diario. Recordó específicamente la portada de La Segunda –también propiedad de Agustín Edwards– que bajo el titular “Exterminados como ratones” fue parte de una operación para encubrir el asesinato de 119 opositores al régimen.

Pese a haber transcurrido 40 años, El Mercurio no parece lamentar su actuación en dictadura. El mismo domingo, una editorial del periódico reivindicó lo hecho, congratulándose incluso de haber contribuido “decisivamente a una transición pacífica y democrática” gracias a que al intentar relajar las restricciones, la prensa establecida permitió que surgieran los medios opositores en la década de 1980.

El camino seguido por El Mercurio contrasta con el del conglomerado de medios brasileños O’Globo, que recientemente admitió que fue un “error” haber apoyado editorialmente a la dictadura en dicho país. El reconocimiento fue valorado por unos y cuestionado como oportunista por otros, pero indudablemente representa un paso más allá de lo que han hecho los medios chilenos.

No es la primera vez que la atención pública está puesta en la responsabilidad de El Mercurio en incitar el Golpe de Estado y cubrir los crímenes de la dictadura. El último episodio que incomodó al periódico fue el lanzamiento en 2008 de “El Diario de Agustín”, un documental de Ignacio Agüero que ahondó en el papel jugado por los diarios de la cadena de El Mercurio.

Hasta ahora, Agustín Edwards nunca ha tenido que dar explicaciones sobre sus actuaciones. Eso podría cambiar pronto, pues de acuerdo a La Tercera, el juez Mario Carroza ya emitió una orden a la PDI para “ubicar y entrevistar” al dueño de El Mercurio, en el marco de la investigación que busca aclarar cómo se gestó el golpe de estado

NO TAN PASIVOS

A diferencia de lo que la editorial de El Mercurio sugirió este domingo 8 de septiembre, el periódico apoyó explícitamente al régimen de Augusto Pinochet. Su actuación se puede rastrear mucho antes del golpe y está documentada desde que en 1975 el informe del Comité Church del Congreso estadounidense revelara el detalle de cómo la CIA usó a El Mercurio para desestabilizar a Salvador Allende. La intervención se da en el marco de las operaciones Track I y Track II, que desde 1970 la agencia de inteligencia llevó a cabo para, primero, evitar la asunción de Allende, y después, para derrocarlo.

Según el libro de Kornbluh, la relación entre El Mercurio y la CIA era de larga data. Ya en los años sesenta la agencia de inteligencia tenía en su nómina de sueldos a periodistas y editores del diario, y también había pagado gastos operativos del periódico. Más tarde la CIA llevó a cabo el “Proyecto El Mercurio”, destinando fondos para el que sería un actor relevante en el derrocamiento de Allende, usándolo como máquina propagandista.

La pista sobre el involucramiento de Agustín Edwards en el golpe se puede seguir tan atrás como septiembre de 1970, días después de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el 4 de ese mes y en las que Salvador Allende obtuvo una estrecha victoria que debía ser ratificada por el Congreso. “Agustín Edwards ha huido y llega aquí el lunes. Me voy a reunir con él…”, le dijo Kissinger a Nixon, según un documento desclasificado en 2008 y publicado entonces por CIPER.

El lunes al que se refería Kissinger correspondía al 14 de septiembre de 1970, cuando faltaban aún 40 días para que el Congreso decidiera si ratificaba a Allende como presidente o elegía a Jorge Alessandri, quien resultó segundo. Agustín Edwards y el gobierno estadounidense ya planeaban cómo evitar su asunción o derrocar su eventual gobierno.

Al día siguiente, a las 9 de la mañana, Kissinger le pidió a Richard Helms, entonces director de la CIA, que conversara con Edwards y luego le diera su opinión, según consta en la transcripción de la conversación telefónica entre ambos.Iré al centro a reunirme con él”, le contestó Helms.

Richard Nixon y Henry Kissinger

Esa misma tarde Nixon dio a la CIA una orden que sería clave para el futuro de Chile: “Evitar que Allende asuma el poder o derrocarlo”. Al igual que Kissinger, Helms dijo al Comité Church del Senado estadounidense que tenía la impresión de que Nixon llamó a una reunión para dar la orden de intervenir en Chile debido al testimonio que Agustín Edwards había llevado a Washington sobre la situación chilena.

El memorándum que registra lo que se habló en la reunión de Helms con Edwards está fechado tres días más tarde. Como muchos de los documentos desclasificados, partes del texto están tachadas. Por ejemplo, sólo el nombre de uno de los asistentes –Richard Helms– es legible, pero Kornbluh, el mayor experto en archivos desclasificados sobre Chile, asegura que por las fechas y el contenido, no hay dudas de que se trata de la reunión con Agustín Edwards.

El reporte señala que alguien –presumiblemente Edwards, porque el nombre está tachado– se queja de no haber podido hacer algo para quitarle votos a Tomic. Luego se explica que el gobierno estadounidense limitó su apoyo, permitiendo que alguien–nuevamente el nombre está tachado, puede ser Edwards– hiciera una campaña contra Allende, pero no le permitió apoyar directamente a Alessandri.

Durante el encuentro se analiza la contingencia política chilena, como la oferta de Alessandri de renunciar a asumir la presidencia en caso de ser electo por el Congreso, de modo de que Eduardo Frei Montalva (entonces presidente en ejercicio) pudiera presentarse en los siguientes comicios y ser electo. Sin embargo, las posibilidades de Alessandri eran bajísimas y se decía que los democratacristianos estaban asustados porque los comunistas ya estaban haciendo listas negras con los nombres de los funcionarios de gobierno DC.

El documento evalúa tres riesgos de intentar evitar la asunción de Allende: qué hacer en caso de que el plan falle (el cambio de mando era el 4 de noviembre, apenas 10 días después de que el congreso definiera la presidencia); algunos parlamentarios podían anunciar prematuramente su apoyo a Alessandri, gatillando que los comunistas “salgan a la calle”; y el general Roberto Viaux “o algún otro loco” podían intentar hacer un golpe, dificultando cualquier esfuerzo serio.

El último punto del reporte desclasificado es el más relevante, pues ya entonces se analiza el “timing para una posible acción militar”. Uno de los asistentes se pregunta si pueden correr el riesgo de que el plan Alessandri-Frei funcione.

UN PROYECTO CARO

El “Proyecto El Mercurio” implicó el desembolso de millones de dólares para financiar el periódico. A juzgar por los documentos de la CIA, sin esos fondos es posible que el decano de la prensa chilena no hubiera sobrevivido a la Unidad Popular.

El Mercurio fue un canal de propaganda mayor durante 1970-75, así como lo fue durante las elecciones de 1970 y en el período previo al cambio de mando”, concluyó el Comité Church. Y agregó: “La CIA gastó U$ 1,5 millones para apoyar a El Mercurio, el diario más grande del país y el canal más importante para propaganda contra Allende. De acuerdo a los documentos de la CIA, esos esfuerzos tuvieron un rol importante en preparar el escenario para el golpe militar del 11 de septiembre de 1973”. Tiempo después se descubriría que el flujo de dinero fue aún mayor.

Documentos desclasificados más tarde muestran que en 1971 la CIA analizó dos alternativas opuestas para El Mercurio: gastar mucho dinero para financiar al diario, pero corriendo el riesgo de que Allende decidiera cerrar el diario; o dejar que El Mercurio saliera de circulación y usarlo como una forma de propaganda para mostrar el daño que la UP hacía a la libertad de prensa. Sin embargo, precisa el memorándum, Allende podría haber sido capaz de demostrar que la “ineptitud financiera” de los administradores del periódico lo llevaron a la ruina. Por todo lo anterior, el entonces embajador de Estados Unidos en Chile, Edward Korry, recomendó optar por financiar el diario.

La opinión de Korry se impuso por sobre otras y el propio Nixon aprobó el desembolso de U$700 mil, los que al mes siguiente se complementaron hasta alcanzar U$1 millón. De acuerdo a los documentos citados por Kornbluh, siete meses más tarde la CIA pidió otros U$965 mil, lo que generó un debate en el gobierno estadounidense, pues el diario ya no estaba bajo amenaza directa de Allende y lo que pasaba era que se estaba quedando sin acceso al crédito. Sin embargo, el diario era considerado esencial para liderar la oposición a Allende en vista de las elecciones parlamentarias de marzo de 1973. Los fondos se aprobaron y no fueron los únicos que alimentaron la caja de Agustín Edwards, quien también recibió apoyo a través de la empresa de telecomunicaciones estadounidense ITT, cuyos bienes en Chile sentía amenazados.

 

Escaso aporte de Estados asfixia económicamente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos

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Caracas era un torbellino el 2 de marzo de 1989. La protesta contra el paquete neoliberal aplicado por el Gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez sembraba un reguero de pólvora. La capital de Venezuela ardía por los cuatros costados. Aquella rebelión popular, bautizada como el “Caracazo”, marcó para siempre la historia del país y manchó de sangre la biografía de Yris Medina.

“Ese 2 de marzo, cerca de las 6:20 de la tarde, mi esposo tomó a nuestra hija de tres meses en sus brazos y se asomó por el balcón de la casa, ubicada en la avenida San Martín, en el oeste de la ciudad” recuerda Yris, quien entonces tenía 19 años. “Yo estaba a su lado y vi como un soldado del Ejército, que se encontraba en una cabina telefónica, nos apuntó y disparó”, relata al periodista.

La bala impactó en el pecho de Wolfang Quintana, un librero de 20 años. Yris observó a su esposo caer al suelo y sintió que el mundo se desplomaba a sus pies. “Su asesinato acabó con nuestros sueños”, confiesa la mujer. Y también dio inicio a una lucha que ya suma 24 años en busca de justicia.

En este largo y tortuoso camino, Yris no ha andado sola. La tragedia y el dolor la unieron a un grupo de afectados que constituyeron el Comité de Familiares de las Víctimas del “Caracazo” (Cofavic). Desde esta organización levantó su voz para reclamar auxilio a las autoridades venezolanas, pero jamás consiguió respuesta.

“Después de seis años de silencio, acudimos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH). La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) era nuestra última esperanza”, comenta Yris, quien aún guarda fresca en su memoria aquella experiencia: “Sentirme escuchada con respeto significó mucho para mí, ya que en mi país nunca había sido atendida ni por la Fiscalía ni por los tribunales”.

El caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH). Allí los familiares de las víctimas del “Caracazo” sintieron por primera y única vez la brisa fresca que exhala la palabra “justicia”.

Para tratar de derribar el muro que levanta la impunidad en cada país, los ciudadanos tienen la opción de acudir al sistema de protección de los derechos humanos, conformado por la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entes que funcionan en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA). En sendas sentencias relativas al caso de la familia Quintana Medina, emitidas en 1999 y 2002, la Corte-IDH condenó al Estado venezolano por el “Caracazo”. Entre otros requerimientos, obligó a investigar los hechos, localizar los restos de los desaparecidos, sancionar a los responsables e indemnizar a los supervivientes.

Pese al dictamen, Venezuela sólo ha cumplido dos disposiciones: La indemnización y la publicación de la resolución en el diario oficial. Sin embargo, Yris no ceja en su batalla. El fallo de la Corte-IDH le insufló aliento suficiente para continuar. “Me dio dignidad y le dio dignidad a mi esposo que perdió la vida por un militar inconsciente”, afirma.

Son muchos

En América Latina viven cientos de Yris Medina. Hombres y mujeres humildes que han sufrido una especie de doble agresión: El ataque de un agente del Estado y la inacción de las instituciones nacionales frente a sus denuncias.

Entre 2002 y 2012, la CIDH recibió 15.405 peticiones o denuncias contra uno o más Estados miembros de la OEA. De ese total, según un informe de la CIDH, 9.558 cumplieron con los requisitos para ser analizadas por el organismo, conforme el cálculo realizado por el periodista. Desde 1997 hasta 2012, la Comisión ha emitido 781 medidas cautelares para preservar la integridad de personas amenazadas.

En ese mismo periodo, la CIDH presentó 163 expedientes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Además de impartir justicia, la Corte-IDH vela por el cumplimiento de sus sentencias en 138 casos a escala regional.

“La supervisión de cumplimiento de las sentencias de la Corte se ha convertido en una de las actividades más demandantes del Tribunal, pues, cada año se incrementan  considerablemente el número de casos activos”, sostiene el organismo en su informe de 2012.

La Corte emite medidas provisionales de protección para resguardar el derecho a la vida y la integridad de los solicitantes. En estos momentos, el tribunal hemisférico vigila la ejecución de 31 instrumentos de este tipo en 11 países.

Burlar estas medidas es lo mismo que arrojar a una persona a las fauces de la muerte. Lo sabe muy bien la familia Barrios, residente en el estado venezolano Aragua. Pese a que la Corte-IDH ordenó al Gobierno de Caracas proteger a esta familia, víctima de abusos por parte de agentes policiales, la petición ha caído en saco roto. La sordera de las autoridades ha traído como consecuencia el asesinato de diez integrantes de esta familia desde 1998, incluido Roni David Barrios, de 17 años, ultimado el 15 de mayo de 2013.

La lucha política

“La gente viene a la Comisión Interamericana cuando no encuentra justicia en su país”, destaca el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, en entrevista concedida al reportero. “Viene a poner quejas, no felicitaciones”, añade.

Álvarez Icaza, sociólogo mexicano, admite que existen tensiones y desencuentros entre los órganos del sistema interamericano de protección de derechos humanos y los Estados de la OEA.

Aunque los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, corazón de la Alianza Bolivariana (ALBA), han encabezado el frente crítico contra la Comisión y la Corte-IDH, fue Brasil el país que promovió en 2011 el proyecto para modificar el sistema.

La iniciativa brasileña surgió como reacción a una resolución de la CIDH, adoptada en abril de 2011, que demandaba paralizar la construcción de la planta hidroeléctrica Belo Monte hasta que consultaran la posición de los pueblos indígenas afectados por ese plan. Brasilia se opuso a la medida, retiró a su embajador ante la OEA y suspendió el pago de su cuota anual al organismo.

En junio de ese mismo año, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos creó el Grupo de Trabajo que se encargaría de revisar el funcionamiento de la CIDH. El resultado de la reflexión fue un documento, presentado el 13 de diciembre de 2011, que proponía cambios que tocaban aspectos fundamentales de la Comisión para “fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos”.

La discusión se extendió durante todo 2012 y encendió las alarmas de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). “Hay un interés de los gobiernos de limitar el impacto que tiene el sistema interamericano porque les complica los debates políticos con actores que no son manipulables”, opinó una representante de la sociedad civil consultada para este reportaje y que pidió mantener su identidad en el anonimato.

La portavoz de la ONG advierte que minar las fortalezas del sistema y aumentar las trabas burocráticas pone en peligro la vida de defensores y víctimas de violaciones de los derechos humanos en el continente. “Algunos Estados están molestos con un sistema que busca incomodarlos”, concreta esa fuente.

El debate culminó el 22 de marzo de 2013, tras la reunión de la Asamblea General de la OEA en Washington. Con el fin de mantener su propia independencia y autonomía, la misma CIDH reformó 13 artículos a su reglamento, políticas y prácticas, recogiendo las posiciones manifestadas por los Estados.

Los cambios alteraron desde el procedimiento de admisibilidad de las denuncias y la redacción del informe final hasta el proceso de otorgamiento de las medidas cautelares. Se señaló que las mismas deben partir de “resoluciones fundamentadas” que, en teoría, exigirán más trabajo y esfuerzo por parte de la Comisión.

Más por menos

Las modificaciones generaron respuestas disímiles. El secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, explica al reportero que, pese a las presiones de algunos gobiernos, la institución mantuvo su independencia, el control internacional y las condiciones para conseguir recursos en el exterior. “No hay un impacto que se traslade procesalmente a las víctimas”, asevera.

Sin embargo, la Coalición Internacional de Organizaciones por los Derechos Humanos en las Américas rechazó los cambios. A través de un comunicado, lamentó que se sobrecargue de tareas a la Comisión, haciendo “más complejo el tramité de medidas cautelares y casos”, al tiempo que metió el dedo en la llaga del sistema: La financiación.

“El proceso tampoco ha resultado en un aumento del financiamiento de la Comisión y de la Corte”, indicó la Coalición. “Por el contrario, los Estados, por medio de la OEA, sólo proveen el 55% del presupuesto de la CIDH, y además varios Estados quieren limitar a la CIDH su capacidad de recibir fondos externos. Esto implicaría que casi todas las relatorías y la propia CIDH perderían cerca del 45% de su financiamiento”, precisó.

Antes de esta última variación del reglamento, la propia Comisión reconocía en su Plan Estratégico 2011-2015: “La Comisión ha manifestado de manera reiterada que los fondos asignados en el presupuesto regular de la OEA para su funcionamiento resultan insuficientes para cumplir adecuadamente su mandato”.

Los requerimientos de la Comisión y la Corte-IDH superan con creces el monto asignado para cada ejercicio por la OEA. En el plan estratégico aludido, la CIDH calculó que para cumplir con sus deberes en 2012 necesitaba un presupuesto de 14.520.000 dólares. No obstante, solo recibió del fondo regular de la OEA 4.779.700.

Los aportes del fondo regular suben de un año a otro, pero siempre por debajo de las peticiones de la CIDH. Este 2013 no escapa de esa realidad. La Comisión proyectó un presupuesto de 20.100.000 dólares, pero el fondo regular de la OEA sólo desembolsó 5.280.200.

La Corte Interamericana padece las mismas penurias económicas. En mayo de 2010, el secretario del tribunal hemisférico, Pablo Saavedra, expuso un informe donde reflejaba lo siguiente: “Hoy en día la Corte Interamericana de Derechos Humanos es el tribunal internacional con menos recursos en el mundo, al tener un presupuesto regular proveniente del fondo regular de la OEA de 1.998.000 dólares, lo que representa tan solo el 2,21% del presupuesto de la organización”.

En aquel texto, Saavedra adelantaba que en el corto, mediano y largo plazo, la Corte-IDH necesitaría para su correcto funcionamiento 5.380.000, 10.000.000 y 16.000.000 de dólares, respectivamente. En contraste, lo que ha recibido de la OEA en los años 2011, 2012 y 2013 han sido sumas de 2.058.200, 2.161.000 y 2.661.000.

La situación que afronta el Fondo de Asistencia Legal del Sistema Interamericano de Derechos Humanos también evidencia la falta de compromiso de los integrantes de la OEA. Creado en 2008 para “facilitar el acceso al Sistema Interamericano de Derechos Humanos a aquellas personas que actualmente no tienen recursos necesarios para llevar su caso al sistema”, arrancó con un presupuesto de 32.000 dólares donados por Brasil y Colombia. Hasta la fecha, nadie más ha aportado al fondo y sólo dos personas han recibido esta ayuda, en casos que han involucrado a México y Honduras.

Golpe bajo

Álvarez Icaza reconoce que el déficit presupuestario dificulta su labor. “Tenemos más países por monitorear que abogados en la Comisión”, sostiene el secretario ejecutivo de la CIDH, tras indicar que la escasez de recursos “produce un debilitamiento de facto” de la institución. “Una manera de debilitar a la Comisión no es cambiar sus atribuciones, es no dar los aportes económicos para que desarrolle su trabajo”, dice este funcionario.

No será por falta de dinero. En el Consejo Permanente de la OEA se sientan cinco de las economías más grandes del planeta: Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y Argentina. Sin embargo, ni Brasilia ni Buenos Aires tienen embajadores ante el organismo, sólo representantes.

“Hay necesidad de que no solo haya narrativas comprometidas sino chequeras activas. Veo chequeras muy pasivas, ojalá las chequeras se movieran con la fuerza de los discursos”, ironiza Álvarez Icaza.

El caso del marxista Lalinde

Con menos diplomacia, la señora Fabiola Lalinde resume esta situación así: “Esas comisiones internacionales son patrocinadas por los gobiernos, pero son una pantalla, a los gobiernos no les gusta cuando se hacen denuncias graves”.

Habla desde la experiencia para este reportaje. Fabiola Lalinde es la madre de Luis Fernando Lalinde Lalinde, militante marxista asesinado por efectivos del Ejército colombiano en octubre de 1984.

A sus 76 años, Fabiola sigue buscando justicia. En 1988 se anotó su primer triunfo, cuando la CIDH emitió una resolución que condenaba al Estado colombiano por la desaparición de Luis Fernando. La decisión marcó un hito en la historia de la región, al convertirse en la primera sanción de este tipo contra Bogotá.

Pero sólo se trató de una batalla ganada, la guerra continuaría. En octubre de ese mismo año los militares allanaron su casa y sembraron cocaína. La acusaron de “narcoguerrillera” y la metieron en la cárcel durante 12 días. “El montaje con la droga fue para tratar de tumbar la resolución de la CIDH, pues los organismos de derechos humanos no defienden causas relacionadas con el narcotráfico”, cuenta.

La presión internacional le permitió recuperar la libertad. Lejos de retroceder, salió a la calle con mayor ímpetu. Su esfuerzo no ha sido en vano. El 17 de noviembre de 1996 pudo recuperar los restos de Luis Fernando –“me los entregaron en una caja de cartón”, recuerda- y también ha logrado rescatar del olvido la memoria de su hijo.

“Sin el apoyo de la CIDH, nunca hubiésemos conocido la suerte corrida por Luis Fernando”, asevera Fabiola, quien ahora impulsa ante el mismo organismo una reclamación por denegación de justicia que espera ser admitida desde 2010. “El Estado cree que me voy a cansar”, dice la mujer de 76 años. “Hemos llegado a la verdad, pero está pendiente la justicia y no hemos renunciado a ella”, concluye.

 

“Mi vida bajo el régimen de Paul Schäfer”

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En febrero de 2004 aterricé en Buenos Aires. Lo hice junto a Carola Fuentes. Ambos trabajábamos como periodistas del programa Contacto, de Canal 13, e íbamos tras la pista de Paul Schäfer, líder de Colonia Dignidad. Schäfer era entonces el prófugo más buscado por la policía chilena. Se le acusaba de homicidios, torturas, desapariciones y violaciones de menores al interior del enclave alemán. Nuestro objetivo inicial era ubicar a la mano derecha de Schäfer, Peter Schmidt, quien meses antes había cometido su primer descuido: apareció comprando una camioneta en la localidad de Chivilcoy, situada 165 kilómetros al sureste de Buenos Aires. Cuando logramos ubicar su residencia, encontramos a seis ex colonos que protegían a Schäfer.

Fueron 13 meses de seguimiento furtivo y vigilancia sin reposo a la casa de Chivilcoy, ubicada en un campo denominado La Solita. El desenlace ocurrió a las 15:10 del 10 de marzo de 2005, cuando agentes de Interpol de Argentina, junto a nuestro equipo de Contacto, ingresaron a la residencia donde se escondía Schäfer, quien había sido trasladado hasta la localidad de Tortuguitas, en la provincia de Buenos Aires. Terminaba así la fuga de un hombre que había logrado ocultar por más de cuatro décadas una historia cargada de secretos infames.

La policía de Interpol Argentina se prepara para allanar la casa donde se refugiaba Paul Schäfer.

Cuando la policía ingresó a la casa, Schäfer dormía la siesta. En la cocina, Peter Schmidt junto a Rebeca Schäfer, la hija adoptiva del prófugo, tomaban té. En el living, Mathias Gerlach leía la Biblia sentado en un sillón de cuero. Tras ser esposados, todos fueron conducidos a la comisaría de Interpol de Buenos Aires.

Los tres aprehendidos ese día de marzo de 2005 no fueron los únicos acompañantes que tuvo Schäfer en su clandestinidad de siete años. Fueron seis las personas que integraron el férreo círculo que ayudó a Schäfer a ocultarse desde que escapó de la justicia chilena en diciembre de 1997.

Peter Schmidt, el único con residencia oficial en Argentina y a nombre de quien se compraron propiedades, vehículos y maquinaria agrícola, era el encargado de tomar contacto con los miembros de la Colonia Dignidad que sabían dónde estaba Schäfer. Lo hacía desde teléfonos públicos o por correo postal, como lo pudo establecer nuestro equipo periodístico gracias a una vigilancia permanente. Schmidt, uno de los más radicales defensores de Schäfer y quien hasta ahora jamás ha dicho algo en contra del hombre al que llamaba “mi padre”, también se encargaba de las cobranzas de trabajos esporádicos que el grupo realizaba en los campos de sus vecinos argentinos y de todo trámite en el exterior de la casa de seguridad.

María Streber era la encargada de la cocina y de mantener una pequeña huerta y un gallinero. Sus únicas salidas, una o dos veces al mes, eran para hacer compras en el supermercado de Chivilcoy. La excepción fue en marzo del 2001, cuando salió para trasladarse hasta el Hospital Alemán de Buenos Aires, aquejada de fuertes dolores. Le descubrieron un cáncer y meses más tarde, en octubre de 2002, falleció.

A partir de la muerte de María, la cocina quedó a cargo de Renate Freitag, quien inicialmente atendía el teléfono y se ocupaba de la limpieza de la casa y el cuidado del jardín. Para entonces, Renate ya había aprendido a hacer quesos con la leche de las vacas que tenían en la quinta.

Friedhelm Zeitner, a quien todos llamaban Felipe, era el encargado de realizar trabajos en los campos aledaños y en el amplio terreno de La Solita. Era común verlo salir de la residencia a primera hora de la mañana, montado en grandes maquinarias agrícolas, y regresar al final de la tarde. Era el único que se relacionaba con los vecinos.

Mathias Gerlach también trabajaba conduciendo tractores, pero lo hacía sólo en el terreno de la casa-quinta. Fue siempre uno de los guardaespaldas más sumisos de Schäfer, con quien compartió dormitorio todo el tiempo que permanecieron en Argentina. Las investigaciones posteriores establecieron que Schäfer lo bañó hasta que cumplió 30 años.

Rebeca Schäfer ayudaba en la cocina y el jardín, pero no le gustaba trabajar con las otras dos mujeres de la casa. Ya antes de llegar a vivir con su padre adoptivo en Argentina, les comentaba a las otras jóvenes de la colonia que no le gustaba ser mujer, que preferiría ser hombre. Fue la única del grupo sorprendido en Chivilcoy que visitó a Schäfer en prisión hasta el día de su muerte, lo que le permitió al ex líder de Villa Baviera seguir comunicándose con el exterior.  Hoy vive en Viña del Mar junto a Peter Schmidt.

Rebeca Schäfer, Peter Schmidt y Mathias Gerlach siendo arrestados por el comisario de Interpol Salvador Belucci.

Con estas seis personas y fiel a los códigos que impuso con mano férrea, Schäfer continuó su vida en Argentina al estilo de una “pequeña Colonia Dignidad”. Lo único que le faltaron fueron los niños, pero no porque él así lo quisiera. El anciano pedófilo en varias ocasiones anunció su idea de traer algunos de los menores que vivían en Villa Baviera hasta La Solita. Para ello, ordenó acondicionar en el patio unos vagones de tren con cocina, baño y piezas. No alcanzaron a ser utilizados para los fines que Schäfer quería.

El 25 de enero de 2013, casi tres años después de la muerte de Paul Schäfer, cuatro de las seis personas que permanecieron hasta el final junto al prófugo en Argentina -Peter Schmidt, Friedhelm Zeitner, Matthias Gerlach y Renate Freitag-, fueron condenados a tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, además de la inhabilitación perpetua de derechos políticos, como encubridores de cuatro delitos de violación de menores y otros 12 delitos de abuso sexual contra niños. No pasaron ni un día en la cárcel pues se les concedió el beneficio de la libertad vigilada (Vea la sentencia).

El 28 de mayo pasado, una nueva acusación fue formulada por el ministro Jorge Zepeda en contra de los seis acompañantes de Schäfer en Argentina, a los que sumó a otros ocho colonos de Villa Baviera. Todos ellos fueron acusados de haber formado parte de una “asociación ilícita” que ayudó a su líder a cometer delitos. Los abogados querellantes estiman que los cuatro que ya fueron condenados -Schmidt, Zeitner, Gerlach y Freitag-, si reciben ahora una nueva sentencia, esta vez sí deberán cumplir la pena encarcelados. Por estos días la amenaza de la prisión ronda como un fantasma sobre los 14 acusados.

Fue probablemente ese temor el que motivó a uno de los guardaespaldas de Schäfer en Argentina a contar, por primera vez, parte de sus casi 42 años junto al polémico ex líder de Colonia Dignidad.

Durante los 13 meses que duró nuestra búsqueda y seguimiento a los habitantes de la casa-quinta La Solita, nos cruzamos muchas veces con Friedhelm Zeitner, a quien inicialmente conocí como Felipe. Mi rostro no le resultó desconocido cuando nos encontramos cara a cara el día en que la policía argentina desbarató el andamiaje clandestino que armó Schäfer.

Han transcurrido ocho años y todo ha cambiado para Felipe. No es solo su mirada, caminar y apariencia. A sus 50 años, hoy está casado y es padre de dos hijas, sigue residiendo en Villa Baviera y aprender a vivir en libertad ha sido duro. Pero nada parecido a lo que le ha costado asumir lo que vivió mientras fue educado por Paul Schäfer como uno de sus “soldados” favoritos. Recién en los últimos años ha comprendido todo el daño que le produjo el sistema de vida impuesto por Schäfer y los abusos a los que él, y todos los colonos de su generación, fueron sometidos por el predicador pedarasta.

NINGÚN NIÑO VIVIÓ CON SUS PADRES

-¿Cuál es su historia familiar y cómo llegó a Villa Baviera?
Mi mamá llegó a Chile en 1962, estando embarazada y yo nací en Villa Baviera en 1963, pero no viví nunca con mis padres. En marzo de 2006, un año después de la captura de Paul Schäfer, vinieron mis padres a visitarme a Chivilcoy, en Argentina. Fue el primer encuentro familiar de mi vida con ellos. Fue entonces -y también por primera vez-, que pudimos conversar algo sobre el pasado. Allí mi mamá me contó que a los dos meses de mi nacimiento fui sacado de su lado y entregado a otras tías, las que me criaron. Schäfer le prohibió visitarme. Hay una foto de toda la comunidad tomada el 8 de noviembre del 1964, cuando yo tenía un año y dos meses, donde estoy en brazos de una tía y mi mamá está a cuatro o cinco metros de distancia. No tengo recuerdos de infancia junto a mi mamá… Durante toda mi vida bajo la autoridad de Schäfer, yo nunca supe lo que significaba una mamá y un papá.

-¿Nunca le preguntó a su madre por qué permitió que los separaran?
No, nunca le pregunté. Realmente nunca tuve espacio. Y después, cuando Schäfer estaba preso y ella vino a verme a Argentina, no se me ocurrió. Más tarde, cuando regresé a Chile, ella ya no vivía aquí. Se fue con mi padre a Alemania. Él acaba de cumplir 90 años, no pude ir a verlo por tener estos juicios y no sé si voy a poder hablar con ellos alguna vez de estas cosas.

-¿Y cómo les explicaban a usted y a los otros niños de la Colonia Dignidad lo que era una familia y de cómo se engendran los niños?
Del funcionamiento biológico no tenía ni idea. Ni siquiera el de los animales, su sistema de reproducción. Eso estaba estrictamente prohibido por Schäfer. Al punto que a los libros se les borraban o se les pegaba algo encima de las hojas donde se hablaba de matrimonio o de crías. En el colegio que funcionaba al interior de la colonia, también dirigido por Schäfer, se ocultaba totalmente el funcionamiento biológico de los humanos y de todo tipo de criaturas y fue prohibido decir “mamá” y “papá”.

Los niños eran separados de sus padres. Desde los ocho años comenzaban a trabajar, extensas jornadas de hasta doce horas.

No recuerdo cuando me di cuenta qué significaba realmente un papá y una mamá. No tenía ni idea de cómo llegué al mundo. No sabía cómo se hacían los hijos. Incluso las mujeres que estaban casadas y se embarazaban debían permanecer escondidas hasta dar a luz.  Cuando fui creciendo y entendí que las mamás tenían a los hijos, aun así no sabía por dónde nacían. Después, con el tiempo, supe que una señora era mi mamá y un señor mi papá; pero la idea de Schäfer era que nosotros no supiéramos quiénes eran nuestros padres. De hecho, hubo una generación entera, de unos 20 a 25 jóvenes, que nunca supimos quiénes eran nuestros padres. Él nos decía que la Biblia dice que todos somos hermanos e hijos de Dios y que los padres no tenían ninguna importancia.  Y citaba la frase: “Yo soy tu padre”.

-¿Cómo se estructuraba entonces la vida de las personas al interior de Villa Baviera?
Aquí todos vivían separados. Schäfer los separaba. Allí (lo señala), en ese edificio largo, vivían cinco o seis hombres casados por pieza. En ocasiones, a los jóvenes nos mandaban a compartir pieza con estos hombres y así nos enterábamos de que eran casados. Ningún niño, durante todo el régimen de Schäfer, vivió con sus padres. Por el contrario, se impedía cualquier contacto con los padres. Hoy, pienso que era justamente porque Schäfer debe haber tenido miedo de que entráramos en confianza y que llegáramos a contarles las cosas que él nos hacía…

“DESDE LOS 8 AÑOS FUI ABUSADO POR SCHÄFER”

“Cuando mi padre llegó de Alemania yo tenía 9 años. Pocas horas antes de su llegada a la colonia, Schäfer duchó a todos los jóvenes, se vino a mi cámara de ducha y me acusó de haber cometido tres delitos sexuales con otros compañeros míos. Me presionó diciendo que si no le confirmaba su acusación, él le iba a contar todo a mi papá –al cual yo ni siquiera conocía– y que no participaría de la fiesta de su llegada”.

-¿Qué le había hecho usted a esos tres niños?
Nada. Todo fue inventado por Schäfer. Durante muchos años me pregunté por qué me hizo eso. Sólo después de que salieron a la luz todas sus maldades he tenido una respuesta… Lamentablemente, y aunque me duele mucho, tengo que decir que durante años fui abusado sexualmente por él. Comenzó tocándome mis partes íntimas, pero enseguida fue subiendo de tono. Me da mucha vergüenza reconocer las cosas que hizo conmigo, pero desde los 8 y hasta los 17 años fui abusado sexualmente por Schäfer.

-¿Cómo eran esos abusos?
Me obligaba a masturbarlo y luego me penetraba… La primera vez que lo intentó me dolió mucho y grité fuerte, pero él seguía intentando. Para eso él usaba una especie de vaselina que mantenía en su mesa de luz.  Cada vez que me tocaba yo mostraba repulsa, nunca me gustó y por eso él me recriminaba: “¿Tú no me quieres?”, “¡por qué no lo haces bien!”, “¿hay alguien a quién quieres más que a mí?”. Y entonces, agarraba mi mano y me la llevaba a sus genitales. Siempre se masturbaba arriba de nosotros y manchaba todo, ¡era asqueroso!, y uno se tenía que dormir así. Nos tiraba en la cama boca abajo y entre las piernas echaba su semen. “Todo lo que hago está de acuerdo con la Biblia y la palabra de Dios”, me decía…

-¿Hacía lo mismo con otros niños?
Lo hacía con todos. Por eso, y aunque a mí no me gustaba, pensaba que estaba bien. Los toqueteos por encima de la ropa o metiendo la mano dentro del pantalón los hacía también cuando íbamos a bañarnos al canal de Las Turbinas. En esos paseos él era el único adulto y siempre había un “elegido” al que hacía que le tocara sus genitales. No me gustaba y me daba vergüenza, pero uno tenía sentimientos encontrados, ya que ser “elegido” por él –sprinter se le llamaba– era como un privilegio. Cuando tenías ese privilegio, él no te retaba, no te castigaba y tampoco nadie te podía hacer nada. Pero uno no podía elegirlo a él. En una ocasión, Schäfer entró al taller y yo fui a abrazarlo, él se echó para atrás y empezó a gritarme: “¡Eres un Judas! ¿Por qué me vienes abrazar? ¡Sal de aquí!”. Me quede muy triste y humillado. Uno nunca sabía cómo proceder con Schäfer.

-¿Hasta qué edad podían formar parte de los “elegidos”?
Los abusos de Schäfer terminaban de la misma manera que empezaban. Así como un día te encontrabas en su pieza, un buen día ya no te llamaba más, ya no le interesabas. Eso pasaba entre los 16 a 17 años. Después supe que con otros fue más tarde. En mi caso, como a los 17 años dejé de ser sprinter.  A veces pasó que el encargado de escoger al sprinter del día –en mi época quién lo hacía era mi hermano mayor Wolfgang Zeitner– le enviaba a uno de nosotros y Schäfer lo mandaba de vuelta: “No, a éste no me lo mandes más”. Ahí uno dejaba de ser sprinter y para el joven eso era lo peor que te podía pasar: Schäfer ya no te quería más y eras sustituido por una generación de más chicos. Schäfer nunca te daba una explicación, y nosotros obedecíamos como en todas las otras cosas de la vida.

-¿Debían confesarse con Paul Schäfer?
Sí, y así Schäfer mantuvo el control total sobre nosotros. Nos obligaba a decirle todos nuestros pecados y faltas. “El pecado empieza antes de cometer el hecho, en los pensamientos”, decía, y así nos obligaba a que le contáramos todos nuestros pensamientos. Eso era la seelsorge, que es tener la dirección espiritual de cada uno de nosotros.  Siempre dejaba claro que la confesión se debía hacer solo con él. Y si alguno durante un tiempo no se fue a confesar, fue menospreciado por él delante de todos. Y para uno era lo peor que podía pasar, te sentías el peor pecador.

-¿Qué pasaba cuando ustedes eran humillados por no haberse confesado?
Me llamaba y se aprovechaba de mi mal estado psicológico y se mostraba como un buen hombre que tenía amor para que yo me entregara a él y así poder aprovecharse y abusarme sexualmente. Me hizo entender que esos tratos pertenecían a la educación íntima y sanación de almas, los que no podían ser conocidos por un tercero. Él abusaba de nosotros en su pieza. Llevaba todas las noches a un sprinter a su pieza y al día siguiente el chico escogido tenía el turno de hacer todo el día de sprinter. Según sus ganas, lo volvía a llevar otra vez en la tarde a su pieza. El sprinter lo acompañaba por 24 horas, pero a veces lo dejaba 48 horas y después lo sustituía otro. Todo eso lo hacía bajo la pantalla religiosa, porque repetía que todo lo que hacía estaba acorde con la Biblia.

Biblia con la que Paul Schäfer justificaba su accionar delictivo frente a los colonos.

Schäfer predicó durante 30 años la palabra de Dios y prohibió estrictamente que todos los jóvenes tuviéramos acceso a una Biblia. Lo que él predicaba era lo único correcto ya que el mundo estaba manipulado por el demonio. Nadie de nosotros tenía acceso a la Biblia.  En alguna ocasión que él se enteró de que alguno de nosotros la había leído, lo llamó delante de todos y lo retó: “No te corresponde leer la Biblia. Ustedes no tienen permiso de leer una Biblia, no necesitan saber más de lo que yo mismo les digo de la Biblia”.

Supe que Friedhelm Bensch se consiguió una Biblia y encontró una parte donde dice que un hombre no se puede acostar con otro hombre y le dijo a Schäfer que era Moisés quien decía que lo que él nos hacía estaba prohibido por la Biblia. Schäfer ordenó que lo castigaran.

SCHÄFER Y DIOS

-¿No había posibilidad de resistir o desobedecer una orden impartida por Paul Schäfer?
Schäfer era la única orientación para toda la juventud de la colonia. Lo que él decía teníamos que cumplirlo y si alguno no lo cumplía, era castigado con golpes de palo o de manguera o con arresto sin alimentación durante semanas y otros castigos más. Yo viví eso también…

Cuando tenía 4 ó 5 años fui separado de mis compañeros a los que llevaron a una casa al lado del hospital (Neukra), donde fueron brutalmente torturados. Eso le pasó también a uno de mis hermanos. En ese período fui cuidado por dos tías, Eva Schaak  e Irma Wellnitc, las que me observaban permanentemente. Cuando yo estaba en mi cama me venían a ver con frecuencia, me destapaban, miraban debajo de mi pijama y si mi pene estaba duro, Eva se sacaba su zapato y me pegaba fuertemente en el trasero hasta que mi pene se achicara. Esto pasó innumerables veces.

- ¿Cómo se comportaba Paul Schäfer con las mujeres?
Las trataba mal a todas. Me tocó ver en varias ocasiones como las insultaba diciéndoles sauweib (mujer cerda) o  schweineweb (mujer chancha). Y cuando se refería a las jovencitas, Schäfer las llamaba “gallinas” o “gansas”. No me podía imaginar en esos tiempos que se podía querer a una mujer, porque Schäfer siempre las trataba ante nosotros como una clase inferior. Las niñas y jovencitas de mi edad eran estrictamente separadas del resto y hasta escondidas. Durante muchos años no nos debíamos ver, al punto que yo ni sabía de dos hermanas mías que habían nacido. Con el tiempo me fui enterando. A la hermana mayor en alguna ocasión la vi, pero a mis dos hermanas menores, durante años, nunca las vi. Cuando ya tenían 18 ó 20 años y empezaron a trabajar en el hospital o la lavandería, las veía de lejos, pero no podíamos ni siquiera hablar una palabra. A mi hermana más joven, que ahora vive en Alemania, no la conozco. Jamás hablé una palabra con ella. Yo me enteré después que volví de Argentina que mis abuelos habían muerto aquí en la colonia. Mientras viví en la colonia nunca supe que se habían muerto. Las muertes no se comunicaban. Cuando yo era chico y moría alguien, se reunían todos y se iba en procesión a despedir a la persona que había muerto, pero eso poco a poco fue desapareciendo. Después, uno dejaba de ver a una persona y con el tiempo te enterabas de que había muerto.

-¿A qué edad lo sacaron del cuidado de Eva e Irma en la colonia?
A los 8 años Schäfer me trasladó a un gran grupo de niños y jóvenes con el que pasé más de 20 años de mi vida. Cuando me integraron al grupo me pusieron al lado de un joven mayor -Gerd Schaffrik-, quien me cuidaba y a quien tenía que seguir paso a paso. La regla era que no podía alejarme más de tres metros de él y tenía que preguntarle todo lo que quería o necesitaba hacer. Este era el sistema “Bammel y Bimmel”. Los Bammel eran los más grandes que cuidaban a los Bimmel, los más chicos. Éramos como 20 Bimmel y no podíamos comunicarnos entre nosotros, tampoco jugar ni tocarnos. Tuve como cinco Bammel y recuerdo con pena a  Michael Laube, porque me pegaba cuando le decía que tenía necesidad de ir al baño.

-¿Incluso para ir al baño debían pedirles permiso a los Bammel?
Sí, y debíamos dejar la puerta abierta para ser observados por el Bammel, que te apuraba. Era una desesperación cada vez que tenías que ir al baño, por lo que uno intentaba ir lo menos posible. En las comidas debíamos pedirle permiso por cada trozo de pan o plato de comida. Muchas veces quedábamos con hambre. Siempre anduve con mucha sed, ya que tampoco podíamos tomar agua. ¡Eso era terrible! Todo controlado por el Bammel. Schäfer prohibió que después de las 18:00 tomáramos cualquier líquido para que no mojáramos la cama. Y si alguien se hacía pipí era castigado. A mí me pasó y Gerhard Mücke me pegó con un palo en el trasero. Me golpeó mucho. No se me ha podido olvidar esa noche…

-¿Schäfer autorizaba a los Bammel para que los golpearan y castigaran?
Schäfer puso esa regla para los Bammels: el derecho de pegar a los Bimmels en tres ocasiones: por encontrarnos haciendo alguna cosa prohibida; por no cumplir órdenes y por agresión a adultos. Los Bimmels estábamos obligados de avisar a Schäfer el motivo por el cual éramos golpeados por el Bammel antes de 15 minutos de pasado el hecho. Si los Bimmels no cumplíamos esa orden, éramos golpeados nuevamente por el Bammel. Toda la gente podía ver cómo éramos golpeados porque la cara estaba deformada y se ponía colorada hasta quedar azul.

-¿Qué otros castigos recibían los más chicos de la colonia?
Durante años los jóvenes hacíamos todo juntos: trabajábamos, nos lavábamos y dormíamos en grupo. También comíamos en una mesa larga y cuando uno de nosotros había hecho algo “malo”, tenía que sentarse en una mesa aparte y era despreciado por todos. Cuando Schäfer impartía ese castigo, llamaba a todo el grupo para que formara una media luna donde informaba lo ocurrido con esa “oveja negra” y luego la castigaba brutalmente. Eso lo sufrí muchas veces.

Los Bammels también eran castigados por Schäfer cuando eran denunciados por haber hecho algo malo. Una vez yo denuncié a mi hermano mayor… Habíamos viajado al casino de Bulnes un grupo de jóvenes y en la noche no había cama para todos, así que mi hermano dijo que yo dormiría con él. Cuando estábamos acostados, él se me echó encima y trató de abrazarme y besarme en la boca… Al día siguiente se lo conté a Schäffer. Ahora sé que Schäfer castigó brutalmente a varios mayores por haber sido denunciados por los Bimmel de haber sido abusados. El caso más terrible es el de Gerhard Spatz, quién hoy vive en Alemania: fue castrado por la doctora Gissela Seewald, por orden de Schäfer. Más tarde, por mi señora me enteré que con las mujeres hicieron cosas similares y varias fueron esterilizadas.

Otro castigo terrible era aplicarnos electricidad en los genitales. Eso dolía mucho. Uno terminaba con mucho dolor. Bajo este régimen pasé toda mi juventud.

RÉGIMEN DE ESCLAVITUD

"Trabajábamos con pala, chuzo, picota, haciendo canales de riego, cercos, caminos, juntando piedras y troncos en los campos"

-¿Desde qué edad debían trabajar en Villa Baviera?
Debí trabajar duramente desde los 8 años y seguir el ritmo de otros jóvenes que tenían hasta 11 años más que yo. Trabajábamos con pala, chuzo, picota, haciendo canales de riego, cercos, caminos, juntando piedras y troncos en los campos. A los 18 años, en 1981, empecé a aprender un oficio: tornero mecánico, soldador y constructor. Trabajé en eso 14 ó 15 años, siempre con un maestro alemán: reparé herramientas y maquinarias agrícolas, camiones y maquinarias pesadas; construimos máquinas nuevas, como harneros y cintas para la planta chancadora. No existía un horario de trabajo. Trabajábamos desde las 8:00 hasta las 22:00 y a veces hasta la medianoche, todos los días, incluidos sábados y domingos. Desde 1985 fuimos todos los domingos a Bulnes, a trabajar de garzón, atendiendo a la gente en el restaurante de la colonia, sin contrato de trabajo. Nunca se nos pagó nada. Se nos prohibía hablar con los clientes de otra cosa que no fuera la toma del pedido y lo relacionado al servicio. Y si alguien desobedeció fue castigado por un tiempo y retirado del puesto de garzón. Mi hermano Reinhard Zeitner desobedeció, conversó con un cliente y Schäfer lo castigó por varias semanas de no poder ir al restaurante. Eso no significaba que uno se quedaba en el campo sin trabajar, por el contrario, debías quedarte en la central de comunicaciones y en los equipos de seguridad, en turnos de guardia de ocho horas por la noche y 12 o más horas en el día.

-¿Cómo eran las clases que se impartían en el colegio que funcionaba al interior de Colonia Dignidad?
Esa especie de colegio lo armó el propio Schäfer y las clases se hacían en cualquier edificio o habitación libre. Frecuentemente éramos interrumpidos por Schäfer y teníamos que dejar las clases porque a él se le ocurría que había que hacer algún trabajo. Para Schäfer no era prioridad que estudiáramos. Los profesores no tenían ningún título, eran adultos que él escogía. Por ejemplo, mi hermano mayor daba clases de Matemática y Biología. Durante todo el tiempo de colegio nunca recibimos un certificado porque Schäfer lo prohibía, para que nadie se creyera más inteligente. También dijo que no quería que nosotros saliéramos muy inteligentes, porque los inteligentes acababan en el Infierno, pues desafían a Dios con su orgullo. Por esa misma razón no permitía que nadie tuviera estudios superiores. Schäfer era todo para nosotros: enseñanza, ley, director, confesor. No teníamos otra visión del mundo que la que él nos entregaba.

En ese mundo cerrado yo no tenía idea de lo que eran las leyes, la justicia, los poderes del Estado ni lo que eran delitos y deberes. El mundo que estaba afuera de las puertas de Villa Baviera no existía para nosotros. Las pocas veces que nos encontrábamos con chilenos o con visitas, no estaba permitido hablar ni comunicarse con ellos. Estaba prohibido ver televisión y leer diarios. Solo Schäfer tenía una televisión en una sala con llave.  Las únicas noticias que escuchábamos las daba el domingo Gerd Seewald, quien leía un resumen autorizado por Schäfer.

VISITAS ILUSTRES: PINOCHET Y “MAMO” CONTRERAS

-¿Cómo trataba Schäfer a los mayores? ¿Hacía diferencias?
Siempre hablaba mal de los mayores, muy mal. A veces, se tocaba un tema que se relacionaba con una persona mayor y él nos decía: “Está mal porque no se confiesa conmigo las veces que debe hacerlo, no cuenta sus cosas íntimas. Para qué está acá si vive su vida aparte. No se da cuenta que está camino al infierno”. Como hablaba mal de todo el mundo, al final, siempre me venía el pensamiento de que ya no servíamos como humanos y que solo él se iba a salvar. De eso conversábamos entre los jóvenes. Las noticias que se nos contaban eran todas cosas malas que pasaban fuera y dentro de Chile. Uno quedaba siempre con la sensación de que era una suerte vivir aquí dentro. Era la protección. Schäfer usaba esto para decirnos que él era el único correcto.

Las visitas "importantes" eran recibidas con la orquesta sinfónica o el coro de niños.

Eso era en cierto modo confirmado por las visitas de políticos y personalidades importantes a la colonia, donde todos hacían muchos elogios a nuestra vida y nos decían que lo que se vivía aquí dentro era lo mejor. Tuvimos incluso la visita del presidente Augusto Pinochet. También de gente de la embajada alemana en Chile, que eran las visitas importantes que teníamos más seguido. Quien venía mucho a la colonia era Manuel Contreras (ex director de la DINA). Y otro que también la frecuentaba era Pedro Espinoza (el ex director de Operaciones de la DINA). Incluso los mismos hijos de Espinoza se quedaban aquí en la colonia y vivían junto con nosotros.

-¿Y recibían trato de sprinter como todos los otros jóvenes de la colonia?
No creo. Yo conozco bien a Pedrito y a Rodrigo, quien hoy es piloto de helicóptero y también hizo la carrera militar, pero después la dejó porque lo jodieron tanto. Hace un tiempo estuvo por acá, estaba trabajando para una empresa haciendo un estudio ambiental. Somos muy amigos. No creo que a ellos Schäfer los haya escogido como sprinter, porque eran chicos de afuera y tenían familia.

-¿Qué pasaba cuando los visitaba Pinochet?
El primer día que llegó Pinochet lo recibimos con el coro de jóvenes. Yo mismo cantaba en ese coro y para mí fue una gran emoción que el Presidente de Chile nos viniera a visitar. Lo recibimos con la canción “Ich hatte einen kamerade” (Yo tenía un camarada). Recuerdo que a Pinochet se le caían las lágrimas. Después de la canción, Schäfer se lo llevó a la casa de huéspedes y ya no supimos más. Esas visitas le daban mucha validez a quien nos dirigía, porque teníamos el honor de haber tenido al presidente y uno sentía que, a pesar de estar disgustados con el trato que a veces teníamos, estábamos en un buen lugar.

-¿Cómo funcionaban y en qué consistía el dispositivo de seguridad que funcionaba en Colonia Dignidad?
Lo primero en el sistema de seguridad era la central de comunicaciones ya que antes no existía el celular. Había dos o tres teléfonos fijos y radios. La 70cm (UHF onda 70 cm se usa en la montaña), otra 2 metros (VHF onda dos metros),  una radio antigua y otra de larga distancia para comunicarse con Alemania, porque casi todo el tiempo que existió Villa Baviera en Alemania siguió funcionando la sociedad que inició Schäfer en el pueblo de Siegburg y que operó hasta principios de los ’90. Ahí se cerró y se vinieron para acá Rita Seelbach, Alfred Matthusen y Alfred Schaak, el esposo de Eva Schaak, a quién en dos ocasiones Schäfer lo hizo regresar a Alemania. Duró muy poco en la colonia porque enfrentó a Schäfer por los envíos de armas que le pidió hacer y que venían camufladas como “ayuda humanitaria”.  Alfred le dijo a Schäfer que los envíos de armas iban en contra de sus principios y del espíritu de la fundación religiosa a la cual él y su familia se habían entregado.  Schäfer le dijo que regresara a Alemania y que preparara su testamento. Alfred así lo hizo. Pocos días después quienes estaban con él dicen que enfermó gravemente. Lo llevaron a un hospital y murió. Fue entonces que el doctor Hopp, quien había viajado a Alemania por orden de Schäfer, hizo los trámites para evitar que se le hiciera la autopsia. Trajeron su cuerpo y fue enterrado aquí en la colonia. Ahora me he enterado que Alfred Schaak no es el único de nosotros al que Schäfer mandó matar. Me gustaría que otros pudieran dar su testimonio también, para que se sepa toda la verdad.

Uno de los Bunkers construidos en Villa Baviera como escondite y lugar de torturas.

Esa central después se trasformó en un control de seguridad. Era una sala grande y en una mitad había equipos de seguridad donde se oían los pitos cuando alguien pasaba o tocaba el cerco o cruzaba la barrera infrarroja. La colonia tenía 12 kilómetros de cerco y cada cinco postes había un sensor de movimiento camuflado. Después, con el tiempo, se pusieron monitores con cámaras en todos los portones. Cuando uno estaba haciendo guardia en la central de comunicaciones y sonaba alguna alarma, tenía que avisar inmediatamente a Erwin Fege. Todo estaba codificado. Por ejemplo, uno se comunicaba con PPP (sobrenombre de Erwin Feger) y decía “2 A”. Él sabía que “2 A” era la señal que correspondía a tal lugar e iba de inmediato a ese sitio con su jeep y perros. Siempre andaba armado. Había un grupo de adultos que llevaba permanentemente pistola, igual que Schäfer. Si el aviso era que habían saltado más de dos o tres alarmas, ahí Fege pedía que más gente lo acompañara.

-¿Ese sistema era para impedir que ingresaran extraños a Villa Baviera?
No solo para eso. Otras veces se usó para evitar la fuga de personas de la colonia. Fege iba con perros y más personas y lo traían de vuelta. Ahí se lo llevaban a Schäfer y lo dejaban a solas con él. Después Schäfer lo humillaba delante de todos, diciendo que era un traidor y que ése era el camino más rápido para irse al infierno. Algunos fueron castigados duramente por eso.

-¿Ustedes tenían algo propio en Villa Baviera?
Nunca tuve una pertenencia. No teníamos ni siquiera nuestro propio carné y pasaporte. Por orden de Schäfer todo era guardado en la oficina de administración. Todas las cosas que uno necesitaba, como ropa, zapatos y artículos de aseo, eran entregadas por la administración de Schäfer. Si yo necesitaba zapatos o botas, tenía que mostrar las que llevaba puestas para que Schäfer constatara que estaban rotas.

Schäfer mantenía el control total de cada uno de nosotros. Hasta los 30 años o más, sólo podíamos ducharnos en su presencia, recorría las duchas, nos observaba y nos tocaba según su gusto. Nos duchaba siempre el sábado, una vez a la semana. Cuando él entraba al subterráneo donde estaban las duchas, teníamos que estar todos preparados: 40 y hasta 50 hombres jóvenes y sólo con un short especial encima (turnhose). Antes de empezar a ducharnos teníamos que cantarle una canción, de lo contrario se iba y no nos duchábamos. A veces, esperábamos varias horas su llegada. Muchas veces no llegó y teníamos que lavarnos en una fuente con agua sin asear la parte debajo del cinturón. Así, pasaban tres, cuatro o cinco semanas en que Schäfer no llegaba a ducharnos y no podíamos lavarnos la parte mencionada. Esto para mí era horrible e insoportable. Pero cuando él te llevaba a su pieza, como tenía una ducha, si uno llevaba varios días sin ducharse, antes de pasar a su cama, él nos duchaba usando un jabón especial. A nosotros jamás se nos permitió usar perfumes, sin embargo, él tenía muchos perfumes y colonias traídas de Alemania.

-¿Qué sabía usted en esos años sobre las violaciones de derechos humanos cometidas dentro de la colonia?
De todas las acusaciones ante los tribunales que salieron en los medios de comunicación por horribles torturas, desaparecidos, muertos y armas dentro de la Villa, yo no sabía nada y no lo creí hasta que fue confirmado por la misma gente involucrada en estos hechos después de 2005. Pensaba que eran calumnias, porque Schäfer lo dijo así ante toda la comunidad… Vine a conocer después hechos realmente horrorosos.

Supe, por ejemplo -contado por mi maestro tornero, el señor Carl Vandenberg-, que unas tropas del Ejército chileno que yo había visto en los años después del golpe militar, habían venido a limpiar de comunistas la zona. Yo era pequeño y recuerdo que la tropa del Ejército se quedó algunos días en el galpón Autohalle (el galpón de autos). Y si bien conocí los bunkers que había, jamás me imaginé que ahí se torturaban o mataban personas, ya que nosotros conocimos estos lugares mucho tiempo después, cuando empezaron a ser usados para guardar cereales o papas, a principios de los ‘90.

Me fui sorprendiendo de muchas cosas que jamás imaginé que pasaran en la colonia cuando volví de Argentina después de la captura de Schäfer, en diciembre de 2008. Ahí me enteré de que había un lugar donde enterraban los cuerpos de los “comunistas” que mataron en la colonia y que está como a 15 kilómetros del lugar donde vivíamos, en la montaña.

-¿Qué sucedió en la colonia cuando la justicia comenzó a investigar las violaciones de derechos humanos cometidas en Villa Baviera?
En los ‘90, antes de salir hacia Argentina, el juez (Guillermo) Navas nos empezó a llamar a algunos para interrogarnos. Antes de ir a declarar, Schafer nos reunía y nos decía lo que teníamos que decir. El juez me empezó a preguntar sobre mi vida: “¿Y sus padres dónde están?”. “En la colonia”, le dije, y le conté que mi madre había venido antes y que cuando yo tenía 9 años había llegado mi padre. Ahí el juez me preguntó: “¿Pero cómo es posible que su mamá haya estado diez años sola aquí y después vino su papá?”.  Yo no entendía la pregunta y le repetía que eso es lo que yo sabía. El juez pensaba que yo no quería responderle. Cuando volví a la colonia Schäfer me empezó a preguntar qué me había dicho el juez y qué le había respondido. Pero en esos interrogatorios, nunca se nos preguntó sobre los abusos sexuales, eran preguntas sobre los desaparecidos y de eso nada sabíamos.

DE PARRAL A ARGENTINA Y URUGUAY

-¿Cómo se involucró usted en el grupo que acompañó a Schäfer en Argentina?
El 30 de julio de 1997 me encontraba en Bulnes trabajando de garzón y de mecánico, cuando el doctor Hopp me preguntó si estaba dispuesto a acompañar a Michael, su hijo adoptivo, a Argentina por unas semanas. La explicación que me dieron fue que se estaba apelando en tribunales en contra de la adopción de Michael y que lo querían entregar al Sename. Como para mí era una aventura salir a otro país y conocer algo nuevo, acepté acompañarlos. El doctor Hopp nos llevó hasta Mendoza. Íbamos con su mujer Dorothea Witthan, su hijo Michael Hopp y Rebeca Schäfer. Ya en Argentina, pasaron varios meses y cuando tuvimos que cambiar la visa, el doctor Hopp nos ordenó viajar hasta Uruguay.  Un día, apareció Peter Schmidt en Uruguay y nos sorprendió a mí y a la señora Dorothea con la noticia de que él había comprado el campo a donde habían llevado a Schäfer en Argentina. Me dijo que Schäfer y él querían que yo me fuera para allá para trabajar el campo. Como me sentía aburrido de no hacer nada, me gustó la oferta y pasado un tiempo me fui a ese campo. Peter me había dejado su celular y la dirección.

Friedhelm Zeitner, Michael Hopp, Rebeca Schäfer y la esposa del doctor Hopp, Dorothea Witthan en Uruguay

-¿Cómo fue su vida en esos primeros meses fuera de la colonia?
Cuando salí por primera vez y empecé a vivir con Michael Hopp y Dorothea Witthan en Argentina y Uruguay, al principio seguía muy restringido. El mundo era todavía para mí algo malo que no podía explorar, porque podía ceder a las tentaciones. Al cabo de unos meses, teníamos que salir a comprar y uno se encontraba con otra gente. De a poco empecé a ver otras cosas. Ahí supe que no podía dar señales de las cosas que me impresionaban, porque nos decían que estábamos pecando, desviándonos de la verdad. Recuerdo que cuando llegué por primera vez a Mendoza fuimos a un supermercado y vi un montón de gente comprando en un lugar donde había de todo. Fue tanto lo que me sorprendí, que le dije a la esposa del doctor Hopp: “¡Qué lindo esto! ¡Qué grande! ¡Qué cantidad de cosas!”. Yo no sabía que existía una cosa así. Y la señora Dorothea se molestó.

Aprendí mucho en los ocho años que viví en Argentina. Tuve la oportunidad de salir de la colonia y si bien seguía dominado por Schäfer, igual pude conocer otro mundo.  Conocí gente buena y que me quería, dueños de campo, contratistas, empresarios que me contrataban para hacerles trabajos y me trataban tan bien, incluso para ellos yo era como un niño. Y me enseñaban cosas. Al conocer a gente tan buena y honesta, se me produjo una contradicción porque Schäfer seguí insistiendo en que el demonio dominaba el mundo, que pensar que esa gente era buena eran tentaciones que me ponía el demonio. Esas cosas me hacían dudar a veces de Schäfer. Ahí recién, por primera vez y tímidamente, empecé a contradecirle.

-¿Cómo se financió la fuga y permanencia de Schäfer en Argentina, qué sabe usted sobre el origen y el manejo de ese dinero?

Schäfer llegó a Argentina con un maletín lleno de dólares. Nunca supe con qué cantidad, pero hablaban de muchos miles de dólares. Ese maletín tenía clave y se guardaba en el cuarto de Rebeca. De ahí se sacaron los dineros para comprar las primeras maquinarias y animales. Después se usaba el dinero que nosotros mismos generábamos con nuestros trabajos y cría de animales. Ahí Peter y yo hicimos en Chivilcoy una cuenta corriente en Credicom. Llegamos a tener unos 40 mil pesos argentinos. Respecto del maletín que Schäfer guardaba, cuando lo detuvieron se lo apropió Peter. Yo le pregunté qué había hecho con ese dinero. Primero me contó que lo había mandado a una cuenta en Alemania; después me dijo que se lo había dado a un amigo de Chivilcoy para que lo guardara y que se había quedado con el dinero. Peter se fue de La Solita sin avisar y ya nunca más supimos qué pasó con ese maletín y el dinero.

-Usted era tornero, ¿qué sabía del trabajo en el campo antes de llegar a Argentina?
Cuando llegué al campo de La Solita, el viejo decidió que debíamos comprar vacas y a mí se me encargó cuidarlas.  Así que monté la lechería. De repente una vaca dejó de dar leche y yo le pregunté al señor que me las vendió por qué pasaba eso. Y él me dijo que la llevara porque había que “hacerla servir por un toro”. Yo no tenía ni idea de qué era eso, pero la metí al camión y la llevé. Ahí vi por primera vez cómo funcionaba la reproducción. Pensé “ahh, así debe ser con el ser humano”. Y como el hombre me hablaba con palabras que yo nunca había escuchado, para mí era una gran vergüenza: “Soltá la vaca ahí que voy a traer el toro. Ya vas a ver cuánto tarda el toro en cogerse a tu vaca”. Y ahí aparecía el toro y se subía arriba de la vaca y a mí me daba vergüenza y me daba vuelta, pero era una lucha porque también quería ver y sentía que era un pecado verlo, pero la curiosidad me hacía que mirara de vez en cuando. Él se dio cuenta de que yo actuaba raro, pero no me dijo nada. Vaya a saber qué pensaba ese hombre de mí.

Yo me vine a dar cuenta a esa edad, con 40 años, que así se hacían los animales.  Y me acuerdo de haber observado esa primera vez con atención como la vaca iba engordando porque dentro se estaba haciendo un ternero. Y yo pensaba: “¿Por dónde va a salir ahora el ternero?”. Y le preguntaba a un veterinario, intentando que no se diera cuenta de que yo no sabía, y cuando parió ahí vi por dónde salía.

Ahí yo pensé que con el ser humano debería ser más o menos igual. Pero igual me faltaba conocer. Poco antes de casarme supe esto de los óvulos y de qué pasa cuando hay relaciones y todo eso.

Empezamos a criar chanchos y también se montaban arriba de las chanchas y empezaban a engordar y después salían un montón de chanchitos… Pero de eso nunca pudimos hablar delante de Schäfer, ni siquiera en Argentina cuando yo era encargado de los animales. Estaba estrictamente prohibido que nosotros preguntáramos de dónde venían los animales y en todos los libros de estudio que circulaban dentro de la Colonia esas partes eran tapadas.

(Felipe trae un libro de religión para jóvenes) Vea como esto está tapado. (Una de las páginas tiene pegado un papel, al sacarlo con cuidado se aprecia debajo un dibujo del episodio de Moisés abandonado en una cesta a orillas del río). Si nosotros veíamos a un niño tan pequeño podíamos preguntarnos “¿de dónde sale ese niño tan pequeño?”.  Nunca vimos un recién nacido. Era para que no nos vinieran pensamientos sobre cómo podía venir al mundo un bebé tan fresquito. Y realmente no teníamos ni idea de cómo nacía un niño.

-¿Quién se encargaba de censurar el contenido de los libros?
La censura de los libros se hacía en lo que se llamaba la oficina central. Lo hacía el doctor Gerd Seewald con una señora Úrsula Schmidt que ya falleció. Ellos eran los encargados de poner en todos los libros los papeles para tapar esas partes.  Daba curiosidad saber qué es lo que estaba tapado. Yo intenté alguna vez leer debajo, pero era difícil porque estaba muy bien pegado. Hubo uno al que descubrieron tratando de sacar el papel y fue encerrado por semanas en una pieza. En el sistema que vivíamos a uno no se le ocurría preguntar siquiera por qué esos libros estaban tapados. Hasta la curiosidad era castigada, así que era mejor no preguntar.

-¿Por qué, a pesar de todas estas restricciones a las que eran sometidos los colonos, a usted se le permitió salir y conocer gente en el campo de La Solita?
Durante todo ese tiempo en Argentina me dediqué duramente al campo, haciendo crianza de cerdos, vacunos y otros trabajos agropecuarios. Tenía mucha comunicación con los vecinos, con mis clientes y proveedores. Aprendí de ellos a tratar animales y otras cosas. Mi relación con el exterior era abierta comparada con la vida en la colonia. Todo lo que aprendí de los argentinos lo aplicaba en mi trabajo.

Schäfer siempre intervenía en mi manera de trabajar y quería enseñarme de otra forma. Él seguía tratándome como siempre lo había hecho, como un esclavo, y yo me oponía a seguir sus órdenes y quería hacerlo tal como lo había aprendido de los argentinos. Como siempre me oponía a sus intervenciones, me puso un apodo: Contreras. Muchas veces volví tarde del trabajo de otros campos y no le gustaba que me duchara a esa hora y solo, por lo que mandaba a Peter Schmidt a decirme que a esa hora no me podía duchar. No le hice caso y seguí duchándome cuando lo necesitaba. Sentía que él quería seguir controlándome, pero nunca más le di la oportunidad, porque a los 35 años había, por primera vez, gozado de una vida propia y normal estando en otros países sin el régimen de Schäfer, con la señora Dorothea, Michael y los demás en Uruguay.

-¿Cómo era la rutina diaria en la casa de La Solita y qué mecanismos de seguridad se adoptaban para resguardar a Schafer?
El día empezaba a las 07:30  y comenzábamos a trabajar a las 8:30. Uno debía afeitarse, desayunaba en la cocina y a trabajar.  Schäfer nos decía el día anterior lo que debíamos hacer. Él se levantaba a eso de las 11:00 o 12:00. Cuando llegaba la hora del almuerzo, él recién había desayunado y empezaba a dar más órdenes: “Haga esto”, “siga por ahí”. Iba pasando la hora y uno tenía mucha hambre. Muchas veces, como recién había desayunado, nos hacía seguir trabajando hasta las 5 ó 6 de la tarde. Era algo terrible.

Almorzábamos todos juntos.  La mesa era rectangular y él se sentaba a la cabecera. A su derecha, Peter Schmidt. A la izquierda, su hija Rebeca. El menú era igual para todos. En ocasiones a Schäfer se le preparaba algo diferente, pero no era habitual.

Casa de Campo 'La Solita', en la localidad de Chivilcoy, comprada en 1997 por Peter Schmidt para recibir a Paul Schäfer en su fuga de la justicia chilena.

Se tomaba jugo en las comidas, hecho de las mismas frutas que teníamos en la quinta: naranjas, duraznos, pomelos, manzanas. A veces él tomaba Coca Cola.  En las comidas no tomaba nada más, pero tenía un lugar donde guardaba sus bebidas alcohólicas, como champagne, Martini y whisky, pero eso se lo servía solo, porque para nosotros el alcohol era un pecado. Nadie le podía tocar esas botellas.  Durante mucho tiempo tomó un vino blanco que se llamaba New Age, que encargaba que le compráramos en el supermercado. A veces lo compraba él, pero no salía mucho, no se dejaba ver. Incluso, cuando entraban mecánicos o personas a comprar o a dejar algo, siempre se escondía. Decía que era porque el Departamento Quinto de la PDI lo buscaba para matarlo. Siempre nos dijo eso, pero jamás que era acusado de violaciones y de abusar de nosotros.

Después del almuerzo, debíamos seguir trabajando mientras él dormía siesta o veía televisión. Siempre estaba descansado y a veces, por la tarde, pasaba lo mismo que al mediodía, se venía levantando de la siesta y empezaba  con sus órdenes y así seguíamos hasta las 11 o 12 de la noche.

Y después llegábamos a la casa, comíamos algo y él tomaba la Biblia y empezaba a predicarnos hasta las 2 o 3 de la mañana. Después le empezamos a decir que estábamos muy cansados y conseguimos, con muchas quejas, que dejara de predicar a esas horas.

LAS PRIMERAS REBELIONES

-¿En ese tiempo en La Solita, usted se rebeló alguna vez contra el orden establecido por Schäfer?
-En Uruguay me había comprado una máquina de fotos con rollo. Después, en La Solita, compramos una chatarra de cosechadora y me tocó arreglarla. La desarmé e hice varias piezas nuevas. Fueron varios meses de trabajo.  La primera vez la sacamos a pedido de un vecino que nos contrató para que le cosecháramos el sorgo. Al salir le tomé un par de fotos. Cuando habíamos terminado de cosechar Peter llevaba el sorgo a unos galpones y se le reventó una rueda del tractor y casi se vuelca. Cuando estábamos cenando con Schaefer, me preguntó por qué había hechos las fotos de la cosechadora. Le dije que era porque después de tanto trabajo para repararla quería guardar un recuerdo.  Ahí, a los gritos, me dice: “¿Para lucirte? ¿No te das cuenta de por qué se le reventó el neumático a Peter? ¿No te das cuenta que puede ser porque te querías lucir y fuiste orgulloso”. Nunca más en todos los años que pasé en Argentina saqué una foto. Siempre tuve miedo de que me retara otra vez de esa manera.

Dos veces me escapé del campo. Quería volver a Chile porque no aguantaba el maltrato psicológico de Schäfer. Estando con él en Argentina empecé a rechazar su manera de tratarme. Incluso, una vez tenía comprado el pasaje a Chile, pero como hice una llamada desde el terminal de Buenos Aires y Schäfer me habló tan cariñoso, decidí volver.

Cuando yo no le decía muy seguido mis pensamientos, me retaba ante todos y decía que eso podía significar que tal vez me había salido del camino correcto o que era traidor. En otra escapada, me arranqué caminando a Chivilcoy y desde allá llamé a Peter para que me trajera plata y ropa para irme a Chile. Ahí vino Peter, mandado por Schäfer, para conversar conmigo. Y Peter me dijo que él mismo había tenido una inspiración en la que había escuchado que yo podía ser Judas. Schäfer siempre siguió presionándome psicológicamente porque  necesitaba el control total de las personas.

 

-¿Cuándo tuvo usted conciencia total de que había sido abusado sexualmente por Schäfer?
Mientras Schäfer estuvo en Argentina, varias veces, con ansiedad, tocó el tema de buscar a niños como Michael Hopp y otros chicos de su edad para llevarlos al campo de Argentina. Hoy me doy cuenta que lo hacía para seguir con los abusos sexuales allá. Afortunadamente ese plan nunca se concretó.

Un día me conseguí una Biblia y comencé a leerla. Cuando Schäfer me vio con la Biblia me llamó pharisäer (fariseo). No le gustó que yo la leyera. Pero no me dejé intimidar y seguí leyéndola sin ocultarme de los demás, hasta que encontré varias partes donde por fin entendí lo horrible que Schäfer hizo conmigo respecto de los abusos sexuales. Allí me di cuenta de que él siempre afirmaba que lo que hacía estaba de acuerdo con la Biblia y que no era verdad. Schäfer solo predicó lo que no afectaba su vida secreta de pedófilo. Todos los temas relacionados con casamiento, familia, amor, conocerse, sexo, no los tocaba. Y si alguna vez habló de familia o casamiento, los puso como algo malo. Me dio cada vez más asco vivir con él, porque me sentía engañado y vendido… Hasta hoy me cuesta comprender cómo fue posible haber pasado una vida como esa. Lentamente comenzaba a entender, por mi propia experiencia, aunque todavía no sabía nada en específico de las acusaciones contra Schäfer, que los abusos existían.

-¿Encaró a Schäfer alguna vez en La Solita por los agresiones sexuales a las que lo sometió cuando usted era niño?
Empecé a enfrentarme con él por lo que había hecho conmigo sexualmente. Fueron cinco o seis veces en que me quejé y pregunté por qué de sus horribles actitudes conmigo. En la última ocasión le grité con todas mis fuerzas al mismo tiempo que lo rechazaba, porque ante mis acusaciones, él nuevamente abusó de la palabra de Dios para distorsionar lo que yo le decía. Me dijo que era yo quien tenía que pedir perdón a Dios por lo que había hecho con él.  Le respondí: “Tú cometiste pecado en mí desde chico y te aprovechaste de mi inocencia”. Me contestó: “La Biblia dice en el Testamento Antiguo, que los dos deben morir por ese pecado”.

Como Schäfer sabía que yo no podía saber bien lo que dice la Biblia, se aprovechó y usó el texto que se refiere a partes (hombres adultos) conscientes. Al final, ya no lo escuché más y le grité todo mi rechazo. Su respuesta fue: “Mejor que me hubiera muerto”.  Schäfer nunca reconoció ante mí sus maldades, nunca pidió perdón. Todo lo contrario, ante Peter y Rebeca hablaba mal de mí, como si yo fuera un enfermo mental, un traidor y un desviado del camino de Dios. Por ello, fui mal visto por ellos dos también.

Un día estábamos cenando todos, cuando de repente, Schäfer hizo hablar a su hija adoptiva (Rebaca), quien me acusó de un acontecimiento entre ella y yo. Cuando terminó de contar, sin escucharme a mí, Schäfer me atacó. Entonces, yo me levanté con fuerza de la mesa, gritándole dos o tres veces: “Tú estás predicando la palabra de Dios y tus hechos son todo lo contrario”. Se levantó Peter Schmidt, agarrándome agresivamente por el cuello y amenazando con pegarme, hasta que Schäfer mismo le gritó que me soltara.

LA CAPTURA Y LAS ACUSACIONES

-¿En qué momento el grupo que acompañaba a Schäfer se dio cuenta de que habían sido detectados en Argentina?

Paul Schäfer al momento de ser esposado suplicó al policía argentino que no era necesario.

A fines de noviembre del 2004  Peter Schmidt se enteró que un amigo en Chivilcoy había sido visitado por la Interpol y que habían preguntado por Schäfer. Él se cambió a Tortuguitas (provincia de Buenos Aires) con todos los demás y yo me quedé solo en el campo, haciendo todo el trabajo con los animales y la prestación de servicios.

Cuando empezaste aparecer tú por La Solita y Schäfer se enteró de que andaba alguien que no era de acá, siempre sospechó. Nos decía que tuviéramos cuidado contigo. Por eso, al inicio, cuando estabas con alguno de los vecinos, nunca nos acercamos. Una vez comenté con Schäfer que había ido a la casa de un vecino y estabas tú, y que me preguntaste de dónde era y cómo me llamaba. Ahí Schäfer me dijo: “Le dije que no se acercara a ese hombre. Yo tuve un sueño que ese hombre venía acá para capturarme”.

Después de la captura de Schäfer, cuando todos fuimos acusados de encubridores de abusos sexuales, para mí fue una ruptura total. Nunca pensé que algo así podría ocurrirme, que yo podría ser involucrado en estos delitos.

-Pero es un hecho que usted formó parte de un grupo que prestó colaboración y resguardo a un prófugo acusado de graves violaciones de derechos humanos y múltiples agresiones sexuales contra niños.
Yo siempre traté de hacer lo correcto dentro de lo que yo sabía, de lo que me habían enseñado. Yo no conocía el mundo como lo conozco ahora. Para mí se abrió un mundo diferente cuando comprendí estos hechos tan horribles. Como me procesaron y tuve acceso al expediente, al ir leyendo las acusaciones de los chicos, se me confirmó que lo ocurrido conmigo también lo había hecho con otros niños.

Después de que lo capturaron, varios medios de comunicación me vinieron a entrevistar. No supe cómo reaccionar, incluso llegue a defender que Schäfer era inocente. Solo después de leer el expediente supe toda la verdad.

Peter y Rebeca siguieron manteniendo contacto con Schäfer y se mostraban muy apáticos frente a nosotros tres: Mathias, Renate y yo. Ellos seguían con el sistema de Schäfer, lo adoraban como un santo y no les gustaba que yo me informara de la verdad de las acusaciones. De repente Rebeca Schäfer y Peter Schmidt nos dejaron solos. Salieron del país. Primero lo hizo Rebeca y después Peter. En Santiago, fue encontrada una hoja escrita por ella. Estaba dictada por Schäfer y decía que me demandaran en Argentina para que yo nunca pudiera regresar a Chile. Peter Schmidt empezó a ejecutar esas demandas instruido por Schäfer. Una de las demandas era que teníamos que pagar arriendo por el uso del predio, que pertenecía a Peter. En el juicio del ministro Hernán González –por abusos deshonestos–, Schäfer declaró que yo lo había llevado a Argentina. Por esa declaración me condenaron en el fallo de la Corte Suprema, aunque se comprobó que yo salí de Chile de forma independiente sin saber de la fuga de Schäfer.

-Pero usted convivió con un prófugo y con su trabajo generó recursos para sostener su permanencia en Argentina.
Yo salí de Chile con la familia Hopp y después me fui a trabajar en un campo donde vivía Schäfer sin conocer las acusaciones que lo habían convertido en un prófugo. Lo único que yo sabía hasta el momento de mi partida a Argentina era que todas las acusaciones y denuncias que se le hacían, eran falsas. Eso fue lo que siempre todos en la Villa Baviera escuchamos.

Lo que cuentan otros jóvenes en sus acusaciones contra Schäfer, en nada difiere de lo que a mí me hizo. Y tampoco del daño que les provocó a muchos de los colonos que creyeron ciegamente en él. Por citar un caso que conozco personal y directamente, puedo decir que Schäfer y Hugo Baar obligaron a mi padre cuando aún estaba en Alemania y poco antes de venirse a Chile, a cobrar toda su pensión acumulada –que no era poco dinero, porque tenía muy buen negocio–, diciéndole que acá no le faltaría nada. Hoy no tiene pensión y vive de sus hijos.

Yo también fui una víctima de Schäfer. El testimonio que entrego es prueba de que nunca he pertenecido a una asociación ilícita. Nunca bajo el sistema de Schäfer tuve un cargo o responsabilidad, nunca tuve algún mueble o inmueble inscrito a mi nombre, todas las cosas en Argentina estaban a nombre de Peter Schmidt. Todo lo contrario, decidí venir a Chile para presentarme y colaborar con la justicia, a pesar de que Schäfer quería evitar mi retorno.

Reconozco que la vida de Schäfer fue errónea y que yo fui parte de ello, pero no pude saber que estaba mal porque nací y crecí dentro de ese sistema. Nunca tuve la oportunidad de conocer otra realidad. Hasta los 35 años para mí no existían amigos ni conocidos fuera de Villa Baviera. Tampoco teníamos recursos. No teníamos carnet de identidad y no se me permitió aprender a conducir vehículos hasta los 30 años. El castellano lo aprendí en Argentina.

Si miro hacia atrás, internamente siempre tuve una gran ansiedad: tener a mi lado una persona de confianza y ser amado por alguien. Gracias a Dios tuve la oportunidad de encontrar una mujer que me ama y que me entiende, aunque pasé momentos difíciles en que anduve destruido y desorientado por todo lo vivido. Hoy tengo dos hijas, una de 2 años y medio y la mayor de 3 años y 7 meses, que me dan mucha alegría y me ayudan a olvidar el pasado. No he sido irresponsable. Antes de casarme fui a ver a un médico para informarme de las funciones biológicas para formar una familia.

En toda mi vida nunca he buscado hacer daño ni mal a nadie. Hice el camino más correcto dentro de mis conocimientos. Siento injusto que se me involucre como parte de una asociación ilícita porque nunca participé en acciones ilícitas. Todo lo aquí he descrito lo puedo confirmar con testigos. Quiero ser escuchado por la justicia porque todo lo que he relatado es solamente una pequeña parte de mi vida y de lo ocurrido. Después de tanto tiempo de sufrimiento y esclavitud recién he empezado a recuperarme con la ayuda de mi familia y de muchos amigos. Por primera vez puedo decir que soy feliz viviendo con mi familia, a la que puedo proveer con mi trabajo. Si soy condenado por un delito que no cometí, sería el derrumbe de mi vida. De ser así, hubiera sido mejor no haber formado una familia.

 

El choque de Piñera con Flores que jibarizó el Consejo de Innovación

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El Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC) estuvo a punto de desaparecer. Finalmente sobrevivió, pero reducido a su mínima expresión, luego de que el Presidente Sebastián Piñera quedara profundamente insatisfecho con el informe que le entregó en agosto pasado el consejo que presidía el ex senador Fernando Flores. Desde entonces, las relaciones entre Piñera y Flores están rotas.

A contar de 2014 el CNIC contará con un presupuesto 78% menor al que manejó hasta este año y su planta de profesionales se redujo en alrededor de un 50%. En los hechos, el presupuesto cayó de los $1.175 millones con los que contó el CNIC en 2013  (vea la partida de este año) a sólo $257,5 millones (vea la partida presupuestaria propuesta para 2014). Y su planta quedó reducida a unos cinco profesionales, los que conformarán la secretaría ejecutiva de la entidad.

El quiebre se produjo porque Piñera había pedido a Flores que el informe del CNIC, a diferencia de años anteriores, fuese menos conceptual y propusiera tareas concretas para avanzar en el desarrollo científico y tecnológico del país. El mandatario quería un texto con insumos que le permitieran adoptar políticas públicas específicas en su último año de gobierno. A contrapelo de la instrucción presidencial, Flores desarrolló un trabajo centrado casi exclusivamente en la conceptualización del tipo de innovación que requiere el país, sin atender la demanda de establecer líneas de trabajo concretas.

En la práctica, para el próximo año el CNIC quedó casi imposibilitado de encargar las asesorías e informes técnicos que licitaba habitualmente, debido a que ya no contará con los recursos para tales tareas. La misión de los funcionarios sobrevivientes quedó reducida a desarrollar recomendaciones puntuales para abordar la modernización de cuatro sectores que se consideran urgentes: energía, educación, indicadores para medir el desarrollo científico y tecnológico, y cambios en la enseñanza de las ingenierías.

Durante las últimas semanas tanto Flores como otros consejeros han criticado la falta de prioridad para la ciencia, tecnología e innovación en el presupuesto 2014 e incluso el CNIC sacó este martes 22 de octubre una declaración oficial al respecto (ver declaración). Sin embargo, los consejeros no mencionan el presupuesto del CNIC, el que en los próximos días deberá cerrar sus modernas oficinas en calle Morandé para instalarse en un espacio más reducido en dependencias del Ministerio de Economía.

LA MANO DE FLORES

El 5 de diciembre de 2005, tres meses antes que concluyera su gobierno, Ricardo Lagos firmó un decreto que creó el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC), organismo público-privado que tiene la misión de asesorar al Presidente en la identificación, formulación y ejecución de políticas y acciones que fortalezcan la innovación y la competitividad en Chile, en la ciencia, la formación de capital humano y el desarrollo, la transferencia y la difusión de tecnologías (ver decreto). En él participan los ministros de Economía, Educación, Hacienda y Agricultura, además de representantes de otros organismos estatales, como Corfo, y actores privados como empresarios, científicos y académicos.

En 2007 Fernando Flores se alejó del PPD y creó Chile Primero.

El CNIC nació de la mano del royalty aplicado a la minería, con el objeto de establecer prioridades para destinar los fondos recaudados por ese tributo a tareas que impulsaran el desarrollo científico y tecnológico del país. En un comienzo el consejo fue presidido por el ex senador Edgardo Boeninger, quien le  entregó a Lagos un informe con los lineamientos para la elaboración de una estrategia nacional de innovación para la competitividad de largo plazo. Luego, Michelle Bachelet renovó el mandato del CNIC en 2006 y nombró como presidente al ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien finalizó su gestión haciendo entrega de la “Estrategia Nacional de Innovación para la Competitividad”. Posteriormente, el ex ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, continuó como titular del consejo y elaboró la “Agenda de Innovación para la Competitividad 2010-2020”.

Aunque los textos entregados por Eyzaguirre y Bitrán se explayaban en la conceptualización y análisis del tipo de innovación que requiere Chile, contenían un apartado en el que recomendaban tareas específicas para avanzar en el desarrollo de políticas públicas puntuales. Esta última tarea fue la que el Presidente Piñera consideró que debía resaltarse, especialmente orientada a promover la competitividad. En abril de 2010, Piñera nominó al ex senador Fernando Flores como presidente del CNIC. Flores llegó al cargo sostenido por una reconocida carrera internacional que lo situaba como experto en innovación y por un currículo político de una amplitud difícil de igualar: ex ministro de Salvador Allende, senador del PPD y colaborador de la campaña electoral de Piñera (ver recuadro).

El consejo, bajo la gestión de Flores, quedó constituido por Jorge Allende, Juan Asenjo, José Miguel Benavente, Claudia Bobadilla, Juan Claro, Juan Carlos de la Llera, Álvaro Fischer, Alfonso Gómez, Manuel Krauskopf, Fernando Lefort, Francisco Mac-kay, Cristóbal Philippi, Pilar Romaguera, Pablo Valenzuela, Marcelo von Chrismar y Andrés Weintraub. Los consejeros se reunían con los expertos y los insumos eran procesados por la secretaría ejecutiva del CNIC, dirigida por Katherine Villarroel.

Instalado en California, el trabajo de Flores era no presencial la mayor parte del tiempo, salvo cuando viajaba a Chile cada dos meses. De acuerdo a la página de transparencia del gobierno, recibía un sueldo mensual de $6.200.000 hasta septiembre pasado, cuando renunció voluntariamente. Oficialmente, su cargo tenía la siguiente descripción: “Asesor experto en materias de políticas de innovación. Proponer al Presidente de la República orientaciones estratégicas para las políticas públicas relacionadas con la innovación para la competitividad. Conducir las sesiones del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad. Dar orientación estratégica a la labor de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad”.

LA DURA REACCIÓN DE PIÑERA

Tras tres años de trabajo, el 6 de agosto pasado Fernando Flores entregó a Piñera, en una ceremonia en La Moneda, el texto de 130 páginas titulado “Surfeando hacia el futuro: Chile en el horizonte 2025”. Aunque el evento en Palacio fue cordial, la tensión entre el Mandatario y Flores había ido en aumento a lo largo de este último año, debido a que Piñera avizoraba que el informe final distaría de tener el perfil que él había requerido.

En 2010 Flores aterrizó en el gobierno de Piñera como presidente del Consejo de Innovación.

Efectivamente, el texto estuvo lejos de las expectativas presidenciales e, inicialmente, Piñera barajó la idea de clausurar el CNIC. El Presidente tiene las atribuciones para cerrar el organismo, pues la institucionalidad bajo la que opera el consejo es precaria. La entidad se creó y funciona por decreto presidencial y no por ley. Al decreto original suscrito por Lagos (2003), le siguieron otros tres que renovaron el consejo, dos de ellos firmados por Michelle Bachelet (2006 y 2008) y el último por Piñera (2010). Aunque el diseño original establecía que el CNIC funcionaría bajo las normas contempladas en el proyecto de ley  que crearía el Fondo de Innovación para la Competitividad, esa iniciativa sigue entrampada en su tramitación legislativa. La ley no ha visto la luz debido, entre otras razones, a las diferencias sobre cómo deben distribuirse los recursos provenientes del royalty, pues las regiones mineras exigen una mayor participación.

La dura reacción inicial de Piñera fue moderada por algunas intervenciones de figuras públicas que valoraron positivamente el informe del CNIC. Así, el Presidente resolvió darle continuidad a la iniciativa, pero con un piso mínimo para su funcionamiento.

Entre las voces que valoraron el texto presentado por Flores se cuenta la del ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Rafael Guilisasti. En un extenso reportaje publicado el 11 de agosto por El Mercurio el empresario calificó el informe del CNIC como “atingente” y dijo que “cambia el cómo miramos las cosas”. El mismo artículo informó que el reputado experto en innovación Irving Wladawsky redactó un comentario favorable al informe del CNIC que luego fue difundido por The Wall Street Journal. Doctor en Física de la U. de Chicago y profesor del MIT, Wladawsky aseguró que las recomendaciones del informe son aplicables en países desarrollados y emergentes.

Luego, el 25 de agosto, fue el turno del ex ministro de Economía del gobierno de Piñera, Juan Andrés Fontaine, de defender el informe en las páginas de El Mercurio. Fontaine, quien trabajó con el consejo cuando dirigió la cartera de Economía, escribió en una columna: “El enfoque (del informe) es plenamente concordante con lo que -a partir de los avances de los aportes de los anteriores- ha hecho el gobierno actual para promover la innovación. Su signo ha sido crear condiciones para conectar y situar a nuestros innovadores en una perspectiva global”.

Y aunque finalmente el CNIC se salvó, la disminución de su presupuesto abre cierta incertidumbre respecto al rol que jugará de ahora en adelante.

 

De la “oficina del futuro” a Chile Primero

 

A los 19 me casé, a los 25 fui gerente de Corfo, a los 29 ministro y a los 30 comencé la beca Pinochet“. Con esas frases, Fernando Flores daba cuenta en 2001 de su peculiar curriculum.  Desde Talca aterrizó en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, donde en plena reforma universitaria se tituló de Ingeniero Civil Industrial.

Ya desde el gobierno de Allende, en el que llegó a ser ministro de Hacienda y de Economía, se vinculó con los temas de innovación y tecnología. En 1970 fue nombrado presidente del Instituto Tecnológico de Chile y en esos años creó el proyecto Cybersyn, que aplicó en forma embrionaria la cibernética a la gestión de las redes industriales del país.

Durante la dictadura y al igual que otros 400 presos políticos, Flores –entonces militante del MAPU– fue llevado a Isla Dawson donde compartió prisión con su amigo Sergio Bitar, el mismo que décadas más tarde le cedió el escaño senatorial por Arica y Parinacota. Llegó al Congreso en 2002, representando al PPD con un 30,51% de los votos.

En plena campaña, el aspirante al Senado ya delineaba las claves del éxito que a su juicio los chilenos deben desarrollar: “capacidad emprendedora. Ver posibilidades donde otros ven dificultades. Garra y pachorra, como la de los argentinos que producen campeones de fútbol. Y la audacia de los norteamericanos”.

Flores se fue distanciando del PPD y en 2006 suspendió esa militancia para finalmente en 2007 formar, junto a Jorge Schaulsohn, Chile Primero, movimiento que fue el trampolín para desembarcar en 2010 en el gobierno de Sebastián Piñera y ocupar la presidencia del Consejo para la Innovación.

Como senador independiente, Flores se convirtió en un líbero en tiempos en que la Concertación y la Alianza estaban empatados en el Senado, y con su voto a favor fue posible destituir de su cargo a la ministra de Educación, Yasna Provoste

Tercero a la izquierda, Fernando Flores en sus tiempos de mapucista durante la UP

La vida académica de Flores la desarrolló principalmente en Estados Unidos. Luego de salir al exilio se estableció en Palo Alto, California, y en la Universidad de Berkeley obtuvo un doctorado en Lenguaje. Flores desarrolló un modelo de administración y comunicación para empresas, y un software para la coordinación del trabajo en las organizaciones, que denominó “la oficina del futuro”. A través de dicho software generó parte de sus dineros, los que se fueron multiplicando con sus trabajos de coaching. Su vínculo con Chile en estos últimos años estuvo centrado en el Consejo para la Innovación y en el Colegio Altamira, del que es su dueño y que ya cumple 31 años.

Amigo del multimillonario mexicano Carlos Slim y del ex Presidente del Gobierno español Felipe González, Flores ostenta una aplastante personalidad, con la que regularmente apabulla a sus interlocutores. En más de una oportunidad, ese carácter soberbio y políticamente incorrecto lo ha hecho merecedor de una sanción social, como cuando al término de una entrevista televisiva en CNN Chile le enrostró al periodista: “Jodiste, porque no te voy a dar entrevistas a ti por un año, por puras preguntas huevonas. Te jodiste conmigo”.

Quienes han trabajado con él comentan que ese tipo de respuestas no están reservadas para los periodistas. Un ejemplo recordado tuvo lugar en un campamento para promover la ciencia y la tecnología entre los jóvenes, donde Flores se molestó con la pregunta de un adolescente y respondió simplemente “no me preguntes huevadas”..

Durante su gestión en el Consejo de Innovación, Flores estaba radicado en California y venía cada dos meses a realizar aquellas actividades que requerían su presencia física. En esos períodos su agenda era tan intensa que todo el consejo funcionaba con disponibilidad 24/7. Cultivaba además el mismo halo de “gurú” con el que se le conoció tras el regreso de la democracia, transformando las reuniones de trabajo en sesiones de aprendizaje, donde la capacidad ejecutiva quedaba disminuida.

 

El otro negocio de Morpho que desató una pugna entre el Registro Civil y Casa de Moneda

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La puesta en marcha del nuevo sistema de cédulas de identidad y pasaportes del Registro Civil generó numerosos problemas que han puesto el foco de las críticas sobre Morpho, la empresa que ganó una licitación por casi U$400 millones y no ha sido capaz de implementar la tecnología ofrecida de manera óptima. Las largas filas de los usuarios por los problemas en el funcionamiento que presenta la nueva plataforma han significado, en la práctica, obviar los cuestionamientos a la licitación que ganó Morpho, incluyendo el hecho de que esta empresa facturará US$ 18 millones más que lo establecido inicialmente. Y ello porque una vez adjudicada la licitación, el Registro Civil le asignó además la fabricación de los cuadernillos de pasaportes, tarea que originalmente había sido encomendada a la Casa de Moneda.

Congestión de público en oficinas del Registro Civil

El cambio de fabricante generó un fuerte impasse entre el Registro Civil y la Casa de Moneda. Recién el 5 de julio pasado el Registro Civil oficializó la decisión de entregar a Morpho el contrato para la fabricación de los cuadernillos, luego de que en diciembre la empresa francesa asegurara al organismo público que Casa de Moneda no estaría en condiciones de cumplir los plazos establecidos. Según el contrato, el 2 de septiembre Morpho debía hacerse cargo de la operación de los documentos de identidad, que hasta entonces estaba en manos de Sonda. Durante la gestión de Sonda era la empresa inglesa DeLaRue la responsable de fabricar los documentos, pero delegaba en la Casa de Moneda la elaboración de los cuadernillos.

Según argumentan representantes de Casa de Moneda, en ningún momento ellos informaron que la producción de pasaportes pudiera sufrir un retraso. Y reclaman que se invirtieron 600 mil Euros (unos U$ 800 mil) en la compra de las máquinas necesarias para hacer frente a la nueva tecnología. Casa de Moneda no se quedó de brazos cruzados, el 19 de julio presentó un recurso extraordinario de revisión (ver documento) ante el Registro Civil, en busca de revertir la decisión que lo desplaza como proveedor de los cuadernillos, un rol que históricamente ha cumplido.

El escrito es muy duro contra Morpho, empresa a la que acusa de haber entregado al Registro Civil “antecedentes errados o derechamente falsos”, y de haber generado las condiciones que luego justificarían la exclusión de Casa de Moneda y le permitirían quedarse con el contrato. “Que se nos haya excluido del contrato, sin base, en un procedimiento administrativo racional y justo, y conforme a hechos que no eran verdaderos o, al menos, que eran erróneos, ha irrogado a Casa de Moneda de Chile S.A. un perjuicio patrimonial evidente”, argumentan en el recurso.

El conflicto nace de uno de los puntos curiosos de las bases de licitación para la fabricación de los nuevos documentos de identidad. De acuerdo a éstas, sería la Casa de Moneda la encargada de fabricar los cuadernillos. Para ello, se firmaría un contrato entre esta empresa pública y la empresa privada que se adjudicara la licitación, el que debía ser aprobado por el Registro Civil. Pese a esta exigencia, también se requería que la empresa privada tuviera la capacidad de proveer los cuadernillos: “La empresa deberá considerar que en cualquier momento durante la ejecución del contrato, el servicio, bajo las características que le indique, podrá solicitar que provea íntegramente los pasaportes electrónicos, ya sea bajo fabricación propia o subcontratando a una casa distinta de la Casa de Moneda de Chile S.A.”. Un profesional que trabajó en la elaboración de dichas bases explica por qué incluyeron esta cláusula: “Era para tener una opción en el caso que la Casa de Moneda no pudiera incorporar máquinas para producir pasaportes electrónicos”.

De acuerdo al relato que hace Casa de Moneda en el recurso, las negociaciones con Morpho comenzaron en noviembre de 2011 y parecieron avanzar sin contratiempo hasta que en junio de 2012 emergió el primer borrador del contrato. Luego, acusan desde la empresa pública, los representantes de Morpho comenzaron a introducir permanentes modificaciones al texto. Pese a ello, ya en agosto tenían un cronograma según el cual Casa de Moneda debía tener listos 75.000 pasaportes para la puesta en marcha. Aunque el cronograma fue modificado en al menos cuatro ocasiones, Casa de Moneda decidió invertir en la maquinaria que le permitiría dar cumplimiento al compromiso.

En enero de este año se produjo lo que Casa de Moneda califica como “la primera advertencia grave de lo que estaba ocurriendo”: Morpho les notificó que no podría firmarse el contrato porque aún no estaban listas las muestras que debía aprobar el Registro Civil. Según Casa de Moneda, no era posible fabricar las muestras pues Morpho nunca les había entregado las especificaciones técnicas necesarias para producir los cuadernillos.

“Este hecho es sintomático de lo anómalo del procedimiento y de la decisión que nos excluyó (…) pues podemos afirmar que la conducta desplegada en enero ya se encontraba orientada a dicha exclusión, que había sido resuelta semanas antes, allanándose el camino para aparentar que se encontraba justificada”, acusa Casa de Moneda en su recurso.

Según los documentos obtenidos por Casa de Moneda a través de la Ley de Transparencia, Morpho notificó al Registro Civil el 29 de diciembre de que los cuadernillos no estarían listos a tiempo y pidió la exclusión del proveedor. Sin embargo, Morpho no informó a Casa de Moneda, con la que siguió negociando hasta comienzos de marzo, pidiendo nuevas especificaciones técnicas y modificaciones al borrador del contrato. Según dice el recurso de Casa de Moneda, estas modificaciones al contrato “impedían concretarlo y alejaban cada vez más a nuestra representada de poder cumplir con la fecha del 2 de septiembre”. El 7 de marzo, Morpho informó a Casa de Moneda que el Registro Civil había decidido que no serían ellos los que fabricarían los pasaportes. Pero hasta julio, aseguran en Casa de Moneda, no fueron notificados formalmente por parte del Registro Civil de que había sido excluidos del proceso.

Rodrigo Durán, ex director del Registro Civil

Un elemento adicional agrega Casa de Moneda sobre la premeditación con que habría actuado la empresa francesa Morpho respecto a dejarlos fuera del contrato de los cuadernillos. Cuando se pidió una cotización por el trabajo a Casa de Moneda y a Morpho, esta última ya conocía el precio que ellos cobrarían pues fueron parte de las negociaciones previas. Finalmente, la cotización de Morpho fue más baja en $85 millones, lo que fue usado por el Registro Civil como argumento para adjudicarles el contrato.

El nuevo contrato fue asignado a Morpho el 5 de julio pasado (ver documento) y de acuerdo a las cotizaciones incluidas en el documento, la facturación anual de la empresa por producir 300 mil pasaportes será de $1.128 millones, lo que en un periodo de ocho años equivale a unos US$ 18millones. Dos meses antes de esta resolución oficial, en mayo, el entonces director del Registro Civil, Rodrigo Durán, y el jefe informático del organismo, Bruno Opazo, viajaron a Francia y Holanda con una delegación de prensa, donde les mostraron las instalaciones en que ya se estaban fabricando las cédulas y los pasaportes.

No fue hasta el 2 de septiembre pasado –el mismo día en que Morpho puso en marcha la emisión de los nuevos documentos de identidad– que el entonces director del Registro Civil firmó la resolución que rechazaba el reclamo de Casa de Moneda (ver documento). Durán argumentó que Casa de Moneda “sólo tenía una mera expectativa” de proveer los documentos pues Morpho nunca firmó el contrato y tampoco hubo un acto administrativo que les encomendara la tarea.

Ante las consultas de CIPER, el Registro Civil contestó por escrito que, “de conformidad con el diseño del pasaporte electrónico definido por el servicio en febrero de 2013, Casa de Moneda no contaba con la tecnología para implementar este diseño antes de junio de 2013, de acuerdo al plan del proyecto. Además, la alternativa de Casa de Moneda representaba un mayor costo de aproximadamente $80 millones al año”.

No se trata del primer impasse entre el Registro Civil y Casa de Moneda. Otro de los conflictos entre ambas instituciones han sido originados por la provisión de “placas patente” para automóviles, al punto que Casa de Moneda llegó a demandar al Registro Civil ante el Tribunal de Compras del Estado luego de una licitación que consideró mal adjudicada y que finalmente el propio servicio anuló (ver documento). Otra más en la serie de licitaciones fracasadas del Registro Civil en los últimos años.

HISTORIAL DE LITIGIOS

La operación de Morpho para los pasaportes y cédulas de identidad ha estado marcada por los problemas desde su inicio el 2 de septiembre pasado. Dado que esa puesta en marcha coincidió con el paro de los funcionarios del Registro Civil, la críticas del público se desviaron de las fallas que presentaba el nuevo sistema, pero éstas quedaron en evidencia apenas los funcionarios depusieron el paro. Había múltiples funcionalidades que no estaban operando, las que provocaron largas filas de usuarios que querían renovar u obtener por primera vez sus documentos de identidad. Las situaciones más críticas se vivieron las dos mañanas de octubre en que el sistema simplemente se cayó, imposibilitando la atención de público.

La culpa directa de la caída del sistema no fue de Morpho, sino de Adexus, que provee la plataforma tecnológica y comunicacional. Se trata de una falla que ocurre con cierta frecuencia, pero de la que normalmente el público no se entera. Antes de Morpho, el sistema lo operaba Sonda y cuando se producía la falla, seguía funcionando fuera de línea aunque no hubiera comunicaciones. Así también debió ocurrir con Morpho. De acuerdo a las bases de licitación, Morpho está obligada a “asegurar un servicio permanente y transparente”, para los cual se requiere un sistema de “almacenamiento local de las solicitudes e información capturada”. Esa es precisamente la información que debió ser enviada cuando las comunicaciones se restablecieron. Sin embargo, se demostró que sin conectividad las estaciones de captura simplemente no funcionan.

Adexus está a cargo de la plataforma tecnológica, comunicaciones e informática desde 1993. El contrato original que regulaba ese servicio expiró en 2003, pero ha sido renovado sucesivas veces pues la licitación respectiva ha fracasado en cuatro oportunidades. La tercera de ellas fue la más polémica, pues se anuló luego de acusaciones de corrupción publicadas en un reportaje de CIPER, “Irregularidades en millonaria licitación”. El último intento también estuvo rodeado de cuestionamientos y finalmente se canceló en 2011, sin que hasta ahora exista fecha para el lanzamiento de una nueva licitación. Así las cosas, Adexus lleva 20 años operando la plataforma tecnológica del Registro Civil, 10 de ellos por gracia de las fallidas licitaciones.

La adjudicación de Morpho tampoco estuvo exenta de polémica. Incluso ahora que la empresa ya se encuentra operando, existen procesos pendientes en que se reclama su anulación. Si por esa vía se llegara a determinar que la licitación fue irregular, el escenario siguiente es incierto. Lo único claro es que el Registro Civil arriesga pagar un alto costo, tanto en dinero como en imagen.

El concepto –con distintas variables- se repite en la industria tecnológica y entre los funcionarios del Registro Civil: Morpho corrió sola, no sabemos si era la mejor oferta, pero sí era la más cara de las que se hicieron públicas. La afirmación es el resultado no sólo de las fallas actuales, sino  de los numerosos cuestionamientos de los que ha sido objeto la licitación que comenzó en 2008.

Aún antes de que se hicieran públicas las bases había un manto de duda sobre el proceso: durante el juicio a que dio lugar la fracasada licitación de la plataforma tecnológica, el ex doble asesor Andrés Contardo –condenado por revelación de secreto con grave daño a la causa pública– declaró que el ex director del Registro Civil, Guillermo Arenas, le había dicho que la nueva licitación de pasaportes y cédulas de identidad estaba arreglada a favor de la empresa española Indra.

Por eso, desde un inicio, el entonces director Cristián Behm resaltó que el énfasis estaría puesto en la transparencia. Para ello se contrató al DICTUC y se contó con la asesoría de funcionarios de distintos ministerios que vigilarían el normal desarrollo del proceso. De nada sirvió. Ahora, la experiencia de la puesta en marcha del sistema por la empresa Morpho, indica que tampoco fueron suficientes las pruebas tecnológicas que debieron pasar los consorcios postulantes (Indra, Bundesdruckerei, Sagem Securité, Sonda, Coasín, Sice y Siemens).

La evaluación de la licitación se retrasó varios meses y finalmente se la adjudicó Indra en julio de 2010. En segundo lugar quedó la alemana Bundesdruckerei, seguida por la francesa Sagem Securité (hoy Morpho). El resto de los postulantes fueron descalificados antes de la etapa final. Para entonces, Indra ya había intentado sin éxito ante el Tribunal de Contratación Pública (TCP) que se excluyera del proceso a los otros seis participantes, mientras que Coasín y Siemens habían reclamado ante el mismo tribunal por su posterior exclusión del proceso. Se les sumarían Sonda, que cuestionaría la adjudicación a Indra ante el TCP y Sagem (Morpho), que además recurriría a la Contraloría. En el medio de las acusaciones, el gobierno removió al director del Registro Civil, Cristian Behm, luego de que la Contraloría cuestionara el proceso.

En junio de 2011, el TCP ordenó anular la adjudicación a Indra y retrotraer la licitación al momento previo a la evaluación técnica, lo que puso nuevamente en carrera a Sonda, Sice, Bundesdruckerei  y Sagem (Morpho). Se excluyó a Indra, porque se demostró que su boleta de garantía había sido entregada fuera de plazo.

Los conflictos legales provocaron un congelamiento de la licitación, lo que generó nuevos problemas con las boletas de garantía, dejando fuera esta vez a Sice y Bundesdruckerei (esta última reclamó ante la Contraloría). Sólo seguían en carrera Sagem (Morpho) y Sonda, pero la oferta de esta última fue considerada inadmisible: no cumplía el requisito de experiencia previa.

Así, sólo Morpho llegó a la línea final. Por los sobres abiertos en la anterior adjudicación anulada, se sabe que su oferta era más cara que la de Indra y la de Bundesdruckerei. En cuanto a la evaluación técnica, se conoce su puntaje –un promedio de 83,44 puntos sobre 100–, pero no el de sus seis competidores.

FALLOS PENDIENTES

Sonda, que además de ser la última empresa eliminada aspiraba a renovar el millonario contrato que operaba desde 2002, no se quedó inmóvil luego de no ser la escogida. Recurrió nuevamente al TCP, reclamando que había sido excluida arbitrariamente del proceso y que la boleta de garantía de Morpho también debía ser rechazada pues no era “a la vista”, como exigían las bases.

El 22 de octubre pasado el tribunal fijó las causas de pruebas, que además de referirse a las boletas de garantía y a la exclusión de Sonda, incluyen el cuestionamiento a la designación del evaluador Bruno Opazo. Su imparcialidad fue objetada por Sonda, por haber dado una opinión subjetiva en otro juicio iniciado por Morpho. Opazo también es cuestionado dentro del Registro Civil por ser el último de los profesionales que llegó junto con el ex director Guillermo Arenas, destituido en 2008 por la licitación irregular a la empresa Tata, que aún se mantiene en un alto puesto directivo. Bruno Opazo está a cargo de todos los asuntos y problemas derivados de la licitación que se adjudicó Morpho.

El último episodio en estos litigios se resolvió el pasado 25 de octubre, cuando el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) dio en parte la razón a Sonda, que también había recurrido a esa instancia para intentar revertir la adjudicación a Morpho. Si bien no se anuló el contrato, como esperaba Sonda, el Registro Civil fue condenado a pagar 200 Unidades Tributarias Anuales (unos $100 millones de pesos) por “incurrir en discriminaciones en la evaluación de las ofertas de Sonda y Morpho que afectaron la competencia en la licitación”.

El TDLC desechó la mayoría de los reclamos de Sonda, pero su fallo de 90 páginas es muy duro en aquellos puntos en que sí cuestionó el actuar del Registro Civil. Se establece, por ejemplo, que Sonda fue evaluado de manera distinta que otros competidores y que mientras a éstos se les pedía aclaraciones cuando se presentaba un problema técnico, Sonda no tuvo la oportunidad de dar explicaciones.

En lo central, el tribunal consideró que no se debió excluir a Sonda por su falta de experiencia. Esto se produjo debido a que la empresa no presentó certificados de experiencia para todos los componentes, como exigían las bases, pero el TDLC estableció que estas omisiones no debían haber sido sancionadas con la inadmisibilidad, sino que de todos modos debió realizarse la evaluación técnica.

“La mayor gravedad de la actuación del Registro Civil (SRCEI) al excluir a Sonda no deviene, desde el punto de vista de la defensa de la libre competencia, de su interpretación de las bases, sino de la actuación discriminatoria (…) La evaluación de la oferta técnica de Morpho revela que el SRCEI actuó en forma discriminatoria en esta materia, pues si hubiese seguido el mismo criterio utilizado respecto de la propuesta de Sonda, debió declarar inadmisible la propuesta de Morpho. De este modo, cuando se analizan las actas de evaluación de la propuesta de Morpho, elaboradas por la Comisión Evaluadora con motivo de la segunda adjudicación, puede observarse que existen diversos puntos en los que dicho proponente no cumplió a cabalidad con los requisitos establecidos en las Bases Técnicas de la Licitación”, sentencia el tribunal. Más adelante explica que los requisitos incumplidos por Morpho también se relacionan con no haber demostrado su experiencia de la forma en que lo exigían las bases y que pese a ello Morpho obtuvo el máximo puntaje en este ítem.

El fallo del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia  concluye: “El Servicio de Registro Civil e Identificación no aplicó exactamente el mismo criterio al evaluar los certificados de experiencia de los proponentes Sonda y Morpho, aplicando el máximo rigor en la evaluación de los primeros, con el efecto de dejar fuera del proceso a Sonda y de mantener la de Morpho como única oferta a evaluar”.

Un punto que resulta relevante del fallo es que al detallar las diferencias en la evaluación, se refiere al pasaporte electrónico, específicamente a las pruebas de lavado realizadas en la evaluación del cuadernillo. Se cita el informe de la comisión evaluadora que indica que el cuadernillo de Morpho  tuvo un “resultado de prueba de laboratorio bajo la nota mínima de 4,6” (obtuvo nota 3). Lo mismo sucede con los sub- ítems “Envejecimiento artificial” y “Sellabilidad”, en que obtuvo la misma calificación (nota 3) insuficiente para cumplir con el mínimo requerido por las bases. Es decir, Morpho no obtuvo el puntaje mínimo y pese a eso finalmente el Registro Civil decidió encargarle la fabricación del cuadernillo en vez de a la Casa de Moneda.

“Por todo lo previamente expuesto, este Tribunal estima que el Registro Civil, al dictar la Resolución Exenta Nº 3492 por la que declaró inadmisible la oferta de Sonda, incurrió en una discriminación arbitraria que afectó el proceso y el resultado competitivo en el mercado relevante. Lo anterior es especialmente grave en un contexto como el de la licitación que contemplaba una forma de asignación relativa de puntajes que dependía del número de oferentes”, señala el fallo.

El Registro Civil ya anunció que recurrirá a la Corte Suprema para intentar revertir la sentencia, mientras que Sonda aún se encuentra evaluando la resolución antes de decidir si también llegará hasta la máxima instancia para intentar demostrar que la gravedad de los hechos amerita anular la licitación.

 


Guerrilla colombiana acusa a empresa forestal de Italo Zunino de usurpación de tierras

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Este martes 5 de noviembre, el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN) anunció la inminente liberación “por razones humanitarias” del ingeniero forestal León Montes Ceballos, quien al momento de su secuestro, el 30 de julio de 2012,  trabajaba para la empresa de capitales chilenos Compañía Agrícola de la Sierra (CAS), instalada desde 2006 en Colombia.  Desde hace un año y medio, el ELN le exige a la empresa forestal –de propiedad del empresario chileno Ítalo Zunino–, que congele sus operaciones y se retire de la zona de modo que las tierras que hoy están bajo su dominio –y que según el ELN habría conseguido de manera fraudulenta– sean devueltas a los campesinos.

Las condiciones impuestas por la guerrilla contra la CAS se fundamentan, según un comunicado, en el hecho de haberse apropiado “con artimañas de 22.000 hectáreas de tierra de campesinos pobres (…) 6.800 están sembradas con pino y árbol no nativo, generando un gran impacto ambiental y social en el territorio”.

El anuncio se hizo en medio del diálogo que intenta entablar el gobierno y el ELN –la segunda guerrilla en Colombia, luego de las FARC– con miras a emprender un proceso de paz en el que ambos ya han dado señales concretas de avance y que, por lo mismo, ha generado expectativas tanto en Colombia como en algunos organismos internacionales.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

El acercamiento entre el gobierno y la guerrilla ha sido objeto de duras críticas desde la oposición. Las más fuertes han salido desde el mismo expresidente Álvaro Uribe quien en agosto del 2012 calificó de “bofetada a la democracia” el inicio de diálogo formal con las FARC impulsado por el Presidente Juan Manuel Santos. Recientemente Uribe llegó incluso a acusar la supuesta responsabilidad penal que le cabe a aquellos que se reúnen a dialogar con grupos armados fuera de la ley. Ayer miércoles y luego de cinco meses de discusión, el gobierno y las FARC alcanzaron un acuerdo parcial para garantizar la participación del grupo rebelde en política. Este era el segundo de los cinco puntos a negociar en medio de las conversaciones de paz iniciadas en noviembre del año pasado en La Habana.

El último disparo de Uribe contra Santos fue a propósito de la Ley de Restitución de Tierras impulsada por el gobierno, acusándolo de generar “nuevos odios contra los empresarios del campo”. El expresidente Uribe ha sido acusado de favorecer durante su mandato a empresarios y a ex funcionarios de su gobierno en la compra masiva de tierras a bajo costo. En el marco de la Ley de Restitución, la justicia ya ha ordenado la devolución a campesinos de varios predios usurpados por paramilitares, grupos armados que adquirieron mayor poder bajo el gobierno de Uribe y con quienes mantuvo fuertes vínculos según se ha comprobado en la justicia de Colombia y de Estados Unidos. Parte del proceso de usurpación de tierras en Colombia está relatado en el reportaje publicado por CIPER “La ruta del despojo” de Ginna Morelo, reciente ganador del premio nacional de periodismo de Colombia.

En este contexto, el secuestro de Montes Ceballos en Antioquia y la exigencia de restitución de tierras hecha por la guerrilla a la empresa de Zunino, agrega otro foco de tensión al clima político de Colombia y en particular a esa región (Antioquia), zona altamente conflictiva con presencia de las FARC, el ELN y brigadas paramilitares.

EL ATERRIZAJE DE ZUNINO EN COLOMBIA

La Compañía Agrícola de la Sierra S.A., constituida por capitales chilenos, fue inscrita en Panamá el 19 de septiembre de 2006. El aporte de capital inicial fue de US$ 18 millones, el cual fue dividido en 100 acciones comunes con un valor de US$ 180.000 cada una.

Monocultivo de pinos Comaco. (Foto: www.comacoforestal.com)

Ítalo Zunino Muratori, uno de los hombres fuertes de la sociedad, es dueño del holding de empresas madereras Comaco Forestal, que en Chile cuenta con 121.030 hectáreas de pino, eucaliptus y bosque nativo, diseminadas entre la Sexta y la Décima Región. Comaco –continuadora de la Compañía Astilladora de Concepción– fue constituida en agosto de 1998 con un capital inicial de $2 mil millones. Su objeto: “La actividad forestal en todas sus formas, pudiendo especialmente manejar, plantar y explotar todo tipo de bosques, sean naturales o artificiales (…) y la industrialización de la madera en todas sus formas, especialmente la producción, adquisición, comercialización y exportación de astillas o chips de madera destinada a la fabricación de celulosa u otros fines”.

Las favorables condiciones existentes en Colombia y principalmente en Antioquia para la producción forestal –3 millones de hectáreas aptas para reforestación e ingentes subsidios estatales a la producción– hicieron que Zunino y sus socios, los empresarios Alejandro Sáenz y Antonio Tuset, pusieran su interés financiero en el país cafetero.

A sólo un mes de haber sido constituida en Panamá, la empresa quedó registrada en la Cámara de Comercio de Colombia con el nombre de Compañía Agrícola de la Sierra Colombia S.A., bajo el tipo de sociedad “sucursal extranjera” y dedicada “al desarrollo de actividades forestales, establecimiento y aprovechamiento de plantaciones forestales”.

A 2012, según se consigna en una presentación comercial de la compañía, se habían invertido cerca de US$40 millones en compras de suelos que abarcaron 23.100 hectáreas repartidas en siete zonas del departamento de Antioquia. La explotación del suelo ha ido en rápido incremento desde el 2008, cuando tenían sólo 76 hectáreas plantadas con coníferas. El 2010 contaban ya con 2.320 y al 2012 alcanzaron las 7 mil. El objetivo de la compañía es llegar a 20 mil hectáreas plantadas en una superficie de 30 mil hectáreas. Hasta el momento ha sido sólo inversión. La empresa espera generar utilidades sostenidas a partir del 2030.

La CAS se encuentra entre los socios fundadores de la Cámara de Comercio e Industria Colombo Chilena, junto a otras forestales como Celulosa Arauco, a través de Arauco Colombia S.A., CMPC, que opera a través de sus filiales Protisa y Drypers, y empresas de retail como Falabella y La Polar, entre otras.

CAS: “NO NOS PRONUNCIAREMOS AL RESPECTO”

El ingeniero forestal León Montes proviene de una familia de esfuerzo. Su padre es conductor de bus y su madre profesora pensionada. Por ello, desde un comienzo supieron que el secuestro de su hijo no buscaba extorsionarlos a ellos. Montes fue capturado el 30 de julio de 2012, mientras cumplía sus labores en la CAS en el territorio del municipio de Amalfi (Antioquia). Al día siguiente, la camioneta blanca que manejaba cuando fue detenido por el ELN, y que era propiedad de la compañía agrícola, apareció completamente quemada. Desde entonces no lo volvieron a ver.

Dos semanas más tarde, la empresa y la familia de Montes recibieron un video en el que el mismo ingeniero aclaraba el móvil del secuestro. El ELN pedía a la CAS una gran suma de dinero –entre 2 a 3 millones de dólares, según reconoce la misma compañía– por su liberación o bien que la compañía dejara de operar y se fuera de Colombia. Se acusó a la Compañía Agrícola de la Sierra S.A. de depredar los recursos nacionales y de haber conseguido tierras mediante “artimañas” perjudicando a los campesinos de la zona.

Días más tarde, fue el padre de Montes quien recibió dos llamados en el que le pedían que intercediera ante la empresa para que cumplieran la petición y así lograr la liberación de su hijo.

–No se preocupen. Ustedes no tienen problema con nosotros. El problema lo tiene la empresa en la que trabaja –le dijeron al padre.

Frente a la inminente liberación de Montes tras varios meses de captura, el ELN señaló que esperaría un pronunciamiento de la empresa forestal respecto de sus demandas antes de conformar la comisión humanitaria encargada de recibirlo tras su liberación. Acusaron también a la compañía de no haber mostrado voluntad alguna para “resarcir los perjuicios ocasionados al ambiente y las comunidades de la región”.

Desde la CAS señalaron a CIPER que por ningún motivo se pronunciarían al respecto y que, luego del anuncio del martes del ELN, no han sido contactados por la organización guerrillera.

León Montes Ceballos, secuestrado por el ELN.

-No nos vamos a pronunciar bajo ningún punto de vista sobre esta interpelación. No lo vamos a hacer con una institución irregular. Para nosotros no es un interlocutor válido. Su lógica ha sido: a esta empresa que llega a ordenar el desorden, le vamos a cobrar, la vamos a extorsionar. Responder a esto sería reconocerlos como institución válida. Darles dinero, significaría someternos, como un cajero automático -dijo a CIPER Mauricio Henríquez, asesor de responsabilidad social de la Compañía Agrícola de la Sierra.

Henríquez cuenta que hasta antes del martes, el ELN había dado sólo una prueba de vida del ingeniero secuestrado y que esta sería la segunda vez que dan señales al respecto: “En el último año y medio he estado trabajando exclusivamente en este caso. En todo este tiempo he recibido cerca de seis correos de extorsión, en los que se exige siempre lo mismo: el pago de una suma de dinero y nuestra salida de Colombia”.

Consultado respecto al por qué de las acusaciones que les hace la organización guerrillera, esto es, apropiación indebida de predios y depredación medioambiental, Henríquez señaló que la CAS ha recibido desde un comienzo múltiples extorsiones, pues su actividad, “que ha generado empleo y riqueza para la zona”, molesta a quienes están en actividades irregulares.

El ejecutivo de la CAS anunció que frente a la inminente liberación de Montes, la empresa le prestaría ayuda psicológica por el tiempo que sea necesario para que se pueda reintegrar a sus labores. Sobre el curso de acción que tomará la empresa frente al anuncio de este martes, Henríquez señaló: “Nos alegramos de la posición humanitaria del ELN al liberar a Montes. Estamos listos para participar en proyectos en función de la paz de Colombia, pero siempre a través de la vía legal”.

LA MINERA CANADIENSE QUE SE FUE DE ANTIOQUIA

El conflicto que involucra a la empresa de Italo Zunino ha tomado aún más fuerza con la reciente paralización de actividades y posterior salida de Colombia de la minera canadiense Braewal Mining Corporation, tras la liberación de uno de sus altos ejecutivos secuestrado por el ELN desde el 18 de enero pasado. Gernot Wobert, de 47 años, se desempeñaba como vicepresidente de exploración de la minera. La canadiense había adquirido tiempo atrás terrenos en Antioquia con el objeto de iniciar la exploración y extracción de oro de las minas Casa de Barro y Mina Seca.

El 8 de mayo, la organización guerrillera condicionó públicamente la liberación del ejecutivo canadiense a que Braewal Mining Corporation devolviera los títulos mineros “que despojó a las comunidades de la zona de la serranía de San Lucas”. El secuestro se enmarcaba, tal como ocurre en el caso de Montes, en una acción de “defensa de los recursos naturales de Colombia”.

Sobre el ciudadano canadiense debemos reiterar que fue retenido por nuestras unidades guerrilleras, debido a que su empresa obtuvo mediante sobornos y de manera fraudulenta cuatro títulos mineros de una extensión de 1643.23 hectáreas, lesionando de manera flagrante los derechos de propiedad de las comunidades en dicha región. Dicho ciudadano es portador de documentación irregular que lo inhabilita para desempeñarse en las funciones que desarrollaba al frente de la obra donde fue retenido”, señaló el ELN en su momento en un intercambio epistolar que sostuvo con la organización “Colombianas y Colombianos por la paz”. Respecto a la documentación irregular, se acusó a Wobert de ejercer sus labores sin el permiso correspondiente y sólo haciendo uso de una visa de turista.

El 23 de julio, poco más de un mes antes de la liberación de Wobert, la compañía minera canadiense anunció mediante un comunicado (ver documento) el congelamiento y cancelación de sus planes de inversión en Colombia. No mencionó, sin embargo, la situación de secuestro del ejecutivo, aduciendo “condiciones de mercado desfavorables”.

Luego de 221 días cautivo, el 27 de agosto Wobert fue liberado. El mismo día, Nicolás Rodríguez Bautista, primer comandante del ELN, señaló en un video subido a la página web de la organización: “Estamos de acuerdo con una amplia mayoría de colombianos que consideran que el impulso de los procesos productivos del país deben dignificar a toda la sociedad en particular a quienes no ejercen el poder y que dichos procesos productivos no pueden ir en la dirección que degraden la naturaleza”.

 

Nuevo libro de Horacio Verbitsky abre juicio público a los “cómplices económicos” de la dictadura argentina

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Cada cierto tiempo Argentina corre el límite de lo posible en materia de justicia y reparación para las violaciones a los derechos humanos. Entre otros episodios emblemáticos se cuenta el juicio y condena a la cúpula militar que gobernó entre 1976 y 1983, la nulidad de las amnistías y prescripciones, la restitución de más de cien hijos de desaparecidos ilegalmente entregados en adopción y el simbólico descuelgue de los retratos oficiales de los dictadores. A la fecha, los jueces argentinos han dictado 404 condenas en procesos por terrorismo de Estado. Ahora que ya no hay vuelta atrás en los juicios contra los autores materiales de los crímenes, la propuesta es crear una nueva Comisión Nacional de Verdad que identifique a los “cómplices económicos de la dictadura”. Algo así como una Comisión Rettig que establezca la nómina oficial de las empresas, empresarios y asociaciones empresariales que colaboraron con el régimen y que multiplicaron su patrimonio gracias a negocios facilitados por los militares.

La idea ha sido presentada y extensamente argumentada en el libro Cuentas pendientes (Siglo XXI Editores, 450 páginas), volumen coeditado por el reconocido periodista Horacio Verbitsky -quien acostumbra a sacudir a los argentinos con investigaciones que desnudan a los poderes político, económico y eclesiástico- y el abogado Juan Pablo Bohoslavsky.

Cuentas pendientes fue lanzado en Buenos Aires en septiembre y llega ahora a las librerías chilenas. El texto contiene 25 artículos de diversos especialistas, divididos en ocho capítulos que recorren desde la jurisprudencia internacional hasta casos específicos de empresas argentinas que facilitaron medios para ejecutar crímenes, que se sirvieron de los organismos represivos para deshacerse de sindicalistas y eliminar a empresarios de la competencia, o que ayudaron a orquestar el Golpe de Estado y a modelar el sistema económico, lo que les permitió expandir sus negocios y gozar de posiciones dominantes en el mercado.

Verbitsky, multipremiado investigador periodístico, fundador y columnista del diario Página 12, fue uno de los primeros periodistas que escribió sobre los crímenes de la dictadura argentina. A 30 años de recuperada la democracia, su empeño no ha decrecido. Actualmente preside el Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS), es miembro de la junta directiva de Human Rights Watch e integra el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación. Desde Buenos Aires respondió a CIPER para explicar que el último de los 22 libros que ha publicado busca, precisamente, “correr el límite de lo posible y poner la atención sobre sectores que hasta ahora no habían sido observados con la minuciosidad y la atención que merecen”.

-¿Por qué recién ahora, a más de 30 años de terminada la dictadura argentina, surge esta propuesta de identificar a los “cómplices económicos”? A primera vista, puede parecer extemporáneo.
Porque ahora se puede y antes, no. Cuando terminó el régimen militar la democracia era muy frágil y juzgar a los militares fue lo máximo que se pudo hacer. El juicio a Videla, Massera y demás miembros de la Junta Militar comenzó un lunes de abril de 1985 en medio de un clima de hecatombe, de que la institucionalidad no lo iba a soportar, que los militares iban a dar un nuevo golpe. Esa noche, el Presidente (Raúl) Alfonsín cenó con 20 empresarios de los más importantes del país que habían sido sostén y beneficiarios de la dictadura. Les planteó la conveniencia de que no obstaculizaran ese proceso de la justicia, que fueran parte de la transformación que vivía el país. Y ellos le prometieron que sí, pero le plantearon que tenía que cambiar la política económica. Alfonsín, al día siguiente, denunció que había presiones golpistas, que la democracia estaba en peligro, y convocó a un acto en defensa de la democracia. Muchísima gente acudió y Alfonsín hizo un discurso sobre la economía, no sobre el golpismo. Y anunció el cambio de política económica que le habían pedido los empresarios. Se puso la camisa de fuerza porque, si no lo hacía, lo masacraban. Entonces, era imposible en ese momento encarar este tema.

-¿Y qué ha cambiado desde entonces en la política y la justicia argentina para que ahora sí se pueda abordar?
Han cambiado porque ha habido un punto de inflexión en la democracia argentina. Yo la dividiría en dos periodos. Se acaban de cumplir 30 años de la elección de Alfonsín. Esos 30 años se dividieron en dos periodos. Uno que va de 1983 a 2003, en el cual los dos partidos mayoritarios, el peronismo y el radicalismo, juegan un rol viabilizador de las políticas del neoliberalismo. Era el momento de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, por lo que hay un contexto internacional que presiona en esa dirección. Además, la Argentina era un país que emerge de la dictadura con una enorme deuda externa. Alfonsín se ilusiona con que la socialdemocracia europea va a apoyar con condiciones más generosas de pago de la deuda, lo que no ocurrió. Y en el gobierno de Carlos Menen se asume todo el programa del Consenso se Washington con la enajenación apresurada de las empresas públicas, con grandes niveles de corrupción, con apertura, desregulación. Se siguieron ampliando los beneficios económicos para un pequeño círculo y creció la exclusión para cada vez más personas. Eso provoca la crisis a fin de siglo. Esa crisis pone la bisagra y empieza el segundo ciclo de la democracia. En este ciclo el poder político recupera centralidad frente a los intereses económicos y hace un tinte de honor de cumplir con los sectores sociales a los cuales representó en su llegada al gobierno. Todo lo contrario de lo que hicieron los anteriores, que llegaron con un discurso y gobernaron a la inversa.

Kirchner en la ceremonia de descuelgue de los retratos de dictadores

-¿Es este nuevo equilibrio de poderes el que habría facilitado que ahora se planteen temas como los que ustedes tocan en el libro?
Por supuesto, eso es lo que hace que sea más factible. Porque al mismo tiempo hay de parte de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández una actitud de exigencia a los sectores económicos de someterse a las decisiones del poder político. Hay una anécdota célebre de cuando Menem llega al gobierno: su esposa habla con los mozos de la residencia presidencial y les pregunta cómo eran las comidas que se hacían en los gobiernos anteriores. Y el mozo le dice “mire, señora, igual que ahora, los únicos que cambiaron fueron ustedes”. Lo único que había cambiado era el presidente, pero los comensales seguían siendo los mismos. Con el kirchnerismo eso se acabó. Y si hubo alguna comida, el gobierno no permitió que le impusieran condiciones. Y ese es el origen de la ruptura clamorosa con el Grupo Clarín, que, como explicó la presidenta fueron 12 veces a comer para tratar de imponer condiciones que Kirchner no aceptó. En ese nuevo contexto, donde el Estado asume una actitud de regulación y no deja todo librado al mercado, donde hay medidas de protección a los sectores más desvalidos, donde las decisiones se toman en la casa de gobierno y no en los cenáculos empresariales, se abre el espacio para revisar realmente todo lo que ocurrió durante la dictadura.

LOS CÓMPLICES ECONÓMICOS

-La tesis inicial del libro es que el golpe de Estado fue orquestado por militares y civiles, pero sólo se han perseguido las responsabilidades de los militares.

La dictadura argentina no fue una cosa concebida y ejecutada únicamente por los militares

La dictadura no fue una cosa concebida y ejecutada únicamente por los militares. En ese sentido tengo una experiencia impactante: este año fui como testigo de concepto a uno de los procesos judiciales y como acababa de presentar el libro, el fiscal y los jueces me hicieron algunas preguntas sobre estos temas. Yo dije que dar cuenta de la complicidad económica de la dictadura era una obligación que teníamos con las víctimas y con el conjunto de la sociedad, pero también con los que estaban acusados, porque si bien los que torturaron y mataron tienen que pagar por eso, y este no es un argumento exculpatorio de ellos, también es cierto que se les debe el reconocimiento de la verdad de los hechos: ellos fueron ejecutores de designios ajenos, fueron utilizados y luego descartados. Es, incluso, un acto de justicia para ellos. Al día siguiente, uno de los represores detenidos en ese proceso pidió ampliar su declaración. Y dijo que si hubiera sabido lo que yo iba a declarar, él mismo me hubiera ofrecido como testigo, porque dijo que era absolutamente cierto lo que yo había dicho: que hubo instigadores y beneficiarios, que venían permanentemente al comando los empresarios, los eclesiásticos, los periodistas y empezó a dar nombres. Fue un episodio extraordinario.

-¿Cómo se puede definir claramente que una persona, natural o jurídica, califica como cómplice económico? Sería necesario distinguir entre aquel que simplemente se benefició del modelo económico y aquellos que instigaron el golpe, fueron cómplices de crímenes o ayudaron a instalar el sistema económico y que fruto de eso multiplicaron su patrimonio.
Efectivamente, hay distintos tipos de complicidad. Nosotros manejamos varias categorías. Una es la de los instigadores, porque el plan económico de la dictadura no es un plan económico elaborado por militares. Lo elaboran abogados, economistas, políticos, hombres de negocios, que se reúnen desde seis meses antes del golpe militar y que llevan ese programa a los militares y los persuaden del Golpe de Estado. Después, están los cómplices necesarios de determinados delitos, de tal crimen, de tal secuestro. Por ejemplo, en varios casos está probado que las patrullas que iban a secuestrar delegados sindicales llegaban con la ficha de ingreso de esa persona a la fábrica donde trabajaba, la que había sido entregada por la empresa.

-Se trataría de una colaboración de inteligencia, en que necesariamente la empresa aporta los datos para procurar la detención de la persona.
Exactamente. Y después están los encubridores de los crímenes y los beneficiarios económicos. Vos preguntabas por las personas físicas y las personas jurídicas. Bueno, con las personas físicas hay varios procesos abiertos que han ido avanzando y donde hay procesados por delitos de lesa humanidad y hay ya jurisprudencia de la Corte Suprema que ha dicho que esos crímenes no prescriben, sean sus autores militares o civiles. En el caso de los juicios civiles, donde se puede procesar a personas jurídicas, allí todavía no hay una jurisprudencia definitiva. Hay sí fallos de instancias judiciales inferiores que extienden la supresión de la prescripción a las causas civiles, pero todavía no ha llegado un caso a la Corte Suprema. Y en el libro hay varios capítulos que tratan sobre eso.

-¿Con qué argumentos se oponen ustedes a que se aplique la prescripción en los procesos civiles que pudiesen abrirse contra eventuales cómplices económicos?
Hay doctrina internacional y en el libro hay un capítulo, que es un trabajo de la Comisión Internacional de Juristas, que versa sobre esto. También hay otro capítulo específico sobre la prescripción, donde se plantean los elementos doctrinarios y jurisprudenciales para no aplicarla en el caso de reparaciones por daños en proceso civiles. Pero es un camino que todavía hay que recorrer.

-¿Qué casos concretos investigaron de empresas que pueden ser calificadas como cómplices económicos de la dictadura? En el libro se menciona a Ford Motors, Mercedes Benz, algunas industrias metalúrgicas, el ingenio azucarero Ledesma, entre otras compañías.

En varios casos está probado que las patrullas que iban a secuestrar delegados sindicales llegaban con la ficha de ingreso de esa persona a la fábrica donde trabajaba, entregada por la empresa

El libro tiene capítulos teóricos, capítulos históricos, capítulos de análisis macroeconómico y  también análisis de casos. Entre estos últimos están los que ha mencionado. Por ejemplo, tanto en el caso de Mercedes Benz como de Ford Motors hubo destacamentos policiales instalados dentro de las plantas y ha habido algunos sindicalistas que fueron secuestrados dentro de las plantas. Hubo otros que fueron secuestrados en sus domicilios con los datos suministrados por la empresa. Yo escribí, hace 22 años, la primera historia que se publicó sobre complicidad económica. Era acerca de la fábrica de calefones Saiar, de origen estadounidense, donde hubo un delegado detenido desaparecido y ahí era muy claro cómo la represión había instalado un destacamento dentro de la fábrica. Conseguí hablar con un gerente que, con reserva de su nombre, me contó de una reunión que tuvo en el comando en jefe del Ejército donde había directivos, jefes de personal, jefes en recursos humanos de distintas fábricas del cordón industrial de Buenos Aires. Se reunieron con jefes militares para analizar los lineamientos que iba a seguir la represión y el tipo de colaboración que iban a dar las empresas. Lamentablemente, este hombre ha muerto, pues tenía ya cerca de 80 años al momento del testimonio.

ELIMINACIÓN DE LA COMPETENCIA

-Además de identificar empresas que colaboraron con el secuestro de trabajadores, ustedes sostienen que hubo otros tipos de complicidades más complejas. Por ejemplo, señalan que hubo firmas que aprovecharon sus contactos con el régimen para deshacerse de la competencia y así acceder a una posición dominante en el mercado.
Ese es otro tema que está desarrollado en un par de capítulos. Por un lado, es evidente que la represión golpeó duramente en el mundo asalariado y a partir de ahí retrocedió fuertemente la participación de los trabajadores en el ingreso. Hay capítulos que tratan específicamente ese tema. Pero también ocurrió que algunas de estas empresas se sirvieron del poder punitivo del Estado para eliminar competidores y para concentrar la propiedad, absorbiendo otro grupo. Por ejemplo, hay un proceso judicial por el cual está detenido quien fue presidente de la Comisión Nacional de Valores (equivalente de la SVS chilena) porque enviaba funcionarios a los campos de concentración para interrogar a empresarios que habían sido secuestrados. Un caso muy notorio es el de Industrias Siderúrgicas Grassi, que luego del secuestro de sus directivos fue absorbida por Acindar, una de las grandes siderúrgicas de la época. Entonces, el proceso de concentración económica también fue una consecuencia de la dictadura.

-Entre los casos en que se habría aprovechado la represión para hacerse de la propiedad de otra compañía ustedes citan el de la compra de Papel Prensa, adquirida por los diarios Clarín, La Nación y La Razón. La revisión de esa compraventa sigue siendo uno de los temas más candentes de la contingencia argentina y ha enfrentado duramente al gobierno con el Grupo Clarín. ¿Cómo abordaron en el libro esa transacción?
Ha habido un informe de la Secretaría de Comercio Interior sobre el caso de Papel Prensa a raíz del cual la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación hizo una denuncia penal. Están acusados los más altos directivos de Clarín y La Nación, que fueron las empresas que asociadas con el Estado compraron la fábrica de papel cuando sus propietarios accionistas estaban detenidos y torturados. Esa fábrica fue un emprendimiento impulsado desde el Estado con accionistas privados. Durante el último gobierno peronista (1973-1976) esos accionistas vendieron a otros privados que estaban vinculados con el gobierno de Perón e Isabel Perón y específicamente con su ministro de Economía, José Gelbard, al punto que se discute si el accionista principal, David Graiver, no era un testaferro de Gelbard. Cuando se produce el golpe militar comienza una serie de investigaciones sobre Graiver, acusado de ser el banquero de los Montoneros. Clarín y La Nación dan una gran difusión a esas acusaciones y después este banquero muere en un misterioso accidente aéreo. En esas condiciones, la dictadura plantea que tenían que venderse las acciones de Papel Prensa de ese empresario, que era judío, y pone como condiciones que no podían venderse a extranjeros ni a otros judíos y finalmente señala que deben venderle a Clarín, La Nación y La Razón.  Así se realiza y los diarios compran por precio vil e, inmediatamente firmado el último documento de la cesión, la viuda de Graiver es secuestrada y torturada. La defensa de Clarín y La Nación dice que el secuestro fue después de la venta. El Estado y la fiscalía responden que el secuestro fue el punto final de una extorsión y que si no los secuestraron antes es porque necesitaban que firmaran la transferencia.

-Ustedes también documentaron la relación que hubo entre las empresas y los líderes de los grandes sindicatos tradicionales, conservadores, para que ayudaran en la identificación de otros dirigentes de los trabajadores.

Un caso muy notorio es el de Industrias Siderúrgicas Grassi, que luego del secuestro de sus directivos fue absorbida por Acindar, una de las grandes siderúrgicas de la época. El proceso de concentración económica también fue una consecuencia de la dictadura

Hay capítulos que tratan sobre la complicidad de la alta dirigencia sindical de algunas empresas. En el caso de Mercedes Benz y Ford Motors está claramente implicada la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Mecánicos. En esa época de gran efervescencia política y sindical, había un sindicalismo de base muy fuerte que molestaba mucho a las empresas. Y las empresas negociaron con las conducciones de los grandes sindicatos tradicionales que se sentían igualmente amenazadas por este sindicalismo contestatario. El año pasado murió el que era el secretario general de ese sindicato mecánico y se le descubrieron cuentas en el exterior por muchos millones de dólares, lo cual prueba que esa complicidad tenía precio. Hay otro capítulo del libro que analiza en detalle todos los derechos que los trabajadores perdieron durante la dictadura, decreto por decreto y ley por ley. Esto da un panorama completo de lo que significó esta complicidad económica, que no es abstracta.

-Otro caso que abordaron es el del Ingenio Ledesma, una agroindustria tan extensa y poderosa de Jujuy que sus actuaciones bajo el régimen militar incluso llegaron a confundirse con las de la autoridad. Se le considera responsable de haber facilitado la detención masiva de alrededor de 400 personas, de las cuales una treintena resultó desaparecida.

Horacio Verbitsky (Foto: Pagina12)

En este momento está procesado el principal accionista del Ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, que ha sido una figura central de la política y economía argentina durante casi medio siglo. Es como si dijéramos que en Chile está procesado Andrónico Luksic. El capítulo sobre ese tema fue hecho con un enfoque muy interesante sobre eso que planteabas de la confusión entre la empresa y el Estado. Gendarmería, que es la fuerza encargada de la custodia de las fronteras, desde hace 50 años tiene un destacamento dentro del Ingenio Ledesma, que está a 400 kilómetros de la frontera. ¿Por qué? Porque se trata de una aplicación precisa de la Doctrina de Seguridad Nacional por la cual Gendarmería también controla lo que el dictador (Juan Carlos) Onganía llamó la frontera interior o frontera ideológica. Había un enemigo interior que era, en los términos grandilocuentes de la dictadura, la subversión. Pero en términos prácticos, son los trabajadores, dirigentes sindicales, delegados de base. Incluso, uno de los primeros desparecidos de este caso es un médico que fue intendente del pueblo de Ledesma y que era militante de la Unión Cívica Radical. No era de la guerrilla, ni siquiera peronista. Con sus estudios médicos, él demostró los daños que provocaba a la población el trabajo insalubre que se realizaba allí y a partir de eso los trabajadores exigieron mejores condiciones. En Ledesma se produjo lo que se conoce como “la noche del apagón”, donde la empresa apagó las luces al pueblo y se produjo ese secuestro masivo. Blaquier no está detenido, tiene cerca de 85 años y la edad es un inconveniente objetivo para avanzar en estas causas, pero está procesado y eso es muy significativo en la sociedad argentina, porque no es común que estos grandes empresarios tengan que rendir cuentas ante la justicia.

-Respecto de algunas asociaciones empresariales que apoyaron al gobierno militar y de civiles que cumplieron labores en puestos clave de la economía, ¿bajo qué parámetros se podría dar por acreditado que esas personas fueron cómplices económicos que sacaron provecho de esa colaboración que prestaron al régimen?
En primer lugar, el ministro de Economía de los primeros cinco años de la dictadura (José Alfredo Martínez de Hoz) era presidente de (la metalúrgica) Acindar y había sido presidente de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad. Como presidente de Acindar, pidió una cantidad de beneficios al Estado y luego, como ministro, firmó la concesión de esos beneficios. Y se produce un enroque, él pasa de la compañía al gobierno y la compañía designa como presidente a un general, Alcides López Aufranc, que había sido el primer doctrinario de la guerra contrarrevolucionaria formado por los franceses en Argelia. Esto muestra la intervinculación que había entre doctrina de seguridad, militares y hombres de negocios. En el caso de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad, era una filial de una compañía suiza que había exigido que el gobierno de Isabel Perón la expropiara y le pagara una indemnización que no correspondía, porque la concesión estaba vencida. Cuando se produce el Golpe de Estado, Martínez de Hoz crea una serie de comisiones integradas por militares, hombres de negocios y abogados que tienen que aconsejar sobre litigios con empresas. Y se aconseja indemnizar a la compañía, a pesar de que no correspondía. Martínez de Hoz se excusa de intervenir, pero lo hace un subordinado de él.

EL VALOR DE LOS SÍMBOLOS

-El libro propone una serie de políticas de reparación, partiendo por la instalación de una nueva Comisión Nacional de la Verdad que funcione con presupuesto público. ¿Cuál ha sido la recepción del mundo político a esta iniciativa?

Hay otro capítulo del libro que analiza en detalle todos los derechos que los trabajadores perdieron durante la dictadura, decreto por decreto y ley por ley. Esto da un panorama completo de lo que significó esta complicidad económica

Ha habido ya un par de proyectos legislativos para la creación de esa comisión. Uno provincial, en Río Negro, y otro en el Congreso Federal. Pero no ha habido declaraciones del mundo político sobre esto. Supongo que cuando se trate en el Congreso este proyecto, las habrá. Nosotros proponemos una comisión que tenga recursos y que sistematice la información dispersa, porque sobre estos temas hay información de los tres poderes del Estado: comisiones investigadoras parlamentarias, informes del Poder Ejecutivo –como el de la Secretaría de Comercio Interior acerca de Papel Prensa- y juicios en distintos lugares del país, que son cerca de una docena que involucran al poder económico. Proponemos que la comisión sistematice todo eso y elabore conclusiones y propuestas. Pero además, proponemos otras medidas simbólicas, como la colocación de placas en algunas sedes de asociaciones patronales. Así como en algunos lugares donde funcionaron campos de concentración hoy hay placas que informan de ese hecho, que haya también placas que informen que la conducción de esa cámara empresarial fue instigadora, beneficiaria y cómplice de los crímenes del golpe militar. Lo proponemos como medida simbólica, sin que nadie vaya preso, sin que nadie tenga que pagar nada. Tenemos una experiencia similar, que es el descuelgue de los cuadros de los dictadores que hizo el presidente Kirchner en 2004. Esa fue una propuesta que yo le hice, como presidente del CELS, y no le costó la libertad a nadie, pero tuvo un gran valor simbólico, porque marcó un deslinde con un periodo y el comienzo de otro. Y la idea que tenemos con este libro es que ocurra lo mismo.

-También plantean establecer normas que prevengan la posibilidad de que complicidades de este tipo vuelvan a ocurrir.
Afortunadamente, no hay riesgo de quiebre institucional en Argentina, porque todo el proceso de justicia, de memoria y de verdad de los últimos 30 años ha modificado sustancialmente el rol y la posición de lo militar dentro de la institucionalidad. Pero también debe haber una inmunización de la sociedad argentina contra la desestabilización por los poderes fácticos. Porque riesgo de desestabilización militar no hay, pero sí de desestabilización por los poderes fácticos, y lo vemos todos los días, porque es permanente.

-Si se concreta una comisión como la que ustedes proponen y si ésta efectivamente determina que hay sujetos que califican como “cómplices económicos”, ¿esa declaratoria de responsabilidad implicaría que deban compensar a las víctimas?
Sí. Acá ha habido una política de reparación por parte del Estado que comenzó en 1992. Ese año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estableció que las leyes de impunidad eran incompatibles con la Convención Americana de Derechos Humanos. Para mejorar su imagen internacional, el gobierno del presidente Menem elaboró un proyecto de pago de reparaciones económicas a las víctimas de la dictadura y hasta el presente se siguen pagando. Pero no ha habido pago por parte de las empresas. Si un trabajador de Ford Motors fue secuestrado y la ficha de la empresa fue utilizada para llegar a su domicilio, tiene derecho a reclamarle al Estado, pero también a la empresa. En este sentido, hay una experiencia internacional importante, tan importante que ha soslayado el problema de la prescripción, como ocurre con empresas beneficiadas por los crímenes del nazismo que han aceptado pagar reparaciones, a pesar de que legalmente la posibilidad de iniciar una causa contra ellas estaba vencida. Lo han hecho porque había algo muy fuerte: el reclamo público que afectaba la imagen de esas firmas. Entonces, sí existe esa posibilidad de reparación económica por parte de las empresas.

-¿Realmente creen que la propuesta de crear la comisión tendrá acogida finalmente y que el mundo político va a tener voluntad de enfrentarse contra estos poderes económicos?
Estas propuestas están pendientes. Recién terminamos un proceso electoral y los nuevos legisladores van a asumir en diciembre. Yo calculo que en el próximo año legislativo podremos avanzar con la creación de esa comisión. No soy absolutamente optimista, sé perfectamente el tipo de intereses que se juegan y las presiones que existen, pero también es cierto que todo lo que hemos avanzado hasta ahora en derechos humanos parecía imposible.

 

Crédito con Aval del Estado (CAE): los bancos siguen ganando a costa del Estado y del endeudamiento estudiantil

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El miércoles 23 de octubre, el directorio del Consorcio de Universidades del Estado (CUECH) se reunió para analizar la propuesta presupuestaria del gobierno del sector para el 2014. Lo que les interesaba eran los fondos fiscales que se destinarían para el financiamiento de la educación superior. El desagrado que les provocó la información entregada quedó reflejada en la declaración que hizo al término de la reunión el presidente de la organización y rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle : “Se engaña al país cuando se dice que gastamos tanto o más en educación superior y, en realidad, lo que estamos haciendo es comprar una cartera con un sobreprecio enorme para pagar los intereses que cobran los bancos por el llamado crédito CAE, que dejó de ser un crédito con aval del Estado para transformarse en un subsidio directo que se hace con recursos públicos a una oferta privada desregulada”.

A lo que Valle se refería era a la “recarga”, un ítem poco conocido del Crédito con Aval del Estado (CAE) y que –como lo reveló una investigación de CIPER–, incluso antes de que la primera camada de estudiantes comenzara a saldar su deuda, ya le había reportado a los bancos que participan del sistema ganancias por más de $150.000 millones. La “recarga” implica que los bancos le prestan los recursos a los estudiantes que financian su educación superior usando CAE, a cambio de que luego el Fisco compre algunos de esos créditos con un sobreprecio. Es decir, si un banco le da a un estudiante un crédito por $1.000.000, esa institución tiene derecho, unos meses después, a vender ese crédito al Fisco por $1.200.000. En este ejemplo, la recarga es de un 20%, una cifra moderada si se considera que durante los primeros seis años de vida del sistema se registraron recargas de hasta 69%.

Ese tipo de operaciones se ha convertido en uno los puntos más cuestionados del sistema, luego de que una auditoría de la Contraloría General de la República (CGR) detectara millonarios recargos y reventas sin tope de los créditos con garantía estatal por parte de los bancos hacia el Fisco. Según el informe que la CGR envió a la Fiscalía Nacional Económica y a la Superintendencia de Bancos para que evalúen la posible presencia de irregularidades, “no constan las razones de la fluctuación del porcentaje de recargo o descuento que debió pagar la Tesorería General de la República por la compra de la cartera de créditos licitados y renovados, el que ha fluctuado entre -2% y 90% (…), lo que ha significado para el Fisco efectuar desembolsos por recargos ascendentes a $144.405.076.000 (US$ 288 millones) entre 2006 y 2011” (ver recuadro).

De los documentos publicados en la Dirección de Presupuestos con el detalle de las partidas fiscales para 2014 del Ministerio de Educación propuestas por el Ejecutivo, se desprende que para la administración del CAE, el proyecto del gobierno contempla un presupuesto que supera los $362.000 millones. De ese monto, según el análisis que hizo el CEUCH, más de $355.000 millones se destinarán para la compra de títulos y valores, es decir, la recompra de las carteras del CAE a los bancos.

Según explicó Aldo Valle a CIPER, lo anterior es una clara muestra del desequilibrio del sistema, ya que implica que más del 40% del presupuesto para el financiamiento de la educación superior se convierte en “un subsidio estatal al mercado de capitales”, al estar reservado para la banca privada. Al mismo tiempo, los aportes fiscales contemplados en el proyecto para el Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU), el préstamo que otorga el Estado para beneficiar a estudiantes de las universidades del Consejo de Rectores (CRUCH) –donde se concentra sólo el 28% de la matrícula de educación superior–, bordean los $75.000 millones, es decir, casi un 80% menos.

Aunque la ministra Carolina Schmidt desmintió al presidente del CUECH y aseguró que “dentro del gasto de Educación del Presupuesto 2014 no existe ningún sólo peso que vaya a los bancos”, lo cierto es que gran parte de esos fondos terminarán favoreciendo a las instituciones financieras que han operado como intermediarias del CAE desde 2006. Porque a pesar de que el gobierno ha anunciado desde 2011 una completa reforma al sistema de créditos con garantía estatal, y ha prometido sacar a la banca privada de por medio, a más de un año y cuatro meses desde que el proyecto ingresara al Congreso, todo sigue prácticamente igual.

LA REBAJA QUE ALZÓ EL GASTO FISCAL

La única modificación que ha tenido hasta el momento el sistema de financiamiento de la educación superior es la que vino con la aprobación de la Ley Nº 20.634, que otorga beneficios a los deudores del CAE.

El principal cambio que introdujo la nueva norma, apenas entró en vigencia el 1 de marzo de 2013, prometía reducir considerablemente la carga económica de los más de 365.000 alumnos que a esa fecha financiaban sus carreras con el CAE. Todos ellos, al firmar el contrato con los distintos bancos para adquirir el crédito, habían acordado cancelar su deuda con una tasa de interés anual que fluctuaba entre 4,91% y 6,09%. Pero la nueva ley modificó esa cláusula y redujo la tasa de interés a sólo un 2%, un beneficio que regiría a contar del 1 de enero de 2012 tanto para los nuevos como antiguos deudores del CAE, que actualmente superan los 443.000 estudiantes.

Según el sitio web de la Comisión Ingresa –encargada por ley de administrar el crédito–, los primeros favorecidos serían los 52.300 deudores que ya se encontraban pagando el financiamiento que les fue entregado para costear sus estudios superiores. Eso significaba que ninguno de ellos seguiría cancelando la tasa original estipulada en los contratos que firmaron al momento de adquirir el préstamo: sólo pagarían un 2% de intereses. Lo mismo ocurriría después con los demás beneficiarios que accedieron al crédito antes del 31 de diciembre de 2011 y que todavía están estudiando o que están en el período de gracia que estipula la ley (sin cobro hasta 18 meses después de ser declarado el egreso). Además, la norma les permitiría pagar el CAE de forma contingente a sus ingresos, de manera que las cuotas no superen el 10% de sus remuneraciones.

La rebaja comienza a aplicarse desde el momento en que los deudores inicien su cuadro de pagos. De esa manera, aquellos que aún están estudiando siguen capitalizando la tasa de interés original hasta que comiencen a saldar la cuenta. Por ejemplo, si un alumno solicitó un crédito por $1.000.000 a una tasa de interés anual de 5,8%, su deuda crecerá de acuerdo a ese porcentaje hasta el momento en que comience a pagar. Recién entonces la rebaja se hará efectiva para las cuotas sucesivas durante el tiempo que le quede para saldar su obligación con el banco que le otorgó el préstamo.

En todo caso, la rebaja en la tasa de interés no es válida para todos los deudores del CAE. El único requisito legal para que aquellos que accedieron al crédito entre 2006 y 2011 se acojan a los beneficios, es no encontrarse en mora. El problema es que son muy pocos los que están en esa condición. Según el Banco Mundial, los mecanismos de cobro del Crédito con Aval del Estado han generado un nivel de morosidad que supera el 50%. Y de acuerdo a los datos que la Comisión Ingresa entregó a la CGR para la elaboración de su informe, la morosidad de los egresados es del orden de un 30%, mientras que en el caso de los desertores alcanza aproximadamente a un 70%. Eso se ha traducido en que, a octubre de 2013, sólo 45.214 deudores se hayan podido acoger a la rebaja, es decir, cerca de un 41% de aquellos que ya comenzaron a pagar. El 59% restante deberá cancelar su deuda de acuerdo a las condiciones originales estipuladas en sus contratos.

-El informe de la CGR señala que sólo un 6% de los deudores puede acceder a los beneficios. Pero eso no es correcto, ya que considera a todos los deudores del CAE, pero no todos han podido acceder porque no les ha llegado el momento de comenzar el pago de sus cuotas. Quienes sí podrían haber accedido hasta el momento a la rebaja son las 109.705 personas que están con cuadro de pagos activos, de los cuales un 41% ha hecho efectivo el beneficio –explicó a CIPER Alejandra Contreras, directora ejecutiva de la Comisión Ingresa.

Un dato relevante habría que rescatar de toda esta ecuación: la modificación en la tasa no significa una pérdida de ganancias para los bancos que otorgan los préstamos, ya que en el caso de aquellos que sí accedan a la rebaja de la tasa, la diferencia será pagada por el Estado. Así lo indica el informe de la CGR: “La reducción de la tasa en comento, se transformará finalmente en un alza del gasto fiscal, toda vez que el Estado, por intermedio de la Tesorería General de la República, pagará a los bancos una subvención implícita por la nueva tasa de interés, en el marco conceptual del recargo”.

Lo concreto es que, hasta la fecha, la reducción de la tasa de interés del CAE ha tenido impacto sólo sobre unos pocos estudiantes que se han podido acoger al beneficio; pero ha hecho que el CAE se convierta en un subsidio (a los bancos) aun más caro para el Estado.

Cuando el sistema comenzó en 2006, el presupuesto fiscal contemplaba $10.300 millones para la compra con recarga de las carteras de estos crédito a los bancos. Para 2011, ese monto ya había aumentado 25 veces y superaba los $253.262 millones. En 2013, la rebaja de la tasa de interés implicó un nuevo ítem en el presupuesto para pagar a los bancos los intereses que se les descuentan a los estudiantes. Para ello, el Estado destinó más de $11.000 millones del presupuesto de Educación. Eso, en todo caso, no implicó una reducción en los fondos reservados para el pago de recargas, que para este año cerró en más de $310.000 millones.

En el proyecto del gobierno para 2014, el monto para aplicar los beneficios de la rebaja en la tasa de interés supera los $6.233 millones. A eso se suman los más de $355.000 millones reservados para la recompra de créditos a los bancos. Un ítem que, si se cumple la promesa del gobierno, en poco tiempo debiera desaparecer.

LA LEY QUE DUERME EN EL CONGRESO

En junio de 2012, cuatro meses antes de que se aprobara la ley que rebajó la tasa de interés del CAE, el gobierno ingresó al Congreso otro proyecto, uno mucho más ambicioso, con el que pretende reformar por completo el sistema de créditos para la educación superior y que incluye, entre otras cosas, la eliminación de los bancos como intermediarios (ver proyecto).

En el mensaje que encabeza el proyecto, el Presidente Sebastián Piñera justifica los cambios propuestos diciendo que “el sistema crediticio vigente es, en la práctica, una fuente de discriminación”, ya que las condiciones del CAE son mucho menos convenientes que las del FSCU, lo que implica que “estudiantes de igual necesidad económica y mérito académico son tratados de forma diferente, aun cuando asistan a una institución con el mismo nivel de acreditación, por el solo hecho de que ésta fue fundada con anterioridad a 1981”.

Presidente Sebastián Piñera

Para el Mandatario, a lo anterior se suma el alto nivel de riesgo al que quedan expuestas las personas que acceden al CAE, las que no tienen la garantía de obtener ingresos suficientes que les permitan pagar y al mismo tiempo evitar el sobreendeudamiento. También la brecha que queda entre lo que cubren ambos créditos y lo que terminan pagando los estudiantes, o sea, la diferencia entre el arancel de referencia y el arancel efectivo. Una brecha que, según Piñera, perjudica especialmente a los alumnos de las familias más vulnerables, “atentando contra la igualdad de oportunidades”. Por último, se afirma que los mecanismos de cobro son inadecuados, lo que ha generado altísimos niveles de morosidad, que en el caso del FSCU alcanzan el 35% y, en el CAE, a la mitad de los deudores.

Por todo lo anterior, el gobierno propuso al Congreso una ley que elimine el FSCU y el CAE y los reemplace por un sistema único de financiamiento estudiantil para la educación superior que no incluye a la banca privada como intermediaria. En cambio, la administración del sistema recaería en la Tesorería General de la República, que se encargaría de su recaudación, cobro y reliquidación. La nueva norma obligaría a las instituciones de educación superior cuyos aranceles superen el arancel de referencia –un sistema de cálculo que también sería modificado–, a asegurar a sus alumnos beneficiados con financiamiento estatal, con créditos propios sujetos a la misma tasa de 2% o becas que les cubran la diferencia.

A pesar de llevar más de un año y cuatro meses en el Senado, el proyecto aún está en su primer trámite constitucional (ver información del proyecto). El único avance que ha tenido es el informe que la Comisión de Educación del Senado emitió en enero de 2013 aprobando en general el proyecto, con el voto a favor de los senadores Ena Von Baer (UDI), Carlos Cantero (IND) e Ignacio Walker (DC) y, en contra, de Alejandro Navarro (MAS) y Jaime Quintana (PPD).

Si bien el rector Aldo Valle considera que el proyecto de ley presenta un avance importante al sacar a los bancos del sistema, señala que también tiene debilidades que dificultarán su tramitación en el Congreso. A su juicio, el proyecto no contempla modificaciones que beneficien a los alumnos de las universidades públicas que financian sus estudios con el crédito solidario. También critica que el proyecto no establece requisitos más estrictos para las instituciones de educación superior que pretenden recibir fondos fiscales.

-El proyecto que presentó el gobierno se refiere solamente al financiamiento, pero no toca la institucionalidad, que es el tema de fondo. No se pueden considerar ambas cosas por separado. En Chile carecemos de una institucionalidad que impida que las instituciones que lucran se apropien de recursos públicos. Debe haber un ordenamiento público que regule la educación superior, pero sobre eso no dice nada el proyecto que está en el Senado –dice Valle.

Independiente de las modificaciones que pueda sufrir en el camino, al proyecto aún le queda un largo trecho antes de convertirse en ley, si es que logra avanzar en su tramitación antes de que expire el período del actual Congreso. Expertos consultados por CIPER aseguran que el proyecto fue presentado sólo como una señal ante la población, sin que existieran expectativas reales de su aprobación. Se refieren a que no contempla mecanismos adecuados para que el Estado recupere la inversión que, dentro de una lógica de créditos, especialmente en un sistema tan complejo como es el CAE, son fundamentales. Por ejemplo, no establece políticas de cobranza ni de contacto con los estudiantes y deja en manos del Ministerio de Educación, es decir, del gobierno central, las tareas de administración de los préstamos, lo que le generaría una sobrecarga que le impediría funcionar. Además, externaliza la recuperación del crédito al delegar en los empleadores la responsabilidad de descontar de las remuneraciones las cuotas de los deudores, lo que en un mercado laboral con alta rotación y donde la mayoría de los empleadores son pyme, incrementa el riesgo de no pago.

Mientras la promesa de reformar el sistema se encuentra paralizada en el Congreso, los bancos siguen siendo el pilar del sistema.

Cada año, luego de que el CAE ha sido asignado a los estudiantes, la Comisión Ingresa licita los bancos que entregarán el financiamiento a los alumnos beneficiados. El proceso, como señala la misma comisión en su sitio web, concluye habitualmente en mayo o junio, luego de lo cual a cada beneficiario se le comunica el banco que le fue asignado y el plazo en el que deberá concurrir a firmar los documentos de respaldo de su crédito. Este año, a pesar del bajo interés por participar, las tres instituciones que se adjudicaron la entrega del CAE fueron los bancos Estado, Itaú y Scotiabank. Según los datos de la Comisión Ingresa, la recarga de 2013 para la compra de los créditos por parte del Fisco cerró en 28,9% y a octubre de 2013, han adquirido el 45% de la cartera.  Como la legislación aún no ha cambiado, una vez que los alumnos se hayan matriculado en alguna institución de educación superior para estudiar en 2014, y hayan postulado al CAE, se abrirá una nueva licitación. Y entonces, para los bancos, será otro año de ganancias con el sistema de financiamiento vigente.

Las otras observaciones a la Comisión Ingresa

El 6 de septiembre de 2013, la Contraloría emitió un informe de 93 páginas sobre “la veracidad y fidelidad de las cuentas” de la Comisión Ingresa durante el período 2006-2011. El resultado fue demoledor, al punto que el organismo fiscalizador derivó todos los antecedentes a la Fiscalía Nacional Económica y a la Superintendencia de Bancos “para los fines a los que haya lugar”.

Para la directora ejecutiva de la Comisión Ingresa, Alejandra Contreras, la mayoría de las observaciones incluidas son errores de cálculo o desfases en la actualización de los datos entre las instituciones que forman parte del sistema –Comisión Ingresa, Ministerio de Educación, bancos y casas de estudio–, pero no implican irregularidades ni problemas que hayan significado costo fiscal. Así lo afirmaron en una declaración pública emitida luego de que se hiciera público el informe de la CGR.

Aunque la excesiva e injustificada “recarga” fue uno de los puntos más cuestionados en la auditoría, no fue la única irregularidad que detectaron los funcionarios de la Contraloría. A eso se suman los más de 300 alumnos que fueron beneficiados doblemente con CAE y a la vez con becas de educación superior del Ministerio de Educación en 2011, generando montos a favor del estudiante por más de $87 millones. Otra irregularidad que detectó la investigación fue la existencia en 2011 de al menos 20 alumnos declarados desertores erróneamente, por los cuales la Tesorería volvió a pagar las garantías.

La auditoría dio cuenta de que “la Comisión Ingresa administra información desactualizada sobre la fecha real de egreso de los alumnos, lo que repercute directamente en la oportunidad de cobro a los estudiantes”.

Otra de las falencias detectadas, y que afectan directamente al estudiante, es la fecha de cobro de la deuda. Dice el informe: “Si un alumno egresó en agosto de 2008, la institución lo informa como tal en marzo de 2009, data en que la Comisión Ingresa procede a certificarlo al banco acreedor, el que a su vez comienza a contar el periodo de gracia desde la última fecha indicada, situación que permite que se aumente el lapso no cobrado e incremente la deuda por concepto de interés capitalizado, en desmedro de los derechos del deudor”.

También se detectó que en 2011, en 13 de las 81 instituciones que reciben los fondos del CAE no existía información actualizada de los la clasificación de riesgo o sus estados financieros auditados que permitieran verificar la existencia de respaldo financiero suficiente para solventar las garantías por deserción académica. Al mismo tiempo, se comprobó la concentración en la entrega de los créditos en determinadas casas de estudio, la entrega de préstamos a alumnos de instituciones con certificación por un año que imparten carreras que duran a lo menos dos meses y la falta de evidencia de que la Comisión Ingresa haya verificado el cumplimiento del avance curricular progresivo de los alumnos equivalente al 70% del total de los créditos o cursos inscritos, entre otras irregularidades.

-Creo que como comisión, interpretamos la ley en el sentido de que teníamos pocas atribuciones para fiscalizar o supervisar más a las instituciones de educación superior. Que estábamos mandatados para recibir información, pero no para ir a buscarla o exigirla. Pero la CGR criticó la falta de control. Eso nos sirve mucho, porque nos da herramientas para fiscalizar más y exigir mayores antecedentes y así tener un mejor control. Por un lado es una crítica, pero también es un respaldo que nos permite tomar decisiones mucho más asertivas –dice Alejandra Contreras.

Wikileaks: Nueva filtración devela los alcances de la negociación del tratado secreto TPP

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Total secretismo existe en torno al Acuerdo de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP, por su sigla en inglés. Este nuevo tratado de libre comercio (TLC) involucra a Chile y a otros 11 países de la Cuenca del Pacífico. La próxima cita de los equipos negociadores está fijada para la próxima semana, en Salt Lake City (Estados Unidos). Uno de los capítulos más controvertidos en la agenda es el relativo a las normas de propiedad intelectual, cuyo borrador fue obtenido por Wikileaks, que esta vez se ha asociado con un puñado de medios como CIPER y organizaciones no gubernamentales, como la también chilena Derechos Digitales.

Tras analizar el texto, los abogados de Derechos Digitales –que se han opuesto públicamente a la opacidad de las negociaciones en curso y que promueve el movimiento TPP Abierto– dicen que el documento confirma que lo que se está negociando va más allá de lo que se incluye en el TLC con Estados Unidos. Por lo mismo, afirman, Chile no tiene nada que ganar y mucho que perder. En efecto, Chile ya tiene tratados de libre comercio con 10 de los 11 de los países que son parte del TPP, incluyendo el mercado más grande, Estados Unidos, por lo que ya ha negociado con ellos los distintos capítulos del acuerdo, incluyendo los beneficios arancelarios, que son los centrales en este tipo de acuerdos comerciales.

La importancia del capítulo de propiedad intelectual es que tiene efectos principalmente sobre las patentes de los medicamentos, marcas y derechos de autor, incluyendo el tratamiento de éstos con nuevas tecnologías e internet. El análisis de sus 95 páginas (acá puede descargar el archivo completo) da cuenta de que aún existen muchos puntos pendientes en la negociación, lo que hace prever que es poco probable cerrar el acuerdo este año, como era la meta. El texto es difícil de entender, no sólo porque el lenguaje es muy técnico, sino también porque en gran parte de los párrafos se insertan entre paréntesis las objeciones y propuestas de los distintos países, lo que hace compleja una lectura lineal.

De todos modos su filtración constituye un aporte a la transparencia en un tema de gran relevancia pública y que, sin embargo, se maneja en estricta reserva, lo que ha generado polémica en muchos de los países involucrados. En Chile se había instalado la tradición de que las negociaciones de los TLCs se llevaban a cabo con un “cuarto adjunto”, un salón contiguo al de las negociaciones oficiales en que los actores interesados, desde empresarios a la sociedad civil, eran informados y se escuchaban sus aportes. Esta vez, en cambio, sólo ha habido reuniones informales sin que hasta ahora se haya dado información alguna de los textos en discusión.

Álvaro Jana, cabeza de la Dirección Económica de la Cancillería (Direcon), reconoció al Diario Financiero en octubre pasado que las críticas han estado presentes en todos los países: “En este proceso de críticas y de falta de transparencia, reto a cualquiera que vaya a cualquier país TPP a ver si no hay algún reclamo parecido. Si pretenden que les entregue los textos, no puedo, si quieren saber qué lineamientos generales estamos siguiendo, lo puedo hacer”.

Jana explicó que el acuerdo de confidencialidad firmado por Chile le impide revelar los detalles de las negociaciones y aclaró que fue el gobierno de Michelle Bachelet el que suscribió dicha cláusula. Sin embargo, ahora es la propia Bachelet la que intenta poner paños fríos a las tratativas, según se desprende de su programa de gobierno:

-Tenemos preocupación ante la urgencia por negociar el TPP. Para velar por el interés de Chile se debe hacer una revisión exhaustiva de sus alcances e implicaciones. Para nuestro país es prioritario impedir aspectos cuestionables que pudieran surgir en este acuerdo, pues, mal manejado, se transformaría en una renegociación indirecta de nuestro TLC con EEUU, debilitando acuerdos ya establecidos en materia de propiedad intelectual, farmacéuticos, compras públicas, servicios e inversiones, o llevaría a la instalación de nuevas normas en el sector financiero.

El Presidente Sebastián Piñera, en cambio, ha celebrado los beneficios del TPP, pues “puede ser el mayor acuerdo regional de comercio libre en el mundo”. La gran duda ahora es si se alcanzarán a cerrar las tratativas durante su administración o las heredará su más posible sucesora, Michelle Bachelet.
Los detalles de la negociación son clave, pues si bien el Congreso debe ratificar después el tratado, ya no se le pueden hacer cambios. En Estados Unidos debe seguir el mismo camino y tal como en otros TLC, el terreno no se ve fácil. Esta semana 22 congresistas de ese país firmaron una declaración en que desde ya se oponen a aprobar un “fast track” o vía rápida para tramitar nuevos acuerdos comerciales.

ALCANCES DE LA NEGOCIACIÓN

Del análisis del borrador filtrado se desprende que aún hay desacuerdo en muchos puntos. Si bien las alianzas entre países varían según el tema, se percibe que los términos que quiere imponer Estados Unidos son controversiales para muchos de los participantes, aunque en ciertos puntos se alía con Japón –el último que se sumó a las tratativas– o con Australia. En el texto se desprende que Chile, identificado en el documento con la nomenclatura CL, aún está peleando aspectos relevantes.

En derechos de autor, la legislación chilena contemplaba que se extinguían 50 años después de la muerte del autor, plazo que se extendió a 70 años en 2003, justamente para adecuarse a los plazos negociados durante el TLC con Estados Unidos. Ahora, México pide que el plazo se alargue hasta los 100 años después de la muerte autor.

Un acápite en el que Chile se enfrenta con Estados Unidos es el que se refiere a los plazos de protección cuando no se pueden calcular según la vida del autor por ser obra anónima o de varios autores (artículo QQ.G.6). Con el TLC, los 70 años se contaban desde la fecha de la primera publicación. Ahora, Estados Unidos exige que los derechos se extingan 95 años después de la publicación, a lo que Chile se opone. En caso de que la obra no haya sido publicada en 50 años, el TLC contemplaba que los derechos se extendían por 70 años desde su creación, mientras que ahora Estados Unidos pide que, si no se publica en los primeros 25 años, los derechos se extiendan por 120 años. Estos puntos son importantes pues alargan el plazo que tarda una obra en ser parte del dominio público y por lo tanto involucra obstáculos al acceso al conocimiento.

Uno de los temas de preocupación del texto es el de los procedimientos legales para hacer efectivas las normas de propiedad intelectual. Mientras el TLC con Estados Unidos contempla una definición amplia, en que se exige el respeto por las normas del debido proceso y el marco legal de cada país, el TPP establece que los procedimientos legales para resguardar las normas de propiedad intelectual no deben ser innecesariamente complicados, costosos ni tardar más de lo razonable. Chile y otros países involucrados buscan agregar que estos procedimientos no deben ser distintos al marco legal general, pero el punto sigue en disputa. El riesgo, según organizaciones como Derechos Digitales, es que se establezcan procedimientos más expeditos o diferentes que los que se siguen para otros asuntos legales, poniendo estos derechos por sobre otros que pueden ser superiores.

Otro aspecto que implica un cambio respecto a la legislación vigente es la creación de sistemas de indemnización con categorías preestablecidas, las que pueden incluir castigos ejemplificadores o punitivos. Estas indemnizaciones deberían compensar el daño infringido (artículo QQ.H.4.X). Según el abogado Francisco Vera, de Derechos Digitales, esto quitaría discrecionalidad a los jueces y además rompería la lógica del sistema legal chileno, en que los castigos ejemplificadores sólo se contemplan en beneficio del Estado y no a través del pago de indemnizaciones a terceros.

El borrador del acuerdo también aumenta los estándares de protección cuando se evadan las medidas tecnológicas de protección de los derechos de autor. Por ejemplo, el bloqueo de una consola de videojuegos, de un teléfono celular o la copia de CDs que tienen tecnología anti pirateo. En este punto hay múltiples propuestas y rechazos por parte de Chile y Canadá. Según Derechos Digitales, tal como está el texto, se extienden las sanciones a quienes razonablemente deberían saber que están cometiendo un ilícito, a terceros que participen aunque no sean los que lo cometen directamente, y penaliza la elusión o facilitamiento del ilícito aunque no haya ánimo comercial detrás de éste (artículo QQ.G.10).

PATENTES FARMACÉUTICAS

El tema de los cambios a las patentes farmacéuticas es, sin duda, el más relevante pues involucra el precio del acceso a los medicamentos. El borrador es altamente complejo y hasta ahora sólo se conoce un primer análisis de la ONG estadounidense Public Citizen, que concluye que la propuesta de la administración Obama es la más dañina para la salud que se haya hecho hasta ahora en un TLC.

De acuerdo a la organización, de aprobarse el borrador tal cual se conoce ahora, la consecuencia será fortalecer los monopolios de las empresas farmacéuticas que producen medicamentos contra el cáncer, enfermedades cardíacas o el VIH, entre otras. Por ejemplo, se favorecería el surgimiento de “nuevos monopolios farmacéuticos al bajar los estándares de patentabilidad y al requerir patentes para métodos quirúrgicos y tratamientos, así como para pequeñas variaciones de medicinas antiguas”.

Antonio Horvath: “Se pueden integrar los programas de Bachelet y Parisi”

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El martes 19 de noviembre, miembros del comando de Evelyn Matthei  pensaban ofrecerle al senador Antonio Horvath que se transformara en el vocero de medio ambiente de esa candidatura, pero nadie se percató de que ese mismo día el díscolo jefe programático de Franco Parisi grabaría en los jardines del Congreso un saludo para un nuevo Partido Regional Independiente, en el que eventualmente él podría aterrizar.

En entrevista con CIPER, confesó cómo ha vivido estos meses desde que asumió la jefatura programática de una candidatura que se enfrentó a la de Matthei y las consecuencias que ha tenido para él y para su familia, como un supuesto intervencionismo electoral a favor del contendor de su hijo, que fue candidato a diputado. “Me han dado durísimo y hay un límite para eso”, remata.

¿A quién apoyará usted en esta segunda vuelta? El comando de Matthei estaba esperanzado en que haría de puente con los votantes de Parisi, pero por lo visto esa no será su decisión.

Hasta el comando de Bachelet llegó el senador Antonio Horvath y de inmediato las alarmas se encendieron en RN.

Como jefe programático y tal cual lo planteó en su minuto el candidato Franco Parisi, los electores que lo apoyaron, quedan en libertad de acción. Y yo lo dije antes, durante y ahora: “vamos a intentar acercamientos del programa con las dos candidatas, en el sentido de que esto no está al mejor postor, lo que a nosotros nos interesa es que los ejes fundamentales del programa de gobierno de Parisi, sean incorporados por las dos candidatas. Y cuando yo me planteé de puente, es para que la Alianza crezca de una vez por todas hacia el centro político, porque lo que he visto es que crece hacia la derecha, hacia Evópolis, hacia jóvenes que los respeto mucho pero que no son de centro, ni de centroderecha. Ese vacío que tenemos en este momento y que permitió independiente de las críticas que uno tenga y los beneficios que le encuentre al actual gobierno en 2009 llegar a ser gobierno por una Coalición por el Cambio, que efectivamente estuvo en el centro político del país, con lazos concretos y eso hoy no existe.

Mientras tanto, ¿usted está acercándose al Partido Regional Independiente? ¿Piensa militar en él?
Lo que estoy haciendo es apoyar al Partido Regional Independiente, puesto que lo que yo pretendo es exactamente la misma línea: un regionalismo de verdad, que haya regiones que estén con pantalones y faldas como corresponde y que esto no sea una vez más un compromiso que no se cumpla, Esto no es un cheque en blanco para ningún sector. Ahora, en lo personal,  nosotros sufrimos bastante en la Región de Aysén, particularmente mi hijo quien se ve afectado en su candidatura a diputado solo por el hecho de ser el hijo del jefe programático de Franco Parisi. Él fue lisa y llanamente atropellado por el gobierno.

¿Está diciendo que hubo una intervención electoral de parte del gobierno para favorecer al candidato electo de la UDI, David Sandoval?
Hubo un franco intervencionismo. Lo estamos investigando. Es realmente preocupante que a los electores se les de subsidios o bonos de leña, canasta e incluso al parecer dinero. Eso no puede pasar inadvertido.

¿Quién repartía esos bonos de leña?
Los servicios públicos. Gente vinculada al gobierno estuvo en eso y me parece muy grave. Nosotros tenemos que ser capaces de crear un acuerdo político, una ley que prohíba que cualquiera que sea el gobierno, un mes antes de la elección, esté inaugurando, entregando subsidios, beneficios.

¿Usted se ve de verdad en la Alianza por Chile o cree que llegó el momento de abandonar ese sector?
Yo siempre he tenido conversaciones muy francas con la directiva de RN y particularmente con el senador Carlos Larraín. Pero insisto en que hay temas en los cuales claramente vamos avanzar en contacto hacia el centro y habilitaremos movimientos o partidos políticos como el caso del PRI, o impulsaremos temas que son sensibles para el partido y para la directiva, como el programa de Franco Parisi. Se requieren puntos de acuerdo, eso me parece bien, pero tenemos casi 30 días entremedio para poder trabajar, aunque lo repito: esto no es un cheque en blanco para ninguna candidata. Eso no corresponde, sería faltarle al respeto no solo a los electores sino a una cadena de miles de voluntarios que trabajaron realmente por una confianza para romper el duopolio político en Chile.

Parisi ya dijo que Matthei es mala y adelantó que Bachelet será la futura Presidenta. ¿Esa fue una clara señal a sus electores o no?

Horvath justifica la visión negativa expresada por Parisi sobre Evelyn Matthei.

Es una lectura y me parece legítimo en una persona desde el punto de vista humano, que fue atacado en forma inmisericorde en una suerte de complicidad con medios de comunicación a nivel nacional, que trataron de destruirlo por el emprendimiento de dos colegios, y que efectivamente mediante declaración se reconocía la necesidad de hacer el pago previsional. El problema era dirimir quién lo tenía que pagar y para eso hay un juicio, pero presumir de culpable a una persona sin los procedimientos adecuados, no guarda ninguna proporción. Parisi, en consecuencia, dijo lo que sentía.

Para nosotros el programa es lo que nos rige y la idea es generar un Centro de Estudios, para que haya un grupo de personas que lo piense, lo trabaje y trate de incorporarlo en el quehacer chileno. Por lo mismo, nos debemos asociar con movimientos políticos cercanos, como el PRI, el Partido Liberal, que de alguna manera requieren de una expresión política.

¿No resulta contradictorio su planteamiento cuando Parisi despotricó en la campaña contra los partidos políticos?
Entiendo el discurso anti político de Franco Parisi y las personas que lo siguen, pero es el discurso que está en contra de estos acuerdos que se arman entre cuatro paredes y dejan los intereses de las personas de lado. Ejemplo, las concesiones eléctricas. Las concesiones se negociaron entre dos partidos con la participación del gobierno y dejaron de lado toda la expresión ciudadana por otros proyectos que ahora van a ser atropellados por las concesionarias eléctricas y nosotros llevamos esto al Tribunal Constitucional y nos contestaron por un tema meramente formal, como si fuera un plazo que hubiera vencido. O sea la concentración política, a consecuencia de la concentración económica de nuestro país, no da para más.

¿Qué piensa de RN? ¿Puede seguir como está para nuevamente en el 2017 intentar llegar a La Moneda?
El partido está tremendamente atomizado, o sea había un  movimiento conservador, un movimiento liberal. Ahora se ha gestado sobre él un movimiento piñerista, hay bastante fracciones por así decirlo, un allamancismo. Pero ninguno de estos movimientos, en forma clara y explícita, habiendo una intendenta de RN, hizo algún contacto real, en terreno en Aysén para poder parar el intervencionismo político a favor del candidato de la UDI. Por lo tanto, eso es un tema que uno limpiamiente tiene que ponerlo arriba de la mesa, es algo que no se puede aceptar. Es más, en el caso mío personal, durante estos últimos tres años y medio he sido objeto de persecuciones de la más variada índole

¿Usted se refiere a atentados?
Que se me queme la casa, que me la rompan cuatro veces, que se hagan acusaciones digamos con montaje, utilizando nombres seudo anónimos no son cosas menores. Hay una operación de inteligencia detrás de eso y no lo puedo dejar pasar.

¿Qué significa eso en concreto? Usted dice “esto no lo puedo tolerar”. Se lo pregunto nuevamente ¿usted está pensado renunciar a RN?
Yo fui 12 años independiente, entré a RN porque encontré que era un partido diverso, en el cual se podían hacer acuerdos en beneficio de los temas que uno tiene a nivel nacional y particularmente a nivel regional. Eso se ha perdido. En este momento ha entrado una fuerza que tiene características especiales como Andrés Allamand y José Manuel Ossandón, quienes podrían “abrir” nuevas expectativas. Expectativas con las que hay que tener cuidado, porque en las primarias Andrés Allamand apareció casi hermanado con Pablo Longueira. Eso nadie lo creyó y le jugó finalmente en contra, perdiendo las primarias. Entonces uno tiene que agotar ciertas instancias dentro del partido. Pero estamos en el límite. Ahora, yo no me he movido de una trayectoria, no solamente política, sino que ambiental, regionalista que viene de más de 40 años. Es el partido que se ha movido, se ha dispersado y se ha derechizado. La Nueva Mayoría se ha aliado con el PC y se corrió a la izquierda. La Alianza se abrió con Evópolis y se ha corrido a la derecha. Y el centro político al que es el que todos aspiramos, se mantiene ahí. Entonces si no hay una correlación con lo que está haciendo RN, es algo que hay que debe ser meditado, pero yo también estoy amenazado por mi manera de ser, así que hay que poner esto en la balanza…

¿Amenazado?
Por mi cercanía con Franco Parisi. En su minuto, hubo un intento de llevarme al tribunal pero Carlos Larraín no anda con cálculos políticos.

¿Qué pasaría si hoy que se están buscando vocerías temáticas, le dijeran necesitamos que Antonio Horvath asuma una vocería de medioambiente en la candidatura de Evelyn Matthei? ¿Aceptaría?

Horvath: "Me han dado durísimo y hay un límite para eso".

Para que eso se dé tiene que haber un acuerdo programático, es decir, energías renovables no convencionales pero de verdad, no un discurso. Decir no a los mega proyectos hidroeléctricos, particularmente a HidroAysen, sacar el tema de los transgénicos en Chile, la ley Monsanto; evitar la enorme concentración económica en el país; generar más fondos para ciencia y cultura; que el Estado tenga ciertos roles que no necesariamente tiene que traspasar al sector privado, sabemos que se ha privatizado todo; recuperar el agua, no solo como una simple nacionalización, sino a través de un proceso gradual del manejo integrado de cuenca que son instrumentos participativos en el cual uno recupera las aguas para los distintos usos y funciones incluida la conservación en los distintos valles de Chile. Y si eso pasa por tener que recuperar un agua que ha sido entregada, bueno hay que hacer el esfuerzo.

Su respuesta es clara. Usted no lo aceptaría, pues todos esos condicionamientos el comando de Matthei no los recogerá.
Habrá que verlo primero. Yo no podría ser el vocero de un programa que está en contra de cosas que hemos trabajado 40 años.

LA REUNIÓN CON BACHELET

La segunda parte de la entrevista fue realizada telefónicamente el jueves 21 de noviembre, tras la reunión de Antonio Horvarth con Bachelet en el comando de Avenida Italia.

Usted fue el protagonista de la jornada al reunirse con la Presidenta Bachelet.
Más que protagonismo, se trata de mantenerse en consistencia con los temas y objetivos que hemos peleado por tantas décadas. Y tal como se lo adelanté, tenía previsto reunirme con ambas candidaturas para presentarle el programa. Lo que ocurrió es que el equipo programático de doña Michelle me llevó a  hablar con ella, porque ellos se comprometieron al instante en este tema y eso es un avance importante.

Usted mismo twitteó que tiene una buena sintonía con el programa de Bachelet. ¿Eso significa que el 15 de diciembre va a votar por ella?
Creo que se pueden integrar los programas. Eso fue lo que conversamos con las personas que llevan el programa de la Nueva Mayoría y con la ex presidenta. Conversamos punto por punto: un camino continuo, sin trasbordo; el camino austral y la conectividad austral completa bimodal entre Aysén y Magallanes, o sea fibra óptica, camino sin trasbordos.

Y respecto a Patagonia sin represas. ¿Bachelet está de acuerdo?

Horvath y Carlos Larraín son contrarios al matrimonio igualitario y al aborto terapéutico.

Sí, el segundo capítulo tratado fue una Patagonia sin represas, sin línea de trasmisión y con energías renovables no convencionales. Nosotros no queremos que con cargo a las leyes y programas de gobierno se financien o “se resuelvan” los problemas que generan estos mega proyectos y sus líneas eléctricas. También abordamos la necesidad de Chile sin transgénicos y un ordenamiento territorial para armonizar las distintas opciones del uso del territorio y borde costero. Y finalmente una universidad estatal para la región de Aysén y otra para la del Libertador Bernardo O’Higgins.

Considerando que estos puntos se aproximan mucho más a lo que usted plantea, ¿los dos programas se podrían fusionar o se trata de su mera opción presidencial?
Yo no estoy hablando de apoyos personales, sino de convergencia de programas y hay convergencia en estos puntos sensibles y en otros más, como la Reforma Constitucional, fin al binominalismo, no al lucro en la educación subvencionada y en la educación pública.

En los temas valóricos, usted no está de acuerdo con el programa de la Nueva Mayoría, pues se opone al matrimonio igualitario y al aborto.
Eso es un tema que conversé con la ex presidenta y desde luego que ahí no tenemos acuerdos. Yo no apoyo el matrimonio de mismo sexo, pero sí el acuerdo de vida en pareja. Pero la ex presidenta me dice que el matrimonio igualitario va a ser un tema de debate. Ellos no lo tienen en el programa.

¿Cuándo se reunirá con el otro comando?
En la tarde, en el Congreso. Para allá voy. Y recién hablé con el vicepresidente Baldo Prokurica y ellos me piden que conversemos. Pero yo también quiero ser bien sincero: durante estos años, por mis posiciones que tengo hace décadas, me han dado durísimo. Y hay un límite para esto. Yo no estoy de acuerdo en aceptar que atenten contra mi familia, contra mi casa, que hagan montajes. Se pasaron de raya.

Hace dos días le pregunté si estaba evaluando su permanencia dentro del partido….
Eso lo tengo que conversar con el partido, es lo mínimo. No se pueden enterar por la prensa de ninguna decisión mía. Eso lo voy a conversar con ellos.

 

Tras esta entrevista, Horvath se reunió con Karla Rubilar y Lily Pérez, mañana lo haría con Evelyn Matthei. En el comando aliancista se mostraron dispuestos a incorporar ideas del programa de Parisi con tal de retener a Horvath. Para este viernes se contempla una reunión con la directiva de Renovación Nacional.

 

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